Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando dos almas se reencuentran por kurerublume

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia más que basarse en Haru wo daiteita, es en "Fuyu no Semi". Sé que fue OVA, pero realmente quería un reencuentro. Espero sea de su agrado.

Akizuki ahora se llamará Mizuki, mientras que Kusaka será Kazuno

 

Notas del capitulo:

Este inicio fue tan, desde mi punto de vista, precioso. Me gustó mucho, espero a ustedes también. Dejen review para saber si ha sido una buena historia y un buen comienzo, sin más por el momento, a leer.

Otra vez ese sueño que lo volvía a despertar, al principio era una vez cada mes, luego cada semana y terminó siendo noche tras noche. Un sueño de batallas antiguas, de sables, de cañones y de… ¿amor? Ese sueño siempre le mostraba a un hombre entre las sombras, un hombre bueno al que quería.


-No puedo creerlo, seguro ahora soy gay- dijo riendo levemente, con algo de decepción, realmente no lo era pero, dicen que los sueños son deseos, sólo deseos. Jamás un recuerdo de una vida pasada pues, ¿cómo podría ser?


Volvió a acostarse, esperando que la noche fuera más apacible, más tranquila. Aunque aquella persona supuso que se debía a que mañana iniciaba el tercer año de preparatoria, seguro eran los nervios, sí, seguro era eso.


El sol empezó a dar la bienvenida a un nuevo día, Kazuno despertó, sus ojos color miel se abrieron reflejando cierta molestia, ese sueño le seguía interrumpiendo sus apacibles noches, pero algo nuevo comenzó, la cabeza comenzaba a dolerle, a punzarle.


-¡Maldición! Justo lo que me faltaba- se incorporó de mal humor y se preparó para ir al Instituto, su uniforme era negro, y simplemente se pasó los dedos entre sus sedosos cabellos, una vez satisfecho con su apariencia salió de su hogar. Al cerrar la puerta se dio cuenta que había una cigarra en una pequeña planta, le pareció hermosa aunque realmente no le agradasen esos animales.


 Su cabeza volvió a punzar. Tuvo una visión de un lago, un árbol y una persona a la que estaba besando bajo la luz de la luna.


-¿Q-Qué significa esto?-


Siguió su camino, pensando en cuánto le agradaría conocer a alguien nuevo, pues vivía en una zona rural y a todos sus amigos los conocía desde hacía al menos 10 años.


-En definitiva, si llego a conocer a alguien, le hablaré hasta que sea mi amigo, sería interesante-


Llegó al Instituto, entró a su salón y saludó a sus compañeros, no tenía ni una semana sin verlos, así que realmente no tenían cosas nuevas de qué hablar, simplemente bromeaban, hasta que una pregunta llamó la atención del de ojos color miel.


-¿Ya escuchaste? Llegó una persona nueva este año, las chicas están haciendo mucho escándalo, sólo porque es extranjero, quién sabe de dónde venga.


-Realmente sería interesante ver de quién se trata, aunque dudo que…- fue interrumpido por el profesor, quien había entrado al salón rápidamente, les dio la bienvenida e inmediatamente pidió al de nuevo ingreso que entrase para presentarse.


Aquella persona entró, estaba nerviosa sí, pero no lo demostraba.


-Mucho gusto, me llamo Mizuki, espero que nos llevemos bien- hizo una reverencia, y levantó la vista hacia sus compañeros, sólo para encontrarse con una penetrante mirada que no dejaba de mostrarse sorprendida.


¿Qué sucedía? Kazuno no podía dejar de ver a aquella persona de piel pálida casi de porcelana, ojos grisáceos, delgado, le pareció hermoso desde el momento en que había entrado por aquella puerta, simplemente no podía ni quería apartar la vista de Mizuki. Le resultaba tan familiar, jamás lo había visto pero lo único que quería hacer era correr hacia él para abrazarlo y jamás dejarlo ir.


Parecía como si lo hubiese estado esperando bastante tiempo, como si una promesa hubiera resurgido de entre las sombras, la cabeza volvió a punzarle ahora con mayor intensidad.


¡Demonios! Realmente quería salir de ahí, pero algo se lo impedía, desde que había visto aquellos ojos grises sentía que su cabeza iba a estallar.


Por fin llego el receso, para su buena o mala suerte, habían sentado a Mizuki junto a él, por alguna razón le generó más nervios, más emoción y un deseo casi incontrolable de acercarse más a él, quería conocerlo, volver a escuchar su voz. Decidió salir por algo para comer, hasta que algo rozó su brazo.


-Perdón


-No te preocupes- dijo la persona de ojos grises, dispuesta a seguir su camino hasta que Kazuno lo detuvo


-¡E-Espera! Seguro que no tienes con quién comer, con mucho gusto yo te acompaño


-G-Gracias, pero no es necesario, tengo que entregar unos papeles al director


-En ese caso te acompaño, no quiero que te pierdas- dicho esto, tomó del brazo a Mizuki, era un poco más bajo de estatura que él.


En el camino Kazuno no podía apartar su vista del otro, cada vez que daba un paso su cabello se movía de manera que parecía un hermoso mar, qué gracioso, un hermoso mar negro, y la fragancia que tenía era aún mejor. Por fin llegaron a la oficina del director y Kazuno estuvo esperando ahí todo el tiempo, no sabía por qué tantas molestias pero le daba satisfacción saber que había sido el primero en ofrecer su ayuda a aquella persona. La puerta se abrió.


-¿Estuviste esperando todo este rato?


-¿No es obvio?


-No tenías por qué


-Pero quería, ahora sí no tienes excusa para no comer conmigo. Aunque tendrá que esperar hasta mañana, ya terminó el receso- apoyó su mano en el hombro de Mizuki para guiarlo de regreso al salón. En el camino, casi de una manera inconsciente, Kazuno tomó de la mano al otro.


Mizuki al principio se asustó y levantó su mirada hasta encontrarse con los ojos color miel de Kazuno, quien le brindó cierta calidez y apretó aún más su mano, no sabía qué estaba pasando pero no le molestaba en absoluto, todo lo contrario, se alegraba de ello.


Aquel suave toque se vio interrumpido al estar frente al salón, como si nada hubiera pasado.


-Sus manos eran algo ásperas- Pensó Mizuki al sentarse, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, realmente eran ásperas pero, había sido el toque más exquisito que jamás había sentido.


Las clases habían finalizado, todos estaban recogiendo sus cosas. En eso entró al salón una persona con demasiada prisa, se dirigió hacia Kazuno


-¡Deprisa! Tenemos que ir a entrenar, tengo que conseguir que alguien me preste su shinai, olvidé la mía en casa


-Así que por eso sus manos tienen esa textura, practica kendo- Al fin esa pequeña duda de por qué aquellas manos estaban tan duras, tenía respuesta.


-Lo sé. Qué impaciente eres, vámonos ya- Y antes de salir del salón, dirigió su vista hacia el nuevo chico, su cabeza punzó un poco, pero sonrió, como si después de una extenuante búsqueda al fin hubiese encontrado a aquella persona, como si la hubiera perdido durante años para poder encontrarla al fin, aún sin saberlo.


Faltaba demasiado para que aquel amor diera frutos, y se lograría sólo mediante la combinación de eventos predestinados: la llegada de las cigarras, dos sables y un lago…

Notas finales:

Espero les haya gustado, jeje ya se tomaron de las manos jeje :) Subiré a la brevedad el siguiente capítulo. Que no les de miedo opinar ^^ yo quiero escucharla(o)s.

Nos leemos más tarde y gracias


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).