Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fusión Synchro por Yami Red eyes

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Nueva historia que no sale de mi cabeza por lo que necesito sacarla.

 

Yugioh ni sus personajes me pertenecesn, credito a sus respectivos creadores.

Notas del capitulo:

 

 

Solo quiero decir que adoro a Judai Yuki, y pues que adoro el Starshipping.

 

 

 

 

La Luz de la Destrucción, también traducida como La Luz de la Ruina, es una entidad maligna interestelar. La ambición final de La Luz de la Destrucción es descrita como destruir toda la vida en el universo, pero dicha fuerza es arrogante al creer que sus acciones están justificadas, jactándose de que la destrucción es el destino del universo y afirma que el universo ya fue destruido antes muchas veces.

La destrucción es una forma natural de la vida.

Así tiene que ser, así siempre ha sido. Es por eso que dicha vida necesita de un guía para culminar con su irrefutable destino. La Luz es el camino a la nueva vida, la luz es el guía  dominante de todo; sin su intervención los humanos sólo se dirigen al camino de la autodestrucción sin la oportunidad de emprender a una nueva oportunidad de regeneración, ya que se perderían  en un ciclo vicioso de sufrimiento sobre ese pobre y ambicioso dominio de unos pocos humanos.

 La luz de la destrucción es la salvación de toda la humanidad, esta da la oportunidad de construir una nueva, limpia, pura y radiante  vida al dejar atrás los errores cometidos por los humanos ambiciosos.

La luz es el camino a la paz.

La destrucción a un nuevo mundo.

La luz…

La vida…

 

Sin embargo, puede ser siempre destruida por la Obscuridad.

 

 

Capítulo 1.- El Rey Solaz.

 

 

 

Academia. Dimensión Fusión.

 

El gran salón principal estaba siendo manchado por la sangre derramada de valerosos duelistas de las diferentes dimensiones descubiertas. Cada uno con el intento de defender a sus hogares e ideales de las mismas. Duelistas de las dimensiones Syncro, XYZ, Estandar y Fusión, se blandían al duelo más importante de sus vidas que definiría el destino de los universos.

El respetable profesor de Academia, Akaba Leo, era la persona quien orquestaba aquella atrocidad. Se deleitaba desde su cómodo asiento—que parecía un trono—, para presenciar extasiado la caída uno a uno en ambos bandos tras esa guerra sin escrúpulos.

En un momento de furia letal, la lucha solo dejaba tristes sombras de lo que alguna vez fue un ser humano con sueños y ambiciones, para pasar a ser un objeto inerte tirado en el suelo.

Akaba se excitaba con cada “sacrificio”. Solo faltaba el toque final para dar finalizado el “espectáculo de gladiadores” Y Yuya Sakaki era la estrella.

Pronto solo quedaron en pie los mejores.

La situación era crítica, Serena- de la dimensión fusión-, Ruri-de la dimensión XYZ, Rin –de Syncro-, y Yuzu- de Estándar-, habían sido absorbidas dentro de un gran reloj de arena que no  hacía más que desaparecerlas lentamente en un sueño profundo para formar una especie de energía de colores divinos. Sus cuerpos físicos estaban desapareciendo.

Mientras tanto, los homólogos se enfrentaban con el más fuerte.

—¡Agh!!! —Yugo había caído violentamente inconsciente en cuanto sus puntos llegaron a 50.

—¡Yugo! —gritaron apretándose el pecho las cautivas Yuzu y Rin desde el interior de ese objeto.

Yuto y Yuya solo pudieron voltearlo a ver preocupados, pero no se movieron de su lugar, era un duelo 3 a uno.

—Juu, Parece ser que el corredor no pudo mantener mi velocidad. —Se burló Yuri ladeando su cabeza a la vez que sonreía anchamente.

—¡Maldito! —Yuya salía de sus cacillas nuevamente, ya antes se había desatado (cuando capturaron a todas las chicas en ese reloj) pero gracias al optimismo, la oportunidad y el trabajo en equipo de sus otros dos similares, había podido controlar esa espantosa fase de su interior. Sn embargo, estaban perdiendo y conforme pasaba el tiempo perdía más ese control. Su cabello se erizaba y sus ojos volvían a teñirse de ese rojo intenso diabólico que cambiaba su personalidad a una sádica.

