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Wo Ai Ni, My biggest secret por Kuromitsu

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El sudor comenzó a deslizarse por su rostro y por todo su cuerpo al ritmo de su respiración errática. Sus músculos seguían tensos a pesar de que se había dado una pequeña pausa para calmar su desbocado corazón y recuperar algo del aliento que la extenuante actividad le había arrebatado.

—Ah… —suspiró, como no lo había hecho durante todo el transcurso del acto e inmediatamente bajó la cabeza, avergonzado. No acostumbraba a gimotear en una situación así (porque odiaba ser visto como débil) pero no había tenido más remedio.

Intentó continuar pero sin siquiera haber transcurrido un par de segundos, se detuvo debido al horrendo palpitar de su corazón. ¿Cuándo había sido la última vez en la que se había sentido así de excitado?

—Kris… —masculló apenas, dándose por vencido y mirándole de soslayo, sin atreverse a devolverle la mirada directamente— No puedo seguir…

—Dejémoslo para otro día, Tao —Kris interrumpió su frase sin dejar de observarle y sin demostrar una pizca de decepción.

La verdad era que quería continuar haciéndolo pero simplemente se había quedado sin energías. Sabía que Kris probablemente estaba molesto o triste por la cancelación y que lo intentaba ocultar con sus gestos de siempre, de frialdad total.

Sus músculos se tensionaron aún más y con toda la rabia acumulada lanzó la vara de wushu hacia la otra esquina de la sala de entrenamiento. 

Sí, había estado entrenando por varias horas ininterrumpidas, solo con pequeñas pausas para ingerir su bebida isotónica predilecta. Y Kris había llegado justamente casi cuando estaba por finalizar para preguntarle si acaso podía enseñarle un poco de wushu, pero finalmente no había podido hacerlo.

—¡Oh! —su mente se iluminó en tan solo una milésima de segundo— Sí, ¡te enseñaré enseguida!

Lo había recordado, ¡tenía el superpoder de detener el tiempo! Si hacía aquello podría tener tiempo suficiente como para descansar y luego enseñarle. Con una sonrisa de extremo a extremo, utilizó una de sus manos y cerró los ojos, esperando que aquello fuese suficiente para realizar su deseo.

—¿Qué haces?

Tao abrió lentamente los ojos y el terror se apoderó de él. No solo no había logrado parar el tiempo, sino que…

—Vámonos ya, el manager nos concertó una entrevista.

Siguió mirándole, aterrorizado hasta la médula. En vez de Kris, lo que estaba delante suyo era…

Un grano de café gigante.

 

—¡Wah! —Tao se despertó, sentándose del susto.

Su gritó sonó débil incluso en medio de la quietud del departamento que actualmente compartían todos los miembros de EXO. Rodó los ojos y volvió a acostarse, rogando internamente el que no hubiese despertado a nadie de los cuartos contiguos. Al menos por esa noche había dormido solo en la habitación ya que el manager no había llegado, pero aun así…

—De nuevo una pesadilla estúpida —se culpó a sí mismo. No, no le tenía miedo precisamente al café, pero ciertamente no era bueno el que una versión gigante de ello sustituyese a Kris y comenzara a hablarle como si nada. Inhaló profundamente intentando calmarse, pero en vez de lograrlo sus ojos volvieron a abrirse de par en par— Ese olor…

Un agradable suave aroma a café proveniente de la cocina comenzó con lentitud a inundar su cuarto, haciéndose potencialmente más presente. Así que eso era la causa de su pesadilla...

—Xiumin, te voy a matar —susurró, dándose la vuelta para intentar dormir nuevamente.

Una acción inútil. El sueño se había espantado tan rápidamente como habían llegado sus ganas de llenar un poco su estómago con unos sorbos del café que Minseok preparaba de forma tan perfecta. Sí, todos le habían elogiado al menos una vez por esa habilidad que había adquirido con mucho esfuerzo y Tao personalmente le había insistido en que se apresurara en conseguir una licencia de barista, pero con la agenda tan apretada que poseían todavía no había sido posible.

