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Nueva Oportunidad por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

La canción terminó, y bueno era un songfic, por lo que el final era en la canción, el pasado capi, pero... le sigo con la historia, a pasos cortitos :3

Gracias por leer!!!!

 

La leyenda del hada y el mago de rata blanca

 

SONGFIC + FIC

 

STARSHIPPING

 

Capítulo 1.- Guerra

 

El abrazo fue ferviente, el mejor impulso que jamás se haya escrito, la mejor sensación de la vida en contacto inimaginable; estar con el ser amado y ser correspondido, no podía existir algo mejor en el universo.

Judai no se contuvo, besó a su amado mago de otro reino, con tanta pasión y deseo que quien lo viera pensaría que trataba de devorárselo.

Yusei también experimentó el mismo sentimiento, quería grabarse cada célula de la piel del hada sobre la suya. Lo había extrañado demasiado, tan tortuosa y desesperadamente, sacrificó todo, todo, solo por volverlo a ver sonreír.

— ¡Te amo, te amo tanto, Judai! ¡No sabes cuánto! —lo decía mientras lo llenaba de besos, mientras tomaba su rostro e invadía su boca.

—¡También te amo, Yusei…!—correspondía a cada uno de ellos.

Los presentes vieron la escena con mucha ternura, lograron conmover hasta el berrinchudo de Artemis que derramaba algunas lagrimitas con una leve sonrisa.

—Pero…¿Qué es lo que estamos haciendo aquí, Yusei? ¿Qué ocurrió?

El mago se sorprendió de sus cuestionamientos.

—¿En verdad no lo recuerdas?

Judai lo miró expectante.

—Solo recuerdo que luche contra Zane, pero no pude ganarle. Me lanzó alguna intensa luz que no pude evitar, y luego…—hizo memoria—estoy contigo.

Yusei lo volvió a envolver con sus brazos y besó su cabeza, apretando el gesto.

—Han pasado cuatro largos años desde entonces.

—¡¿Qué?! ¡¿Cuatro?!

—Estuviste bajo una poderosa magia, pero además…En toda tu pureza, resultaste ser un ser de luz.

La noticia le llegó como un balde de agua fría en la espalda del hada. Se separó de él para convencerse cara a cara que no se trataba de una fea broma. Pero los ojos azules no mentían.

Judai negó con la cabeza.

—¡No puede ser! —se miró las manos—¡Yo no quiero ser eso!

Tembló, se abrazó a si mismo compadeciéndose de su des fortunio. Nada podía ser peor que ser una criatura de luz. Era una vil maldición, según lo que se contaba, la vida de un ser de luz estaba ligada a las tragedias, a la sangre, siempre asechados por aquel místico poder que nadie había podido controlar, sujeto al confinamiento perpetuo.

—¡No quiero ser eso Yusei! —se lanzó al pecho de su amado y lloró por el miedo, por el miedo que causaba su existencia.

—Judai, todo va a estar bien. Jamás te dejaré, yo siempre permaneceré a tu lado. Yo te protegeré. —levantó su mentón para tranquilizarlo con una dulce mirada.

Los acuosos ojos cafés dejaron de sentir temor, en el fondo creía en las palabras de su mago y se aferró a una pisca de esperanza.

—Nunca me dejes Yusei.

—Con toda mi alma. Te lo prometo.

 

Cercanías de la frontera con Péndulo. Reino Fusión.

 

Las tropas marchaban atentas a cualquier ofensiva, justo en un gran terreno de flores luminosas, el grupo de Péndulo había hecho una pausa.

Los exploradores regresaban con noticias de los enemigos. La confrontación, era inevitable.

El rey Akaba se acomodó sus lentes, paseo frente a la formación de sus tropas para dar indicaciones.

