En aquel lugar lleno de oscuridad, aquel lugar lleno de telarañas y cubierto de polvo, aquel lugar donde nadie más entraría, dentro de un bosque abandonado por la humanidad.
Solo una persona vive allí.
En una ciudad llena de luz, gente camina conversando con colegas del trabajo, con compañeros del colegio, con amigos, con familia, con su pareja.
Solo una persona se siente sola en una ciudad llena de gente.
—Buenos días Akashi San, ya traje el nuevo proyecto para el próximo edificio que se construirá en el área que menciono.
—Puntual como siempre Atsushi, Quizás deberíamos ir por algunas bebidas después de esto.
— Lo siento tolero muy bien el alcohol, siempre me pongo mal después de primer trago.
— Si eso dices, no me queda opción, será la próxima vez.
Ya puedes retirarte.
—Gracias Akashi san, estaré trabajando en el próximo proyecto.
*cerrar*
—Humm y pensar que un hombre tan alto como el no tolera el alcohol, me parece q no se le da muy bien mentir.
Usa un perfume caro, y viste siempre elegante, y por alguna razón siempre su aliento huele a vino de marca
Me pregunto con quien beberá tan temprano…
Con quien se sienta en una mesa a tomar una copa de vino caro temprano en la mañana.
Qué clase de persona es la que despierta a su lado.
QUE CLASE DE PERSONA ES DIGNA…
*Golpe*
— Akashi san ¿Sucede algo?
—Ah, n-no, no es nada.
—Debería tener más cuidado el inmobiliario es bastante costoso estos días.
—Tetsuya ¿crees que deberías decirle eso a tu jefe?
¡Desaparecer no te servirá de nada!
Que hare con estos chicos, decidí contratarlos, pero son un desastre.
Desde aquí puedo ver a Daiki tirándole papeles a Ryota. Y Shintaro tiene su escritorio lleno de esos extraños objetos de la suerte.
En que lio me he metido…
El único que realmente hace bien su trabajo es Atsushi.
Desearía que me llamara “Akachin, Akachin” como en los viejos tiempos, pero supongo que ha madurado.
Creo que ya no come dulces y yo que adoraba sus expresiones al comerlos.
Me pregunto si la persona que vive con él puede ver esa misma expresión, porque será que me molesta tanto.
Creo que debería tomarme un descanso del trabajo, verlo tan seguido realmente me está enfermando.
¿eh? ¿Qué está haciendo?
*resalto*
Se está comiendo un chocolate, debo ver su expresión más de cerca.
¡Atsushi!
—¡AH! Eh, ah esto es hum sé que no debería, ah lo siento.
—No no, ven aquí. ¿Qué estabas comiendo?
—Es un chocolate casero.
¿Eh? Ese olor a vino otra vez… ¿Sera que hace chocolates con vino? Entonces eso quiere decir que no tiene a nadie más… nadie más ha visto esta hermosa expresión en su rostro…
—¿Akashi san?
*inclino el rostro*
—Ah, entonces haces chocolates en casa.
—Sí, es un pequeño hobbie realmente disfruto de hacer chocolates.
Por un momento un pequeño escalofrió ha recorrido todo mi cuerpo, esa sonrisa, esa expresión, la forma en que sus labios se cerraron al introducir aquel chocolate, no era la misma que yo conocía, y realmente es algo…
Escalofriante.
—¡AH! Perdón, me deje llevar y me he comido otro.
¿Desea uno?
—Eh, no gracias. Acabo de comer y las cosas dulces no son mi fuerte ya lo sabes.
—Ya veo, es una lástima… realmente.
AH, ahora que lo pienso deberíamos salir a tomar unos tragos después de todo, ha sido un día difícil, el trabajo está muy complicado con tantas áreas en remodelación y edificios en todas partes.
—Tienes razón, y estos no ayudan mucho que digamos.
—Oi Akashi… Quiero decir Akashi san puedo escuchar desde aquí.
—Akashi san Ryota está deprimido porque Aomine kun se rehusó a salir con el esta noche debido a que pasan un programa de su modelo favorita y para animarlo Aomine kun ha estado lanzando papeles con notas escritas pero parece no interesarle a Ryota.
—Tetsuya… No necesitaba que me relataras lo que sucede. Y aparte que manera de animar a alguien es esa, está a punto de arrancarle la cabeza con los papeles, es una persona no una canasta de básquet.
En que estábamos…
Ah bueno, a qué lugar te gustaría ir.
—Hmm salimos tarde, así que si no le molesta la idea podríamos ir a mi casa…
—¿Aun vives con tus padres?
— No, me mude hace poco, alquilo un pequeño apartamento cerca de aquí, pero tengo una casa en el bosque.
—Ahh, aquel bosque abandonado, si no mal recuerdo creo que tus padres heredaron el terreno, pero como esta tan maltratado el camino no hicieron nada con él.
—Sí, allí hay una pequeña casa de madera, voy de vez en cuando.
—Ehh, que triste vivir en un lugar así.
AKACHIN NO DEBERIA DECIR ESO.
—¿eh?
—Aaaah de nuevo causo problemas, perdón, quiero decir, no hay que juzgar las personas por su apariencia, lo mismo para con los lugares y las casas.
Aunque un lugar parezca frio y desolado.
Dentro de él puede estar lleno de calidez.
—Tienes razón no debí decir eso, entonces a donde iremos ¿a tu apartamento o esa casa?
—Claro está que, a mi apartamento, queda más cerca…
Aparte, Akachin no debe entrar a esa casa.
—¿Dijiste algo?
—No, no es nada. Nos vemos a la salida.
—Está bien, no me hagas esperar.
De alguna forma, siento que Atsushi, no es el mismo que antes, sus ojos se sienten vacíos y su sonrisa se ve forzada, pero, aun así.
Estos sentimientos no dejan de crecer más y más.
No lo dejare escapar esta vez.