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PRÍNCIPE TAMAÑO BOLSILLO (Stormy Gleen) por Tekio_shimasu

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Notas del fanfic:

adaptacion Naru-Sasu-Naru de la novela de Stormy Gleen

Notas del capitulo:

bienvenidos espero que les agrade, si por casulaidad quieren leer la obra original sean libres de hacerlo

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Capítulo 1


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Esto apestaba en muchos niveles.


 


Sasuke tiró del cuello de su camisa, deseando más que nada en su vida no estar vestido con un traje, de pie, sobre una pista esperando el maldito jet del Consejo. No podía dejar de pensar en un millón de diferentes lugares en los que preferiría estar ahora.


 


«Prácticamente en cualquier lugar».


 


Este no era su trabajo. No debería ser el que esperara para dar la bienvenida al nuevo Alfa de su manada. Él era un miembro menor de la manada, un simple ejecutor, y en un nivel bajo por eso. Él no era el hombre que debería saludar al nuevo jefe.


 


Esa responsabilidad debería haber caído en los miembros del círculo íntimo. Y si no hubieran tenido la cabeza en sus culos y tan adentro que no pudieran ver la luz del día, estarían aquí cumpliendo con su deber.


 


Pero no, habían enviado a Sasuke en su lugar. Si eso no era una bofetada en la cara al nuevo Alfa, no sabía lo que era. Entendió que el círculo íntimo no quería un nuevo Alfa entrando y tomando el control. Eso no era bueno. Eso desestabilizaba la manada. No conocían al nuevo Alfa, y no sabían qué esperar de él.


 


Pero él era el Alfa. Se merecía respeto sólo por esa razón. Por supuesto, podía muy probablemente resultar siendo un gran idiota como el Alfa anterior, pero seguía siendo el Alfa.


 


 


 


Ese título por sí solo tenía peso, sin importar quién lo sostuviera.


 


La corbata alrededor del cuello de Sasuke parecía que tenía un dominio absoluto sobre él mientras observaba el jet privado enviado por el Consejo empezando a realizar su aterrizaje. Esto era todo. El nuevo Alfa había llegado.


 


Y dependiendo de cómo el hombre se sintiera acerca de la conducta irrespetuosa del círculo íntimo de no saludarlo personalmente, Sasuke podría o no sobrevivir a los próximos diez minutos. El Alfa podría matarlo sin motivos, y sin repercusiones por parte del Consejo. Era casi inaudito para un círculo íntimo el no saludar al nuevo Alfa.


 


Oh hombre, la vida de Sasuke habría sido mucho más fácil si su ex Alfa1, no hubiera sido tan idiota y hubiera desafiado a alguien más grande y más fuerte que él. Pero el tipo era un idiota, y casi todo el mundo en la manada lo sabía.


 


 


Bueno, sinceramente, Danzo no era realmente muy inteligente. No era más que un bastardo cruel y malvado, que sentía sádico placer con el dolor de los demás. Fue odiado por todos los miembros de la manada a excepción de los miembros del círculo íntimo, que eran tan malos como Danzo.


 


Sasuke ni siquiera tuvo la satisfacción de saber que Danzo estaba muerto. Había perdido la pelea, pero el hombre al que desafió se negó a quitarle la vida. Por lo tanto, Danzo estaba todavía ahí fuera, sin duda alguna aterrorizando a otra manada. Y Sasuke no tenía idea de lo que eso decía sobre su nuevo Alfa por haber dejado a Danzo vivo. O el tipo tenía un poco de misHomuraordia en él o era tan tonto como Danzo.


 


Sasuke estaba inclinándose hacia lo tonto.


 


 


 


Dejar a Danzo con vida era sólo un movimiento estúpido. Le gustaba demasiado el poder y no se daría por vencido tan fácilmente. Podría haber sido desterrado de volver aquí, pero eso no quería decir que fue desterrado de unirse a otro grupo. Sasuke sabía que Danzo tiraría sus anzuelos en otra manada y los haría sufrir tanto como a la manada de Konoha.


 


Las ruedas del Learjet privado tocaron la pista, y Sasuke sintió que el tartamudeo del latido de su corazón se igualaba al que las ruedas hicieron cuando golpearon el asfalto. Tiró de su cuello, sintiendo cómo la corbata se apretaba alrededor de su garganta.


 


Esto era todo.


 


El jet, poco a poco se volvió hacia el hangar privado donde Sasuke esperaba. El aeropuerto era pequeño, pero también lo eran la ciudad y la manada. Tenían tan sólo sesenta y un miembros y eran una de las manadas más pequeñas en el territorio de cambiaformas del Noroeste japonés.


 


A Sasuke le gustaba tener una manada más bien pequeña.


