Día 1
Admira lo que hace.
Al ser la 12:30 medio día, los doctores/estudiantes; acostumbraban detener sus labores para almorzar. Dentro del hospital, tenían su propia área para hacerlo, y dentro de ella se encontraban varios hombres y mujeres que se disponían a disfrutar de los deseados almuerzos.
Todos platicaban amenamente, pero había una mesa en especial, en donde el escándalo era el principal protagonista. Shikamaru, Neji, Shino y Sasuke, eran los miembros del dichoso grupo, que andaba en boca de todas las chicas, siendo los médicos aprendices, mas ‘’atractivos’’ en el área de pediatría
— ¡Fue patético! —Exclamó el de ojos blancos, frunciendo el ceño a su vez— ¿Cómo se suponía que enamorara a una chica en 10 días? Tenten, es demasiado complicada.
— Hasta el momento ninguno ha conseguido nada —Argumentó el de coleta alta, Shikamaru — Bueno a excepción de Sasuke.
— Es injusto Sasuke —Shino miró fijamente al que había mencionado —Ni siquiera usas tus 10 días, en menos de una semana ya están babeando por ti.
—Eso es porque tengo el toque, tengo 22 años pero aún tengo la gracia de mis 17 —Dijo el Uchiha, arqueando una ceja, derramando estilo en el acto.
— ¿Entonces dices que podrías enamorar a cualquiera en diez días? —Cuestionó Neji, mirando de forma desafiante al azabache, quien solamente asintió de inmediato, no dudando de sus ‘’habilidades’’ —Entonces… Enamora a Naruto Uzumaki, en diez días… Si lo haces entonces aceptaré que tienes ‘’Habilidades’’ de conquista.
Todos en la mesa guardaron completo silencio, por unos minutos. Esperando que el reto fuese cierto o Neji comenzara a reír alegando que se trataba de una broma, pero la mirada de Neji no parecía de alguien que bromeara, y la de Sasuke no parecía de alguien muy contengo.
— ¿Estás idiota? —De inmediato cuestionó el Uchiha, pasado los segundos de silencio — ¡Naruto es un hombre! Además es un completo idiota, con un matadito así, ni porque fuera gay, quisiera meterme… Olvídalo.
— El gran Sasuke Uchiha, mostrando su lado más cobarde —Dijo Shikamaru, ayudando a su amigo de ojos blancos, quien aún mantenía una sonrisa retadora. —Naruto es el vivo ejemplo de un verdadero reto.
— ¿Qué acaso no han visto a ese chico? —Musitó, Sasuke. Aún sin poder creer lo que Neji había propuesto —Parece una rata de laboratorio, con esos enormes lentes, ese desastroso pelo, y ni hablar de su forma de vestir ¡Ni siquiera podría tenerlo de amigo!
— Bueno —Neji se puso de pie —Parece que es hora de volver al trabajo… Sasuke ¿Cuál es tu respuesta definitiva?
Nuevamente las miradas cayeron sobre el Uchiha. Sasuke siempre había sido reconocido por ser un nombre de retos, siempre aceptando todo lo que le proponían, ya que la palabra ‘’derrota’’ no existía en su diccionario mental. De eso se había basado Neji.
— ¡Maldita sea, acepto!
El de mirada blanca, solamente sonrió de forma ladina, introdujo las manos en sus bolsillos, y se dispuso a regresar al labor, junto con Shikamaru y Shino. Dejando solo, a un muy molesto Uchiha.
[Salón de juegos-Área de Quimioterapia]
Naruto Uzumaki, era el médico/estudiante más querido por los niños, ya que constantemente, aunque estuviera en sus descansos, se dedicaba a estar con los pequeños pese a que no tenía deber alguno de hacerlo. Por eso, aquel día había almorzado con ellos, 7 niños y él, sentados formando un circulo en el piso, platicando y riendo mientras disfrutaban de sus alimentos.
— Naru-Chan… —Llamó una de las niñas sentadas al lado del rubio, el cual de inmediato volteó a verla — Naru-Chan ¿Tienes novia?
— ¿Eh? —El rubio de inmediato soltó una exagerada risa, cargada de pena, le avergonzaba decir que a sus 22 años, nunca antes había tenido una relación —N-no… Actualmente no tengo.
La pequeña, que solo constaba con 10 años de edad, y ya portaba un pequeño gorrito que ocultaba su falta de cabello, por culpa de la quimioterapia, mostraba mucho interés en su médico, sin decir nada, solo se acercó al mayor y cuidadosamente le quitó los lentes dejándolos a un lado, sobre el piso. Colocó la mano sobre la frente del chico y la subió hasta despejarla de todos aquellos cabellos alborotados. Al dejar aquel rostro completamente despejado, la pequeña sonrió ampliamente, dejando ver un ligero sonrojo en sus mejillas.
