- Oh! Baek, por favor... Es una gran oportunidad para mi. Por favor - Taeyeon, una chica de cabello con corte grafilado de color rojizo suplicaba a su hermano un gran favor.
Taeyeon era la secretaria de un importante empresario, trabajaba todos los días de ocho de la mañana a ocho de la noche, exactamente doce horas.
A la pelirroja no le importaba el extenso horario, con tal de ver al joven que había cautivado su corazón, Lee Donghae, amigo de su jefe. Por solo eso no le importaba.
Su jefe el señor Park le había pedido un favor " que para ella había sido mas que todo una orden" de cuidar a su hija mientras que el estaba ocupado con sus constantes reuniones de empresarios.
Eso no le agrado para nada a la chica, por lo que trató de persuadirlo con diferentes ideas. Una de ellas era conseguir a una persona capaz de cuidar a la niña y a la vez confiable. ¡Y si que tenia a la niñera perfecta! Así ella podría asistir a esas reuniones y poder observar a ese maravilloso ángel que Dios le envió.
Y ahí estaba ella, de rodillas "literalmente" rogándole a su hermano menor que sea la niñera de la hija del señor Park.
- No Tae, no lo haré - Hablaba el peli negro seguro de su decisión
- Pero ¿Porque no? - Sus ojos comenzaban a llenarse de agua
- Tae, ¿Se te olvida que tengo trabajo y que estudio? - La pelirroja negó
-No
- Esto lo haces nada mas que por un chico. ¿ Yo que ganaría a cambio?
- Es el chico que segura será el padre de mis hijos, hermano por favor - Suplicó - El señor Park te pagara bien, tu tienes experiencia con niños... Puedes dejar el trabajo de mesero y cuidar de una niña de unos cuatro o cinco años....
- Sabes que hace tiempo deje de cuidar niños - Dijo serio. El chico se levantó del mueble para caminar a la cocina, abrir su refrigerador y sacar una jarra de agua el cual vació en un vaso para luego beberla. Su hermana le siguió y habló.
- Pero tienes la habilidad de hacerlo... Sabes que puedes
- ¿Y si no lo hago bien? - Sus manos temblaban
-Se que lo harás bien - abrazó a su hermano menor para darle fuerzas - Será un nuevo comienzo, harás lo que te gusta, y puedes cuadrar tus horarios para tus estudios.
-¿ Sabes como es la casa? ¿Como es el lugar? - Taeyeon se sonrió, eso era un "si" de parte de su hermano y por eso estaba feliz.
- Si - Asintió - Te diré como es el lugar y como es la niña, que a propósito te agradará. Eh estado en su apartamento un par de veces y mañana también iré....
-Ok - Suspiró resignado - Dime todo con lujos y detalles.
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-Señorita Taeyeon
- ¡Señor! - Respondió la nombrada
- Mañana es la reunión y necesito saber si consiguió a la persona indicada que se encargará de mi niña.
- Si señor, es una persona de confianza, un familiar con experiencia en cuidar niños.
- Confió en usted, señorita Taeyeon - La peli roja asintió - Dígale que la espero mañana en mi apartamento, dele la dirección y que sea puntual por favor. - El hombre antes de salir de su oficina agradeció de nuevo.
Mientras iba conduciendo su auto, pensaba en como tendría que entrevistar a aquella persona, ¿que debería decirle? Nunca antes había hecho esto. Estaba nervioso, pues estaba por dejar a una desconocida al cuidado de su bebe.
Una vez haber estacionado su auto, saludó al portero y subió al ascensor. Cuando este se detuvo en el piso correcto, salió y sacó sus llaves. Estaba exhausto y solo quería una ducha caliente e irse a dormir, pero en cuanto abrió la puerta grito:... - Uno... - cerro la puerta tras el - Dos... - Dejó su portafolio en el suelo y se quitó su abrigo - Tres... Señorita, voy a encontrarla y cuando lo haga voy a atacarla con muchas, muchas cosquillas - Advirtió. Caminó directo al baño y dijo - ¡Te encontré! - pero se encontró con la decepción de que no había nadie allí. Pero escuchó una pequeña y suave risita que delató a su victima. Entonces caminó con pasos sigilosos a su habitación, abrió su armario y grito -¡Te encontré! - Alzando al pequeño cuerpo con sus dos manos sin ni una pizca de esfuerzo, para luego depositarla en su cama y comenzar a "Torturarla" a puras cosquillas.
-Jajajaja... jaja jaja.... papi.. - La niña reía sin parar. Luego de las cosquillas, su padre besó sus mejillas cuatro veces, provocando otra risita en su hija.
-¿Como esta mi bebe? - Sonrió
- Papi, ya se dibujar un oso - Respondió su hija
-¡Oh! ¿Enserio? - La pequeña asintió - Enséñame - la niña bajo cuidadosamente de la cama de su padre (Ya que esta era alta para ella) y salió corriendo para coger un color y una hoja que había dejado en el suelo de la sala. De vuelta a la habitación principal se arrodilló para enseñarle a su papá como se dibujaba un oso.
Chanyeol observaba el garabato que hacía la pequeña no pudiendo evitar sonreír por que era muy gracioso aquel oso verde - Ves, esto es un oso - Señaló con su color
- Es un hermoso oso - Levantó la hoja - Este merece estar en la pared de los recuerdos de Jimin ¿Verdad?
- ¡Siii! - Saltó emocionada. Caminó detrás de el hombre alto y se detuvo cuando este lo hizo. Chanyeol pegó la hoja con el dibujo de un oso verde en la pared color lila del cuarto de su pequeña hija junto a los otras obras que la niña ya había hecho.
-Ya está. - Alzó a la niña - Después tendrás que hacer otro dibujo de mí, pero que mi cabeza no sea un triangulo - Se rió. Jimin apretó sus mejillas con sus pequeñas manos hasta abultar sus labios
- Voy hacer un dibujo tuyo con migo también - Se acercó a su mejilla para darle un húmedo beso, Jimin tenía sus labios mojados de saliva ya que tenía la costumbre de remojarlos con su lengua. Chanyeol le dedicó una hermosa sonrisa para después dejar un beso en su frente y mejillas.
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Su hija se encontraba durmiendo a su lado, esta noche no quería dejarla en su cama. La abrazo y como todas las noches le agradeció al cielo por haberle enviado a una hermosa hija, no se arrepentía de haberla criado solo pero si le gustaría tener más tiempo con ella, por eso cada que llaga del trabajo decide al menos dedicarle una hora de juego.