Yuto lo miró aterrado, esta vez no podría regresarlo, de todas maneras trató  inútilmente de calmar sus arranques inexplicables de ira. Yuya incluso hablaba como un dictador.

Ninguno de los homólogos perdió la conciencia de sus acciones en cuanto estuvieron juntos de nuevo, eso había sido a causa de la captura de las chicas. Por alguna extraña razón, al comenzarse a desfragmentar los cuerpos de esas mujeres, todos tenían control de sus cuerpos.

—¡Excelente! —gritó Akaba hacia el duelista de entretenimiento. —¡Ese es mi chico!

El aura que emanaba el profesor comenzaba a ser espesa, incluso los menos sensibles podían fácilmente reconocer una especie de neblina blanca que salía de sus poros y sus ojos se tensaban en completa excitación.

Parecía hambriento, deseoso, impaciente, todo en torno a Yuya Sakaki.

—¡Sigue! ¡Sigue! —comenzó a emocionarse e irradiar una especie de viento cortante que provocó que todos se protegieran con sus brazos, todos menos Yuya quién  fue el único que permaneció de pie destruyendo ese viento con su simple energía púrpura.

Yuri no tardó en concluir que algo andaba mal, trató de detener el duelo para poner atención en su profesor y llegar a alguna solución rápida. Pero Yuya no se lo permitió.

—¡Volvamos a ser uno! ¡Volvamos a ser uno! ¡Regresaremos a ser la Luz! —Sakaki comenzó a recitar con una voz tenebrosa.

—¡Yuya! —Yuto trató de llamar su atención pero ya era tarde. Yuya estaba en total trance.

—Yu-ya—Fueron las últimas palabras de Yuzu al ser convertida totalmente en energía pura junto con las otras chicas.

—¡R-rin! —a penas pudo semi despertar Yugo para ver como su amada dejaba de existir.

—¡Sí, sí! ¡He esperado tanto por este momento! —gritó el profesor alzando sus brazos al cielo y levantándose de un salto para admirar la belleza oscura de Sakaki y la energía de las chicas atrapadas en lo alto del reloj en un contenedor en forma de esfera.

—¡Yuya espera! —Yuri pidió tiempo, él solo podría calmar la situación del profesor, mas no a los dos a la vez.

—Yuri, Yuto, Yugo. Ustedes. Me pertenecen. —Yuya alzó una mano como si con ese gesto pudiera generar una clase de energía en lo alto cosa que no solo hizo, sino que comenzaba a absorber la energía colorida de las chicas.

Yuri estaba estupefacto, el sudor perlaba su rostro, a pesar que él estaba ganando en el duelo eso solo podía significar una fuerza más allá de la suya. Yuto estaba en las mismas condiciones al igual que el débil Yugo.

La energía de las chicas ya se había concentrado en la palma de las manos de Yuya como una esfera gigante revolucionando sus giros a una velocidad igual a la del sonido.

El profesor —quien hasta ahora solo se había limitado a reír a carcajadas—, rápido su piel cambiaba a una forma porosa y endógena hasta convertirse en una estatua de cenizas; así, aquella aura espesa se liberó en forma de luz y se apoderó del cuerpo de Yuya.

Los ojos de todos los chicos comenzaron a brillar, pronto sus cuerpos se movían por si solos para reunirse con Yuya.

Yuto lo besó en los labios mezclando las salivas, Yuri se disgustaba con el cuello expuesto del chico, y Yugo lo acariciaba de las nalgas hasta la entrepierna.

La energía de las chicas que Yuya sostenía con su brazo cayó sobre todos ellos uniéndolos y formando un solo ser. Desde afuera solo se podía ver un poderoso rayo blanco que se alzaba hacia el universo.

