MASSU
Todo comenzó desde que cambié de escuela, ¿recuerdas el día en que nos conocimos? Tú tenías tan solo 15 años y yo 16 años.
Fue un accidente, yo corría por los pasillos, iba apresurado, porque iba tarde el primer día de clases. De repente choque con alguien.
— Perdón, ¿te encuentras bien? — me disculpé con aquel chico que había tirado al suelo.
— No te preocupes estoy bien, ¿necesitas ayuda? — preguntaste.
— Si, necesito encontrar mi aula de clases — respondí un poco avergonzado.
Desde aquel día nos volvimos muy amigos, casi inseparables, aunque no se en que momento empezaste a gustarme, desde que me di cuenta de mis sentimientos empecé a alejarme de ti.
Después de un año de amistad, confesaste tus sentimientos.
— Ne, Massu te he pedido que me acompañes a casa porque necesito decirte algo importante — dijiste un poco avergonzado.
— ¿qué cosa? — pregunté curioso.
Nos detuvimos en un pequeño parque y tú seguiste hablando.
— Lo que pasa, es que… no se como, pero… me has empezado a gustar — esto último lo dijiste en un susurro, con tus mejillas sonrojadas.
Lo siguiente que hiciste no me lo esperaba, me besaste suavemente. Estaba totalmente sorprendido y no te di ninguna respuesta, creíste que eso era un rechazo y saliste corriendo. Cuando reaccione lo único que hice fue gritar:
— Espera, Tegoshi.
Trate de alcanzarte, pero te perdí de vista.
Al día siguiente faltaste a la escuela, eso me preocupo; así que llame a tu casa, tu madre me contesto entre sollozos que estabas en el hospital, aunque no me dijo el porque, si era grabe o no, fui inmediatamente a ver como estabas. Me sentía más preocupado de lo que había estado por tu falta a la escuela, cuando llegue al hospital , estabas gritando, pidiendo que te soltaran, que no te tocaran, eso me pareció extraño, minutos después vi como te inyectaban un sedante.
Luego tu padre me conto que te habían encontrado en un callejón, con los restos de tu uniforme cubriendo tu cuerpo, temí lo peor, no quería escuchar el resto.
— Según los exámenes médicos y la situación en que lo encontramos, lo más probable es que hallan abusado de el — terminó de decir tu padre con las lágrimas amenazando con salir en cualquier momento.
Al escuchar aquello me sentí devastado, no podía creerlo, fue mi culpa por no haberte detenido, yo pude haberlo evitarlo.
TEGOSHI
Cuando separe mis labios de los tuyo y no dijiste nada me sentí avergonzado y rechazado, Salí corriendo de aquel parque. Corrí sin fijarme por donde iba, cuando me detuve miré el cielo, ya había anochecido, miré alrededor y me di cuenta de que estaba perdido.
Seguí caminando un poco más tratando de reconocer algo, hasta que sentí que alguien me jalaba del brazo, me estaba llevando a un callejón, sentí mucho miedo y empecé a forcejear con aquel extraño, aunque él era más fuerte que yo y no pude zafarme del agarre.
Me tiro al suelo y segundos después sentí como sus ásperas y frías manos recorrían mi cuerpo y trataban desesperadamente de desvestirme… lo último que recuerdo fue sentir un inmenso dolor y después todo se volvió oscuro.
Al despertar tengo la sensación de estar cansado y adolorido, miro a los alrededores, estoy en un hospital. Al recordar la horrible experiencia de anoche entro en pánico y me acobijo apretando fuertemente la sabana que me cubre, teniendo miedo de que aquel hombre vuelva a aparecer en cualquier momento.
Luego siento unos pasos acercarse, miro expectante la puerta temiendo de la persona que pueda entrar por ella, pero me tranquilizo un poco al ver entrar a una enfermera seguida de mi padre, quien al verme se acerca rápidamente y me da un abrazo, sin embargo yo entre en pánico al recordar como aquel hombre me tocaba y empecé a gritar y forcejear para que se alejara de mí, la enfermera se acercó para tratar de tranquilizarme cosa que no logro.
Entre el forcejeo con mi padre y la enfermera pude darme cuenta de la presencia de Massu en la puerta, mirando con sorpresa la escena, después empecé a sentir mucho sueño, y sin poder evitarlo mis ojos se cierran.