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Códigos rotos. por G-tzii

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Notas del fanfic:

HOLA! 

 

 

Bien, dije que vendría con este fic. Para las que me conocen, lo prometido es deuda mis queridas.<3 para los que no, este fic está totalmente inspirado en mi fic anterior "Tú, yo y nuestra familia", es un fic GTOP, y los protagonistas de este fic son los hijos del GTOP. Curioso, ¿no? Pues estos personajes se han ganado su espacio y quise compartir este fic de manera que todas pudieran leerlo. Así que espero les guste. 

Lo he puesto en originales porque esta vez no tiene nada que ver con el gtop, ni BIGBANG, así que espero que lo entiendan. <3

Notas del capitulo:

Primero, gracias por leer. Espero de corazón que les guste, creo que no será muy largo, pero espero hacerlo bien para ustedes. Con amor, disfruten <3

Códigos rotos.

 

 

Prólogo.

 

El día en que me enamoré.

 

 

-No tenías que pasar por mí.

 

Miró de reojo al chico al lado suyo. Alto, de cabello negro, tiene facciones definidas y es delgado. Y sonriente, siempre sonriente. Rui estaba cerca de los 17 y era su mejor amigo desde que tenían 7, diez años largos llenos de amistad incondicional por parte de ambos.

 

-Me aseguro que asistas a clases.

 

Le dijo mirando hacia el frente con una sonrisa.

 

-No eres mi papá, Rui.

 

Le gustaba llevarle la contraria siempre.

 

-No, pero me preocupo de ti.

 

Siempre respondía lo mismo.

 

Tae Hee guardó silencio entonces y miró hacia adelante.

 

Cuando entraron a la escuela inmediatamente recibieron miradas. Rui recibía mucha atención por ser parte del equipo de futbol, pero sin duda, y esto era confirmado,  a sus casi 17 años Tae Hee recibía muchos pretendientes, tanto hombres como mujeres. Él sabía que su orientación era un secreto a voces, se le notaba que tenían inclinación hacia el sexo masculino, más él nunca lo había confirmado, y tampoco lo iba a hacer, no tenía por qué hacerlo, al menos eso pensaba.

 

Sabía que llamaba la atención de la mayoría en la escuela. Primeramente, porque era hijo de una pareja reconocida de raperos que todavía marcaban récords e historias a nivel mundial con su grupo. El nombre de BIGBANG era reconocido a nivel mundial, y GD&TOP no eran la acepción. Tae Hee era el hijo menor de la pareja, y Rui era hijo de una de las voces principales de aquel grupo, conocido por su gran rango vocal y su sonrisa angelical, quizás Rui había sacado la sonrisa idéntica de su padre Daesung. Aunque se sabía que Rui no era su hijo biológico, sí se sabía que el cantante le había dado su apellido al tiempo y era como su hijo, prácticamente lo cuidó desde bebé. Padre es el cría, dicen. Para Rui, el cantante era su padre. Y eso bastaba.

 

La razón de tanto interés en ellos era esa, y que el menor era terriblemente atractivo. Sus padres siempre y todavía eran atractivos, escuchaba compañeras chillando por ellos de vez en cuando sin pensar que ya iban por la década de los 40, no les importaba en lo más mínimo. Algunas chicas, en sus intentos por ligar con él le decían que era un calco del gran G-DRAGON, cosa en la que estaba de acuerdo, no podía negar a su padre, era idéntico. Tenían la misma contextura y las mismas facciones. Sus labios eran iguales y su nariz también. No tenía cómo negar ser su hijo.

 

Él simplemente pasaba de todos ellos, no les prestaba atención. Había sólo una persona que tenía su atención de manera terrible. Sí, terrible, porque sabía que no tenía que ser de esa manera.

 

Negó repetidamente y entonces miró su salón de clases.

 

-¿Nos vemos al almuerzo?

 

-Sí –Rui despeinó su cabello sonriente. –Recuerda que tienes que estudiar matemáticas si quieres pasar este año.

 

-Sí, papá –dijo rodando los ojos riéndose.

 

-¡Tu papá se enojará si repruebas de nuevo!

 

-¡Ya! ¿No tienes clases?

