Ese día era especial, no era su cumpleaños, si no él día de los enamorados y se quebraba la cabeza en un regalo para su amado peli azul.
En eso estaba cuando vio pasar a su cuñado con una enorme caja decorada con papel.
- ¿qué es eso? -le preguntó.
-Es mierda -le contestó él pelirrojo con sarcasmo, había olvidado que lo odiaba.
-ayúdame por favor -dijo en un suspiro, pero él chico le ignoro-. no seas mierda, quiero que me ayudes con él regalo de tú hermano.
-tuviste mucho tiempo para eso -le contestó con simpleza.
-eres un maldito. -todo comenzó cuando él y Kaito empezaron a salir, fue horrible enfrentarse a la familia Shion. Aun tenia secuelas.
-vale, solo porque es para mi hermano. No se por que te complicas la vida solo dale helado y ya... O flores. A ese idiota le puedes regalar mierda y te lo agradecerá, se conforma con cualquier cosa -ok eso ultimo era una indirecta.
-quiero que sea algo especial.
-tú virginidad.
-hace mucho que no soy virgen.
-pero Kaito si lo era.
-vas a empezar. -en cada momento le reprochaban su relación con el-come-helados.
-ok, no habló de tú pene sino de culo. Déjalo ser él activo.
- ¡acaso estás loco!
-creo que sería un lindo detalle -no le contestó nada.
- ¿adónde vas?
-le comprare helado –dijo resignado.
...
Gakupo caminaba por la ciudad con bolsas llenas de helado de vainilla pensando en un mejor regalo que ese.
Tal vez Akaito tengo razón.
¡No!, él es seme y punto. Bien macho, pecho peludo, espalda plateada.
¿O sí?
Bien si no funcionaba mataría a Akaito.
...
Ya era de noche y solo había recibido un mensaje de su amado por la mañana diciéndole que saldría, pero no supo más de él.
Tal vez ya esté en casa.
Cuando llegó a la mansión vocaloid sonó su celular, era un mensaje de su amado.
"te espero en tú cuarto <3"
Kaito tan tierno.
Con ese pensamiento camino/corrió a su cuarto y cuando abrió la puerta...
Las luces estaban apagadas y solo avían velas iluminando en la oscuridad, y su amado estaba desnudo, sonrojado y erecto. Su propio pene se puso duro. Kaito solo miraba al suelo, se le notaba la vergüenza que tenía, es tan lindo pensó Gakupo.
-Kaito... Yo...
-fe... feliz día -murmuró él chico, Gakupo se acercó a él y le beso suavemente en la frente, mejillas y al final en los labios.
- ¿tú eres mi regalo?
-sip
- ¿puedo hacer lo que yo quiera con mi regalo?
-a-m sí.
- ¿puedo comérmelo?
-Gakupo-san-
-vale, vale. quiero hacer algo diferente...
-ya te dije que no hay sado
-eres cruel, pero no. Es algo que quiero darte.
-no entiendo... No es él consolador de aquella tienda verdad.
-mierda, ese hubiera sido un bien regalo.
-que dijiste.
-que no es eso... Quiero darte mi cuerpo.
-tú cuerpo ya es mío.
-lo que quiero decir es que tú seas él seme esta noche. -y Kaito se puso rojo hasta las orejas señores y señoras.
-bien. Como hacemos esto.
-solo has lo que yo te hago.
-tú estás loco, si tú eres un pervertido.
-hazlo como quieras. -Kaito poco a poco fue desvistiendo a Gakupo y repartiendo besos por doquier hasta que estuvo desnudo. Con timidez se colocó arriba de él, acariciaba y besaba su pecho, sus pezones, sus clavículas. Poco a poco fue bajando lamiendo todo a su paso, eso de ser seme ya le estaba gustando aún que sentía raro. Llegó a la altura del miembro de Gakupo y repartió besitos en toda esa carne caliente, lamió y chupo todo lo que pudo jugando con los testículos y tanteando la entrada hasta que...
-espera.
- ¿que?
-yo... No estoy listo. -murmuró bajito.
- ¿es en serio Gakupo? -preguntó
-eres muy brusco.
- ¿que? Pero si lo estoy haciendo todo lo suave que puedo.
-me haces sentir como si solo quisieras mi cuerpo.
-Gakupo-san nunca creí decir esto... Voy a golpearte.
-y ahora me amenazas. ¡Quiero él divorcio!
-no estamos casados.
-y quieres que me entregué a ti solo así, eso es pecado, y ¿qué tal si luego terminas conmigo?
- ¡Gakupo deja de jugar!
-vale, y si ¿yo arriba y tú abajo?
-si me sentiría más cómodo así... Pero me debes mi regalo.
-te compre helado.
- ¿plan B?
-sí, ¿quieres saber cuál es el plan C? -
-creo que mejor no.…
-sí, mejor no... Feliz día amor.
-feliz día Gakupo-san. te quiero.
Y así termina este especial, con un beso n.n
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