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De situaciones económicas, medidas drásticas y bailes exóticos. por Yewooki

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Notas del capitulo:

espero que les guste~

KyuHyun observó con completa indecisión aquella puerta oscura, suspiró alto, necesitaba urgentemente el dinero, ya debía tres meses de renta y su casero lo había amenazado con correrlo si no pagaba para el siguiente sábado, así que armándose de valor, entró en aquel lugar, el aroma a licor y cigarrillo lo golpeó con fuerza, caminó torpemente hasta la barra donde un chico de cabellos rojizos limpiaba los vasos.

 

-Disculpa, busco a KangIn- dijo atrayendo de inmediato la atención del chico.

 

-Esta en el segundo piso- le dijo regalándole una sonrisa, asintió y comenzó a caminar hacia el lugar indicado, el escenario era amplio, los tubos de metal brillaban con la poca luz exterior que entraba, estaba comenzando a arrepentirse de estar ahí.

 

Subió las escaleras con indecisión, pero una vez arriba vio que solo había un hombre allí quien hablaba por teléfono frunciendo el ceño cada tanto, se acercó despacio captando su atención.

 

-Siéntate- le dijo antes de regresar su atención a la conversación que estaba llevando a cabo por el aparato, pocos segundos después colgó soltando un suspiro largo- ¿A que viniste niño?- le preguntó sobándose la frente.

 

KyuHyun tragó, mientras con su mano temblorosa entregaba una hoja, un cartel que había visto a las afueras de su facultad en la universidad.

 

- ¿Tú quieres bailar?- dijo con algo de burla, y es que sinceramente el chico no se veía para nada como sus regulares contrataciones, lo vio fijamente, el chico era bastante pálido, su piel se veía cuidada, su cabello color chocolate resaltaba, su rostro era lo suficientemente pasable, pero su cuerpo, no se veía precisamente como algo que sus clientes desearan ver.

 

-Necesito el dinero- dijo sincero, aún con los nervios carcomiéndole por dentro.

 

KangIn no estaba seguro, pero entonces recordó a su jefe, y una sonrisa nada buena apareció en sus labios, se inclinó sobre la pequeña mesa que los separaba.

 

- ¿Cuál es tu nombre niño?- preguntó curioso.

 

-KyuHyun- dijo con seriedad, pidió ayuda a cualquier deidad que deseara ayudarlo, enserio necesitaba ese dinero.

 

-Muy bien muchacho, si logras impresionar a uno de nuestros mejores clientes, entonces tendrás el lugar- le dijo escribiendo una dirección en la hoja que le había entregado- preséntate allí a las diez, y muéstrale lo mejor que tengas- le dijo.

 

KyuHyun tomó la hoja y asintió antes de pararse y bajar las escaleras, saliendo como alma que lleva el diablo fuera de aquel lugar, ¡¿En qué diablos se había metido?!

 

Cuando la tarde cayó su mejor amigo, SungMin acompañado de su novio lo acompañaron a su departamento, a pesar de estar completamente en contra del plan de KyuHyun para conseguir dinero, sabían que el menor no tenía muchas opciones.

 

- ¿Qué sabes sobre bailar en un tubo mientras haces striptease? - le preguntó SungMin mientras todos estaban sentados sobre la pequeña cama del menor.

 

- Nada, pero es mi única opción- dijo desesperado dejándose caer en la misma.

 

-Podemos ver algunos videos para que Kyu se dé una idea- propuso RyeoWook con algo de timidez.

 

-No creo que tengamos muchas otras opciones- dijo SungMin tomando su laptop, buscando videos, después de casi tres horas, KyuHyun tenía una noción básica de lo que debía hacer, ahora, solo faltaba encontrar algo en su guardarropa que no diera pena ajena y resultara al menos mínimamente sexy.

 

Tanto SungMin como RyeoWook tardaron casi otras dos horas en encontrar algo que se viera decente, Kyu tenía su armario repleto de suéteres enormes, playeras con leyendas de nerds y pantalones poco ajustados, pero por ahí encontraron un pantalón de cuero que le había regalado su hermana como “broma” un año atrás, junto a una playera semi transparente.