 

-¡Nos vemos! –Se despidió con la mano y salió corriendo a clases.

 

El menor sonrió antes de entrar a su clase. Entró relajadamente y entonces se sentó cerca de la ventana en silencio mientras se cruzaba de piernas y brazos.

 

-Tae Hee.

 

Elevó su mirada. El chico frente a él le sonrió grandemente. Si no mal recordaba su nombre era In Joon o algo así, la verdad no tenía idea.

 

-Hey –dijo en modo de saludo.

 

-¿Qué harás hoy? Es viernes.

 

-Salir.

 

-¿A dónde vas? –Dijo y se sentó en su mesa de manera coqueta. El menor arqueó las cejas. -¿Tienes compañía?

 

-Sí –asintió como si nada. –Voy con Rui a su casa. Quedamos de terminar el juego del Nintendo.

 

-¿No te aburres de andar con él?

 

-Noup –negó mirando hacia otro lado.

 

-¿Y si te invitara a algún sitio?

 

-No iría.

 

Tan natural como siempre lo rechazó.

 

-¿Por qué? –El chico frunció el ceño.

 

-Porque no quiero. Porque tengo planes con mi mejor amigo y porque van a empezar las clases y estás estorbándome aquí.

 

Le dio un empujoncito para que bajara de su mesa. El chico frunció el ceño enojado y se fue hasta su asiento en silencio. El menor estaba aburrido de ese chico, todas las semanas hacia lo mismo, era tan odioso. Las primeras veces se preocupó de ser amable, pero ahora ya ni le importaba.

 

No es que siempre fuera tan malditamente cruel, era sólo con ese chico insistente. Con los demás procuraba ser un poco más amable, aunque nunca aceptaba sus citas.

 

Y es que de hace casi un año que sabía que le gustaba alguien. Se sentía completamente atrapado por él. Primero quiso borrar aquellos sentimientos, ya que sabía que era un amor tan platónico e imposible que era más probable sufrir con ellos que saliera bien. Pero con el tiempo se dio cuenta que era imposible olvidarlo. Le era imposible con él a su lado todos los días. ¿Cuándo fue que se enamoró de su mejor amigo? Recordaba bien aquella noche. Quizás, siempre estuvo enamorado de Rui, pero no fue hasta ese día que se dio cuenta de ello.

 

 

Flash Back.

 

Para cuando había cumplido recién los 16 resultó que sus padres se habían ido a Japón con los demás integrantes de BIGBANG para un concierto en el domo. Ellos prefirieron quedarse porque eran apenas tres días que estarían fuera.

 

Ese día decidieron juntarse en casa de Tae Hee junto con sus tres hermanos, Rui y Yun, la única hija de Young Bae y Seungri, también integrantes del grupo. De todas maneras se llevaban de maravilla y siempre solían salir juntos a todos lados. Sus padres les habían enseñado a estar juntos casi de la misma manera en que ellos lo hacían, siempre decían que eran los descendientes de los reyes de Asia y esas cosas ridículas de las que el menor sólo se reía.

 

La noche había ido entre risas y botellas se cervezas y Vodka. Como Ha Na era mayor de edad podía comprar a su antojo, esas eran las facilidades de tener hermana mayor que superaba los 18 años. Y ellos a cambio simplemente guardaban el secreto de que su novio había ido a pasar el rato con ellos a la casa. Seguramente su padre no le gustaría la idea de Joon Sook metido en casa a las 3 am, pero sería un secreto.

 

Para esas alturas ya estaban todos un poco ebrios y se reían de puras estupideces. Hasta Seung Jo, su hermano mayor, quien siempre mantenía el orden y la seriedad parecía reírse continuamente de todo lo que conversaban.

 

-¡Te toca! –Su Ah se echó a reír dándole un codazo a Ha Na.

 

Tae Hee las miraba alternamente, se sentía muy mareado cómo para entender de qué demonios hablaban. Jugaban hace rato algo un juego que habían encontrado y que llamaban como el “Cuarto rey” donde debían hacer diferentes cosas.

 

-¿Estás bien?

 

Rui parecía reírse más de lo normal. Tae Hee asintió entre risas, el mayor estaba sentado frente a él en posición india relajadamente con los ojos casi cerrándosele. Cosa que hacía reír al menor.

