Después de la pelea que tuvo con Shura, sale de aquel templo hacia el pueblo, enfurecido, desea destrozar todo lo que pueda, todo lo que quiera, pero solo encuentra un bar abierto, entra y mientras se sienta frente a la barra pide su primer trago, como es posible que esa cabra loca haya terminado con él. Si el lo ama con locura pareciera que lo hubiera olvidado ese infeliz, toma el trago de un solo, para pedir un segundo, tercer y un cuarto. Nota como la persona de la par lo mira fijamente, al notar esa mirada intensa lo voltea a ver, pero solo es Saga, no le toma importancia y toma su quinto trago.
- ¿No crees que es suficiente lo que has bebido Aioros?
- Y tú quién te crees para decirme que debo o no hacer… (mientras deja el vaso sobre la barra)
- Solo pienso que el alcohol no arregla tus problemas con Shura ( pero al escuchar Aioros semejantes palabras se enoja aun mas)
Se levanta y toma de la camisa a Saga, viéndolo fijamente, pero no puede sostenerse mucho por lo que lo suelta y se vuelve a sentar.
- ¿Cómo rayos sabes que pelee con Shura?
- Jajajajaja (ríe Saga) es una maldita intuición, siempre que pelean estas aquí emborrachándote, porque no regresas conmigo Aioros, yo jamás te dejaría, nunca haría algo que de dañe (mientras se acerca para besarlo, pero el arquero se aleja)
- No Saga, lo nuestro nunca funciono, con Shura es diferente (mientras pide otro trago)
- ¡sí! Claro… (mientras levanta una ceja y sonríe al verlo casi acabado)
Saga no sabe el motivo de la pelea, pero es una gran oportunidad, toma su vaso y espera a que el hielo se derrita y que el arquero caiga de borracho, sabe que lo puede hacer suyo, no es un secreto que él siempre lo ha deseado y desde que terminaron que fue hace ya varios años, no lo puede olvidar, no puede olvidar su piel, sus labios, su mirada… escucha como el arquero ya no puede más, por lo que paga la cuenta, lo sostiene y se lo lleva, al hotel mas cercano, Aioros quiere hablarle pero sus palabras no le fluyen, no puede ni coordinar y el maldito de Saga se aprovechara, se maldice para si mismo pero pierde la noción y cierra los ojos.
Poco a poco los vuelve abrir, pero solo ve el techo, su cabeza de mil vueltas, se siente mareado y desorientado, mira a Saga vistiéndose para luego ver las sabanas y su cuerpo totalmente desnudo… sin pensarlo se sienta de inmediato, algo aturdido y adolorido…
- ¿Qué ha pasado aquí? (mientras se agarra la cabeza con las manos)
- Ha pasado lo que tenía que pasar, ayer te entregaste a mí, me deseabas, te deseaba (decía esto mientras se acercaba y se sentaba junto a él) te besaba y me besabas, hicimos el amor como antes, como cuando tú me amabas lo recuerdas amor (esto último se lo susurra mientras muerde el lóbulo de su oreja, haciendo que la piel de Aioros se erice por completo, pero el arquero lo aleja con una mano)
- ¿Cómo te atreves a decir tremenda estupidez? Yo jamás me acostaría contigo (aléjate de mí Saga)
El geminiano se levanta de la cama para seguir arreglándose, pues debe de irse esa misma tarde a una de esas dichosas misiones, abre la puerta para irse, pero antes de irse lo vuelve a ver para decirle…
- Lo hicimos como nunca, probé cada centímetro de ti y aunque estés con él, sé que aún me deseas, porque lo de anoche fue espectacular… (sale de aquella habitación y cierra la puerta)
Aioros se maldice una y otra vez!!! Grita lo más fuerte que puede, no puede creer que lo volvió hacer con el maldito de Saga… por estos encuentros está a punto de perder a Shura, se levanta de inmediato y aunque el dolor en su espalda baja es aterrador, se mete a la ducha y rápidamente se baña, se viste y sale de allí para tratar de subir las doce casas, pero al llegar a la primera no puede más, aun le duele la maldita espalda… pero ve venir al geminiano que ya casi se va a su misión…
