- buenas noches amor- dijo un somnoliento peli azul a su amado. Luego volteó para apagar la luz.
-buenas noches Kaito- se acercó hacia su azulino para besarle la frente y voltearse haciendo que quedasen espalda con espalda- duerme bien- pero cuando había dicho esto el peli azul ya había caído en los brazos de Morfeo.
Abrió el cajón de su velador, allí se encontraban varias cosas como pastillas para dormir, un reloj de mano muy antiguo, una caja de condones (por si acaso) y, algo que el peli violeta lamentaba mucho tener, un chuchillo, pero no uno de esos pequeños para cortar zanahorias o cosas así, no, este era un chuchillo carnicero, talvez el chuchillo más grande que había visto en su vida, y aparte con un filo que solo con la mirada te cortaba. La razón por la que aquella arma blanca se encontraba en ese lugar era porque su adorable y tierno novio perdía el control en la noche, pero no de manera sexual (lo cual a Gakupo le hubiera encantado), si no que él se volvía violento, con ansias de matar a alguien, de destrozarlo y herirlo de manera que ya ni se pudiera reconocer- fuuuuuuu- suspiró- mejor duermo, ya es tarde- se dijo para sí mismo, cerró el cajón y apagó la luz. En pocos minutos al igual que su novio, cayó al mundo de Morfeo.
POST. GAKUPO.
Desperté al sentir un movimiento en la cama, era Kaito que se levantaba, o mejor dicho se sentaba en una orilla de la cama. Rápidamente me tiré hacia el suelo y abrí mi velador, saqué el cuchillo y mientras lo retiraba logro ver el reloj de mano. “las 1:55 a.m”. Luego escucho una voz suave con un tono de preocupación.
-Gakupo?- era Kaito, su rostro mostraba una expresión de extrañes, luego enciende la lámpara y me mira. Sus ojos se abrieron como platos al verme- U-un cu-cuchillo- mi pequeño azulino estaba asusta, pero cómo no? Si yo estaba con ese enorme cuchillo en la mano.
-Kaito…- me subí nuevamente a la cama, Kaito se alejó un poco de mí, tiritaba. Rápidamente solté el cuchillo- Qué pasó? Por qué te despertaste?- intenté cambiar el tema.
-Me dio un poco de sed y me iba a levantar para tomar un poco de agua- respondió- Por qué el cuchillo? Por qué lo tienes en el velador?- me preguntaba.
-E-esto.. verás…- no sabía por dónde empezar, pero justo antes de que yo pudiese terminar sus ojos comenzaron a tornarse rojos, eso significa que ya son las 2 en punto, está comenzando…
- Gakupo?- me miró asustado- Qué me pasa?- en su rostro se formaba una sádica sonrisa, pero luego desaparecía y volvía a la atemorizada expresión de Kaito. Yo no sabía si contarle o no, pero ya era tarde, lo estaba perdiendo y estaba asustado y confundido, hasta le salían lágrimas de sus ojos por la desesperación *Kaito era un llorón*.
-Kaito…- de pronto Kaito se desmayó, por lo menos estábamos en la cama, así que no hubo golpe. Me agaché para verlo, pero él se levantó de golpe y me miró, sus ojos tenían un color carmesí y llevaba una sonrisa de oreja a oreja, parecía un maniático que acababa de escaparse del manicomio.
-jaja- ríe, ese ya no era mi Kaito. Me aparto rápidamente y me alejo de él- Eh? Ya te vas?- me dijo con un tono juguetón en su voz, lo miré asustado, esto solo había ocurrido la primera noche…
*FLASH BACK*
NARRADOR UNIVERSAL:
-K-Kaito? Qué te sucede?- preguntaba extrañado el pelivioleta.
Él y su nuevo novio solo llevaban 4 meses saliendo, pero aun así decidieron irse a vivir juntos al departamento de Gakupo. Ambos estaban muy felices, aunque la familia de Kaito se oponía rotundamente a eso, la nueva pareja no entendía la razón por tanta exasperación por eso, pero al final la familia Shion sedió.
Al llevar al auto las últimas cosas de Kaito, Gakupo escuchó por parte de la madre del peliazul “ten cuidado”, en un principio el pelilacio no comprendía muy bien el motivo de esas palabras y lo ignoró, pero ahora lo entendía…
Kaito se encontraba encima de Gakupo ahorcándolo, pero el pelivioleta tenía mucha más fuerza y lo sometió dejándolo debajo. Con una mano prendió rápidamente la luz y con la otras sujetaba fuertemente las manos del peliazul. Lo observó más detalladamente; tenía una sádica sonrisa y sus ojos rojos como la sangre.