 

-¿Entonces… puedo darle el castigo a quién yo quiera? ¿Y lo que quiera? –Ha Na miró maliciosa.

 

-¡Claaaaaaro!

 

-AJAJAJAJAJ –Ella miró a su hermano menor con cizaña. -¡Tae, quiero que beses a Rui!

 

La mente del menor colapsó en cosa de minutos. Miró con el ceño fruncido a su hermana y luego a su mejor amigo.

 

-¡No te pases! –Seung Jo se echó a reír.

 

-¡Es como mi hermano! –Replicó Tae riendo y apuntando al chico frente a él.

 

-¿Y? –Su hermana se echó a reír.

 

-En un video en internet vi que tu papá besó a mi padre en plena parodia de Secret Garden, Tae –Yun se rió de aquello. Ella solía ser más callada y muy analítica, tenía una personalidad parecía a Young Bae, pero ahora mismo, tras varios vasos de alcohol era más parecida a Seungri.

 

-¡No digas eso! –Su Ah se echó a reír. -¡Tu papá y el mío besándose! ¡Qué cosa más rara!

 

-¡Pero pasó!

 

-¡Anda, Tae! –Ha Na le miró. -¡Castigo es castigo!

 

-¡No puede ser! –El menor se echó a reír.

 

-Esto tengo que verlo… -Seung Jo negó repetidas veces entre risas.

 

-No te vas a salvar –Ha Na se cruzó de brazos.

 

Tae Hee miró a su mejor amigo y este simplemente le dedicó una sonrisa que no supo cómo tomar el menor. Así que entre el mareo que sentía se puso sobre sus rodillas y apoyó sus manos en el suelo mientras intentaba acercarse a él haciéndose espacio entre la alfombra. Llegó hasta él y no pudo evitar reír ante lo que iba a hacer.

 

-Oh, Dios…

 

Se inclinó rápidamente y le dio un topón en los labios.

 

-¡¿Qué es eso?! ¡Queremos ver beso! ¡Y que sean 10 segundos!

 

El menor miró a su mejor amigo. Sus labios eran suaves. Bajó su mirada apretando su boca.

 

-¡Entre más rápido lo hagas, mejor!

 

-¡Ya cállense! –Les dijo y luego miró a Rui de nuevo, este simplemente suspiró y le miró atento. –No te muevas.

 

-No me muevo –dijo levantando sus manos y sonriendo.

 

Siempre sonreía tan malditamente hermoso.

 

Tae Hee suspiró y entonces se acercó lentamente. Le ponía nervioso de sobremanera la mirada atenta del otro, pero intentó ignorarlo. Ladeó un poco su rostro levemente y entonces rozó un poco sus labios. Sintió una electricidad que le recorrió toda la espina dorsal y entonces abrió levemente sus labios y le besó de manera suave. Tan suave que sintió cómo su cuerpo reaccionaba completamente ante aquella sensación. Sus ojos se cerraron por inercia propia sintiendo la caricia lenta.

 

Por un momento el tiempo se paró. Rui, quien mantenía sus manos al margen se dejó llevar por los labios del menor y terminó acariciando su cintura mientras respondía al beso casi como acto reflejo. Sus ojos terminaron cerrados y entre abrió sus labios sintiendo el exquisito sabor de los labios del contrario.

 

Tuvieron íntimas caricias con sus lenguas en un beso lento, que aprovechaban al máximo. Tae Hee se afirmaba levemente de sus hombros sin separarse ni un poco.

 

Cuando sintieron que los pulmones pedían oxígeno a gritos se separaron lentamente y con las respiraciones agitadas. El menor abrió sus ojos después de unos segundos y se encontró con la mirada fija de su mujer amigo en él. Se quedaron en esa posición unos segundos que parecieron eternos hasta que un carraspeo los sacó de la burbuja.

 

-Esos fueron como 30 segundos según yo… -comentó Yun en voz baja.

 

-Uy –Seung Jo se puso de pie en silencio. –Son las 4:30 am, chicos.

 

-¡Puedo dormir en paz! –Ha Na sonrió. -¡Tengo fotos para un chantaje de por vida, hermanito!

