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Reencarnaciones por Arenka

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Notas del fanfic:

Lo admito, estoy loca...me gusta un Kanda uke ¿Porque? bueno realmente no lo se...para mi ese sujeto es mas macho que los mas machos que salen en D gray man

Aunque puede que él no sea seme en todas sus reencarnaciones

El suelo debajo de ellos retumbaba, las explosiones se escuchaban a la distancia, pero simplemente él solo era consciente del cuerpo inerte sujeto entre sus brazos, el fin estaba cerca, la batalla había sido ganada. El bien había triunfado

Pero él estaba muerto ¿Qué caso tenía la vida?

-Sigue caminando- esas palabras dichas por el ahora difunto Mana habían sido por mucho tiempo las que lo mantenían en pie; eso y su deseo de liberar a todos los Akumas de su sufrimiento

Entre sus lágrimas aun podía ver el cuerpo del ser al que amo, ahora sin vida e incapaz de gritarle por no salir del lugar, que pronto se vendría abajo

Una sonrisa se asomó débilmente por sus labios. Y pronto todo se tornó oscuro

Un nuevo día había comenzado

Caminaba despreocupadamente por las calles, mirando y olfateando todo lo que veía

— ¡Eh! ¡Sácate de aquí chucho sarnoso!—le gritaba el dueño de la florería por la que a diario pasaba, constantemente se repetía que al que buscaba tal vez ya había dejado de ser una flor, es decir, el ya había dejado de ser una abeja

Pero aun así, había encontrado a varios antiguos amigos

Krory era el dueño de la florería en la que se encontraba al final de la avenida “Lotus” a solo diez cuadras de la florería que a él le encantaba pasar, si bien el dueño de esa tienda era tan malhumorado como al que buscaba constantemente…no podía ser esa persona porque simplemente era poco atractivo

— ¡Allen!—sin poder evitarlo comenzó a mover su cola blanquecina y corrió sin miramientos hacia la chica frente a él, de 5 años y ya sabía quién era él y quien había sido ella, una de las pocas que recordaba su pasado

Su dueña por un año, le encontró cuando estaba luchando entre la vida y la muerte, salvándole de milagro, Lenalee jamás cambiaria y eso era algo que a él le agradaba, pero ¿Por qué ella era humana y él no? Aunque tal vez sea su pago por ser una oruga en su anterior vida

La anterior china le acaricio detrás de las orejas, el comenzó a entregarse a sus caricias ladrando feliz, un estruendo detuvo la rutina de ambos, varios contenedores de basura cayeron y de uno salió…

El ratón temblaba visiblemente ante su destino, Lenalee ahogo el grito intentando inútilmente de alegarse del monstruo de bigotes y cola, Allen quiso reír, se había enfrentado a cosas peores pero simplemente caía aterrada ante un ratón callejero, el bote de donde salió se sacudió violentamente

— Debe ser la madre—ladro burlón Allen pero Lenalee no le entendió, la oscuridad salió del contenedor, el ratón solo atino a chillar antes de caer muerto entre las garras del felino cósmico, el perro ladro de vuelta atrayendo la atención del gato de mirada fiera

Tan negro como la noche, ojos gélidos y temerarios, los ojos grises del perro blanco brillaron con intensidad, al fin después de mucho tiempo le había encontrado

El gato soltó al ratón quien milagrosamente…no si estaba muerto. El gato comenzó a lamerse despreocupadamente, ignorando que el perro ya estaba invadiendo su espacio personal olfateándole y lamiéndole de a ratos

— ¡Detente!—maulló molesto rasguñándole la nariz, Lenalee se alertó regañando al Gato y tratando de tranquilizar a un perro que ya comenzaba a llorar, una escena muy difícil de encontrar

Pronto llegaron a su hogar, de únicamente un piso para todo, donde una hermosa mujer de piel blanca y melena larga de color azul oscuro y  de ojos negros les esperaba

— ¡Road!—ladraba Allen cada vez que la veía

— ¡Buenas tardes Madre!—saludaba Lenalee cada vez con menos problema, la ex Noé, la única de su anterior clan con recuerdos

— ¿Y qué hay de mí?—el perro intentaba no chillar y Lenalee sonreía nerviosa

—No sabía que ya habías llegado…padre—el sujeto sentado en la silla con un periódico entre sus manos le sonreía divertido

— ¿Ya ves? Si sigues metido constantemente en tu trabajo tu hija ya no te tendrá confianza—se quejó Road mirando ceñuda a su esposo Nea, anteriormente huésped del cuerpo de Allen

— Veo que has traído otra mascota ¿Seguirás recogiendo animales de la calle?—pregunto el adulto mirando con severidad a su hija, esta se cohibió en su lugar

— ¿Pero qué dices? Hasta ahora solo tiene un perro, un conejo y ahora un gato, no le veo el problema a esto—apoyo la madre acariciando al perro, el gato gruño y Road abrazo con fuerza al perro— ¿Te molesta gatito-Chan?—el aludido miro hacia otro lado, aun en los brazos de Lenalee lo cual no le agradaba a Perrito-Chan, un chillido se dejó escuchar, todos miraron hacia el suelo donde un conejo de color rojizo estaba temblando mirando al nuevo inquilino, le recordaba y sabía que debía huir, esta vez si su anteriormente “amigo” quería matarlo lo haría para devorarlo