El color de su cabello, así como el estilo, cambio a uno peli-turquesa obscuro con mechones delgados de varios colores, era algo corto. El color del iris de sus ojos se volvió carmín obscuro como la sangre; su piel blanca resaltaba como si tuviera pequeños destellos de luz propia, y su estatura creció cinco centímetros.

—Es momento de llevar….sonrisas a todos.

 

13 años más tarde…

 

El nuevo orden dimensional había sido re-establecido por Yuya Sakaki quién había entrado dramáticamente en la historia que se contaría en las futuras generaciones como el peor tirano infernal con la sonrisa tenue.

Ahora conocido como el Rey Solaz, era el temido gobernante inhumano que había reunido las cuatro dimensiones para imponer su voluntad.

Monstruos de duelo, así como seres humanos, eran obligados a vivir en una miseria inmunda de inhumanas condiciones deliberadas a las órdenes de su gobernante.

Yuya era controlado por la Luz de la Destrucción, ya que ese siempre había sido su destino por esa entidad desde que nació. El plan de la luz había nacido a raíz de su última derrota contra la Oscuridad, ya hacia demasiado tiempo en la dimensión Estándar. Pero ahora estaba a un paso de que el destino del universo llegara a su destino para colapsarlo y empezar de nuevo el terror de la resurrección que tanto anhelaba. Sin embargo faltaba una cosa, algo muy importante y era el motor que pondría en marcha sus planes.

—Mi señor. —Un “caballero comandante” se arrodilló ante él. —Aun no podemos encontrar al portador.  Quizás haya sido asesinado o tal vez todavía no nace.

Sakaki miraba su imperio desde un ventanal de su imponente castillo, vestía una ligera armadura blanca con adornos plateados, con una capa corta de oros blancos. Esas malas noticias no podía digerirlas, apretó los puños y dedicó una mirada asesina sobre su sirviente; este último solo trató de no alterarlo más y se quedó inmóvil.

—Debo obtenerlo, es la única manera de restablecer la paz del universo. Si tan solo volviera a tener la oportunidad de tenerlo en mis manos.

Akaba Reiji, (sobreviviente) —algo maltratado por los años—, se acercó a su lord con un gran libro en las manos.

—Quizás esto sea de tu interés, Sakaki.

El aludido lo fulminó con la mirada, eso hizo que Reiji bajara la mirada en impotencia.

—Me disculpo. Mi señor Solaz. —se corrigió—He estudiado durante mucho tiempo la historia de Academia y puedo decirle que hay un secreto celosamente guardado entre el almanaque de la biblioteca… Sobre lo que busca.

Yuya puso atención.

—Se llamaba Judai Yuki. Fue un ex estudiante de esta escuela y…—no estaba seguro de continuar. Podría ser un arma de dos filos si le daba dicha información; pero ya estaba harto de que sufriera la gente. Si Yuya se iba por un tiempo, podría convencer al pueblo de revelarse y hacer una revolución contra su gobernante.—…él es el antepasado de…

—Ya lo sé. —dijo firmemente sorprendiendo a los presentes. —No quería admitirlo pero creo que la única forma de hacer posible mis ambiciones es volverlo a enfrentar…!Y GANAR! —apretó los puños.

Ninguno entendía a lo que se refería pero seguramente traería tragedias.

—La diversión está por comenzar.

 

 

Dimensión Estandar. Siglo XXI

 

 

Judai se encontraba montando a toda velocidad una motocicleta roja. Llevaba un casco del mismo color y sus típicas ropas rojas del uniforme de la Academia de duelos. El gato que siempre lo acompañaba se había acomodado lo mejor posible en la mochila que traía en la espalda, mientras que Yubel y el espíritu del profesor Banner le repetían que fuera más despacio.

—¡Yuuuju! ¡Vamos chicos, no me detengan! ¡Ya tengo dominado esta velocidad! —se divertía con la aceleración. —¡Además necesito demostrarle a Yusei que puedo entrar en el torneo Duel Turbo!

—Judai, —habló Yubel de forma maternal— Ya no deberían jugar así con los agujeros de gusano que abre el Dragón Carmesí. Si los dos se gustan ya deberían definirse en algún sitio.

Judai detuvo la motocicleta de golpe, casi sale volando el gato Banner.