Frunciendo el ceño se levantó de la cómoda cama debido al irresistible aroma, y con sumo cuidado de no despertar con sus pasos al resto se dirigió hacia la cocina. Pestañeó rápidamente para acostumbrar sus cansados ojos a la luz del día que ya comenzaba a reflejarse en el interior del departamento hasta que finalmente llegó a su destino.

—Oh, Tao —Xiumin había interrumpido su tarea para sonreírle— Buenos días.

—Buenos días —contestó, siendo interrumpido por un bostezo que le obligó a cerrar los ojos.

—¿Somnoliento, eh?

En medio de su bostezó logró enfocar de nuevo ante esa segunda voz y se sobresaltó un poco. Luhan estaba al lado de Xiumin, saludándole con una de sus manos mientras que con la otra sostenía una humeante taza de café.

—Luhan, no te vi antes —asintió— ¿Me preparas un poco?

Los grandes ojos de Xiumin le miraron por un instante y negó con su dedo índice izquierdo, a la par de una ligera sonrisa.

—Ve a ducharte primero.

—Pero hyung… —su boca se transformó en un puchero que no ablandó al impasible aspirante a barista. Tao miró a Luhan y a Xiumin de forma consecutiva, logrando que su boca se abriera en sorpresa— ¡Pero si ustedes no se han duchado siquiera!

—Somos tus hyungs, así que nosotros decidimos —Luhan le respondió sonriente, a lo que Xiumin asintió con una amplia sonrisa. Tomó la bolsa donde venían los granos de café sin moler y la agitó frente a su rostro— Apúrate antes que se acabe.

—Aish —revolvió sus cabellos— Xiumin, ¿me acompañas a ducharme al menos?

Cuando le preguntaba a Minseok si acaso podía bañarse con él, en casi todos los casos le respondía con un sí, por lo que era una carta prácticamente segura. La verdad era que no le gustaba la idea de bañarse solo dentro de un ambiente tan abarrotado, aunque en más de una oportunidad había tenido que hacerlo en contra de su voluntad a raíz de que nadie en esas oportunidades podía (o mejor dicho, quería) bañarse con él. Sí, sabía perfectamente que ya era lo suficientemente mayor como para poder bañarse por su cuenta, pero sus ganas de ahorrarle un poco de tiempo a los demás para que no tuviesen que esperar tanto tiempo en la cola que se formaba siempre, ciertamente, eran más fuertes. No solo eso, su miedo a encontrarse con un fantasma le ganaba a su raciocinio y todo el resto sabía que esa era la verdadera razón.

Después de todo, ya había pasado una vez y Kris había tenido que esperarle en la puerta…

Se dio la vuelta y caminó hacia el exterior de la cocina, sabiendo que Xiumin diría que sí. Justo en esos momentos se sentía de humor para tomar un baño con él (porque efectivamente dependía completamente de su humor el elegir a una u otra persona), precisamente porque era un excelente oyente. Y no, nunca se quejaba de su hábito infantil.

—Tao, espera.

Se quedó estático. Luhan le había hablado en chino. Exactamente con acento de Changsha, como nunca le había escuchado antes. ¿Acaso lo había aprendido de Lay?

—Búscate a otra persona, siempre lo eliges a él y sinceramente me tienes harto —siguió hablando en Changsha, tan rápido que incluso a Tao se le hizo difícil comprender— Anda, busca a otra persona a quien desnudar, a cualquiera menos a él.

Ahí estaba, otra broma de Luhan. Se dio la vuelta sonriente para seguirle el juego, pero apenas notó los fríos ojos del mayor su sonrisa se desvaneció en el aire.

Luhan estaba hablando en serio. Muy en serio.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado y también estaré atenta a sus comentarios <3 ¡Nos vemos! 


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