Empty Souls. (YoonMin) por Selenebts

Park Jimin 21 años.

¿Algo valía la pena?

¿Había algún motivo en verdad que me incitara e invitara a seguir con vida?

Patee una piedra.

Odiaba salir al exterior, odiaba ver las sonrisas falsas, y las máscaras que se ponen las personas solo con el fin de caerle bien al mundo, ¿es que acaso nunca se preguntaron si al mundo realmente le interesaba sus mierdas?

Hipócritas, el mundo está lleno de ellos.

Incluso, sin ir mas lejos, solo debo mirar a mi alrededor cuando estoy sentado en el comedor esperando mi almuerzo.

No hay nadie.

Nunca hay ni hubo nadie.

¿Por qué nací?

Pues no lo sé, me lo he preguntado millones de veces, pero nunca le hallo una respuesta.

El frió viento golpeaba en mi rostro.

Dolía.

No más que mi cuerpo y mis marcas moradas; pero dolía y a la vez ese dolor se sentía placentero.

Las almas vacías de las personas se giraban a verme.

Debía llamar mucho la atención, mis ropas incluso estaban rasgadas.

Me importaba poco y nada el que pensaran cualquier cosa o que inclusive estén hablando a mis espaldas.

Hoy había perdido algo que creí importante.

Cogí un autobús.

La gente seguía con su mirada sobre mí.

"Sí, me metí en una bendita pelea, ¿algún problema?"

Quería soltar aquellas palabras a cada una de esas miradas asombradas y de desaprobación.

Nadie lo entendería.

Nadie me entendería ni yo lo hago.

Ni siquiera lo quería, lo que perdí no fue jamás su amor, lo que perdí fue a una persona que me acompañara, sólo eso.

Era muy idiota, le creí cuando dijo que la dejaría e incluso creí cuando me dijo que era solo ella.

Habían pasado cuatro años y nunca lo hizo, nunca la dejó.

Sabía que nunca lo haría, solo que no quería que las cosas terminaran, al menos no en ese momento, ahora me importaba una mierda lo que pasara con su vida, ya no me importaba él ni lo que hiciera.

Podía ir y follarse a todo el mundo.

Toqué el timbre y bajé del autobús.

Llegué hasta la puerta de mi casa, giré el picaporte y entré.

Debía curar las heridas.

Debía ir a trabajar.

Debía...debía...debía.

Tumbé mi cuerpo en la cama.

Solté un quejido y cerré lentamente mis ojos.

— Desearía morir... desearía desaparecer de la faz de la tierra para siempre.

De a poco fui perdiendo la conciencia.



+++



Min Yoongi 24 años.

Apreté sus caderas y ladee una sonrisa.

— Mierda...si sigues así me correré rápido — gemí.

Mis labios fueron a su pecho.

Su piel era sumamente suave, siempre se sentía así.

— Ah~ ah~ mierda Yoongi ah~.

— Sí, vamos...córrete para mi, hazlo — .Atrape su cuello entre mis labios.

Mordí, besé y comencé a jugar con mi lengua en un tramo de su piel bajando hacia su pronunciada clavícula.

Arrastré mis manos desde sus caderas a su cintura.

Sus curvas eran mi maldita perdición, todo su cuerpo lo era.

Ella era muy buena en la cama.

Incliné mi cuerpo hacia atrás depositándome en el colchón.

Ella llevó sus manos a mi pecho y se impulsó de arriba hacia abajo ahora con más velocidad, con más ímpetu.

Fueron solo dos embestidas más y me corrí, ella también lo hizo.

Rasguñé sus muslos.

Suspiré.

— ¡Oh!, te amo Yoongi, te amo tanto — .Salió de encima de mi cuerpo y se recostó a mi lado.

Comenzó a acariciar mi pecho con sus dedos.

Yo no te amo, el amor es una mierda.

— ¿Amor? — .Su voz me interrumpió — ¿Tú me amas? — .Su rostro se veía agotado.

Acariciaba mi mejilla esperando una respuesta.

— Descansa...iré a tomar un baño — hablé, me levanté de la cama quitando su mano de mi cuerpo y me encaminé hacia la ducha.

— ¡¡Yoongi!! — gritó tras de mi e incluso lanzó una almohada, pero fue atajada con la puerta.

Puta, sé perfectamente que eres una maldita zorra y me vienes con tus mierdas de amor.

Si no follaras tan bien como lo haces, hace tiempo te hubiera botado.

Abrí el grifo, quité el condón de mi miembro y lo tiré en la basura.

Me metí dentro de la lluvia para que el agua golpeara mi piel y me lavara.

Llevé mis manos con shampoo hacia mi cabello y comencé a masajear.

Si tan solo no me sintiera tan vacío, tan lleno de nada, si tan solo no sintiera ganas de romper todo incluso de romperme a mi mismo.

Aunque sería en vano, yo estoy roto desde hace tiempo.

Ya nada puede cambiar algo como eso, por más que pudiera retroceder el tiempo, sé que las cosas se sucederían del mismo modo, que el puto ciclo se repetiría y que tú terminarías por morir nuevamente en mis brazos.

Tú te llevaste todo de mi, mi alma, mi vida e incluso esa mierda que se llama amor.