Saga pasa a su lado sin mediar palabra con el arquero, pero Aioros grita su nombre, lo que hace que Saga detenga su paso y regrese impulsivamente, tomándolo de la cintura, pegándolo a su cuerpo y besándolo como si nunca fuese a regresar, Aioros se lo quita de encima de un gran empujon…
- ¿Por qué lo hicisite? (pero Saga le sonríe y se aleja)
La cabeza del arquero esta que le estalla y encima de eso el desgraciado de Saga se aprovecha, pero… pero… amo ese último beso… golpea su cabeza pero solo hace que le duela más, camina todos los malditos escalones hasta llegar a su templo, más tarde hablara con la cabra, ahorita descansará…
Termina dormido, escucha unas voces en su templo y lo hacen despertar ya más cómodo, una de esas voces con un acento muy marcado francés y el otro muy de él, sonríe y sigue en la cama, hasta que escucha como desaparecen. Se levanta de golpe para subir a la otra casa, buscando a Shura pero ni siquiera debe de entrar, pues en la entrada de aquel templo esta la cabra, con un cigarro entre sus dedos, recostado en uno de los pilares contemplando la caída del sol…
- ¿Por qué tan pensativo mi amor? (pero Shura ni lo voltea a ver) que acaso no me contestaras…
Capricornio muy enfado le tira el cigarro por la cara, entra a su templo sin mediar palabra… mientras el arquero va tras él. Lo toma del brazo y o hace regresar…
- Cada vez que peleamos vuelves con él, vuelves como si lo amases más a él que ami… esta vez si no hay remedio para esta tontería
- Le llamas tonterías a lo nuestro (mientras lo acerca más a su cuerpo)
- Hasta que no sanes tus heridas en ese pasado tortuoso que te hace regresar a sus brazos, a su cama, no cuentes conmigo (baja su mirada para que no lo vea llorar, pues el arquero es el único que conoce esa mirada de tristeza que Shura demuestra )
Shura suelta el agarre de Aioros para coger un cigarro de la mesa que esta junto a la pared, lo sostiene entre sus labios, pero el arquero toma el cigarro y lo arroja al suelo…
- Odio que fumes y lo sabes (Shura toma otro)
- No tienes ningun derecho a decirme que debo o no hacer… hace mucho que perdiste ese derecho, vuelve con él, vete y hazle el amor y no vuelvas más, ni me dirijas la palabra, no sé cuántas veces te has revolcado con él, pero yo ya me canse de perdonarte (enciende el cigarro, toma la primera calada para tirarle el humo al arquero en la cara)
- No seas torpe Shura, si yo no te amara no estaría aquí como imbécil humillándome…
Aioros se siente herido, por culpa del maldito de Saga está perdiendo lo que más ama, pero como decirle nuevamente a la cabra que solo fue un error del pasado que lo hace repetir los momentos una y otra vez…
Shura vuelve fumar su cigarro, tomando fuerzas, no puede más, ha perdido su tiempo, ha desparramado su amor…
- Lo mejor será que cada quien tome su camino (se acerca al arquero para acariciar su rostro) no te preocupes, tu así lo has querido, ve con Saga, sé que la pasas bien junto a él, yo creí muy en el fondo de mí que cambiarias, pero nuevamente anoche volviste a sus brazos (roza sus labios con los del arquero y se aleja para volver a darle una calada al cigarro)
El arquero no sabes cuantas veces se ha revolcado con Saga y es que no solo cuando pelea con Shura pasa, sino siempre que pueden verse sucede, ahora no tiene nada, mira cómo se aleja Shura y ve como su maldito mundo perfecto se desploma ante sus ojos…
