Coming Home
Capítulo I
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Ser convocado personalmente a asistir y dar testimonio en todos los juicios de mortífagos era agotador, ahora que él había sido derrotado. Sin embargo, fue el último juicio el que más le exigió mentalmente.
Empezando por el más joven de la familia, Draco. Revelando los hechos ocurridos en la torre de Astronomía justo antes de la muerte de Dumbledore, demostró que él era, de hecho, incapaz de realizar un acto tan horrendo. Un acto que claramente lo marcaría del lado oscuro de la guerra. Surgieron otros eventos que habían limpiado su nombre, y, finalmente, Draco fue sentenciado a servicio comunitario en el Londres muggle una vez por semana, durante tres meses.
Luego vino Narcissa Malfoy, antes Black. Era casi como si ella hubiera desaparecido. La auror la buscó casi en todas partes, incluyendo el Londres muggle, pero no encontró nada. Fue declarado que si ella era encontrada, por CUALQUIER PERSONA, fuera llevada ante la justicia para servir su tiempo en Azkaban por escapar al juicio.
Por último, Lucius Malfoy. Ese juicio fue particularmente duro, como Lucius había hecho un par de cosas que ponían en peligro la vida de otros estudiantes, a petición de su antiguo maestro, antes de que él se pasara hacia el lado de la luz de la guerra. Se convirtió en un espía de Dumbledore y le dio toda la información para que la seguridad de los estudiantes fuera lo primero. Después de mucha deliberación el tribunal consideró a Lucius culpable, y lo condenó a cinco años de arresto domiciliario y el primer año debía pasarlo sin el uso de su magia, bajo la guía de los aurores, para servir como agentes de castigo.
Tan pronto como el juez que presidía el juicio anunció ‘el tribunal levantó la sesión’, con un fuerte golpe de su martillo, los periodistas pulularon alrededor de Harry. Fue Kingsley, el nuevo ministro, quien lo bendijo con la protección de los aurores, para escoltarlo con facilidad dentro y fuera de la sala del tribunal y hacia o desde la red flu más cercana. Con el pequeño grupo congregado a su alrededor, Harry lanzó un hechizo silenciador alrededor de él y alrededor de la chimenea, dijo su destino y dejó a los periodistas sin una palabra para imprimir.
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– Bienvenido de nuevo, señor Potter. ¿Confío en que todo está bien? – La nueva directora de Hogwarts lo saludó mientras él sacudió la ceniza de su túnica. Minerva era generalmente una mujer tranquila y sabia por su edad.
– Sí –. Renunció a sacudirse el polvo, simplemente se quitó la túnica para revelar unos pantalones de color oscuro y una camisa de satén con botones color marfil. Colocó su túnica sobre su brazo, y se movió hacia el sofá para sentarse.
– Tengo té para ti, si gustas sentarte por un momento antes de retirarte a tu habitación –. Levantándose de la gran silla, se trasladó para tomar asiento en el sillón orejero frente al sofá.
Colocando la túnica sobre el respaldo del sofá, Harry tomó asiento.
– Sé que este ha sido un momento muy difícil para ti. Sin embargo, yo quería preguntarte algo –. Vertió té en una pequeña taza, se lo entregó a su invitado.
Tomó la taza y luego dio un pequeño sorbo.
– Pregúnteme –. Luego se inclinó en el sofá por un poco de comodidad.
Se sirvió a sí misma una pequeña taza de té, y luego tomó un sorbo.
– He estado hablando con las personas que supervisan la contratación de los profesores de Hogwarts –. Miró a su invitado y parecía imperturbable, continuó. – Nos gustaría saber si estaría interesado en enseñar el próximo año. Específicamente Defensa contra las Artes Oscuras.
Dejó su taza de té de nuevo en su plato, y luego asentó el plato en la pequeña mesa.
– ¿Cuándo necesita una respuesta?
Todavía sentada, serena y correcta.
– Tu cumpleaños.