—¡Este día, Péndulo debe dar un gran espectáculo! ¡Su rey les agradece su lealtad y apoyo! ¡Serán bien recompensados! ¡No debemos permitir que el ser de luz sea mal usado por Fusión y su ambición de conquistar los reinos!—no era verdad, pero había usado esa mentira para motivarlos— ¡No lo permitiremos! ¡Piensen en sus familias, en sus seres queridos, en todo por lo que luchan! ¡Haremos leyenda! ¡Llenaremos de sonrisas el mundo!

Las tropas se animaron, todos afirmaron y aplaudieron en un bullicio de euforia. Todos al mismo tiempo afirmando y acompañando los deseos de su rey amado.

Hacia la colina, la artillería de Fusión se veía aproximarse.

El rey Akaba desenvainó su espada y apuntó hacia sus enemigos.

—¡El ser de luz corresponde a Péndulo! ¡Hagámosles saber a quién pertenece!

—¡A la carga! —retumbaron en coro, y se lanzaron al asecho.

Zane se impresiono por la cantidad de intrusos, pero sobre todo ver al rey arriesgarse. El ser de luz caería fácilmente si un mortal—recipiente vacío de magia—, lo hiciera suyo.

Como mago protector, necesitaba llegar a la frontera para acabar con el mago Yuya o seguiría dejando que más ejército entrara, pero primero era balancear la escena.

Zane se paró frente a las tropas de Fusión, no había mucho que decir.

—¡No dejen a nadie con vida! ¡Nuestro tesoro estará a salvo mientras las manos humanas no toquen su grandeza!  ¡Así es que la prioridad es matar al rey si tienen oportunidad!

El ejército también vibró junto con el eco de las alturas, Zane dio un grito de guerra y las tropas salieron a embestir a los intrusos.

El colapso fue colosal, las armas, la sangre y los débiles fueron los primeros en caer en ambos bandos. Había disparos de llamaradas de parte de la magia en fusión, pero las ofensivas de agua también eras mortales de lado de péndulo más el choque de sus armas.

Zane necesitaba equilibrarlos antes de ir a asesinar a Yuya y regresar con su hada.

Pero el rey Akaba tenía otros planes, él y otro guerrero, se perdieron de la vista de los líderes y galoparon velozmente hacia el bosque del reino.

 

Cercanías de la frontera con Synchro. Reino Fusión.

 

Frente a frente los ejércitos esperaban las órdenes  de sus líderes. El rey Atlas, junto con el soberano de XYZ, hacían frente a la imponente defensa de Fusión, y la copia de su mago Zane.

En ambos bandos, tanto en la alianza como en los residentes, la furia en sus ojos se asechaba fieramente.

—¿Cómo ves las cosas, Atlas? —Ryoga se acercó al rubio en su caballo.

—Será fácil, somos más.

Ryoga sonrió pícaramente, a diferencia del rubio, él podía seguir trayendo refuerzos debido a la magia de su mago que ya tenía órdenes de mandar más tropas en un lapso de tiempo considerable, pasando por el reino Synchro sin problemas y abriendo la barrera de Fusión. Mientras que, gracias a su deslealtad, del  mago Yusei, el reino de Synchro debía limitarse a lo que hayan traído. Sería difícil que Yuto les diera una oportunidad de recobrar fuerzas. El reino XYZ tenía más posibilidad de salir victorioso.

—!Entonces vayamos por ellos! —alzó su espada apuntando a los enemigos, así mismo, Atlas repetía la acción.

—¡El ser de luz pertenecerá a quién lo encuentre! ¡Mientras tanto, esta alianza nos hará poderosos! ¡Demostremos la grandeza en nuestra unión y hagamos temblar a Fusión!

Los guerreros se llenaron de adrenalina, gritaron al unísono para intimidar a los contrarios.

Zane afiló la mirada. El ejército debía resistir. Aunque por el número, eran superados.

—¡Debemos proteger nuestro hogar! ¡Que no quede uno de pie! ¡Maten a los humanos!

—¡Jaaa! —retumbo la tierra.

Ambos bandos se lanzaron al asecho, las armas alzadas y las vibraciones llenas de sed de sangre.

