Chanyeol
Me habia acostumbrado a mi rutina, no era estresante, pero tampoco relajada, era acorde a mi. Vivo en un departamento algo pequeño, no es mas de lo que esperaba ni mas de lo que necesito, ubicado en un barrio no tan concurrido por gente, si la hay...
Mi casa? la definen mis amigos como una biblioteca de baja categoria, y es que donde mires hay libros, hasta en el ultimo rincón, ellos se quejan mucho, dicen que estoy muy metido en mis libros, en la universidad, en el trabajo y el en refugio, dicen que estoy demasiado viejo y eso que tengo 22 años, siguen diciendo que no disfruto de mi vida, que me debo conseguir por lo menos un híbrido, pero es que lo que no entienden es que esta es mi zona de confort y no quiero salir de ella, por ahora.
Me gustan los idiomas, hanlo ingles, español, coreano, japones y ahora estoy estudiando en la mejor universidad de la ciudad un maestría en aleman, como? una beca, porque? desde que era pequeño me subian de grado por que tengo un coeficiente intelectual alto, ademas de que me esforce por conseguir esa beca, tambien amo los idiomas, me encanta poder entablar una conversación con personas de otros países y me encantaria enseñar a otras personas estos idiomas. Estaba tan sujeto a mis pensamientos hasta que el maldito despertador sonó, siempre me levanato diez minutos antes de que sonara, no se, talvez ya estaba programado. Me estire un poco, no queria levantarme, menos mal hoy era viernes y podria llegar en la noche a mi casa despues de tanto estudio y trabajo y acostarme como todo un bello durmiente hasta la noche del sabado, si, eso voy hacer.
Saque los pies de la cama y los metí en las pantuflas, hice fuerza en mis piernas y me levante. Fuí al otro lado de la habitación y abrí las cortinas, y vaya que por lo menos hoy iba a ser un buen día, o por lo menos eso parecía. Salí de mi habitacíon, sí unos siete u ocho pasos y llegue a la sala que estaba separada por una isla a la cocina en la que si mucho cabian dos personas, me dirigí hacía ella, abrí la nevera, saque el tarro de leche y la deje en la isla miestras iba por un vaso, tome mi desayuno como todas las mañanas, nada fuera de lo normal.
Luego de terminar mire la hora, quedaban los exactamente veinte minutos para bañarme, organizarme e ir por el bus que siempre me debaja al frente del trabajo, siempre era algo rapido para organizarme, no era algo que me tomara mucho tiempo. Al terminar de organizarme tome mi mochila con todo organizado desde la noche anterior, cogí las llaves de la encimera me dirigí hacia la puerta y la abrí, y como todas las mañanas me encuentro a mi vecina Luna regando las flores, la saludo con mi brazo.
-Buenos días señora Luna, como ha estado?- especte educadamente
-Oh. hola querido, gracias por preguntar, he estado bien pero lo dejare de estar si me sigues diciendo "señora", me hace sentir más vieja de lo que soy.
-Lo siento, creo que se me ha hecho costumbre jajaja.
Miro el reloj en mi mano y veo que si no salgo ya el bus me dejara atras, así que me despido de Luna y salí corriendo, se me ha hecho una costumbre.
Ya en el bus me siento en la parte de atrás, simpre me hago allí ya que me es más facíl salir. Saco mi celular junto con mis audifonos, pongo cualquier canción de mi reproductor para distraerme en el viaje mientras miro por la ventana, observo los edificios cerca de mi casa que veo siempre, las paradas y la gente. En una parada en al que el bus se detiene por el semaforo en rojo, quedo mirando hacia un callejón, en donde un hombre pequeño y delgado buscaba creo que comida de los botes de basura que habían allí, se voltea un poco y veo una cola que sobresale de su parte trasera, era un híbrido, en lo personal nunca me gusto ver personas en esta situación y mucho menos si eran híbridos ya que casí no se podian defender ni salir adelante por que no eran distinguidos y se denominaban como enfermos o defectuosos, en un momento le vi la cara y se veia que era joven, me dío mucha lastima, así que abrí la ventanilla y le grito antes de que la luz se vuelva verde.
-Heeeeeeey chico! eeeey, hombre, el de sueter!- tenia un sueter azul opcaco ya muy desgastado.
El se voltea y lo puedo ver mucho mejor y vaya que a pesar de tener la cara sucia y un poco delgada se veía que tiene unos rasgos muy tiernos y finos, me mira extrañado y se señala asegurandose si era el a quien llamaban.
-Si!! Tú!! ven rapido.
Se acerca sigiloso, mientras eso saco la comida que tenia para ese día, no me importaba aguantar hambre hoy, el la necesita mas que yo. Ya en mi ventanilla estiro mi mano con el almuerzo y se lo entrego junto con una sonrisa.
-para mi?
Mierda....
Mi corazón se puso a latir un porco rapido y es que apesar de su aspecto tiene una voz mas dulce. Asiento con mi cabeza, el semaforo se pone en luz verde y me despido con mi mano, lastima... creo que no lo volvere a ver.....
O eso creí.....
Por que esta seria un de las tantas veces que nos veriamos y en que me corazón tenga la oportunidad de latir aun mas fuerte.....