Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Disfraces por yiya

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mamá, papá, Ann chan, ha pasado tiempo; espero que no estén molestos conmigo por no haberme reportado durante todo este tiempo, pero he estado... bastante ocupado.
Sé que les debo muchas explicaciones, por eso les relataré mi historia. Sin omisiones, sin mentiras, sin adornos y sin disfraces; por irónico que pueda parecer dado mi aspecto actual.
Mamá, papá, soy gay. Lo lamento, sé que querían nietos, una boda con una hermosa mujer y una familia a la cual legarle el negocio familiar, es otra de las muchas cosas que les quedaré debiendo.
Sí nunca se los dije no fue por miedo, sabía que sería duro para ustedes el saberlo, que les costaría, pero siempre estuve convencido de que terminarían aceptándome. No me pregunten cómo lo sabía, porque no podría explicarlo aún si me lo propusiera, es solo que... Era como si mi corazón me lo gritase, como si me dijera ¡Díselo! ¡Son tus padres, te aman y siempre te apoyaron, esta no puede ser la excepción!
Así que no fue por miedo, tampoco por querer mantenerlo en secreto o por avergonzarme de mi orientación. No, no fue por ninguna de esas cosas. Fue simplemente porque no me dio tiempo.
¿Saben? …l era mi senpai. De cabellos azabaches y ojos mieles, de porte masculino y mirada profunda, con muchas admiradoras y un acosador. Sí mamá, papá, lo confieso, yo fui el acosador oficial de Saga senpai durante un año entero, mi primer año de preparatoria.
¿Recuerdan? Aquel año que llegamos a Japón desde Inglaterra, cuando ustedes se mantenían fuera de casa por la expansión de la compañía. Me hicieron falta ese año. No lo digo como un reclamo.
En este tiempo me he percatado de que por más que busque hasta en lo más oscuro de mi alma, no tengo la más mínima razón por la cual reprocharles algo. No es un reproche.
Si les digo que me hicieron falta es una forma de decirles que los extrañé, así nos viéramos todos los días, no compartíamos tanto tiempo juntos como lo hacíamos en aquel departamento de Londres.
¿Recuerdas papá? Cuando mamá le daba el día libre al personal y nos quedábamos solos los tres. Recuerdo que mamá intentó cocinar una vez, pero la comida se quemó y terminamos almorzado pizza a domicilio sentados en las reposeras del balcón. Ella hacía pucheros porque tú te reíste de su fracaso en la cocina y tú, vaya a saber de dónde, sacaste una rosa blanca y la pusiste en su cabello, diciéndole que ningún plato podía llenarte más que la luz que ella había traído a tu vida.
No olvido que al ver el sonrojo de mi madre en ese día soleado mientras acariciabas su mejilla, sentí que mi vida era perfecta, que no podía pedir más de lo que ya tenía, porque pedir más sería ser demasiado codicioso.
Debí confiar en mi intuición, debí haberme escuchado y haber evitado a toda costa la codicia, pero no lo hice. Mamá, papá, fui codicioso. Anhelé lo que no me correspondía. Posé mis ojos en algo que no podía, no debía ser mío.
Y lo pagué. Mamá, papá, lo pagué muy caro...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).