—¡Ahhh! Que peligroso nya—gritó el profesor Banner.

—¿Gu-gustarnos? —el chico se puso colorado hasta las orejas. —Bueno, Yusei es muy atractivo, inteligente y sexy …y ¡Ah pero que estoy diciendo! ¡Yusei tiene novia y es Akiza! ¡Así es que es imposible!

—Judai—siguió diciendo Yubel tranquilamente—Akiza es su amiga, lo he visto, e incluso Yusei la ha rechazado. Es claro que él siente algo fuerte por ti. Están sincronizados como una carta.

El chico se quitó el casco.

—Pero yo te amo a ti, Yubel.

La criatura traslucida sonrió de lado y se enterneció.

—Y yo a ti Judai, para siempre y bajo cualquier circunstancia así se desmorone el universo. Estaré contigo para toda la eternidad. —dijo con la energía de su corazón al descubierto—Nuestras almas están fusionadas, pero mi mayor anhelo y la razón de mi existencia es tu bienestar. Existo para amarte y protegerte, como tu eterna guardiana en cualquier reencarnación.

—Lo sé, y quiero que siga así.

—Lo será. —se puso enfrente de él para mirarlo a la cara. —Pero estas creciendo y tu nueva vida está al lado de la persona física que ames.

—Pero yo te amo.

—Judai, yo siempre estaré contigo como te lo he dicho. Pero también soy consciente de lo que tu corazón reprime y realmente quiere. Sé que Yusei es un excelente ser humano, yo lo apruebo. No hay mejor elección para ti. Mi Judai.

Yuki sonrió de lado, en verdad le gustaba ese hombre.

Desde la derrota de Paradox Yusei venía a verlo atravesando la continuidad del tiempo. La primera vez que regresó era para regresarle un pedazo de tela roja que se le había desprendido de su chaqueta contra su primer encuentro contra Paradox. Era una tonta excusa de parte de Yusei, pero le había servido para volver a verlo. Así siempre regresaba con alguna otra tonta escusa.

Después de un tiempo se les había hecho fácil saltar de una época a otra como si fueran a la esquina de sus casas. Sin embargo toda esa alteración del tiempo tenía sus consecuencias.

—No te preocupes. Se que ustedes llegaran a ser felices juntos. Pero deben dejar de salar en el tiempo o podrían alterar la continuidad o el universo futuro.

—Ja—se burló el ex estudiante de la Academia de duelos—Como si por nuestra culpa se crearan dimensiones alternas.

—Pudiera pasar Judai, no lo descartes.

—Nosotros no alteramos la historia. Lo sé porque Neo Domino sigue intacto. Vamos relájate, no pasa nada.

Yubel sonrió haciendo una mofa.

—Siempre tan confiado.

Una luz centellante carmesí les indicaba la llegada de su amigo y pretendiente, quién barrió la motocicleta futurista en una entrada con estilo.

—¡Yusei! —el chico de slifer rojo corrió hasta su encuentro con la energía de mil universos, solo al verlo.

—Hola Judai. ¿Listo para irnos?

—¡Por supuesto! —soltó con mucho júbilo estirando el brazo derecho hacia él, después subió a la motocicleta y se abrazó a la espalda del científico Yusei.

—No te sueltes. —nvitó al muchacho a sostenerlo más fuerte.

—Jamás lo haré. —Judai recargó su cabeza en la espalda haciendo que el motociclista experimentado suspirara y su corazón se acelerara.

Partieron dentro de la luz roja y quemante del dragón carmesí, hacía ciudad Neo Domino

Sin embargo, en ese preciso momento, una luz blanca centellante llegaba justo en el momento que ellos atravesaron el tiempo.

Yuya había llegado tomado de un artefacto que parecía un moderno disco de duelos junto con dos duelistas más: Sora de 26 años y Reira de 22.

 Solo presenciaron su partida a alguna parte desconocida de una dimensión o del tiempo.

 

Judai…

 

Continuara…..

 

Notas finales:

 

Pondre las imágenes de los personajes en el siguiente capi.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).