La fiesta se estaba tornando aburrida para Thor. Le hubiera gustado más escaparse (como ya había hecho muchas veces antes sin importarle los regaños de Odin) con sus amigos, pero esta vez era diferente y hasta él entendía que tendría que permanecer en la fiesta. Loki había crecido ya, y era hora de que también asistiera a las fiestas que organizaba Empresas Borson para agasajar a sus empleados y a otros empresarios para beneficio del negocio familiar.
Thor ya había sido aleccionado por su padre para que pronto tomara su lugar como Director General de Empresas Borson, por lo que tendría que dejar pronto las juergas en pro de una imagen respetable. Thor se había puesto un poco rebelde y le hizo prometer a su padre que consideraría a Loki para ese puesto, después de todo, Loki era más listo que él para los negocios y Thor siempre podría seguir apoyando en los asuntos financieros, como hasta ahora. Además Loki siempre había anhelado el puesto de su padre, tal vez, pensaba Thor, por la simple necesidad de demostrarle al mundo que los Omegas eran tan inteligentes y profesionales como los Alfas, o quizás para demostrar que podía ser tan capaz como Thor de llevar las riendas de la empresa. Thor sabía que Loki le envidiaba en el fondo, a pesar de amarse muchísimo. Pero Thor no tenía la culpa de ser el primogénito, ni de haber nacido Alfa. Así como Loki no era culpable de haber nacido Omega. Odín había prometido pensarlo, pero Thor sabía que había sido más bien para no seguir discutiendo con él.
Había otra razón para esa fiesta, y era que Loki pronto entraría en su primer celo, así que Odín y Frigga habían invitado a la más exclusiva concurrencia Alfa para que Loki conociera a otros chicos y tal vez formar una alianza. Thor también sabía que esa era la razón por la que Odín había invitado encarecidamente a Howard Stark y familia. Tony era hijo único y un Alfa… con no muy buena reputación. ¡Si lo sabía Thor! ¡Eran muy buenos amigos! Ya no recordaba la de veces que habían terminado en otro condado con una resaca terrible y rodeados de Betas y Omegas desnudos y con claros signos de haber disfrutado de las orgías que se montaba Tony. A Thor le agradaba Tony, en el fondo era un muy buen chico, pero lo conocía, y no quería que Loki terminará en sus garras. Porque esa era la intención de Odín: formar una sólida alianza entre los Stark y los Borson por medio del emparejamiento entre Tony y Loki.
Por eso Thor estaba esperando a Tony, para escaparse con él y prohibirle que pusiera sus ojos cochambrosos en su pequeño hermanito Omega.
-Hola, hermano.
Thor se giró para ver a Loki, que se había puesto a su lado. Al parecer su madre ya había terminado de presentarle a todos los jóvenes Alfas con los cuáles podría casarse. Loki parecía tímido e inocente, ahora mismo más porque tenía las mejillas arreboladas, seguramente causado por el escrutinio de los Alfas.
-¿Has conocido a alguien que te interese?- preguntó Thor con una sonrisa. Tenía que suceder: Loki necesitaría ser tomado y era mejor que conociera a un buen Alfa que lo cuidaría.
-No lo sé. Mamá estaba interesada en esa Alfa… Natasha, pero me has dicho que ella ya tiene un Omega, y no me gustaría compartir…
-Sí, sé cuán celoso y posesivo eres, hermano- sonrió Thor llevando su brazo a los hombros de Loki. El Omega rodó los ojos, pero no se apartó-. Natasha Romanoff sería sin duda una buena candidata para nuestros padres. Es hija adoptiva del señor Coulson y tiene muy buena reputación. Al parecer es discreta y es bonita, tendrías unos bonitos hijos. Pero también es cierto que ya tiene un Omega, tal vez por eso no se ha acercado a saludarme, sabe que yo lo sé. Clint es un buen chico, y creo que están enamorados. Pero el señor Coulson no lo sabe todavía.
-Como sea. Estoy esperando conocer a Anthony. Sale muy bien en las revistas, y también tendríamos hijos bonitos.
Thor se incomodó y abrazó un poco más a su hermano.
-Loki, sabes que Tony y yo somos buenos amigos…
-Eso lo hace mejor, ¿no crees?