Conocía a cada miembro por su primer nombre. Sabía quién estaba relacionado con quién, quién estaba teniendo cachorros, qué parejas se acoplaban, y cuándo un miembro necesita un poco más de atención. Conocía a los miembros de su manada como si fueran de su propia familia, y para él, lo eran.


 


Sólo esperaba que se mantuviera de esa manera.


 


No se sabía lo que el nuevo Alfa haría. La mayoría de los alfas limpiaban la casa cuando se hacían cargo de una manada. A veces, los miembros eran expulsados o asesinados en los desafíos. Otras veces, nuevos miembros eran traídos.


 


Las cosas no siempre salían de la mejor manera.


 


 


 


Sasuke había perdido a sus padres cuando Danzo se hizo cargo como Alfa. Habían sido expulsados de la manada, ya que abiertamente estuvieron en desacuerdo con el hombre cuando se les prohibió su derecho a aparearse con humanos. Sus padres se habían visto obligados a unirse a otra manada a varios cientos de kilómetros de distancia. Sasuke había sido mayor de edad y no se le permitió irse con sus padres. Ni siquiera se le había permitido verlos en los últimos diez años.


 


Tal vez el nuevo Alfa cambiaría las cosas.


 


Tal vez no.


 


Sasuke enderezó su postura y dejó caer sus manos, apretándolas detrás de la espalda, cuando el jet se detuvo frente a él. Estaría mintiendo si dijera que su corazón no latía un poco más rápido y su garganta no estaba seca como las dunas de arena de Tottori cuando se abrió la puerta y una escalera fue desplegada.


 


Su garganta se puso aún más seca cuando un hombre peli rojo salió del avión. No estaba vestido como Sasuke pensó que un nuevo Alfa lo haría al venir a conocer a su nueva manada. Donde debería haber estado un traje, en su lugar había unos apretados jeans desteñidos, y una camiseta color vino de manga corta y botas de cuero negro.


 


No importaba cómo el hombre estaba vestido, sin embargo, seguía siendo el Alfa de Sasuke y merecía su respeto. —Alfa Uzumaki. —Sasuke asintió cuando el hombre llegó a la parte inferior de las escaleras.


 


El hombre bajó sus anteojos oscuros con un solo dedo en el centro del marco, y se asomó por el borde superior para mirar a Sasuke. —No temas, chico perro.


 


Sasuke apretó los labios con fuerza. Por un lado, no quería abrir la boca y dar crédito al insulto que acababa de ser entregado a él, aunque fuera para negarlo. Y además, Sasuke de repente comprendió quién era ese hombre, aunque nunca lo había visto antes. Él era un matón. Tenía que serlo.


 


Si era un ejecutor del Consejo, Sasuke podría estar en un jodido problema. Nadie se cruzaba con un ejecutor del Consejo y vivía para contarlo. Simplemente no era una cosa inteligente a hacer. Sasuke asintió al hombre, tratando de parecer tan inofensivo como le fuera posible. Con sus casi un metro con setenta era, por lo general, muy difícil de hacer. Sin embargo con los ojos inquietantemente fríos de este hombre sobre su persona, no fue tan difícil.


 


Sasuke en realidad se sentía un poco intimidado.


 


—¿Quién eres tú? —preguntó el hombre.


 


—Sasuke Uchiha, señor. Fui enviado por la manada de Konoha para saludar al nuevo Alfa y llevarlo al territorio de la manada.


 


—¿Identificación?


 


«¿De veras?»


 


Sasuke sacó la billetera del bolsillo trasero del pantalón y extrajo su licencia de conducir. Se la entregó al hombre y luego aguardó, esperando que pasara cualquier obstáculo de seguridad que hubiera.


 


El hombre que sostenía su ID la miró durante un momento, y luego miró a Sasuke. Y entonces levantó su muñeca a la boca y comenzó a hablar en una pulsera, que parecía que estaba hecha de Paracord negro, indicando el nombre de Sasuke y dando su descripción. ¿Un dispositivo de comunicación?


 


«Cool».


 


El hombre al parecer escuchó lo que quería oír, porque después de un momento, asintió y luego le entregó a Sasuke de nuevo su licencia. Sasuke dio un suspiro de alivio cuando puso su ID de nuevo en su cartera y luego la guardó en el bolsillo trasero.


 


Levantó la vista hacia la puerta que conducía al avión, preguntándose dónde estaba su nuevo Alfa, y luego volteó su vista de vuelta al hombre que se veía como si estuviera esperando algo.


 


Sasuke se sentía como un bicho en un parabrisas. Él no quería estar ahí de pie en el asfalto como un maldito idiota. Prefería llevar a casa al nuevo Alfa y luego alejarse a hacer cualquier otra cosa.


 


—Bueno, muchachos —dijo una voz desde la puerta, atrapando la atención de Sasuke—. ¿Hemos terminado la medición del tamaño de nuestros penes? —Una ceja se levantó cuando una sonrisa cruzó el rostro del hombre pequeño—. Porque yo puedo asegurar que el mio es más grande.