-Kaito?- dijo con una voz demandante- Qué te ocurre?- Kaito comenzó a reír y por último se desmaya…
*nya nya nya nya nya nya nya!* suena el celular de Gakupo, suelta a Kaito de las manos y contesta sin ver quién era…
-Si?- dice Gakupo con una voz seria.
-Gakupo-kun?- una voz femenina se apodera de la línea- te encuentras bien?- sonaba preocupada, luego el pelivioleta se dio cuenta que se trataba de la madre de Kaito.
-Si, lo detuve- la voz le tembló un poco al final- Qué fue lo que pasó?
-Hay mi niño!- su voz por alguna razón calmaba a Gakupo, talvez porque era suave y dulce…- Como te abras dado cuenta…-hiso una pausa- Kaito sufre del síndrome del carmesí… ( nota de la autora: inventado por mi XD)-
-síndrome del carmesí?
-Sí, es un extraño síndrome que afecta al 1 porciento de la población, muy pocas personas lo tienen. El afectado comienza a tener “sed de sangre”, no es que la beba, si no que sienta deseos de asesinar, destrozar a alguien y ver como su sangre corre por todo el piso de….
-BASTA!- la interrumpe- esto tiene cura?
-No. Pasará todas las noches, así que si quieres vivir con Kaito prepárate, Kaito no debe saberlo … no queremos ver morir a otro ser querido…
-Eh?
*tut-tut-tut* se cortó la llamada
FIN DEL FLASH BACK
Post. Gakupo:
Ks! Qué se supone que debo hacer ahora!?! No puedo decirle todo esto a Kaito. Yo generalmente me escondo y evito problemas mientras que Kaito ronda por el departamento buscando una salida.
Agarro sus brazos apretándolos con fuerza y Kaito da un quejido de dolor.
-Nos volvemos a ver, no moradito?- dijo Kaito, ya se le asomaba una pequeña lágrima por los ojos, consecuencia de mi agarre, después de todo el cuerpo de Kaito era débil.
-Escucha Kaito, debes reaccionar!- le dije, aunque sabía que nada iba a resultar…
-Já! No se de que hablas niño bonito, solo se que pronto te mataré- pero al finalizar la frase Kaito cayó nuevamente desmayado.
Lo tomé y lo dejé en el suelo, luego fui a la cocina a buscar un vaso con agua. Estaba nervioso porque cuando Kaito despertase me preguntaría lo sucedido. Cuando vuelvo a la habitación Kaito comienza a despertar…
-Gakupo?- luego abre los ojos como platos y se levanta de golpe- Gakupo, quiero que me expliques qué fue lo que pasó!!!
Ya no podía volver atrás, Kaito necesitaba saber la verdad- Kaito, yo…
-Gakupo! No quiero que mentiras, quiero la verdad!- Kaito estaba enojado
Lo tomé de la mano y me senté en el suelo, él se sentó en mis piernas y yo lo abrasé, Kaito se acomodó en mi pecho y comencé a contarle…
-Tu madre me dijo una vez que tú tienes- hice una pausa y miré su rostro, me miraba fijamente a los ojos, esos azules mares que se tornaban rojos cada noche, desprendían curiosidad. No podía verlo a la cara, así que empujé su cabeza hacia mi pecho y ya no podía ver su rostro.- tu tienes una extraña enfermedad llamada el síndrome del carmesí…
-síndrome del carmesí?- lo apegué más a mi cuerpo…
-Es un extraño síndrome en el cual el afectado tiene deseos de matar a alguien…-
-QUEEEEÉ?!?!?!- Kaito se separó de mi pecho y me miró- C-cómo? Desde Cu-cuando?!?- su voz se cortaba con cada palabra que salía de esos finos labios. Tomé su rostro y lo miré a los ojos, estaba llorando, acaricié con un dedo esos deliciosos labios y los junté con los míos, fue un simple y lleno de afecto beso. Nos separamos y Kaito tenía una mirada más calmada…
- Eso tendrás que preguntárselo a tus padres- me abrazó…
-Qué te e echo?- me preguntó con una voz preocupada.
-Eso no importa, yo te amo y moriría por ti- lagrimas comenzaron a florecer de mis ojos…- Kaito te amo, te amo!
- Y yo más- respondió. Y sellamos esas palabras con un simple pero lleno de amor beso.
::::::::::::::::::::::::::::::::FIN:::::::::::::::::::::::::::::::