-No, no lo hace mejor. Tony es…, bueno, lo único que puedo asegurarte es que tú no serías el único Omega de Stark. No le gusta mucho la idea de la fidelidad, y sabes que nosotros no estamos obligados a ella, pero tú sí. No quiero que seas parte de un harem Omega, no lo mereces. Quiero que seas exclusivo de un Alfa y viceversa. Con Tony no tendrías eso.
Loki alzó una ceja y se separó un poco de Thor.
-¿Y tú vas a ser un Alfa fiel? ¿Crees que no sé que sales con un montón de Betas y Omegas?
-Pero no he elegido a nadie todavía. Y no voy a hacerlo hasta que conozca a un Omega especial que me robe el corazón y sí, voy a ser un Alfa fiel, exclusivo para mi Omega.
-Eres tan cursi- dijo Loki arrugando la cara en un gesto divertido que le valió una estruendosa carcajada de su hermano. Loki admiraba a Thor y sí, tal vez lo envidiaba un poco. Por ser un Alfa, por ser el mayor y por tener la libertad de escoger y no ser escogido.
Loki había aceptado su condición Omega desde que tenía memoria. Su madre, Frigga, siempre lo había querido y valorado por ser Loki, no un Omega. También Thor, siempre lo protegía y sabía que lo amaba mucho. Pero Odín… no estaba seguro si su padre lo quería, lo que sí sabía era que aprovecharía su condición Omega para convertir una boda en negocio. Justo lo que estaba pasando ahora. Sin embargo Loki había visto lo que se contaba de Anthony Stark en las revistas, había visto lo guapo que era (y seguramente lo era más en persona) y tenía un cierto enamoramiento adolescente hacía Tony. Tony era como una estrella de rock, y se moría de envidia al saber que Thor lo conocía y él nunca había tenido oportunidad de conocerlo… hasta esta noche. Además, Loki estaba seguro que al conocerlo, Stark no pensaría jamás en tener a otros Omegas.
Los Omegas de familias ricas tenían que ser muy protegidos y resguardados por sus parientes, hasta que llegara el momento del primer celo. Era una tradición arcaica, pensaba Loki, pero era lo que había. Siempre había tenido todo y era más bien como un príncipe. Thor y él eran los príncipes de la familia Borson, pero odiaba un poco estar tan resguardado.
Como fuera, esta noche tenía que conocer Alfas, alguno se prendaría de él y hablaría con su padre. Y en lo único que podía coincidir con Odín, es que secretamente él esperaba que fuera Anthony Stark.
Una hora después hubo un revuelo en las puertas del salón de Empresas Borson. Thor gimió en la mesa principal y Odín se levantó de inmediato, mirando a su hijo mayor para que lo acompañara a recibir a la distinguida familia Stark.
Loki también iba a levantarse, pero Frigga le tomó de un brazo y negó. Sólo los Alfas podían ir a recoger a sus invitados de lujo para traerlos a la mesa y presentarles a sus tesoros: la hermosa Frigga y el lindo Loki Borson. El ojiverde se mordió los labios e intentó mirar por sobre la gente para ver a Anthony Stark por fin.
-Loki, sé decoroso, por favor. Pareces ansioso y eso no es bueno demostrarle a un Alfa, pensará que está por encima de ti- le regañó Frigga con suavidad.
-¿Y no lo estará?- inquirió Loki alzando una ceja.
-No- dijo rotundamente su madre-. El hecho de que seas un Omega no te hace inferior a nadie, creo que lo había dejado claro antes.
-Lo sé, mamá. Lo siento, es sólo curiosidad- se disculpó Loki agradecido por las lecciones de confianza que su madre siempre le daba. Así que se quedó quieto.
-Él es que el vendrá, no te apresures- sonrió Frigga y le dio un beso en la mejilla.
Thor rodó los ojos cuando Odín saludó efusivamente a Howard y Maria Stark. Pensó por un momento que sus plegarias habían sido escuchadas al no ver a Anthony con sus padres. Qué alivio, tal vez Tony se había ido de juerga sin importarle las fiestas de empresarios.
-Muchas gracias, Odín- sonrió Maria Stark elegantemente-. Mi Anthony viene en un momento, está ayudando a Bruce a acomodarse la pajarita.
¡Oh, no! Thor evitó gruñir y sonrió en cambio a la preciosa señora Stark.
-¡Thor, querido! Has crecido mucho- le dijo ella saludandolo-. Me muero por conocer a tu hermano.