 


La mandíbula de Sasuke empezó a caer mientras miraba al hombre de pie en la parte superior de las escaleras. Vestía suficientemente simple —una camisa negra y unos jeans desteñidos; incluso llevaba un par de botas de motorista negras como el ejecutor, complementadas con cabezas de lobo plateadas a cada lado.


 


La mandíbula de Sasuke continuó abierta cuando el hombre se pavoneó por las escaleras, bajándolas un poquito más con cada suave vaivén de sus caderas. En el momento en que el hombre dorado llegó a la pista de aterrizaje, la mandíbula de Sasuke parecía que descansaba sobre su pecho.


 


—Soy Narutoré Uzumaki, pero puedes referirte a mí como Naruto. —El hombre le tendió la mano como si fuera un tipo normal y no el nuevo Alfa de la manada de Konoha—. Yo soy el nuevo Alfa.


 


Sasuke tragó saliva. No había manera en el infierno que este hombre fuera su nuevo Alfa. Simplemente no era posible. Los alfas eran grandes y fuertes, y exudaban poder. Este hombre hacía que Sasuke quisiera acurrucarse y ronronear, no encogerse de miedo.


 


Además, su maldito cabello estaba en puntas y llevaba delineador de ojos. ¿Quién hacía eso? Por supuesto, el pelo de punta rubio se veía malditamente bien y dejaba ver el pendiente de diamante en la oreja del hombre, pero ¿delineador de ojos?


 


—¿Y tú quién eres?


 


—S… Sa… —Él se aclaró la garganta porque, obviamente, había un bulto enorme en ella. Era la única explicación de por qué de repente no podía hilar sus pensamientos y unirlos—. Sasuke, señor.


 


Ahí estaba esa sonrisa de nuevo, como si el hombre supiera algo que Sasuke no sabía. Era muy desconcertante. —Vaya, vaya, eres uno de los guapos, ¿verdad? —Naruto dijo mientras circulaba alrededor de Sasuke como si él estuviera evaluándolo.


 


Sasuke no movió un solo músculo, sin importar lo mucho que quería hacerlo. Sintió un fuerte deseo de correr por su vida porque sabía que estaba a punto de cambiar drásticamente. Sólo que no sabía cómo. Podía sentirlo en sus huesos, como si estuviera de pie en el borde de un precipicio y no supiera si dar un paso fuera del borde o dar marcha atrás.


 


—Sí, señor. —Sasuke frunció el ceño—. Quiero decir no, señor. Quiero decir… —Dioses, él era un idiota.


 


Sasuke casi se echó hacia atrás cuando Naruto se acercó hasta darle una palmadita en la mejilla. A duras penas se mantenía en jaque.


 


—Oh, eres adorable. —Naruto suspiró profundamente, levantando los hombros y luego cayeron bajo su camisa —. Yo sólo puedo mantenerte.


 


Sasuke parpadeó.


 


«¿Eh?»


 


—Bien —Naruto agitó su mano con desdén—, mis maletas están siendo descargadas. Pónganlas en el coche y pongámonos en marcha. Estoy deseando conocer a mi nueva manada.


 


Los ojos de Sasuke se abrieron ampliamente ante el montón de equipaje que estaba siendo apilado en la parte inferior de las escaleras por los dos hombres que habían salido del avión al principio. Era una pila enorme. ¿Quién necesitaba tantas cosas?


 


—Por favor, póngase cómodo en el coche, Alfa —dijo Sasuke al tiempo que abría la puerta de la parte de atrás de la limusina enviada por la manada—. Me encargaré de que su equipaje sea colocado en el coche.


 


Tan pronto como Naruto subió a la limusina, Sasuke cerró la puerta y corrió a agarrar las maletas del hombre. En serio, tenían que ser como diez maletas. Sasuke cayó en la cuenta de que el hombre se mudaba, pero pensó que un camión de mudanzas traería sus cosas, no un set de equipaje negro. Esperaba más cosas.


 


Una vez que todo fue cargado, Sasuke se acercó a la puerta de atrás y agarró la manija. Respiró hondo y abrió la puerta antes de subir. Naruto estaba sentado en el ancho asiento al lado del ejecutor, ambos mirando hacia el frente del vehículo. Sasuke se sentó frente a ellos, deseando poder estar en la parte delantera durante el viaje.


 


Golpeó la ventana de partición entre la parte frontal de la limusina y la retaguardia, y luego sintió el vehículo ponerse en marcha. Por desgracia, la pista de aterrizaje privada estaba a unos treinta kilómetros de Konoha, lo que significaba que tenía un montón de tiempo para sentarse y charlar.


 


«Estupendo».


