Esa noche llego a mi puerta, un ángel….
Un ángel con las alas rotas.
-Sempai… ¿puedo pasar?- se encontraba el rubio de ojos dorados en la puerta de mi apartamento, cubierto con una extraña substancia, de su rostro emanaba un poco de sangre y por la forma en cómo se sostenía un brazo, me daba la impresión que se encontraba herido.
- ha pasado ya algún tiempo desde la copa de invierno y han cambiado algunas cosas, por ejemplo: yo he comenzado a vivir solo, Kise ha decidido concentrarse en el modelaje por un tiempo debido a su lesión aunque no están grave debe reposar para que en el futuro no existan complicaciones, mientras tanto en Kaijo entrenamos arduamente todos los días para que él pueda confiar más en nosotros, para ser más fuertes y no volver a dejarlo solo, para que… jamás se vuelva a lastimar…
En cuanto a los otros… en realidad no se mucho, Seirin entrena cada vez más, no los culpo, de todas formas eso se obtiene al tener una entrenadora excéntrica, Shuntoku, Yosen Y Rakuzan, bueno Midorima ahora juega en equipo, Murazakibara no abandono el básquet de hecho por primera vez se esfuerza al jugar y Akashi, el… bueno él le bajo dos rayitas a su demencia, ¿cómo lo sé? Aunque parezca difícil de creer he entablado una pequeña relación, con las amistades más cercanas de la Generación Multicolor, más que por voluntad fue por un capricho de Kise, insistía que me la pasaba muy solo y decidió juntarnos un día a Takao, Himuro, Mayuzumi y a mí.
Confieso al principio ninguno tenía la más mínima idea de cómo hablarnos, pero Kise y Takao hicieron todo el trabajo para lograrlo, después de algunas reuniones hechas a mandato del rubio, las siguientes fueron espontaneas y algunas otras para animar a Kise, ¡sí!...! O sorpresa! ¡SI! Había algo que no podía cambiar, ¡Claro! ¡Ya que si cambiaba el mundo entero podía colapsar!, ¿ya saben de qué hablo?, ¡Sí! ¡ASI ES! LA MALDITA BOLA DE IMBÉCILES seguía molestando a Kise y lo peor de todo el ingenuo rubio seguía perdonándolos, asegurándose así mismo que ellos lo querían a su extraña y retorcida manera, “pero lo querían”… y claro se seguía reuniendo con ellos.
¿Pero?, ¿Y ahora?, ¿Qué ha sucedido?, ¿Por qué se encuentra en estas condiciones? -Me preguntaba mientras limpiaba y curaba su herida en la frente, mientras el rubio se encontraba sentado en mi cama, sus ojos estaban hinchados y completamente rojos, y aunque ya se había duchado, su cuerpo aun desprendía el aroma tan extraño de la substancia con la que estaba cubierto hace unos momentos-
-Ah… Sempai… yo…lamento… estar… interrumpir… perdón - no lograba articular las palabras en orden, por lo que decidió guardar silencio un momento, mientras escondía la barbilla entre sus rodillas y yo curaba su herida-
- Kise -Suspire y con la mayor delicadeza que pude esbozar pronuncie su nombre para iniciar el interrogatorio-
-Hoy… – pronuncio el rubio- hoy me reuní con los chicos, dijeron que por tratarse de una ocasión especial, me tenían algo preparado, me llevaron al gimnasio de Too, al principio creo me lanzaron huevos, luego fue harina, globos con agua, luego decían cosas como ¿te parece gracioso?, ¿Por qué no ríes?, luego estaba cubierto de esa extraña mezcla y de repente fui empujado contra un estante de pelotas, caí al suelo cortándome la frente con el estante, escuche algunos pasos, se prendieron las luces, no logre ver bien pero creo que Kagami y Kuroko también estaban ahí, no recuerdo más, me levante y Salí corriendo hasta llegar aquí.
-Sentí que una furia tremenda invadía todo mi ser, sabía que la estúpida Generación Milagrosa lo trataba mal, ¡pero esto!, ¡esto! era llegar a límites, estaba a punto de matar a todos esos imbéciles, apenas lograba contener la ira, arroje el alcohol que tenía en las manos, luego todos los libros que tenía sobre la mesa, incluyendo la lámpara de escritorio y todo absolutamente todo lo que podía- ¿Qué?, ¿Es enserio? – Me acerque al ojo-dorado y lo tome de los brazos con fuerza, estaba tan furioso que incluso podía matarlo- ¿y qué demonios hacías ahí?, ¿a qué se referían con “ocasión especial”?, ¿contéstame Kise? – Lo sujetaba tan fuerte que le deje marcas en los brazos, sabía que él no tenía la culpa, pero estaba tan enojado que apenas pensaba con claridad-
-Era… es… mi cumpleaños…- bajo la mirada y solo se concentró a llorar, al escuchar esto mi ira creció, pero a la vez me relaje, no era el momento de perder la cabeza, lo solté y comencé a buscar algo con la mirada, me levante y lo deje solo por un momento, regrese y deje caer a sus pies diversos objetos, como juguetes, peluches, llaveros, golosinas, helados, etc. Que mis hermanos me habían regalado cuando me mude, los objetos rápidamente lo calmaron y los miro extrañado.
-Feliz cumpleaños-dije de la forma más serena posible y le di un bote de helado de chocolate, el cual era su favorito-
-Gra…gracias…- tomo el helado un poco dudoso-
-¡Oye! hubiera sido un regalo mucho mejor si me lo hubieras dicho antes-me senté a su lado en la cama-
-Lo siento Sempai, como soy una figura pública, hay pocos aspectos que puedo guardar para mí, y bueno es solo que las únicas personas que lo saben son mis… amigos…- al pronunciar esto último, parecía como si todo dentro de él otra vez se rompiera- Sempai
- ¿Si dime?
- Yo siempre supe, que usted no creía que la Generación de los Milagros me apreciaba, pero yo tenía la esperanza de un día demostrarle que eso no era cierto- el rubio trago su llanto- lo que intento decir…-me miro mientras lloraba- es que tenía razón y quería pedirle que el día de hoy no me regañara.
-Baka – lo acurruque en mi hombro y acaricie su cabello, mientras sonreía sutilmente- de acuerdo solo por hoy no lo are
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Salí del apartamento, dejando al rubio dormido y encerrado con llave no permitiría que escapara antes de hablar bien con él, me encontraría con Himuro, Takao, Mayuzumi y Kagami, a los primeros tres les había contado lo ocurrido y se ofrecieron a ayudarme, el otro, bueno el otro me contaría exactamente lo que paso y tendría al menos a alguien a quien golpear, llegue a la cafetería y me senté en donde ellos se encontraban me coloque justo enfrente de Kagami, sin más rodeos o presentaciones me dedique a interrogarlo-
-Bueno Kagami, quiero que me cuentes que fue exactamente lo que la maldita kiseki no sedai le hiso a Kise…
Continuara…