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Confesiones En El Elevador por Dovah

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Notas del fanfic:

Otro fic KuroTsuki, que lo disfruten... Wiiii... XD

Recuerden que los personajes no me pertenecen.

Odiaba trabajar hasta tarde, de verdad lo detestaba, no soportaba hacer horas de más. Prefería trabajar su horario normal sin recibir pago extra, el dinero era lo que menos le importaba. Pero lo que más odiaba era trabajar más tiempo del debido por culpa de la ineptitud de otros. Vamos, a quién se le ocurre intentar hacer un postre a base de pasta, arroz, huevo, soya y salsa picante. A sí, sólo puede pasar por la mente del enano. Que hiciera sus inventos raros era lo de menos, pero que se metiera a su espació para prepararlos era otra historia. Para empezar, ¿Qué hacía él en la cocina si su trabajo es atender a los comensales? Al final, ambos fueron regañados y tuvo que ayudarlo a limpiar todo el desastre que había hecho.

Tocó el botón del elevador y las puertas se abrieron. Entró con pesadez, apretó el botón de su piso y se quitó sus audífonos. Sólo esperaba llegar a la comodidad de su cama y olvidar el horrible día que había tenido.

— ¡Espera! — Escucho gritar y una mano impidió que las puertas se cerraran por completo — Uff… por poco y no llego — Entró su vecino de cabello negro, piel bronceada y una mirada que le desagradaba — Oh… Buenas noches anteojos-kun — Habló al verlo

Molesto por cómo le llamo prefirió no contestar pero hizo una pequeña reverencia a modo de saludo. Para evitar conversaciones incómodas volvió a ponerse los audífonos mientras su vecino que recargaba en el elevador. A pesar de no escuchar otra cosa más que su música, podía sentir claramente unos ojos sobre él. Dirigió su vista en la puerta y percibió por el reflejo del metal esos ojos felinos. Un poco incómodo subió la vista. Sólo faltaban tres pisos, el recorrido del pasillo y se habría desecho de ese delincuente mal vestido.

A sólo un piso de llegar, las luces se apagaron y el elevador se detuvo de golpe — Vaya… Un apagón — Logró escuchar a través de su música. Fastidiado se colocó de nuevo los audífonos en el cuello. En esos momentos necesitaba de todos sus sentidos — Perfecto

— No te preocupes, el edificio tiene energía de reserva. Dentro de poco… — Las luces de emergencia se prendieron — ¿Lo ves?

Tsukki volteó y le regaló una falsa sonrisa — Gracias por el dato — Se dio la vuelta y espero a que el elevador subiera el piso faltante, nada. Tocó el botón una vez, de nuevo nada. Volvió a tocarlo otra vez pero con más insistencia y para su desgracia, nada.

 — Al parecer se atascó — De nuevo habló su acompañante mientras se sentaba en el piso — Tal vez un corto o algo parecido

El que dijera eso no le ayudaba en nada, suspiro discretamente para tranquilizarse y se puso a pensar en alguna solución.

— Vamos anteojos-kun — Habló sin preocupación — No hay nada por hacer, es la una de la madrugada

— Claro que se puede hacer algo — Tomó con molestia su teléfono, marco un número pero no escucho sonido alguno, miró la pantalla y el símbolo de “sin señal” le pareció más grande de lo habitual

— Jajaja — Rio — ¿Lo ves? No hay señal… y aún si hubiera, ya es muy noche. No lo arreglarán hasta mañana. Así que — Dio pequeñas palmadas en el suelo a su lado — Hagamos este momento más cómodo

— Gracias pero aquí estoy bien

— Si tú lo dices — Saco de su mochila un videojuego portátil y procedió a jugarlo — Que suerte que se lo quité a Kenma a escondidas

Mientras escuchaba el sonido del videojuego, siguió esperando. Un minuto, dos, cinco, diez, trece… los trece minutos más largos de su vida. Resignado se sentó apartado de su acompañante.