 


El hombre se cruzó de piernas y comenzó a tamborilear sus uñas en la tela de sus jeans. —Así que, dime, dulzura, ¿dónde está mi círculo íntimo?


 


Sasuke no sabía si hacer frente a la primera pregunta del Alfa o al hecho de que el hombre lo llamó dulzura. Él no estaba seguro de querer hacer frente a cualquiera de ellas. No podía pensar en una sola cosa que pudiera decir que no consiguiera su cabeza separada de los hombros.


 


—¿Sasuke? —Los dedos comenzaron a tamborilear más rápido—. Estoy esperando.


 


—Me disculpo, Alfa. No estoy seguro de cómo contestar.


 


—Si me dices la verdad sería un buen comienzo.


 


—El círculo íntimo... err... ellos... ellos…


 


Naruto sonrió de nuevo mientras tamborileaba los dedos un poco más. —Déjame adivinar. ¿Ellos sentían que estaba por debajo de ellos para encontrarse con su nuevo Alfa?


 


Sasuke sentía cómo se retorcía bajo la mirada intensa del Alfa. Era como estar atrapado haciendo algo malo por sus padres y tener que dar explicaciones. —Creo que no es tanto como que ellos pensasen que estaba por debajo de sus posiciones sino más bien que no tenía derecho a su posición.


 


—¿Oh?


 


«De acuerdo, ¿esa ceja arqueada era algo bueno o algo malo?» Sasuke no estaba seguro. Al hombre que estaba junto a Naruto debió haberle pareció divertido porque tenía una sonrisa extraña en su rostro, como si disfrutara del malestar de Sasuke.


 


—Estaban muy cerca de mi ex Alfa, escogidos por él cuando se hizo cargo de la manada. Nuestro Beta fue traído por Danzo desde fuera de la manada.


 


—Ya veo.


 


«Toque, toque con los dedos, otra vez».


 


—¿Crees que voy a tener la resistencia de esos hombres?


 


—Sí, señor.


 


Eso era lo único que Sasuke sabía a ciencia cierta. Homura, el Beta de la manada, entregaría a otra persona el poder en cualquier momento con tal de no arriesgar el pellejo. El hombre ansiaba poder sin la responsabilidad, por lo tanto, su posición como Beta era la ideal.


 


—Y cuidaría mi espalda alrededor de Homura y Orochimaru, también. Ellos no vendrán a mostrar su cara. —Sasuke se volvió para mirar por la ventana por un momento mientras reunía sus pensamientos. No quería que Naruto pensara mal de su manada, pero había sin duda algunos en la multitud que no pensarían dos veces antes de apuñalar al hombre por la espalda en el primer momento en que pusiera su atención en otra parte—.Tenga cuidado, señor.


 


—Oh, siempre tengo cuidado.


 


 


 


—La manada De Konoha es una buena manada, Alfa Uzumaki. Hay sólo unos pocos…


 


—¿Manzanas podridas?


 


Sasuke tragó saliva. —Sí, señor.


 


—¿Y qué hay de ti, guapo? —Naruto preguntó—. ¿Cómo te sientes acerca de tener un nuevo Alfa?


 


«Uh…» —Creo que sería muy beneficioso para la manada, señor —dijo Sasuke diplomáticamente.


 


—Muy bien dicho. —Los labios de Naruto se torcieron en una pequeña mueca y luego se apretaron en una fina línea—.


Ahora, dime la verdad teme.


 


Sasuke se estremeció al oír la profunda voz resonante que parecía inundar su sistema y se introducía en cada célula de su cuerpo. Naruto estaba usando su voz Alfa, algo que era único sólo en los alfas. Ningún miembro de la manada podía negarse ante una orden dada con esa voz.


 


—Creo que cualquier Alfa es mejor que el que teníamos, señor. Danzo utilizaba esta manada como su juguete personal para lastimarlos. Si no estabas de acuerdo con él, eras expulsado o asesinado. Si no hacías lo que decía, eras expulsado o asesinado. Si no…


 


Naruto levantó la mano. —Entendí el punto —dijo él, su voz volvió a la normalidad—. Danzo era un idiota.


 


Sasuke sonrió. —Sí, señor.


 


—Si lo odiabas tanto, ¿por qué te quedaste? —Naruto preguntó—. Podrías haberte mudado a otra manada.


 


—No se me permitió irme, señor.


 


—No —reflexionó Naruto mientras miraba fijamente a Sasuke como si viera algo en Sasuke que nadie más podía—. Imagino que no.


 

Notas finales:

Bueno chicos y chicas este es el capítulo de hoy! espero que les haya gustado, tengo pensado actualizar en unos días dependiendo de si a ustedes les agrada o no, aunque espero que sí. Ya saben acérquense y dejen unos RW para comentarme que les parece la historia y si desean que continúe adaptándola.

 

Nos vemos!!


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