 

-Con eso deberá bastar para que consigas el trabajo, pero en cuanto consigas para pagar el semestre entrante y tus deudas, buscaras un mejor empleo- lo amenazó SungMin, KyuHyun asintió energéticamente, se despidió de sus amigos y se dio una larga ducha, se colocó la ropa que habían escogido y tomando una gran bocanada de aire, salió de su pequeño departamento para ir a la dirección de la hoja.

 

Cuando por fin llegó no sabía que pensar, era un edificio de condominios de lujo, nervioso se acercó a la puerta, siendo rápidamente abierta por el portero, quien lo vio despectivamente.

 

- ¿Qué se le ofrece?- preguntó por obligación, recibiendo la hoja, abrió un poco sus ojos y asintió, tomando el teléfono que tenia sobre la recepción, marcando un número, contestaron y avisó de su presencia para después ser conducido al elevador.

 

El portero presionó el último piso, cuando llegó al piso indicado, se encontró con el pent-house, la puerta se abrió dejando ver a un hombre de cabellos negros algo revueltos, vistiendo una camisa blanca arremangada, unos pantalones formales negros y unos lustrosos zapatos negros.

 

-Supongo que tú eres de quien KangIn me habló, pasa- dijo moviéndose de la puerta dejándolo pasar, KyuHyun se paralizó cuando terminó de entrar, el lugar era enorme y muy lujoso, el piso era de mármol negro, en las paredes blancas resaltaban obras de arte, la sala contaba con una enorme televisión pantalla plana última generación, sillones de cuero oscuro que quedaban de maravilla- por aquí- le dijo el hombre, caminando hacia uno de los pasillos, lo siguió de cerca, el lugar era lo suficientemente grande como para perderse.

 

Llegaron a una habitación con un único sillón de cuero en medio, frente a él un tubo brillante, el hombre se sentó tomando entre sus manos un pequeño control con el cual bajó la intensidad de la luz, y la música comenzó a sonar en un tono considerable, su mirada oscura y misteriosa se fijó en KyuHyun quién sudo frío, antes de cerrar sus ojos y suspirar.

 

Lentamente y al ritmo de la canción comenzó a caminar hasta llegar frente al hombre, paulatinamente comenzó a deshacerse de su playera, dejando ver a lentos momentos su piel clara, el hombre lo observaba sin expresión en su rostro, por fin se deshizo de su playera, su cadera se meneaba despacio mientras sus dedos se deslizaban lentamente desde su pecho hasta la orilla de su pantalón, sus ojos castaños se fijaron en los ajenos, sintiendo un escalofrío recorrerlo, inconscientemente se mordió el labio, mientras abría con parsimonia el botón dejando ver su vientre  liso, con cuidado de no romper el contacto visual fue bajando su pantalón hasta que cayó al suelo, revelando una pequeña y ajustada trusa, dejando poco a la imaginación.

 

La canción cambió a otra más movida, KyuHyun le dio la espalda, colocando sus manos sobre el tubo, comenzando a bajar al ritmo de la sucia canción, sacudiendo su trasero, su rostro en ese momento asemejaba bastante bien una cereza, se sentía idiota por estar haciendo aquello, pero no tenía muchas otras opciones.

 

Subió y pegó su pecho al frío metal, moviendo su cuerpo como una serpiente asechando a su presa, se dio media vuelta, volviendo a ver al hombre, quien ahora tenía una sonrisa peligrosa adornando sus labios, colocó sus manos detrás de su cabeza, tomando con fuerza el tubo, contoneándose sensualmente comenzó a bajar hasta que sus rodillas tocaron el suelo, entonces soltó el tubo y armándose de valor, gateó contoneándose hasta quedar frente a las rodillas del hombre.