Al verlo sonrió y apagó el videojuegos — Por cierto — Regresó el aparato a su mochila — Mi nombre es Kuroo Tetsurou

— Tsukishima… Kei — Habló no muy convencido de dar su nombre a un completo desconocido

— ¿Tsukki?

— Tsukishima — Corrigió

— Claro, claro. ¿No te parece extraño que a pesar de ser vecinos, no habíamos platicado hasta ahora Tsukki?

— No lo creo — Trató de no darle importancia al como lo llamó

Cuando su vecino se mudó a ese edificio el mes pasado no le tomó importancia. Pero las llamadas frecuentes, su desaparición de vez en cuando, su actitud alocada, su trabajo de noche y su motocicleta ruidosa comenzaron a molestarle, así que decidió evitarlo. Cuando se cruzaban por los pasillos, le regresaba el saludo que siempre le daba y era todo. Cuando estaba en el elevador no había problema siempre y cuando hubiera más gente, pero cuando la última persona salía del elevador para dejarlos solos, él también se bajaba sin importar en qué piso se encontraba. No quería relacionarse con delincuentes, vándalos, adictos o ese tipo de personas. Aunque eso no parecía incomodarle a los demás. De hecho, la gente llegaba a buscarlo de vez en cuando y siempre tenían tiempo para platicar con él cuando se lo encontraban en el edificio.

— En fin — Comenzó — Hoy fue un día muy cansado, la gente del hospital es muy amable como siempre, pero tuve que esperar mucho tiempo en la sala de espera del hospital hasta que…

— La verdad — Interrumpió — No me interesa si tuviste que esperar mucho tiempo hasta que te atendieran — No quería saber en qué pelea callejera se había metido, ni mucho menos quién había ganado

— Jaja, te equivocas — Negó con la cabeza — No estaba para que me atendieran. En realidad soy pediatra — Los ojos de Tsukki reflejaron sorpresa

— ¿Pediatra?

— Sí. Estoy en el turno de la tarde, pero casi siempre llego a quedarme hasta el turno de la noche

— ¿Por qué? — No es que Tsukki odiara su trabajo, pero le molestaba estar más tiempo de lo necesario, sobre todo si tenía que soportar a personas como el enano o el rey idiota

— ¿Por qué no? — Le regresó la pregunta — Admito que llega a ser un poco molesto. Hacer papeleos, soportar a padres inconformes y escuchar el llanto de los niños, pero me gusta. Hacer papeleo para ver qué es lo mejor para mi paciente. Ver que el amor de los padres por sus hijos es tan grande que hasta se vuelven testarudos como sus pequeños, escuchar sus pequeñas risas cuando son dados de alta — Suspiró — No hay nada mejor que eso… para mí, claro.

— Debe ser duro

— A veces, pero es divertido. Claro que me fatigo, pero repongo energías en mis días libres — Se cruzó de brazos — Aunque hoy tuve que estar desde la mañana en el hospital

— ¿Una emergencia?

— No, nada parecido

— Entonces por qué fuiste si era tu día libre

— Porque le prometí a una princesa que estaría con ella cuando saliera de cirugía. Sus padres tuvieron que salir al extranjero por dos días y no quería estar sola. Claro, está sedada y no va a despertar hasta el día siguiente, pero hice una promesa. Además, hoy… — Miró su reloj — Ayer fue su cumpleaños. No debía comer nada antes de la operación, así que no pude darle un pastel, pero al menos estuve a su lado

                Tsukki se sintió incómodo. Se había equivocado respecto a él. No era un delincuente, ni ninguna de las otras cosas que había pensado. De hecho, se la pasaba salvando pequeñas vidas. Tenía que disculparse no porque quisiera, sino porque era lo correcto.