 

-------------

 

Bosque. Fusión.

 

Yusei había cubierto nuevamente al hada con su manto. Tapó su cabello, sus  hombros y cualquier símbolo que lo delatara. Caminaban lejos del castillo del mago hacia el sur.

De lado norte se encontraba el castillo del rey Kiba, de lado este las cercanías con la furia Synchro, donde ya no podía volver debido a que de inmediato sabrían que regresó a consecuencia de la barrera automática que se volvería a alzar y la furia de sus protegidos por haberlos abandonados; en el lado oeste solo se toparían con la barrera de péndulo. La única opción era ir hacia el sur, donde se encontraba Ritual Estándar.

Sabían que era peligroso, pero se suponía que ese lugar era neutral y cualquier amenaza debía detenerse antes de encontrarse con los sabios poderosos del concejo. Si llegaban allí, había una falsa probabilidad de tener una vida,  escondidos, pero juntos siempre, como lo deseaban.

Artemis estaba temblando, podía percibir sangre en el aire y terror en el ambiente; algún duelo se estaba blandiendo en ese momento.

—¡Yu-Yusei…!—quería advertirle de sus escalofríos.

—Ya lo sentí Artemis, no te preocupes, yo los cuido.

—Aun no puedo creer que esto me pasara a mi. ¿Un ser de luz? —Comenzó a quejarse el castaño—Yo ni siquiera creía ser nada especial, de haber sabido no me hubiera aventurado tanto y hacerme al tonto. Pero…—miró a su amado—por otro lado, fue una bendición mi descuido; si no hubiera cruzado la frontera de Synchro, nunca te hubiera conocido.

Yusei mantuvo una sincera sonrisa, su corazón se agitaba con el sonido de aquella voz tan llena de alegría y optimismo. No se arrepentía de haber traicionado a todo un reino, solo le importaba él, el hada guerrero de Fusión.

—También doy gracias, Judai. —lo tomó de la mano y entrelazaron sus dedos.

Algo se movía entre la maleza del bosque, muy rápido; de inmediato se pusieron a la defensiva.

—¡Ah! ¡¿Qué es eso?! —Artemis se agarró de la pierna de Yusei y Kuriboh se convertía en una roca.

—Percibo una potente energía. Nos está rodeando.—dijo Yusei.

Judai alzo la vista analizando a la criatura desconocida, después exhaló y bajó la guardia.

—Vaya, no puedo creerlo. —el hada sonrió.

Desde las alturas el imponente dragón Slifer atacó al mago con una delgada exhalación de fuego para no dañar al hada, sus escamas se hacían más brillantes con forme descendía y se acercaba a ellos.

—¡Ahhh! —Gritó Artemis. —¡El dragón! — Yusei en su destreza se apartó hábilmente, se puso a la defensiva con su arma brillante en su mano derecha para el contra ataque. No le molestó que Artemis se colgara de su pierna.

Slifer se puso frente a Judai en forma de escudo, sus escamas se ponían más rojas y hermosas junto a él. Justo así brillaba el dragón de polvos de estrellas junto a Judai en Synchro, solo que era más discreto y se apartaba para darles privacidad.

—Slifer. Son unos amigos. No vienen a hacernos daño.

El dragón se quedó inmóvil. Acercó la cabeza hacia el hada para recibir una caricia y ponerse en sumiso. Yusei quedó sorprendido, los dragones en los reinos eran dociles únicamente ante los magos y sus respectivos reyes. Slifer debía haber sabido desde siempre la naturaleza esplendida del Hada guerrero.

—Parece que te quiere mucho.

—Bueno, estamos cerca de sus dominios. A veces le traigo algo de fruta. Cuando era un niño, Slifer siempre me seguía a todas partes, pero no se acercaba a mi a menos que estuviera solo. Supongo que…vio lo que había en mí. — Judai ahora entendía los motivos, la nostalgia lo invadió pensando que solo eso era lo que había llamado la atención de esa bestia.