 

Sus manos se posaron sobre sus rodillas y lentamente se levantó hasta quedar inclinado sobre aquel hombre, que lo miraba con lujuria danzando en sus ojos, sus hombros se movían al ritmo de la nueva canción, una un poco más movida, incluso movió sus labios como pronunciando parte de la canción, el hombre pasó su lengua sobre sus labios, volviendo a sonreír.

 

Se alejó sin dejar de bailar y sin dejar de verse a los ojos, hasta que su espalda chocó contra el tubo, estiró sus manos como llamando al hombre, quien se inclinó apoyando sus codos sobre sus rodillas, KyuHyun le sonrió aún con el rostro completamente rojo, intentó ser seductor, y contoneó su cuerpo entero antes de sentir las manos del hombre jalando las suyas, atrayéndolo a él, dejándolo sobre su cuerpo.

 

-Quiero verte de cerca- le aclaró, y KyuHyun muriendo de nervios, comenzó a mover sus caderas sobre la ajena, sintiendo la fricción, la excitación entre ambos creció, Kyu colocó sus manos sobre el respaldo del sillón  dejando su pecho bastante cerca del rostro del hombre, moviéndolo seximente frente a sus ojos, mientras él sonreía coquetamente, de pronto sintió las manos del hombre sobre su trasero y se exaltó, haciendo reír al hombre, quien tomándolo descuidado tomó sus labios en un beso caliente, que lo dejó perdido durante unos pocos segundos.

 

Sus manos se movieron hasta dejar que sus dedos se enredaran en las hebras oscuras del hombre, sus labios se movían al mismo ritmo, su lengua se rozaba sin pena con la contraria disfrutando de su ligero sabor a café, la música cambió y sonrió rompiendo el beso, aquella canción le encantaba se paró alejándose del hombre, tomó las manos del hombre obligándolo a pararse, le sonrió y fue correspondido,  una vez de pie se acercó a él, pasando sus brazos sobre sus hombros rodeando su cuello, sin dejar de moverse un solo segundo se restregó contra el hombre, sintiendo su dureza golpear su propio miembro haciéndolo gemir.

 

El hombre aprovechó esto y volvió a besarlo, Kyu cerró sus ojos, perdiéndose en las sensaciones que le provocaba aquel hombre, sintió sus manos apretando su trasero, gimoteó en medio del beso, antes de sentir como el hombre retrocedía llevándoselo en el proceso para regresar al sillón, donde quedó nuevamente sentado sobre su cadera, sus labios quedaron libres, sintió entonces aquellos labios húmedos besando y mordiendo su cuello, los gemidos lentamente comenzaron a escapar de su garganta, su cadera de movió logrando que el hombre gruñera al sentir el redondo trasero del castaño rozando su miembro más que listo para la acción.

 

Las manos algo temblorosas de KyuHyun se movieron hasta llegar a los botones de la camisa que portaba el hombre, comenzando a abrirlos, dejando ver su pecho tostado, la jaló un poco  haciendo reír al hombre, quien se movió logrado que el menor se deshiciera de su camiseta lanzándola a alguna parte de la habitación, sus labios volvieron a unirse, las manos de Kyu comenzaron a recorrer aquel pecho duro disfrutando de su calor, sintiendo como la temperatura en el cuarto comenzaba a aumentar.

 

Cuando sus manos llegaron al pantalón se apresuró a deshacerse del cinturón y abrirlo, sintiendo de inmediato aquel miembro caliente chocar con su mano, lo tomó logrando que el hombre rompiera el beso gimiendo gravemente, sonrió y sin reconocerse a sí mismo, se bajó de su regazo quedando de rodillas, se inclinó suavemente hasta que su rostro quedó a la altura de su entrepierna, le sonrió antes de pasar su lengua sobre aquella cabeza que rebosaba con líquido pre-seminal.

 

Una de las manos del hombre terminó sobre la cabeza de KyuHyun, empujándolo suavemente a que lo tomara por completo en su boca, cuando el menor lo hizo soltó una maldición que hizo sonreír al menor, quien de inmediato comenzó a mover su cabeza de adelante hacia atrás, sintiendo como aquellos dedos jalaban un poco su cabello.

