Era muy tarde, ya de madrugada, una joven mujer de cabello corto y rosado lloraba desconsolada en la cama matrimonial, nuevamente estaba sola esperando a su esposo, Sakura de Uchiha una mujer casada siempre llevo el peso de un matrimonio que nunca tuvo futuro, si no fuera por la borrachera en la luna de miel y ciertos casos no muy frecuentes en que su muy amado esposo solía llegar algo temprano algo borracho o frustrado, ella seguiría siendo virgen.
Lo había llamado alrededor de 6 horas seguidas y el no contestaba el teléfono, a pesar de la falta de consideración y la falta de respeto, ella seguía a su lado muy enamorada, esperando con el corazón y un puño de esperanza que con el tiempo ellos seguirían juntos.
Uchiha Sasuke, su esposo, era un hombre frío y serio, nunca mostraba una semblante alegre y ademas era muy orgulloso, jamas se permitió mostrar debilidad por alguien mas.
Ellos se casaron por un acuerdo de sus familias, el nunca estuvo de acuerdo y ella solo se mostraba paciente y tranquila hasta darle a entender que ellos deben amarse y estar juntos, a pesar de que sabia que andaba con otras o casi siempre le encontraba alguna marca de beso por el cuello o por la espalda, ella siempre se mantuvo callada, solo era cuestión de tiempo para que el entendiera que ella era su amada, su princesa, su todo.
Pero a pesar de todo lo que ella hizo por el y se juro haciendo mas aunque lleve mucho tiempo, meses, años y mas, realmente le dolía, fingía ser una mujer fuerte pero siempre lloraba por su espera y por lo tanto continuo llamando.
Pero ante tanto misterio, seis horas antes el poderoso empresario Uchiha Sasuke ya había acabado de trabajar y aun así estaba sentado en la silla de su escritorio masturbándose mientras observaba a un hermoso doncel que bailaba sensualmente encima del escritorio levantando mucho el grueso pene del varón.
Podía apreciar, la figura desnuda y delgada de un rubio de ojos azules moviendo el culo delante de el, deseando poder penetrarlo, pero de pronto el joven encima de la mesa se detuvo y se bajo de la mesa como si nada y comenzó a vestirse sin siquiera mirarlo. Sasuke algo desesperado pensando que se iría así nada mas trato de retenerlo.
-... na-naruto... bebe... antes de ir a mi casa quisiera...-
-no iras hoy a casa- comento algo seco aun si mirarlo.
-... ¿ah?... ¿no?-
-verte el pene así me subió la temperatura, quiero que me hagas el amor, pero de seguro debe estar de nuevo la estúpida de tu esposa en casa esperando, vamos a la mía, muévete- comento con mucha indiferencia mientras salía de la oficina.
Sasuke lo observo algo sorprendido, pero de inmediato una sonrisa aliviadora y estúpida se formo en su rostro y salio corriendo detrás de ese hermoso rubio que lo corrompió.
Desde hace años, Uchiha era un bastardo mujeriego y egocéntrico que no le importaba absolutamente para nada el sufrimiento de los demás. Desde joven se la pasaba festejando y pasando de cama en cama, muchas mujeres y donceles caían ante su encanto pero el después de obtener lo que quería, tan solo ofendía con humillaciones y fuertes palabras para alejar a todos aquellos a su alrededor, para el solo existía su propia felicidad, se creía un verdadero rey al pensar que siempre hacía lo que quería cuando quería.
Aun después de su boda, no pensaba cambiar y por el hecho de haber sido forzado ya que su prometida había preparado un plan de muchos años para ser elegida por su familia, sasuke juro que jamas la amaría y la haría sufrir el resto de sus días de casados.
Aun con un anillo carcelero como suele decirle puesto, el seguía haciendo de las suyas y peor en la noches, estaba con quien quería cuando quería, su lema siempre era "solamente se hace y se dice, lo que yo realmente quiera y diga, yo soy el que manda".
Nunca se arrepintió de lo que hizo y lo que creía que seguiría haciendo, pero la vida le trajo un castigo que aun carga en sus hombros, algo que jamas pensó que tendría en su mente, algo que solo el karma podría dejarle como regalo. El sufrir por otra persona.
Namikase Naruto, era un joven doncel muy llamativo y especial, el día que conoció a sasuke, este tan solo le pareció algo indiferente, otro varón que solo le miraba como buen culo, así que no le importo tener sexo con él.
Mientras que sasuke si lo miraba de esa forma al principio, creyó que ya era otra conquista realizada, comenzaron a frecuentar muy poco en hoteles, en la casa de sasuke o en la de naruto. Sasuke mantenía su lema y su semblante de dominar, pero a naruto nunca le importo lo que dijera y le ordenara, solo se dejaba hacer, después de todo no valía la pena reclamar o enojarse, ya pronto se aburrirían ambos y buscarían a alguien mas.
Poco a poco sasuke comenzaba a sentir mas necesidad por tener a naruto, ya que le había dado una fuerte satisfacción placentera que jamas pensó tener. Comenzó a perder el interés por estar con otras personas y comenzó a ocuparse aun mas de su trabajo y cada vez que estaba con algún amante ya no podía sentir la satisfacción que necesitaba.