—Lo sabía… Naru-Chan es como los príncipes de los cuentos, que me lee mi mamá.
— Naruto. —Dijo alguien desde la puerta.
Naruto de inmediato desvió su mirada hacia abajo y volvió a ponerse sus lentes, para enseguida levantarse y encontrarse con quien menos esperaba, se trataba del mismísimo Sasuke Uchiha, quien era el hijo del SEO Fugaku, dueño de la gran cadena de Hospitales y escuelas de medicina, Naruto no solo estaba impresionado de verlo tan cerca, si no que le había llamado completamente por su nombre.
—Joven Uchiha —Dijo con respeto, ya que no tenía idea de si tutearlo, fuera la mejor opción para mantener su beca —¿Puedo ayudarle en algo?
—Podrías ayudarme si dejas tanta formalidad —Comentó el azabache, acercándose al de cabellos dorados. —Llámame solamente Sasuke… Realmente me sorprende que los niños almorzaran sin hacer ni un solo berrinche. —Dijo, antes de ponerse de cuclillas, frente a la pequeña que permanecía abrazada a la pierna del Uzumaki —¿Qué tiene Naruto, que logra hacerlos comer sin problema? ¿Eh, pequeña?
—Naru-chan, almuerza con nosotros, como nos dice tantas cosas divertidas se nos olvida el mal sabor de la comida. —Comentó, con un poco de desconfianza, ya que aquel rostro ‘’amigable’’ en Sasuke Uchiha, no era lo común.
— Oh, ya veo —El Uchiha volvió a reincorporarse, quedando de frente nuevamente con el de mirada cielo —Naruto, realmente admiro lo que haces.
Naruto abrió sus ojos de par en par, totalmente sorprendido por lo que el Uchiha le había dicho, era la primera vez que alguien tan importante admiraba su trabajo, pronto una pequeña sonrisa comenzó a aparecer, empezando a creer que las habladurías de las personas, acerca del mal carácter de Sasuke, no eran del todo ciertas.
— ¡Muchas gracias! —Exclamó, inclinando su cabeza mientras apretaba sus puños —Realmente aprecio mucho que puedas notarlo, me hace muy feliz estar con los niños, ellos siempre se comportan bien si se les trata como es debido, además…
— Uzumaki —Llamaron nuevamente desde la puerta, esta vez se trataba de Neji Hyuga, una persona bastante importante también —Iruka te está buscando, ve rápido.
Naruto solamente asintió, y tras despedirse, salió apresuradamente de aquel sitio, dejando a Neji, Sasuke y a los niños.
—Vaya, vaya, Uchiha —Neji colocó una mano sobre el hombro del azabache —Realmente te lo has tomado en serio.
—Siempre me he tomado las cosas en serio, Neji. —El azabache apartó la mano de su compañero —Te debo el haberme salvado de ese tipo, ya veía venir una charla acerca de lo bueno que es estar con todos estos niños.
—Vamos Sasuke, anímate. —Neji, metió las manos en los bolsillos de su bata —Después de esto, tendremos una espectacular fiesta en la casa de la playa de mis padres, con muchos biquinis… Además irán Ino, Sakura y Hinata.
El Uchiha sonrió de forma ladina en ese momento, y apuntó a Neji, con su dedo índice — Más te vale, necesitaré mucha diversión con chicas para quitarme de encima las malas experiencias que estoy a punto de vivir.
[Dormitorios para médicos/estudiantes del área de pediatría]
— ¿Sasuke Uchiha, reconoció tu trabajo? —Preguntaba un impresionado Kiba, recostado en la cama de Naruto, mientras éste se encontraba en el escritorio, tratando de repasar lo aprendido en el día — ¡¿Sasuke Uchiha, el hijo del SEO Fugaku?!
—Que si… No lo estoy inventando, lo dijo delante de los niños… Ni siquiera yo me lo podría creer.
— Naruto… —El moreno se bajó de la cama, para tomar una silla y ponerla al lado de su amigo, sentándose en ella —¿Estará enamorado de ti?
El rubio en ese momento, ante un ‘’pum’’ en su pecho, tachó con el marcador, donde no debía hacerlo.
— ¡¿Estás loco?! —Gritó, sintiendo su rostro sonrojarse —¡Se trata de Sasuke Uchiha! ¡El Hijo del SEO! ¡La mente maestra de todo el hospital! ¿Enamorado de mi? ¡Por favor, Kiba! ¡Esto es la vida real! Si vas a seguir diciendo tonterías… Mejor… —En ese momento fue silenciado por su mismo móvil, el cual comenzó a vibrar sobre su escritorio. El Uzumaki, aún murmurando molesto, tomó el celular entre sus manos para poder leer el mensaje.
Kiba solo pudo ver que su amigo quedaba con un rostro perplejo.
— ¿Y? ¿Quién es?
—Sasuke…. Sasuke Uchiha.