Yusei guardó su espada y trato de acercarse, pero un gruñido del animal hizo que solo quedara a unos cuantos pasos.

—Judai, yo te protegeré con mi vida si es necesario. Te amo por quién eres, no por ser un ser de luz. Y creo que Slifer también siente lo mismo por ti. Tu luz no radica en ese poder, sino en tu propia fortaleza de Hada, de tu ser. Amo el ser que eres.

Las palabras del mago de Synchro regresaron la alegría a su mirada. Asintió con la cabeza y enseñó sus dientes en una ancha sonrisa.

Slifer había sentido la profunda sinceridad con la que el intruso hablaba desde el fondo de su corazón. Se apartó del hada para darle permiso y que pudieran abrazarse.

Aquel dragón daba su consentimiento, pese a que le disgustaba el olor del mago debido al dragón de polvos de estrellas, pero aun así, lo permitió.

—Gracias Slifer.

 

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El rey Kaiba había trepado a su caballo y se había armado con un escuadrón. Ya se había enterado, de los propios halcones, que todos los reyes habían salido a escoltar a sus tropas para tomar el asunto del ser de luz personalmente.

“Aquel que obtuviera el poder de un ser de luz, sería capaz de destruir naciones con el solo alzar de su dedo.”

Eso era de lo que hablaban las leyendas, no podía cruzarse de brazos esperando a que le trajeran lo que por derecho le pertenecía.

¿Cómo sabría quién era un ser de luz? Muy fácil, las escamas de los dragones reaccionaban ante la presencia de uno. Todos los reyes poseían un ejemplar de sus respectivos dragones. Kaiba llevaba una escama del dragón rojo colgado en un collar al cuello.

Y la intensidad en el brillo de la escama lo conducía hacia el sur.

 

Capitulo 1.2- Escape

 

El hada y el mago caminaron bajo la sombra del dragón rojo de Fusión, ya se estaba haciendo tarde por lo que lo primordial sería resguardarse.

Slifer los había conducido hasta su lugar de descanso; era cerca de un lago—parecido a los dominios de Stardust en Synchro—, en la cima podía verse el árbol simbólico del ex rey de fusión. Pocos habían tenido el privilegio de ver su majestuosidad y soledad en la colina de la roca debido a la furia del dragón, pero quien quiera que lo viera podía sentir un profundo dolor ajeno inexplicablemente.

Yusei fijó sus azulinos ojos sobre el paisaje, poniendo especial atención en aquel árbol; de inmediato sintió aquella tristeza, era algo insoportable, una soledad profunda, llena de oscuridad y culpa, pero sobre todo, aquel sentimiento de terror por perder a alguien amado. Tenía curiosidad pese a ese sufrimiento interno inexplicable, entonces caminó como hipnotizado por el movimiento mecido del viento en esas abundantes hojas caídas del árbol.

— ¿Yusei? —Judai lo miró con extrañeza cuando comenzó a caminar ausente el mago, quizás ese lugar no estaba diseñado para un viajero de Synchro.

El  mago no respondió, algo lo guiaba al sauce, algo raro y fuerre; pero no pudo avanzar más. Salió de su trance cuando el dragón rojo cayó desde el cielo frente a él y le gruñó ,advirtiéndole así, que no siguiera avanzando.

Yusei retrocedió alterado por aquel despabilamiento violento y sobre todo porque Slifer lo asechaba, haciéndolo retroceder .

Chocó con el guerrero hada, solo así Slifer cesó su asecho y voló cerca del árbol en la colina, dándoles a entender que les permitía quedarse, siempre y cuando no se acercaran ahí.

— ¿Estás bien Yusei? —preguntó Judai algo preocupado.

—Estoy bien, no sé qué me pasó. Sentí que alguien me llamaba desde el sauce.

Ambos miraron el viejo árbol triste, donde Slifer estaba ahora echado justo a su lado.