Thor dijo algunas palabras melosas y luego dio un fuerte apretón de manos a Howard. Una estruendosa risa le hizo morderse otra vez la lengua. Era la risa de Tony, y preparó su mirada más intimidante hasta que vio al ángel que venía con su amigo.
Tony dejó de reír, pero no dejó de sonreír. Le había hecho mucha gracia que Bruce se mostrara tan incómodo con el traje de etiqueta. Tenía que reconocer que su hermano putativo se veía bastante lindo en ese traje.
-¡Señor Borson! Hace tiempo que no lo veía, esa barba se le bien, parece un Papá Noel moderno.
-¡Anthony!- regañó Maria, pero Odín comenzó a reír despreocupadamente.
-Déjelo, señora Stark. Me gustan los muchachos que no se callan lo que piensan, y ciertamente ser comparado con Papá Noel no es malo, es un ser dadivoso después de todo, ¿no es así?
Howard se vio obligado a sonreír a Odin, pero miró con los ojos entrecerrados a Anthony.
-¡Oh! Les presentó a Bruce Banner- dijo Howard para cambiar el tema, tomando un brazo de Bruce con delicadeza para adelantarlo-. Es nuestro protegido, y hoy hemos tenido la fortuna de convencerlo de venir a la fiesta. Él es más de laboratorios y esas cosas.
Bruce se mojó los labios con timidez y saludó a los Borson con las mejillas teñidas.
-Vaya, así que este muchacho es el chico prodigio del que me has hablado, Howard. No habías mencionado sin embargo que era un Omega- dijo Odin sonriendo.
A Thor casi se le caen los calzones. Con razón ese chico era precioso, siendo un Omega. Tony le había hablado del chico que sus padres casi habían adoptado cuando se quedó huérfano, y orgullosamente lo llamaba su hermano putativo, era un genio igual que él, sólo que ese hermano se había decantado por la ciencia en lugar de la tecnología, y Howard y Maria lo querían mucho. Jamás hablaba de él con envidia o celos, más bien con orgullo. Lo que Tony no le había dicho era que ese hermano era tan hermoso y un Omega.
-Mucho gusto, Bruce- saludó Thor tomando la mano de Bruce y llevándola hasta sus labios como había hecho con Maria Stark. Los Alfas podían permitirse ese gesto con los Omegas masculinos, y a Thor no pudo encantarle más el protocolo al ver las mejillas de Bruce colorearse intensamente y sonreír tímidamente-. Tony, no me habías dicho que tu hermano putativo era tan bello.
-Precisamente para evitar que te le acerques tanto… ¡ushala, Thor! No quiero que Brucie se incomode- bromeó Tony y alejó a Bruce de Thor.
-Vamos, Anthony. No sean tan protector, he tenido que soportar que Thor lo sea con Loki y es hora de que Loki no ha encontrado a un Alfa adecuado- intervino Odín, claramente con segundas intenciones.
-No me incomoda, Tony- habló Bruce entonces, sonriendo a Thor tímidamente. Y su suave voz envió a Thor a la luna.
Los saludos terminaron y al fin los Stark (incluido Bruce) fueron llevados a la mesa principal dónde Frigga y Loki les esperaban.
Tal vez si Thor no estuviera tan abstraído mirando a Bruce, habría notado la mirada depredadora que surgió en Tony cuando le fue presentado el príncipe más pequeño de la familia Borson. Tony vio esa piel de porcelana, esos ojos imposiblemente verdes y esa boca colorada en una sonrisa sutil. Y, oh sí, olía a Omega, a presa deliciosa.
-Él es mi pequeño Loki- presentó Odin casi con orgullo, cosa que desconcertó a Loki, hasta que recordó por qué habían hecho esa fiesta y por qué los Stark eran los invitados de lujo. No que le incomodara, Anthony era más atractivo que en las revistas y la forma en que lo miraba le alagó profundamente.
-¡Thor!- exclamó Tony alegremente-, ¿con qué derecho me reclamas no haberte presentado a Bruce? Tú tampoco me habías dicho que tu hermano era tan delicioso ejemplar.
Frigga carraspeó y Maria miró de mal modo a Tony, pero él se encogió de hombros, tomando el asiento junto a su padre justo en frente de Loki. Y Thor… vamos, que ni siquiera había escuchado a Tony por seguir mirando a Bruce. Porque si lo hubiera hecho, Tony tendría una sonrisa de piano descompuesto.