—A que puedo adivinar en qué trabajas — Cambió de tema

— No creo que pue…

— Repostería — Habló — Pastelería o como se diga ese tipo de trabajo

— Cómo es que…

— No es tan difícil. Siempre desprendes un aroma a dulce. Es una fragancia casi imperceptible, pero puedo identificarlo muy bien. No por nada tengo un olfato muy agudo

— No creo que eso sea posible

— Bien — Su ojos brillaron — La semana pasada probablemente hiciste un Tiramisú, olías a café. Hace unos días preparaste un pastel de fresa, el chantillí y las fresas te delataron. Ayer hiciste galletas de chocolate y coco. Y hoy — Movió su nariz y Tsukki se alejó un poco — Preparaste algo con frutos rojos, pero también hay un aroma picante y salsa de soya. ¿Receta nueva?

— Claro que no — Se enojó — Yo estaba bien haciendo el Mousse de Mascarpone hasta que ese enano… — Se detuvo, se sonrojó y observó la cara triunfante del mayor

— Así que le atiné — Habló victorioso — Ese tipo de aromas dulces te delatan

— Lo siento por ello — Se disculpó molesto

— No te disculpes — Le sonrió — Me gusta ese aroma que desprendes, lo encuentro muy atractivo  — Tsukki guardó silencio — ¿Y? — Preguntó al ver que no decía nada — ¿Cuándo me prepararás un pastel? — Preguntó

— ¿Uh? ¿Por qué debería hacerlo?

— Porque quiero que me cocine algo la persona que me gusta — Habló con seriedad

— Ah… — Tsukki se quedó en blanco. ¿Acaso eso era una confesión? Pero no una confesión cualquiera. ¿Sino una confesión de amor? No. Tal vez estaba lo estaba malentendiendo, debía ser eso. Nadie en su sano juicio diría ese tipo de cosas.

— O al menos déjame ver a la persona que me gusta cocinar. Has de verte muy sexy con un delantal puesto

Muy bien, eso lo confirmaba — Yo… — Bajó la mirada e intentó hablar, pero por primera vez en su vida no sabía que decir. Siempre sabía qué hacer cuando se le confesaban, todos obtenían la misma respuesta. Con él estaba siendo diferente. Su cuerpo se paralizó y su corazón se aceleró ¿Será que muy en el fondo le llamaba la atención de una forma romántica? No podía ser posible. Ambos eran diferentes… completamente diferente.

— Lo siento — Se disculpó y Tsukki lo miró — Creo que fui demasiado rápido — Guardó silencio y miró hacia el techo

El mayor parecía triste y decepcionado. Tsukki simplemente no sabía qué hacer. Desde que se disculpó, Kuroo no había soltado palabra alguna y su mirada seguía fija en el techo. Los minutos pasaron y el ambiente se tensó.

— Perdón — Tsukki se disculpó para romper el incómodo silencio

— Está bien. No parecía que tuvieras una relación

— De qué estás hablando. Yo no ando con nadie

— Oh — Dirigió su mirada hacia él — ¿Entonces tengo vía libre para ir por ti?

— ¿Qué? ¡Claro que no! ¡Y no me refería a eso!

— Entonces por qué te disculpaste

— Por haberte juzgado mal — Susurró

— Jaja, no te preocupes — Logró escuchar sus palabras, pero no les dio importancia — Sólo espero que de ahora en adelante dejes de evitarme cuando nos encontremos

Tsukki desvió la mirada avergonzado — No te vistes ni te comportas como un doctor — Se justificó

— Y tú no eres nada dulce, así que estamos a mano — Soltó un gran bostezo — Bueno, se acostó en el suelo y cerró los ojos — Buenas noches, Tsukki

— Espera, ¿Piensas dormir aquí?

— Ya estoy acostumbrado. Si supieras en los lugares que duerme uno en el hospital te sorprenderías. Un amigo una vez se durmió en una de las camillas de la morgue y por poco lo meten a uno de los cuartos fríos

— Podríamos intentar pedir ayuda o algo

— Imposible — Habló sin abrir los ojos — No hay señal, todos están durmiendo y ambos estamos cansados. Si quieres puedes intentarlo, pero yo prefiero descansar y reponer energía para más al rato

Odiaba admitir, pero tenía razón. Se recargó en la pared metálica, se puso de nuevo sus audífonos pero sin escuchar música y observó por un momento a Kuroo. Raro, molesto, infantil y muy directo, pero una buena persona. Sus parpados comenzaron a pesarle y al poco rato dejó de estar consciente de su entorno, no sin antes desearle buenas noches a su compañero ya dormido.