—Es el árbol de rey Atem. —Comentó el hada—Según cuenta la historia, nuestro antiguo rey sufrió mucho la pérdida de un ser a quien amaba profundamente. Tuvo que matarlo para que la guerra cesara, pero a raíz de eso se suicidó.

—¡¿Lo asesino?! —Yusei se asombró.

Judai afirmó con la cabeza, después se puso melancólico.

—Su amado era un ser de luz, y por el bien de todos, el rey le quitó la vida.

El mago ahora entendía el terrible dolor que acongojaba su corazón al fijar su vista sobre ese árbol; la historia era similar en ellos, entontes, debido a eso, podía sentir el dolor del rey de una manera terrible. Tomo la mano del hada y entrelazó sus dedos.

—Yo no podría nunca hacerte eso, ni por la guerra.

Judai acarició la mano del mago con su mejilla sin soltar el agarre.

—Debe existir alguna manera de quitarme esto. Es tan frustrante. Yo no pedí nacer así, y no quiero ser un ser de luz, Yusei. —Apretó los dientes con impotencia— Solo quiero estar contigo.

El mago acarició los castaños cabellos.

—Encontraremos una forma, ya lo verás.

En ese momento Artemis tuvo una idea.

—Oigan, si todos están tras ese poder, es porque saben cómo usarlo ¿no?. —miró al guerrero de fusión—Tu tienes el poder, Judai, ¿Por qué no lo usas? Así podrías poner a todos en su lugar.

El castaño le regaló una sonrisa amable.

—Eso me gustaría, Artemis, pero no sé cómo usarlo, ni cómo se siente, o como se ve. —se abrazó a Yusei—No hay nadie que me de unas instrucciones de cómo usarlo.

El chico de cabello aguamarina bajó la vista tristemente. (Artemis)

—Es una lástima.—exhalo decepcionado.

—No se preocupen, —dijo el mago para animarlos—encontraremos alguna forma de que nos dejen en paz. No hay imposibles. Judai, yo quité el poderoso hechizo sobre de ti, así es que es posible que haya alguna forma de que dejes de ser un ser de luz o controlar tu poder.

—Quizás los sabios lo sepan. —esa idea cruzó su mente.

—Quizás, pero preferiría no recurrir a ellos. Solo como última alternativa. Por ahora, vamos a dormir. Yo hare la guardia.

—No es muy necesario, Yusei. Slifer está siempre en alerta. —miraron al dragón que parecía tener cierta atención en el árbol, como si le hablara.

 —¿Seguro ?

—Yo confío en él.—guiñó un ojo. 

Tuvieron confianza. Se metieron en la cueva del dragón ya que este estaba afuera y ahí se acomodaron después de encender una fogata; ellos durmieron cerca de ella para que les brindara algo de calor.

Yusei y Judai estaban muy felices, a pesar de que las condiciones en las que se encontraban eran hostiles, el solo aliento del contrario al sentirlo cerca era suficiente para sentir júbilo. 

—Te extrañe. —dijo Yusei recostado junto al guerrero, mirándolo al rostro y posicionando su mano sobre la de él.

—Suenas como si no me hubieras visto en años, hombre. Solo ayer fue que luché contra Zane.

Yusei besó su frente.

—Tonto, han pasado cuatro años. ¿Lo olvidas?—dijo suavemente.

Realmente lo había olvidado, pero para él solo había pasado un día, desde que no lo había visto. Afortunadamente, la magia en ellos nos los hacía envejecer como a los humanos, pero esa pérdida de tiempo, aun así, era fatal.

El hada bajó la vista en decepción de él mismo.

—Espero no haber hecho nada malo, o estúpido.

—No lo creo. Al menos tú no. —alzó delicadamente aquel rostro para volverlo a ver a los ojos—No sabes todas las veces que desee cruzar la frontera de Synchro solo para arrebatarte de las garras de Zane. Fue muy difícil pero, ahora ya quedó solo como un mal recuerdo. Estamos juntos y es lo que vale.

La sonrisa del hada se suavizó.

—Escúchate, hablas como todo un romántico.