Entre los comensales, los que no podían dejar de sonreír con complicidad eran los patriarcas. Odin y Howard parecían muy satisfechos por lo que podría significar una alianza entre sus familias. Y si era por partida doble, mucho mejor.
La cena fue muy amena entre la ligera charla de las señoras Frigga y Maria, entre los puntos de vista empresariales de Odin y Howard, y entre las bromas y coqueteos fáciles entre los cuatro jóvenes.
Después del postre, en el que hubo un momento incómodo cuando Loki se manchó de jarabe de frambuesas el labio superior y Tony descaradamente le limpió con un dedo para luego llevárselo a la boca y lamerlo, la música comenzó a sonar.
-Howard y yo iremos a hablar con algunos colegas. He visto por ahí al General Fury y al señor Coulson- habló Odin muy satisfecho-. Regresaremos pronto para el baile, hermosas señoras. Por lo pronto, tal vez los chicos deberían abrir pista- les dijo a los cuatro muchachos.
Ni tardo ni perezoso Thor se levantó de la mesa y le ofreció su mano a Bruce.
-Sería un honor, Bruce- le dijo educadamente y Tony rodó los ojos, lo que hizo sonreír a Loki.
Bruce sonrió adorablemente y miró a Howard, éste asintió con una gran sonrisa y al fin se levantó para tomar la mano de Thor. Pronto estuvieron en la pista.
-Tony, ¿no quieres bailar?- le dijo Maria a su hijo, mirando de reojo a Loki.
Tony iba a decir que no, a él no le gustaban esos bailes lentos y ridículos, pero Loki bajó el rostro y se dijo que sería muy malo desperdiciar la oportunidad de tocar esa suave piel.
-¿Por qué no?- sonrió con picardía y se levantó al mismo tiempo que Loki alzaba la mirada- ¿Me permites esta pieza, Loki?
Loki sonrió coquetamente y sabía que ya tenía el permiso de su padre de antemano, así que ni siquiera lo miró y se fue a la pista con Tony.
Las damas los miraban desde la mesa, aunque pronto se enfrascaron en los últimos chismes de sociedad.
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-Así que… Tengo entendido que vives con los Stark desde hace mucho tiempo. Tony dice cosas buenas de ti, aunque todavía no le perdono no haberte conocido antes- sonrió Thor tomando la delicada mano de Bruce con una suya, mientras la otra se posaba contenta en la espalda del Omega.
-No es su culpa. Tony ha intentado que vaya a fiestas o cosas así, pero la verdad prefiero estar en mi laboratorio. Los señores Stark han sido muy buenos conmigo, y Tony es como mi hermano, jamás me obliga a hacer algo que no me gusta- respondió Bruce ya sin ser capaz de dejar de mirar los ojos azules de Thor. Era un Alfa muy guapo, y aunque Bruce no había pensado mucho en entregarse a un Alfa, tarde o temprano llegaría su primer celo y no querría por nada que el señor Stark o el mismo Tony se vieran obligados a tomarlo.
-Bueno, a mí tampoco me gustan mucho las fiestas a las que está acostumbrado Tony. Pero me gusta ir al monte a relajarme o pasear simplemente por los terrenos de mis padres, montar a caballo… ¿Te gustaría venir conmigo alguna vez?- preguntó Thor esperanzado.
-Si el señor Stark me lo permite… me encantaría, Thor- dijo Bruce sin apenarse demasiado.
A unos pasos de ellos, Tony pegaba mucho a Loki a su cuerpo. ¿Cuántas veces podía tener a un Omega tan delicioso pegado así? Vale, muchas veces, pero Loki era diferente. Era sagaz y Tony estaba seguro que no era un Omega del todo sumiso, y eso le gustaba.
-Espero que te hayas dado cuenta de las intenciones de nuestros padres- sonrió el castaño ladinamente.
-Son un poco obvios, sobre todo el mío- devolvió Loki la sonrisa-. De hecho, la finalidad de esta fiesta es que yo encuentre a un Alfa digno para desposarme. ¿Está interesado, señor Stark?
-¡Pff! Nada de señor Stark, ese es mi padre. Yo soy sólo Tony, pero también me conocen como el dios del sexo- dijo Tony con voz seductora.