 

Dijo mostrándole su celular. Tae Hee entonces abrió sus ojos grandemente y se puso de pie inmediatamente hasta ella quien simplemente le esquivó.

 

-¡Ni te molestes en hacer algo! –Ella se lanzó a reír. –Ahora sabremos quién va a hacer los deberes que pida papá.

 

-¡Nona, qué mala hermana eres!

 

-Venganza por todos estos años de regaños gracias a ti, mi pequeño –ella le guiñó un ojo.

 

-Ya, ya –Su Ah se echó a reír –Vamos a dormir.

 

Después de varios intentos de Tae Hee por arrebatarle el celular a su hermana, le fue imposible. Se fue a su habitación derrotado y cuando entró simplemente suspiró mirando a Rui estirado en su cama con los ojos cerrados.

 

-¿Puedes dormir en paz?

 

-Sí –asintió. –Deberías dormir también.

 

-Ah… -el menor caminó y se recostó a su lado sin problemas. Dormir con su mejor amigo nunca había sido un problema ni había sido incómodo, pero ahora sentía un fuerte golpe en su pecho haciendo eco sabiendo que él estaba a su lado.

 

-Tae… -dijo por fin mirándole.

 

El menor desvió la mirada, nervioso esta vez.

 

-No vamos a hablar de esto nunca –Tae Hee le dijo mirándole esta vez.

 

Rui le miró fijamente unos minutos.

 

-Si eso es lo que quieres –dijo cerrando los ojos de nuevo.

 

No sabía cómo tomarse esa respuesta. ¿Eso era lo que quería? ¿Eso era lo que Rui quería?

 

-¿Estás enojado?

 

-¿Por qué debería estarlo? –Volvió a mirarlo.

 

-No sé –dijo sincero y le miró, el otro entonces sonrió, como siempre.

 

-No pasa nada, enano –dijo riéndose y le abrazó acomodándose en la cama. –Ven aquí.

 

Entonces lo comprendió mejor. Ellos eran amigos. Mejores amigos, nada iba a cambiarlo, y complicar el tema con algún sentimiento acabaría con una amistad como la de ellos. Hundió su cabeza en su pecho y cerró los ojos relajándose un poco. No debía confundir las cosas.

 

 

Fin del Flash – Back

 

 

Pero él ya había confundido las cosas. Desde ese día nunca volvió a ver a Rui de la misma manera. Seguía tratándolo igual que siempre, riéndose, viéndose todos los días con él, jugando, saliendo, pero él sabía que lo quería demasiado, más que como un amigo, se había enamorado de su mejor amigo, y no iba a decirlo, porque tenía más miedo a perder su amistad que cualquier otra cosa. Al menos le quedaba el recuerdo de haber sentido sus labios aquella noche.

 

Suspiró cuando el profesor dio por terminada la clase. No había escuchado nada. Salió del salón relajadamente y sintió unos brazos rodearle.

 

-¿Cómo te fue?

 

-Hyung –Seung Jo sonrió levemente. –Todo bien, supongo.

 

-¿Vamos a almorzar? –El menor asintió.

 

Su hermano lo guio hasta el casino y entonces entraron relajadamente. Tae Hee miró la comida y luego pasó sus ojos por el casino buscando alguna mesa libre. Al otro extremo divisó a Rui conversando con un par de chicas. Frunció el ceño mirando aquello.

 

-¿Por qué no le dices?

 

-¿Ah?

 

Se giró a su hermano.

 

-Que por qué no le dices. Ya están grandecitos para luego juegos. Eso es para cuando tenían 10.

 

-A veces me pregunto porque no invitas a salir a Yun y luego recuerdo que eres hermano mío.

 

-Já, gracioso –dijo serio y siguió ordenando su comida. –Pero en serio, ¿desde cuándo tú tienes miedo de ser rechazado?

 

-No es el problema, Hyung –dijo sacando un jugo. –Somos amigos. Es mi mejor amigo de toda la vida.

 

-¿Y qué si es tu mejor amigo?

 

-Son códigos, Hyung. Hay códigos que no pueden romperse.

 

-Por Dios, hermano.