Persigue a capricornio lo ve entrando a su habitación, entra tras él, Shura se asusta de su presencia pues ya ellos no son ni amigos. Aioros lo toma de la cintura y lo besa, el español trata de impedir ese beso pero es imposible, trata de no perderse entre ese beso, en no caer ante la tentación de inventar a ser amado. Se sienta en la cama, mientras lo mira desvestirse, sus ojos se llenan de lágrimas, le cuesta tragar, sino para ahorita terminara teniendo sexo con el arquero, siente como el cuerpo del griego lo recuesta para ser besado, para ser acariciado y es que no puede evitar tocarlo, no puede evitar besarlo, morderlo…
Siente como su corazón y su cuerpo desean esta noche, pero su mente sabe que si sigue con esto no podrá dar marcha atrás a más traiciones y malditos malos ratos, pero no puede evitar sentir esa boca devorando su cuello, esas manos fuertes tocando todo su pecho mientras esos dedos juegan con sus tetillas. Disfruta pero sus ojos no han parado de llorar, son como mil sensaciones que revuelven su ser…
El arquero no piensa en otra cosa que hacerlo suyo, besa sus tetillas, mientras su manos tocan su torso con suavidad explorándolo todo, jugando con su lengua dentro del ombligo del español, haciendo que el pelinegro empiece a gemir con tales caricias… le quita ese estorboso pantalón para tomar con sus manos la entrepierna de capricornio haciéndolo exaltarse, siente como se estremece ante sus caricias, ante sus besos. Toma ese miembro con la boca y lo devora por completo. Esto hace que la cabeza del español se mueva de un lado para otro, aferrándose a las sabanas de tanto placer, y es que allí está retorciéndose de placer, sintiendo esa boca succionando su entrepierna,… hhhaaaaaa.a……aa….. bas….tta.a…a…. pero esas palabras solo hacen que el arquero lo haga con más fuerza, con más presión sin delicadeza…. No puedo máaassss… BAAA…SSTTTA… logrando hace que se venga mucho más rápido de lo que lo hace normalmente, la respiración de Shura es rápida y profusa, el arquero que lo toma todo, regresa a besarlo, mete su lengua mientas acaricia su pecho, su cintura y sube para tomar su rostro y verle, ambos se miran, los ojos de ambos llenos de dudas, de alegrías y tristezas, Shura toma el rostro del arquero para besarlo nuevamente, el arquero busca su entrada, para estimularla para entrar más fácil sin hacerle daño, lame sus propios dedos para comenzar a meter uno a uno, el rostro del español hace mil muecas al sentirlos, pero luego suspira muy profundamente… el arquero lo vuelve a besar mientras el pelinegro envuelve su cintura con sus piernas, por lo que el griego sin perder el tiempo lo penetra fuertemente, haciendo que el pelinegro pegue un fuerte grito, pero el mimo tapa su boca, se miran fijamente y allí es cuando comienza el vaivén, sus cuerpos perlados de sudor y sus movimientos un poco bruscos y muy penetrantes hacen que ambos se pierdan en esa fusión, Shura siente que pierde el control ni su propia saliva puede ya tragar, sus gemidos ya ni los puede escuchar, se aferra a la espalda del arquero, arañándola por completo. Sus muslos chocando y la boca del arquero devorando la suya para tratar de apagar esos quejidos de placer… ahhhh…….escucha un susurro por parte del arquero, donde pide perdón una y otra vez, pero él no tiene cabeza en ese momento para eso, solo se deja llevar, solo se deja venir, pues ese vaivén lo está llenado de un entero placer… hasta que Shura vuelve a venirse sobre ambos, dando un gemido y dejándose caer por completo, para luego venirse el arquero dentro de Shura… ambos respiran profundamente y rápido, sus corazones están al mil por hora y su mente nublada.