Loki se rió con fuerza.
-Es una lástima, sin embargo, que mis padres y mi hermano busquen para mí un Alfa monogámo. Creo que no eres candidato… señor dios del sexo.
-Mmmh. Sip, sé la fama que tengo, pero no hagas conclusiones apresuradas sobre mí, Loki. He crecido en un familia estable, tengo un hermano que aunque no es de mi sangre lo adoro, y es un Omega, no me gustaría que se burlaran de él. Mi padre es fiel a mi madre a pesar de que pude tener a mucha gente dispuesta a entretenerlo. Y eso quiero para mí, si es que encuentro al Omega de mis sueños… ¿Estás interesado, Loki?
Loki alzó una ceja.
-Vaya, vaya, Anthony Stark. La prensa debería decir más acerca de ti que sólo tus fiestas y tus conquistas.
-Soy un estuche de monerías- se encogió de hombros Tony.
Los chicos no volvieron a la mesa principal después de ese primer baile. Tony y Loki habían bailado más piezas cuando la música se volvió más moderna para el disfrute de los jóvenes, y si no pudieron salir del salón fue porque Frigga y Maria habrían dejado a Tony sin posibilidad de engendrar con Loki. Las cosas debían hacerse correctamente, y aunque las dos familias se mostraban satisfechas con ese primer encuentro, no querían que los chicos lo echaran a perder perdiéndose por ahí para hacer cosas indebidas.
A Thor y Bruce, sin embargo, les dieron el permiso de salir a los jardines. Maria y Howard sabían que Thor era un muchacho muy decente, y sabían que Bruce jamás dejaría que le faltaran al respeto. Además, era muy bueno que Bruce conociera a un Alfa y pudiera tener la oportunidad de formar una familia, ya que siendo un Omega huérfano, no muchos Alfas de buena posición lo reclamarían. Al parecer Thor era perfecto. Los Borson, por su parte, habían escuchado historias maravillosas de ese lindo Omega de cabellos rizados que los Stark habían recogido, y finalmente Bruce era prácticamente un Stark, así que estaba bien para ellos que hiciera migas con su primogénito.
~*~
Tres meses habían pasado desde aquella fiesta, y Thor y Bruce estaban ya muy enamorados. Bruce se sabía muy afortunado al ser parte de la familia Stark, y nunca pensó que podría tener también la oportunidad de tener a un Alfa como Thor, eso le hacía pensar que era muy ambicioso y no quería defraudar a Howard y Maria, pero ellos le hicieron ver que estaban muy contentos con su relación, y que se merecía a alguien como Thor, y que lo amaban a pesar de no llevar su sangre. Así que Bruce se permitió ser un poquito ambicioso y disfrutar de su relación con Thor.
Si no hubiera sido así, tal vez hubiera terminado en manos de un tratante de Omegas, o se habría prostituido por su cuenta; era desgraciadamente el destino de muchos Omegas sin oportunidades.
Tony también apoyaba esa relación, y aunque advertía a Thor que debía cuidar a Bruce o si no… Pero Thor sólo se reía, no era un secreto que estaba enamorado de Bruce y que lo gritaría a los cuatro vientos, por supuesto que lo protegería. Además Thor estaba muy impresionado con la inteligencia de Bruce y lo admiraba.
También Thor peleaba con Tony en broma sobre su relación con Loki, y él sí que no repararía en lastimar mucho a Tony si defraudaba a su hermanito. Loki era feliz, y eso era algo que Thor amaba ver. Se vio sorprendido cuando Tony se presentó en su casa y pidió correctamente el permiso de sus padres para cortejar a Loki oficialmente. Y lo más sorprendente era que Tony en verdad parecía apreciar a Loki y su compañía, presumiéndolo en las fiestas y diciendo que era su novio. Mientras Loki fuera feliz, Thor no tenía objeciones. Claro que sabía que Tony todavía no dejaba sus fiestas escandalosas, pero extrañamente le era fiel a su hermano, así que no se preocupaba mucho por ello.