El gato se soltó y el conejo brinco por su vida, Allen-perro corrió detrás del gato para detenerlo, Lenalee suspiro rendida, tal vez las cosas se tornaran complicadas desde ahora

Road Camelot era conocida por no tener una paciencia divina, el perro ladraba rasguñando la jaula que tenía preso al amor de sus vidas, el Conejo estaba en la habitación de Lenalee buscando su lugar favorito de la cama, la chica en cuestión buscando ropa que estuviera dispuesta a perder, le daría tal vez su primer baño a Kanda…y eso queridos lectores, no era una tarea fácil

O tal vez se equivocó, Kanda-gato no parecía tener problemas con el agua, le dio un baño a profundidad estando de espectadores Allen-perro y Lavi-conejo, cuando todo termino el minino estaba recostado cerca del Allen perro en la cama que él tenía aparte, una pequeña canastilla ideal para un cachorro y un minino, sonrió ante eso, aunque sintió pena por Lavi-conejo quien lloraba en una esquina, tal vez Allen-perro había sido muy duro con él al no dejarles dormir con ellos

—Tú tienes la culpa—hablo Lenalee mientras lo cargaba—Sabes que no debes interferir ante un reencuentro, ahora ¿Te parece si vamos a comer?—un ladrido y un maullido se escucharon, Allen meneaba la cola y Kanda estaba sentado felinamente— ¿No estaban dormidos?—se preguntó extrañada

Si bien Allen-perro tenia igual de apetito que en su primera vida, lo cual en cierto punto no le causaba sorpresa…y el hecho de que Kanda había dejado a su presa por petición de ambos, tal vez eso explicaba porque parecía tener hambre

Allen perro estaba feliz, ahora ya no debía buscar más, debido a que este estaba acostado a un lado de él

— ¿Qué miras?—la mirada felina de Kanda causaba cierto miedo en él

—Que ya no eres una flor—aclaro maldiciéndose por no poder reírse, el gato gruño sacando sus uñas y mirándole de forma amenazante, Allen le lamio varias veces intentando tranquilizarlo

—Baka Moyashi, me llenas de saliva—

El tiempo transcurrió, Lavi-conejo pereció de manera natural, Lenalee quien ya tenía 12 años lloro desconsolada por semanas, sumándose de vez en cuando Allen-perro, aullando fuertemente, Kanda simplemente les hacía compañía, su amigo había muerto por tercera ocasión

Pronto le siguió Kanda, quien causo que Allen-perro muriera de tristeza unos días después, Lenalee volvía al mundo ya sin sus más preciados amigos con ella

Sus amigos habían perecido desde hace 8 años

Con sus 23 años cumplidos y con el anterior líder de la rama Asiática como esposo y futuro padre de su hijo, estaba feliz y ambos habían acordado llamarle Fou si se trataba de una niña, ella no pudo negarse, sabia lo especial que ella había sido para Bak en su primera vida, y que ahora como muchos otros se encontraba sin memorias, decir que tenía miedo era poco, Su madre y ella eran al parecer las únicas con recuerdos, lo cual le hacia preguntarse por cuanto tiempo ella tendría los suyos

Echaba de menos a su hermano, a su primer y único hermano mayor, ella no le ponía tanto empeño en buscarlo, si le encontraba pero no le recordaba no sabría cómo funcionarían las cosas, o tal vez este haya dejado de renacer, como varios lo habían hecho

Su primogénito no tardo en nacer, su cabello rubio como el padre, piel blanca… y ojos plateados, olvido como respirar, susurrando el nombre de su difunto amigo, su hijo se removió mirándole con intensidad, y fue ahí cuando lo confirmo

Allen era su hijo

El tiempo transcurrió, Lenalee prefirió no tener recuerdos en ese momento, haber amamantado a Allen había sido de lo más vergonzoso en su vida, peor que haber sido una oruga

Allen tenía ya dos años, y ella pronto tendría otro hijo, rogaba al dios odiado para que no fuera Lavi

Bien, no fue Lavi

Lenalee estaba acostada mirando con ternura a su reciente bebe, la puerta de su habitación fue abierta entrando Bak con Allen en brazos, el rubio menor se acercó al bebe acariciando su cabello un tanto maravillado, Lenalee sonrió, tal vez Allen pudiera ser un hermano mayor ejemplar, a menos que comenzara temprano su búsqueda por Kanda

—Kanda—hablo Allen asombrado, su primera palabra y Lenalee sintió su mundo caer

Notas finales: Aclaraciones:
2 Da reencarnación:
Lenalee Oruga
Lavi Mapache
Allen Abeja
Kanda Flor (La que os guste)
3 Era Reencanación
Lenalee Humana
Lavi Conejo
Allen Perro
Kanda Gato

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