Yusei rió.

—Las personas sacan lo mejor de sí, siempre que se encuentran con el alma a quién aman.

Ambos rieron, las palabras cursis salían sin pensarlas en cada uno de ellos. Se besaron sin perder el contacto mano a mano.

—Tengo miedo, Yusei. No quiero que me obliguen a hacer algo que no quiero. Son capaces de todo. Vi a mi mejor amigo morir frente a mis ojos, y eso no lo he podido superar.

El mago lo abrazó protectoramente.

—Nada te pasará porque estoy aquí contigo, yo te protegeré hasta el final, Judai. Incluso si muero, seguiré protegiéndote.

—¡No! —respondió de inmediato el guerrero de Fusión con la voz algo alterada. Hundió su cara en el pecho del más alto— Si llegara haber un “final” así, yo me iré contigo.

Ninguno estaba dispuesto a abandonar ese vínculo tan especial y sagrado que habían construido; que habían encontrado uno del otro. Esa clase de fortuna es muy difícil de encontrar sobre los mundos, y cuando se halla, lo que más se anhela es permanecer así eternamente, por lo que no se puede evitar el sacrificarlo todo por aquel ser querido. Porque no todos gozan de ese privilegio extasíese, ni pueden ser bendecidos con el soberbio don del amor correspondido. Cuando se encuentra la otra parte de la costilla con la que fuimos creados, el mundo comienza a parecer un nirvana.

—Yo siempre te seguiré.

 

----

 

La noche pasaba tranquilamente, el ambiente era llenado por seres del bosque que jugueteaban en el agua o bailaban sobre la briza y el lago. Inofensivos y traviesos, hacían pequeños ruiditos junto con los grillos, ranas y aves locales. Yusei y Judai se habían quedado profundamente dormidos dándose el calor que necesitaban, mientras Artemis y Kuriboh dormían algo alejados, espalda con espalda.

La fogata se había apagado, de repente todos los sonidos cesaron reemplazados por el sonido de trotes de caballos que comenzaban a ser más fuertes con forme se acercaban.

Yusei dio un brinco en cuanto el relinche de los caballos se escucharon fuera de la cueva; ya los habían encontrado.

Abrazó a su hada, este seguía dormido; recordaba que tenía el sueño pesado.

Rápidamente tomó su arma y salió de la cueva para hacerles frente. Slifer ya no se encontraba en la cima.

—¡Yuseeeeeei!—gritó Jack Atlas blandiendo su espada y enfurecido ; junto a él se encontraba el rey de XYZ, quien también lo amenazaba con su hierro, más  atrás Kaiba y Reiji de la misma forma.

—¡Nos abandonaste, maldito traidor! —Los ojos azules del rey de Synchro centellaban—       ¡Creí haberte dicho que esa hada es mía y tú también! —su voz era arrogante, fuerte y autoritaria, casi podía apreciar las llamas de furia rodeandolo —Al menos ya lo tienes cautivo . ¡Tendré misericordia de ti si me lo entregas pacíficamente!

Yusei empuñó su arma.

—¡Yo lo protegeré con mi vida! ¡Tendrás que asesinarme primero! Aunque te advierto que perderías al amor de tu vida. ¡De todas formas, nunca te haría caso, Jack!

 

El rostro de Atlas se desfiguró de manera diabólica, un rostro que nunca había visto de su respetable rey. Parecía haber encolerizado de forma atroz, de alguna forma intimidó al mago.

—¡El ser de luz será de quien la tome primero! —habló Reiji acomodándose los lentes. —Por supuesto, péndulo será el ganador.

—¡Dicen puras idioteces! —gritó Kaiba en prepotencia. —¡Judai me pertenece a mí! Lo haré mío! El nació aquí, creció aquí. Por lo tanto, dejen de meterse y desaparezcan de mi reino, patéticos  gobernantes. ¡El ya tiene dueño!!

—Sigan discutiendo—se metió Ryoga— Al final el reino XYZ se hará con él.