Ahora en lo que se preocupaba era en besar los dulces labios de Bruce mientras lo tenía entre sus piernas sobre Sleipnir, su caballo más preciado. Se habían reunido los cuatro para pasear por los grandes terrenos de la mansión Borson, y a Bruce le encantó aprender a montar de su mano. Ahora ya podía cabalgar solo a Sleipnir, y el caballo, que sólo se había dejado montar por Thor y Odin, también había aceptado a Bruce, tal vez al descubrir su alma noble y bondadosa. Pero a Bruce le encantaba que ambos lo montaran, sobre todo porque podía sentir a Thor muy cerca, su aroma dominante y su calor.
Sonrió cuando rompieron el beso y recargó su cabeza en el pecho de Thor.
-Pronto llegará mi celo- dijo de repente Bruce.
-Lo sé, cada vez hueles mejor. Me es difícil ahora mismo no tomarte.
-No estoy listo todavía- rió Bruce-, aunque a mí también me gustaría. Será pronto, y la señora Stark dice que en unos días se reunirá con tu madre, para concertar el lugar dónde podremos… ya sabes.
-Hacer el amor, Bruce. Voy a hacerte el amor. Aunque ya sabes que nuestros padres no consentirán un embarazo todavía. Esperaremos a ello cuando nos casemos, pero voy a marcarte, porque ya eres mío.
Bruce sonrió cálidamente y subió otra vez el rostro para otro beso, anhelando ese día para poder amar a Thor de manera física.
Mientras tanto, Loki y Tony estaban en el cobertizo para ir a por comida para los caballos. Generalmente eso lo hacían los empleados, pero a Tony le divertía hacerlo, era una de sus excentricidades. Creció en la ciudad, rodeado de edificios, y era entretenido salir de esa rutina y hacer cosas que lo hacían sudar, sobre todo si esas cosas también hacían sudar a Loki, olía delicioso.
-¿Toda esa paja para los caballos?
-No es paja, Tony. Es follaje, y está adimentado con vitaminas y otras cosas que son buenas para ellos.
Tony sonrió al ver a Loki en esa labor tan doméstica. Había aprendido muchas cosas del Omega durante estos tres meses, por ejemplo que era soberbio sólo en apariencia, que decía odiar muchas cosas pero en el fondo las amaba. Que era perfecto. Tony no mintió cuando dijo que quería una familia como la suya, estable, monógama y feliz, y Loki era ese Omega que lo volvía loco de coraje o de amor. Vaya, que estaba enamorado de él aunque nunca sería tan cursi como Thor y Brucie, no era su estilo, y tampoco el de Loki para su comodidad y regocijo.
Sabía que Bruce pronto entraría en celo, y era bueno saber que Thor lo reclamaría y garantizaría una vida futura feliz para su hermano putativo. Tony lo adoraba, y haría cualquier cosa por él, verlo feliz era una de ellas. Y también ver feliz a Loki, y si el pago por ello sería renunciar a su vida loca y excéntrica, lo haría. Si tendría que comenzar a aprender a manejar Industrias Stark, lo haría, si tendría que aprender a acomodar follaje y alimentar caballos pura sangre, lo haría.
Loki estaba a punto de terminar con el follaje cuando se detuvo abruptamente. Abrió mucho los ojos y se encontró con la misma expresión de sorpresa en los de Anthony.
-¿Tony?... ¿Qué está pasando?- balbuceó entrecortadamente, sintiendo mucho calor de repente.
Tony pasó saliva y se apresuró a acercarse a su Omega.
-Tranquilo, creo que llegó la hora. ¡Demonios!
-¡Tony!- exclamó Loki en pánico y cayó de rodillas sobre el follaje.
Tony no tenía un sentimiento diferente. El aroma de Loki se intensificó en un segundo, pero aparte del deseo estaba también el pánico. Si tomaba a Loki así… sin previsión…
-¿No se supone que faltaban unos días?- inquirió ayudando a Loki a acomodarse sobre el follaje fresco.
El ojiverde alzó las manos, tocando a Tony en una necesidad imperiosas.
-Duele…- gimió en voz baja.
Tony se recostó a su lado. ¡Con mil infiernos! Perdería el control en cualquier momento y no quería eso para Loki, pero…
La puerta del cobertizo se abrió estrepitosamente y Thor se adentró con fuego en los ojos.
-Thor, ¿qué hago?- preguntó Tony desesperado, siendo tocado por Loki que gemía lastimosamente.
La pregunta sin embargo disuadió a Thor de lastimar a Tony. Eran sus instintos de protección. Loki tenía que ser tomado.