El arquero besa la frente de Shura, para levantarse de aquella cama y dirigirse al baño. Shura no quiere cerrar los ojos, pero hace mucho no hacia el amor de esta manera, siente la incomodidad de la semilla del arquero, asi que toma su ropa interior y se la coloca, se limpia la boca, mientras cambia las sabanas. Aioros sale del baño y nota las sabanas limpias, sonríe y se recuesta, Shura se dirige al baño abre las llaves de la ducha para entrar, se quita la ropa y entra, al escuchar el ruido del agua el griego entra nuevamente al baño pero esta vez se mete en la ducha, abrazando al español, dándose un baño juntos…
Con el paso de los días Shura reflexiona más y más, ahora todo es perfecto pero con la llegada pronta de Saga todo volverá como antes y no lo desea, tal vez está pidiendo mucho más de Aioros, quisiera hacer más feliz todos los días pero simplemente no puede y mientras él se preocupa por su relación, Aioros está por allí jugando al amor, mientras él lo tiene que esperar… toma un cigarro, lo enciende y se recuesta sobre uno de los pilares de la entrada.
Aioros que entrena con su hermano en el coliseo siente un enorme cosmos acercarse y sin quererlo sonríe, a lo el león se sorprende.
- ¿Te alegra la llegada de Saga hermano?
- No seas tonto, de donde sacas esa pregunta (mientras se coloca muy serio)
- Pues tu sonrisa te evidencia
El arquero se molesta con su hermanito y se aleja sin decir nada, no sabe si en realidad se fue por lo entrometido de su hermano o porque quiere verle. Siente la presencia mucho más cercana, no puede dar otro paso más, pues lo ve acercarse, ambos van a las doce casas, mira a su alrededor y no hay nadie más, que acaso todos desaparecieron con notar la presencia de Saga…
El geminiano se le acerca y lo besa, lo toma de la cintura, acaricia sus glúteos, pasa por toda su espalda y toma su rostro…
- Te extrañe más de lo debido, me pareció mucho tiempo sin verte… (pero esto hace reaccionar al arquero, que da un par de pasos para atrás)
- No debiste de contarle nuestro último encuentro a Shura (mientras se cruza de brazos)
- No lo podía evitar, al verle la cara de amargado que pone al verme, espero pronto me des mi bienvenida (da media vuelta y se va)
Que encrucijada tan grande, ama a Shura, pero Saga es perfecto siempre lo vio así, pero lo de ellos había acabado… sube corriendo las gradas, , al llegar al templo de Shura lo visualiza desde lejos, en la con un maldito cigarro en la boca, esa actitud es la que más odia del español
- Maldita sea, como odio que fumes y lo odio más cuando es en mi templo (grita esto mientras se le acerca y con brusquedad le quita el cigarro de la boca arrojándolo al suelo y pisándolo)
- Tranquilo, no lo hare más en tu presencia, solo vine a decirte que lo nuestro en definitiva ya se acabó, pues lo nuestro solo era un paso para que tu fueses feliz nuevamente en los brazos del maldito de Saga que ya regreso y que nuevamente volverá todo a lo que fue hace unas semanas atrás…
- Que dices amor… (pero es callado con un beso del español)
- Te extrañare mucho, te llevare conmigo a donde vaya como el amor que nunca tendré por completo…
Shura entra a su templo, pero un arquero enfurecido se coloca frente a él.
- Siempre es lo mismo, siempre encuentras la manera de pelear conmigo, sabes que si lo haces yo por alguna razón voy a refugiarme con Saga y luego me vuelves a perdonar para luego volverme a echar… crees que soy estúpido Shura…
La cabra sonríe, para luego soltar una gran carcajada… no puede parar de reir.
- Vaya que eres estúpido, crees que confabulo con Saga, no moriría de celos al verte con él, me importaría un carajo tu maldita vida, no lloraría por las noches al no saber de ti y saber que seguramente estas con él… en serio eres un grandísimo imbécil.
- Entonces sino es así, ¡bésame! (lo toma de los brazos y lo besa) vuelve conmigo, volvamos a cero, salgamos de aquí y vivamos algo nuevo.
Pero Shura sonríe, lo aleja de él, y lo empuja a la entrada del templo.
- Tu tiempo se acabó, yo ya no quiero nada contigo Aioros.
El arquero pasa toda la noche sentado en el último escalón que conduce a la casa de capricornio, con la mente casi en blanco.