Se paró y tomó casualmente su túnica del respaldo del sofá.
– Eso sólo me da una semana y un día.
– Sí, soy consciente. No podía pedírtelo después de que pasaras por toda esa locura –. Tomó otro sorbo de su té. – Por lo tanto esperé hasta que el último juicio terminara para bendecirte con, espero, buenas noticias.
– Gracias. Voy a darle un poco de consideración-. Se giró enfrentando la puerta. – Gracias por el té –. Y se fue sin decirle una palabra más a la directora.
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Al regresar a su habitación había varias cartas que habían sido entregadas durante todo el día. Casualmente ojeando el montón se encontró con la hermosa caligrafía de Hermione. Lanzando el resto a un lado, abrió la carta.
Querido Harry:
Ron y yo hemos encontrado nuestro camino a Australia. Hemos pedido al Ministerio local ayuda para obtener la localización de mis padres. A partir de este envío, todavía tenemos las manos vacías. Esperamos estar en casa antes del inicio del nuevo semestre en Hogwarts.
Espero que tú estés finalmente tomando el año sabático que discutimos. Tendrás que decirnos a Ron y a mí todo sobre tus desventuras desde su derrota.
Te extrañamos,
Hermione y Ron.
Él respondería mañana.
Por ahora el sueño era una prioridad.
Cambió los pantalones y la camisa por un par de cómodos pantalones de pijama, se metió en la cama y tuvo sueños agradables.
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Los árboles que rodeaban la zona hacían juego con el sol, ya que filtraban la luz hacia la tierra. Las sombras bailaban a su alrededor en el césped bien recortado. Sosteniendo lo que parecía ser limonada en una mano, con el sonido de la risa estridente proveniente de los niños pequeños. Al notar que la risa se acercaba se las arregló para reparar en tres niños pequeños, corriendo y dándose caza entre sí. Uno de los niños tenía un llameante cabello rojo, otro tenía un hermoso cabello oscuro y el último tenía el pelo rubio, casi blanco. No podía identificar el sexo de los niños, ya que estaban vestidos con un overol –pero se dio cuenta de cómo los niños corrieron hacia un hombre que estaba leyendo un libro en la silla. Colocó el libro en la mesa y oyó al hombre.
– ¿Y qué puede hacer papá por ustedes tres?
La cara del hombre estaba bloqueada y la voz distorsionada.
Entonces la escena cambió abruptamente, los mismos tres chicos estaban de vuelta, pero ahora con otros dos hombres diferentes. Se encontraban en la playa, pudo ver que había un niño al lado de cada adulto. Era imposible tratar de distinguir quienes eran, podía escuchar los gritos de alegría cuando los hombres acompañaron a los tres pequeños al agua, a continuación, volviendo rápidamente a la seguridad de la arena seca. Él mismo estaba sentado en una gran manta, rodeado por comida.
La escena cambió abruptamente.
Los niños se habían ido, y parecía ser de noche. Hay fuego en la chimenea. Harry sentado en las mantas, rodeado por los mismos tres hombres que aún no podía identificar. Cada hombre dándole de comer pequeñas golosina.
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Despertando con un bostezo, Harry se frotó los ojos y descubrió que era la primera noche en la que mejor había dormido desde…siempre.
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Lucius se despertó con un sobresalto. Agarrando su bata de seda, y sin atar los lazos, él se dirigió hacia el saló, donde oyó a un elfo hablar por el flu.
– Lo siento señor Snape, mi amo está…
– Tu maestro está aquí, gracias Blinky, esto será todo –. Con un suave pop el elfo doméstico desapareció. Tomando el lugar de su elfo, – ¿Supongo que eras uno de los hombres en el sueño?
– Sí, te he reconocido por tu altura y color de pelo. Pero al tercer hombre no lo puedo reconocer.
– ¿Por qué no nos reunimos esta tarde, discutimos sobre nuestro pequeño sumiso y tratamos de averiguar quién podría ser el tercer dominante?
Continuará…