-No te atrevas a anudarlo, Stark. Iré a avisarle a mi madre.
-¿Eso es tu permiso para que pueda tomar a Loki?- gruñó Tony con los instintos floreciendo en él también.
Thor gruñó y Bruce le tomó una mano.
-Tony va a pedir su mano, ya me lo había dicho- le dijo suavemente a Thor, acariciando su brazo para evitar que se lanzara contra Tony.
-¿Es eso cierto?- inquirió Thor, apretando los puños.
-¡Mierda, sí! Loki, ¿quieres casarte conmigo?- apremió Tony ya sudando.
Pero la respuesta de Loki fue un gemido agudo, no podía pensar, sólo que tenía mucho calor y dolía.
-Thor, ve a avisarle a tu mamá, yo me quedaré fuera del cobertizo- urgió Bruce, que no había tenido celo pero sabía lo suficiente para darse cuenta de que Loki estaba sufriendo-. Sabes que tus padres aprueban la relación, vamos.
Thor miró una vez más a Tony, ambos Alfas se miraban con furia, pero finalmente el rubio claudicó.
Cuando la puerta se cerró y ambos estuvieron solos, Tony dejó de pensar. Arrancó la ropa de Loki y éste se dejó hacer, necesitado. Loki tenía miedo, sabía que era Tony el que estaba a su lado, pero las sensaciones eran muy fuertes. Fue desnudado rápidamente y pronto sintió algo resbaladizo correr entre sus muslos… Olía mucho, a Tony, el aroma de Tony, y aquello, dulce. De pronto gritó al sentir un horrible dolor en su vientre.
-Calma, Loki. Calma, cariño. Estoy en ello- Tony balbuceaba y sabía que no era muy coherente. Hubiera querido algo menos urgente para la primera vez de Loki, pero ya no había nada qué hacer. “No lo anudes”, pensó sin embargo mientras se desnudaba a sí mismo, y se lo metió en su cabeza como un mantra. Los padres de Loki lo matarían si preñaba a Loki cuando todavía no estaban casados. La próxima vez, quizás. Ahora no, ahora sólo aliviar a su Omega, y disfrutarlo.
Lentamente ahogó un sollozo de la boca de Loki con la suya. Lo besó lentamente y lo acarició su piel caliente. ¡Eran tan excitante! Su cuerpo actuó por instinto, giró a Loki en el follaje y Loki no tardó en apoyarse sobre sus manos y rodillas. Tony fue cuidadoso empero, y besó la espalda nívea y apartó los cabellos negros para hacerse del cuello. Metió un dedo en esa entrada que se ofrecía y Loki gruñó y alzó las caderas buscando más volumen, más o se moriría.
Tony metió un segundo dedo con facilidad, abrió un poco ayudándose con sus falanges y su miembro estaba a punto de explotar. Cuando sintió a Loki aflojarse un poco también apoyó sus rodillas en el suave follaje y guió su miembro a esa entrada palpitante. Con la lengua entre los labios penetró a Loki lo más lentamente que su autocontrol le permitía y el gemido entre dolor y placer y alivio le hizo comenzar a moverse a un ritmo constante.
Loki comenzó a gemir ya sin dolor. Todo era placer, todo era hermoso. El paraíso apareció frente a sus ojos y rió y gimió al mismo tiempo, sintiendo las manos de Tony en sus caderas, el miembro de Tony embistiendolo deliciosamente, los testículos de Tony estrellándose en su trasero provocando un ruido chasqueante y genial. Era el puro placer, y era el puro sentimiento. No habría querido a nadie más. Tony era suyo y ahora él era de Tony.
Gritó cuando una de las manos de Tony abandonó su cadera y bajó para masturbarlo al mismo ritmo con el lo embestía… ¡Dios! Era glorioso…
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Afuera, Bruce se paseaba nervioso y sumamente avergonzado. Los gritos y gemidos (y las exclamaciones groseras de Tony) llenaban sus oídos. Pensó que pronto él y Thor estarían así, disfrutando sus cuerpos. Claro que esperaba que su celo fuera menos espontáneo, quería hacerlo en un lugar bonito y romántico, no en el cobertizo y sobre el follaje para alimentar a los caballos.