 

Cuando el hombre sintió que estaba a punto de correrse, alejó a KyuHyun de su pene, recibiendo un lindo puchero, sonrió y obligó al menor a levantarse y quedar de nuevo sentado sobre su regazo, bajó un poco la trusa que portaba Kyu, tomando su miembro masturbándolo hasta que sintió que faltaba poco para que se corriera, tomó también su miembro masturbándolos juntos.

 

-Ahhh~- gimoteó KyuHyun corriéndose manchando la mano del hombre, sintiendo como también el semen ajeno manchaba su vientre bajo.

 

Sonriente el hombre llevó sus dedos resbalosos hasta la entrada del castaño, quien se asustó un poco al sentir los dedos húmedos presionando, pero los labios calientes del pelinegro lo hicieron olvidar aquellos curiosos dedos, los cuales lentamente se adentraron comenzando a moverse y expandirlo, se separaban solo un poco para tomar aire antes de volver a besarse como si no hubiese un mañana.

 

Cuando estuvo listo el hombre sacó sus dedos y movió las caderas de KyuHyun para que su nuevamente despierto miembro quedara presionado contra la palpitante entrada, lentamente comenzó a penetrarlo, arrancándole un par de maldiciones y quejidos al castaño.

 

Esperando a que se acostumbrara a su tamaño, el hombre repartió cálidos besos por su rostro, cuello y hombros, hasta que sintió como KyuHyun se movía un poco, volviendo a besarse el hombre comenzó a moverse, primero de forma lenta y pausada, aumentando poco a poco la velocidad, hasta llegar a embestidas fuertes y profundas, arrancándoles gemidos y jadeos, llenando la habitación con aroma a sexo y los sonidos de sus pieles húmedas chocando.

 

KyuHyun brincaba sobre el hombre en búsqueda de aquel punto, y cuando de golpe dio de lleno contra él, gimió alto enredando sus dedos entre las hebras oscuras, obligando al hombre a levantar su cabeza, volviéndose a besar, pero esta vez de forma dura y un tanto salvaje.

 

Los gemidos evolucionaron a gritos de placer, KyuHyun se deshacía en un remolido de lujuria y placer, su cuerpo siendo recorrido por miles de escalofríos se estremecía por las caricias poco amables que le daba el hombre, sin poder contenerse más se corrió en medio de un gemido agudo, sintiendo pocos segundos después como el hombre lo llenaba con su semilla, agotado, se dejó caer suavemente sobre el hombre, quien sonrió lentamente, acarició con delicadeza sus costados haciéndolo suspirar, aún estaba sensible por el reciente orgasmo.

 

- ¿Cuál es tu nombre?- preguntó en tono ronco que estremeció un poquito más a KyuHyun.

 

-KyuHyun- contestó a penas, no acostumbraba tener sexo duro y caliente con completos desconocidos, incluso con sus novios tardaba hasta un año antes de tener sexo, por lo cual estaba poco más que exhausto, además de todo el baile realizado con anterioridad.

 

-Muy bien Kyu- le dijo el hombre saliendo de él arrancándole un último gemido- pasaste la prueba, pero no bailaras en el club.

 

KyuHyun reaccionó ante esas palabras y haciendo acopio de toda su fuerza se incorporó quedando sentado sobre el hombre, viéndolo interrogante.

 

-Serás mi amante, considérame tu sugar daddy- le dijo guiñándole un ojo, haciéndolo sonrojarse.

 

- ¿Y cómo debo llamarte?- preguntó Kyu, ignorando deliberadamente la alarma roja que brillaba en su cabeza.

 

-JongWoon- le dijo y KyuHyun abrió sus ojos todo lo humanamente posible causándole risa al pelinegro- tranquilo Kyu, nadie se enterara que te has vuelto el amante del líder de una de las más poderosas y peligrosas mafias en el mundo.

Notas finales:

Gracias por leer~!


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