Estaba tan cómodo que no quería pararse ¿Cuánto tiempo había pasado? No tenía idea y la verdad no le importaba, hoy era su día libre y por primera vez quería levantarse tarde. Intentó darse la vuelta para seguir descansando, pero un peso se lo impidió. Abrió los ojos con pesadez y su respiración se contuvo

— Buenos días pastelito — Habló Kuroo con una sonrisa en su rostro, un rostro a escasos centímetros del suyo

Tsukki rápidamente se alejó. No sin antes darle inconscientemente un golpe en su nariz — ¡Qué diablos te pasa! — Le gritó

— ¡Qué te pasa a ti! Estabas temblando un poco así que te iba a poner mi chamarra pero me abrazaste y no me soltabas. Así que no me quedo de otra — Se sobó la nariz — Dios. Sí que tienes fuerza en esos delicados brazos

— Jamás haría algo así — Sus mejillas se ruborizaron — Y claro que tengo fuerza. Soy un hombre

— Bien, bien… Fue mi culpa, lo siento — Se levantó, se estiró y observó en reloj en su muñeca — La siete

 — Esperemos y no tarden mucho en… — Kuroo se acercó a los botones, apretó el de las puertas y estas se abrieron

— Hora de irnos — Tomó sus cosas y comenzó a caminar — ¿Ya te encariñaste con el elevador? — Preguntó al ver que el menor no daba un paso

— Desde cuando se arregló

— Mmmm… — Se puso a pensar — Desde hace una hora — Dijo sin prestarle atención

— Y por qué no me dijo nada

— Te veías tan cómodo que me dio pena despertarte. Pero no te preocupes — Sonrió — La gente decidió tomar las escaleras para no molestarte, ¡ah! pero la mujer del piso siete te tomó una foto como recuerdo — Tsukki sonrió fingidamente y comenzó a caminar rápidamente mientras lo ignoraba — Es broma, es broma — Siguió sus pasos — No ha pasado nadie y el elevador se arregló unos minutos antes de que despertaras

— Entonces —Habló un poco enojado pero desacelerando el paso — ¿Hoy trabajas?  

— Sí, tengo algunos pacientes que ver, pero antes debo comprar un pastel para la cumpleañera

— Ya veo

— ¿Y tú? A qué hora lidiarás con ese enano

— Hoy tengo día libre

— Que suerte

Ambos llegaron a sus respectivas puertas y antes de que entraran, Tsukki habló un poco indeciso.

— Espera… Ku… Kuroo-san — Habló mientras sujetaba la llave dentro de la cerradura

— ¿Sí? — Abrió la puerta de su departamento y su rostro mostró alegría al escuchar que pronunciaba por primera vez su nombre

— A esa pequeña… ¿Le gustan las fresas? — Pregunto sin apartar la vista de la puerta

— Le encantan  — Contestó

— Entonces… ¿Está bien si le hago un postre para que se lo lleves? También puedes comer de lo que prepare… sólo para que no coma sola — Se apresuró a decir

— No creo que haya problema — Cerró la puerta de su apartamento y se acercó a él — Pero con una condición — Kuroo lo aprisionó entre la puerta y sonrió — Si tú vienes conmigo

Avergonzado desvió la mirada — Sólo… Sólo por esta ocasión

— Entonces que sea una cita — Besó su mejilla — Bien, hora de descansar — Abrió la puerta y entró

— Espera Kuroo-san, ese es mi departamento

 — ¿Acaso no te lo dije? — Sonrió — Quiero ver a la persona que me gusta cocinar

Tsukki suspiró — ¿Gustas café…Tetsurō?

— Eso me gustaría, Kei

Notas finales:

¿Les gustó?

Recuerden dar su opinión, XD


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