 

-Es como si mi mejor amigo quisiera salir con mi hermana, ¡no puede ser! Estaría rompiendo los códigos –dijo rodando los ojos. –Entre mejores amigos también, rompes los códigos. La amistad se va al carajo y luego ya nada es igual. Es ley, no entre mejores amigos, ni con sus familiares. ¡Tú! Tú no invitarías a salir a Yun, ¿sabes por qué? ¡Porque ella te ve como amigo! ¡Códigos, hermano! ¡Friendzone! ¡Eso somos!

 

Con la única persona que había comentado su orientación sexual y se lo había confesado había sido con Seung Jo, sabía que su hermano le daría su apoyo y siempre le ayudaría. También lo sabía de su familia, pero no estaba en posición de sentarse a la mesa y decirles: soy gay. Aunque creía que ellos lo sabían también.

 

-Bien, veremos cómo te va con eso de los códigos, hermano –le sonrió con un poco de burla.

 

-Hola, chicos.

 

Yun les miró con una sonrisa. Llevaba el cabello negro largo recogido en una trenza que le llegaba hasta la cintura. Su piel era blanca y sus pestañas largas y los ojos negros resaltaban de maravilla en ella. Ambos le saludaron con una sonrisa.

 

-Su Ah se sentó por allá, ¿qué tal si nos sentamos juntos?

 

-Sí, estaría bien –Seung Jo asintió. Tae Hee le miró entonces.

 

-Códigos. ¿Ya ves?

 

-Shut up, Choi.

 

-Okay, bro.

 

Llegaron hasta la mesa donde su hermana comía una manzana relajadamente.

 

-Hola, nona –Tae le miró y le arrebató la manzana dándole una mordida.

 

-¿Cómo estás?

 

-Bien –le devolvió la manzana y se sentó frente a ella.

 

-¿Les quedan muchas clases? –Yun se sentó al lado de Su Ah mirándoles.

 

-Por lo menos yo y Su Ah tenemos dos –Seung Jo respondió tranquilamente. –Tae tiene 1 más.

 

-¿Por qué hay reunión sin mí?

 

Rui se acercó y pasó sus manos por los hombros de Yun y Su Ah.

 

-¿Dónde estabas? –Su Ah le miró con el ceño fruncido.

 

-Atendiendo a mis fans –dijo divertido.

 

Tae Hee le miró de reojo.

 

-¿Cuándo es el próximo partido? –Yun le miró atenta.

 

-El martes, ¿irán?

 

-Claro –Su Ah sonrió. –Llevaremos los carteles.

 

-Eso –asintió. –Eh, Tae.

 

Pasó su mano entremedio de ambas chicas y le quitó el paquete de galletas de su almuerzo sin siquiera preguntar. Tae Hee simplemente le miró atento tomando su jugo.

 

-¿Uh?

 

-Hoy, en mi casa –el menor frunció el ceño. –Matemáticas, acuérdate.

 

-¿No puede ser otro día? –Dijo con mala gana.

 

-No, tienes examen la otra semana. Debes pasar matemáticas y dije que te iba  a enseñar. Hoy, en mi casa, te espero en la puerta a la salida.

 

-Pero-

 

-Nada de peros –dio la vuelta a la mesa y le quitó el jugo dando un sorbo, luego le guiñó un ojo y revolvió su cabello, siempre hacía lo mismo. –Lleva tu trasero a estudiar, enano.

 

-¡Apestas!

 

-¡Como sea! –Dijo riendo. –Nos vemos más tarde.

 

Suspiró volviendo a tomar de su jugo.

 

-Pareces enojado –podía reconocer la línea irónica al hablar en Seung Jo. 

 

 

Notas finales:

Bien. Espero sus primeras impresiones y sus comentarios respecto a esto. Ahora, no quise poner de advertencia Lemmon ya que todavía no sé si les gustaría, eso dependerá de sus comentarios. Yo no tengo problea siempre y cuando ustedes así lo quieran. Así que si ustedes me dicen que están dee acuerdo y quieren que tenga lemon, pues, bienvenido sea, escribiré con mucha emoción. 

 

Gracias por leer!! Espero les guste mucho!! <3


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