Aun con su orgullo encima se hacía el desinteresado, pero de a poco empezaba a ir detrás de naruto, empezó a frecuentar muy seguido con el, ya era algo de todos los días, naruto continuaba con su semblante de que nada le importaba, era muy serio y tranquilo, a sasuke le pareció muy extraño, era como ver un cascarón vacío, así que por diversión quiso enamorarlo y hacerlo sufrir para ver mas reacciones en ese rostro tan serio. Trato de frecuentar con el de forma amistosa para ir despacio.
Con el tiempo se habían vuelto amigos, hablaban mucho el uno al otro, había muchas diferencias y gustos en común, comían en bares, salían a caminar, bebían y tenían sexo en las noches. Una tarde como cualquiera en una de sus salidas amistosas para comer algo juntos, comenzaron a hablar sobre cosas un poco mas personales y sasuke logro apreciar algo que por primera vez en años hizo palpitar su corazón, la tierna sonrisa de naruto que se adornaba con sus brillantes ojos que hacía parecer que tenía luz propia en la cara. Sasuke nunca se había sentido así de nervioso y naruto no era de sonreír, a pesar de que solo fue una sonrisa pequeña sin mucho afecto, quería seguir viéndola mas seguido y se juro que lo haría, vería mas seguido la sonrisa de naruto y mucho mas grande así ya sea que le costase medio millón.
De pronto sasuke empezó a darles pequeños regalos que con el tiempo se hacían grandes, le confiaba cosas meramente importantes y lo llevaba a lugares algo costosos por un tiempo, naruto incomodo con esa situación, comenzó a alejarse, pero sasuke iba detrás de el sin entender el mismo el porque, el interés por el rubio aumento, pero el era muy cerrado y no hablaba mucho de su vida, así que investigo mucho de lo que naruto no le hablaba, de lo que era, quien era y lo que tenia.
Naruto tenía una vida difícil, así que sasuke trataba de siempre animarlo y hacerlo feliz, le daba tanto lo que necesitaba que como lo que quería. Sabía que necesitaba dinero así que lo contrato con la excusa de que necesitaba un asistente personal.
Naruto comenzaba a tenerle mucho aprecio a sasuke, la necesidad de estar con el aumentaba al igual a la que tenía sasuke, empezaba a caer ante los encantos de su ya jefe, no podía resistirse a esa hermosa mirada oscura que le proporcionaban un cálido y seguro cariño, mientras que esos jugosos labios que lo extasiaban de dulce sabor, esa piel tan suave y blanca que lo excitaban cuando tocaban la suya y esos hermosos y largos brazos que lo dominaban, le ofrecían un indefenso amor para arrullarlo en su fuerte pecho. pero el miedo de involucrarse con alguien que sabía que podría lastimarle aun después de haber pasado por un gran sufrimiento en el pasado solo lo perturbaba y trataba de mantener una relación madura y seria, solo debía ser sexo y trabajo, se negaba rotundamente a enamorarse.
Sasuke en cambio se abrió, no podía negadlo mas, primero lo necesitaba luego lo apreciaba, el afecto se iba convirtiendo en un dulce amor con una indefensa obsesión encima.
Todo había cambiado para él, ahora todo se trababa de naruto, todo alrededor le parecía ver a naruto, todo en su mente era naruto. Y mas que nada en el, naruto lo era todo.
Su lema había desaparecido, cada vez que naruto le pedía algo él obedecía sin rechistar, no supo cuando paso pero ahora naruto era mas que solo dueño de su corazón, si no también de su mente.
Hasta el día que naruto asustado por empezar a sentir algo por sasuke decidió terminar con todo e irse lejos de el para siempre, fue entonces que se dio cuenta de todo, el amor obsesivo que sentía por el y que estaba dispuesto a tener a costa de un terrible precio.
Tiro todo su orgullo a la mierda y le rogó naruto una oportunidad de formar una verdadera relación, prometiendo lo imposible para hacerlo feliz.
Desde entonces sasuke y naruto mantuvieron su insana pero romántica relación de amantes.
-ahh~... aaahhh~.... ahmmm~... ah~...- gemía naruto saltando con su culo encima del grueso pene de sasuke que se mantenía recostado en su cama.
-si~... narutoo~... si, asiii~... ahh~.. eso bebe- respondía en cambio sasuke saboreando con su carnosa hombría el interior del ano de él y disfrutando con el tacto de sus manos esas suaves y redondas nalgas.
Ambos disfrutando de una actividad erótica en la casa de naruto hasta el momento en que ambos se corrieron al llegar al clímax. Naruto callo aun lado de sasuke y este de inmediato lo abrazó para continuar besándolo.
-eso fue fabuloso bebe, no puedo esperar a que dejes este lugar y te vengas a vivir conmigo, pudimos haberlo hecho en mi casa, mi cama es sumamente cómoda, no importaba la estúpida de mi esposa, le pude haber dado una patada para sacarla de la casa- comentó sasuke muy emocionado por la hermosa idea de tener a naruto solo para él esperando en su casa. -no puedo esperar por separarme de ella para que tomes su lugar y me des una familia, te voy a embarazar naruto, dame un hijo- agrego extasiado mientras se subía encima de el y se posicionaba en sus piernas.
-no sasuke, no te separes de sakura todavía, ella tiene una poderosa herencia de futuras riquezas por su enorme familia, quiero todo eso para mi, tenemos que planear las cosas despacio, porque por mas estúpida que sea en cualquier momento se enterara de algo- respondió sin mirarlo con semblante de seriedad.
-si mi vida, mi luz, lo que sea por ti- comentó alegremente ciego mientras volvía abrir su ano con su pene para retomar una segunda ronda pasional