Pronto Thor venía cabalgando a Sleipnir y tras él su madre rodeaba su cintura con sus manos. Bruce tragó saliva, entre Thor acercándose como un guerrero de otros tiempos sobre el caballo y los ruidos obscenos dentro del cobertizo… bueno, se volvería un poco loco.
El caballo se detuvo a unos pasos de él y Thor bajó y ayudó a Frigga a desmontar. La elegante y alta mujer se acercó sólo lo suficiente. Bruce notó un ligero rubor en sus mejillas.
-Bueno, creo que lo están disfrutando- dijo ella despreocupadamente-. Thor, llévate a Bruce para que se comunique con sus padres, creo que Tony será un invitando a la mansión por varios días.
Thor gruñó un poco pero asintió y montó con Bruce para alejarse a la mansión. Se calmó un poco cuando Bruce se pegó a su pecho y acarició sus brazos. Thor también se moría de ganas de estar en un cobertizo reclamando a Bruce.
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Loki gritó cuando se corrió y entonces Tony aceleró el ritmo en las penetraciones. Tony alzó el cuerpo de Loki hasta que su nívea y estrecha espalda se pegó a su pecho, ladeó la cabeza de Loki y los largos cabellos negros y húmedos se deslizaron por sobre su hombro. Iba a marcarlo, tenía que ser suyo, este placer tenía que repetirse muchas veces más. Loki gritó con más fuerza cuando sus dientes se clavaron en la glándula linfática hinchada; los hilillos de sangre resbalaron y Tony sorbió lo que pudo alcanzar. Se movió más rápido, y con un gruñido entre frustrado y extasiado, salió de Loki antes de anudarlo. Su semen se estrelló contra las suaves nalgas de Loki.
-¿Tony?- gimió Loki en un susurro placentero.
-Aquí estoy. Eres mío, Loki.
Media hora después Frigga vio salir a Tony con Loki en sus brazos. La chaqueta del joven Alfa cubría al Omega, pero estaban vestidos. Frigga sonrió, Tony sabía cuidar a Loki.
-Ya he mandado por un vehículo para llegar a la mansión- sonrió la hermosa mujer.
Tony se avergonzó un poco, pero sólo un poco. Seguramente su “suegra” los había escuchado.
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Odín vio con buenos ojos lo que había pasado entre el joven Stark y su hijo Loki. Los Stark también parecían satisfechos y sólo esperaron a que Loki saliera del celo para fijar la fecha de la boda. Esto había convenido a todo el mundo y los muchachos se querían, era perfecto.
Hasta que ya no lo fue.
Un par de semanas después del celo de Loki, el padre de Odin falleció. Los Borson se vieron obligados a viajar a su país natal para rendirle homenaje al patriarca de la familia. Eran tradiciones familiares que no podían desechar.
Los cuatro jóvenes se vieron decepcionados y tristes al tener que separarse, pero la fecha aproximada del celo de Bruce todavía era un poco lejana, y Tony y Loki ya estaba comprometidos, así que se resignaron y se despidieron. No sería mucho tiempo, les dijo amablemente Frigga. Lamentablemente una cosa u otra atrasaba su regreso. Thor casi imploró volver, preocupado de que el celo de Bruce llegara y él no estuviera ahí para él. Loki chilló y pataleó diciendo que ya eran americanos y su deber era estar con su prometido. Pero Odín era estricto y Frigga no podía hacer nada. Pasaron casi un mes sólo comunicándose por medios tecnológicos, hasta que una noche nadie contestó del otro lado.
Eso por fin hizo claudicar a Odín y permitió que su esposa e hijos volvieran. Llamaron sin respuesta. Fueron a Industrias Stark dónde les dijeron que los señores Stark y sus hijos habían viajado lejos, prohibiendole a todo el mundo decir a dónde. Lo mismo obtuvieron en la torre Stark… ¿Qué diablos había pasado? ¿Por qué los abandonaron?
Abatidos y preocupados, Thor y Loki buscaron a sus prometidos por mar, cielo y tierra sin éxito.
Ocho meses después la prensa se volvió loca con la reaparición de los Stark en América. Sólo sería temporal, había declarado un reluctante Howard Stark.
Loki y Thor veían las noticias con el corazón desbordado. ¡Al fin! Pero entonces se filtró información de la misteriosa desaparición de los Stark. Tony y Bruce se habían casado, y el Omega estaba a punto de dar a luz al primer nieto del imperio Stark.