- ¡No puedo, de verdad que no puedo!- gritó Kaito rojo a más no poder y salió corriendo de la sala de grabación.
- Joooder...- el productor estaba cansado (y estresado, todo sea dicho)- ¡¿pero se puede saber qué coño le pasa?!- hizo un facepalm.
- Em... Creo que iré a verlo...- Gakupo se rascó la nuca y fue tras él, aunque realmente le parecía tierno, ¿tanta vergüenza le daba al amante del helado cantar "Magnet" con él?
Lo buscó por todas parte, podía jurarlo, pero nada, que el peliazul no estaba por ninguna parte.
- No... Espeera- miró hacia las escaleras, no había revisado la azotea.
Abrió la puerta y sonrió levemente al cercionarse de que allí estaba, sentado y mirando al horizonte. Se acercó a él caminando con pasimonia.
- ¿Se puede saber qué te pasa?- preguntó divertido y lo tomó del hombro, pero al darse éste la vuelta, se dio cuenta de que estaba llorando.
- ¡L-lo siento!- se limpió tan rápido como pudo.
- Kaito, ¿estás bien?- se acercó a él, sin despegar la mano de su hombro, mirándole entre extrañado y preocupado.
- Yo... No lo sé- mintió.
- Llevas un tiempo actuando muy raro, en serio, amigo, ¿puede saberse qué demonios te pasa?- enarcó una ceja- ya has parado tres grabaciones, la de "Suki-Kirai", la de "Eh? Ah! Sou..." y, ahora, la de "Magnet".
Kaito miró al suelo. Era hora de hablarlo, ¿cierto?
- Gakupo... Dime, ¿qué tienen esas tres canciones en común?- le preguntó y sonrió levemente, con los ojos húmedos.
- ¿Que las has parado?- preguntó sin entender.
- No, eso no- rió un poco- vuelve a pensar.
- ¿Que son de amor?- se encogió de hombros.
- Ajá, yo, dime, si tengo dificultades para cantarlas contigo...- se ruborizó un poco- ¿por qué crees que puede ser?- hasta él se estaba divirtiendo con la situación.
- Porque... ¡¿Porque te gusta alguien?!- Gakupo abrió los ojos impactado- ¡¡¡NO ME LO DIGAS, TE GUSTA MIKU!!! ¡¿A que sí?!- Kaito se mepezó a reír a carcajadas.
- Casi, pero no es Miku, no- sonrió, para acto seguido mirar al suelo, notaba su rostro arder más y más.
- ¿Entonces quién?- le preguntó espectante.
Kaito se levantó, tiró de su camisa, y besó su mejilla sonrojado.
- Tú, idiota- sonrió algo pudoroso, y Gakupo le miró atónito.
- ¡¿YO?!- se sonrojó levemente- ¡¿D-desde cuándo?!
- Desde el primer momento en que te vi- confesó- Y... ¿Qué dices?- le preguntó ruborizado.
- Digo que tú también me gustas, Kaito- sonrió y le dio un corto beso en los labios, dejándolo asombrado y rojo como un tomate- ¡anda, vamos a grabar antes de que venga en mánager cuchillo en mano!- le dijo divertido y le tomó de la mano.
- ¡S-sí!- dijo Kaito, y fueron de vuelta a la sala de grabación, para al fin cumplir con el trabajo.
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