Una gota de sudor resbaló por el rostro del mago, fácilmente podía acabar con todos ellos en un conjuro,  pero tenía un mal presentimiento.

—Ustedes son humanos—vociferó el mago firmemente—¡¿Cómo piensan ganarle al mago más poderoso de los cuatro reinos?!

—¿Poderoso dices? —de las sombras Yuya se descubrió haciendo una risa ancha y burlona, los ojos rojos brillaban con cierta locura expresados en ellos. —¿Tú solo te pones el título, Yusei? —su voz era sarcástica.

Yusei abrió exageradamente los ojos ¿Cómo era posible? Se supone que ningún mago debía salir de sus reinos. ¿Entonces péndulo estaba desprotegido también? ¿Y cómo los habían encontrado tan rápido?

Yuto también hizo acto de presencia.

—Que yo sepa, todavía no se define quién es el mejor. —sacó su varita en forma de espada violácea.

—Yusei,—se escucho una voz macabra—Judai debe extrañar mis manos y mi cuerpo. —Zane apareció calmado, pero su rostro afilado expresaba una furia interna además que su voz escupía burla. —¡Lo volveré a tomar las veces que quiera!

El cuerpo de Yusei se calentó de la ira, únicamente por las palabras de ese maldito mago de Fusión.

—¡MALDITO!  ¡TE HARÉ PEDAZOS!! —Yusei se arrojó contra él de inmediato, la cabeza la tenía invadida de la ira y no pensó en que lo superaban en número.

Entre ellos dos las habilidades eran extraordinarias, el fuego y la tierra se alzaron fieramente. Yusei no solo contaba con habilidades de la tierra, podía hacer de todo, pero en cuanto a las demás, era un grado más débil que quienes tenían sus orígenes en esos reinos. La fuerza de un mago no solo se derivaba de esos elementos, si no de la sabiduría, la estrategia y la técnica que usaban para hacerlos ganar. Algo que a Yusei se le había olvidado debido a la presión de la venganza y la furia invadiendo sus venas.

Yuya y Yuto solo los observaban, mientras sus reyes se adentraban en la cueva.

—¡No! —Yusei no podía quitarse a Zane de encima tan fácilmente cuando se percató que los humanos entraban, ya era demasiado tarde.

—¡Judai es mío! !Es mío! —Zane solo repetía eso una y otra vez poniendo al mago de Synchro más encolerizado en su distracción por ver la cueva.

Entonces Zane hizo un conjuro rápido, y un soldado de fuego apareció y golpeo el rostro del mago de Synchro, al haber bajado la guardia.

Trató de recuperarse, pero no pudo; un soldado de hielo lo hizo rebotar en el suelo a causa de una fuerte patada en el estomago.

—Ups, disculpen que me meta. —habló sarcásticamente Yuya—pero vi que se estaban divirtiendo mucho y no me contuve.

Aquel mago era uno de los más fuertes, Yuya era famoso por ser tranquilo y optimista, pero cuando se excitaba por algo, podía llegar a ser un asesino inminente con ganas de sentir la sangre de sus enemigos. Un mago voluble, solo controlable por su rey.

Yusei intentó levantarse. Entonces un pequeño  remolino de viento lo mantuvo a unos cuantos metros sobre el suelo, en su centro, e hizo múltiples heridas profundas por todo su cuerpo.

Esa era la participación de Yuto también.

—¡AHHHHHHH! —Fudo gritó en agonía, frente a las risas de burla de los otros magos y sus palabras hirientes .

Los tres volvieron a atacarlo pero esta vez todos juntos. Yuya lo encerró en una gran bola de agua, Yuto congeló con el viento pequeñas partículas de agua y las clavó dolorosamente en su piel, mientras que Zane electrificaba el liquido.

—¡AAAAH! ¡AAAAAAH!

Era el fin, Yusei lo pensaba, pero no debía darse por vencido ; sin embargo no había podido hacer nada.

—¡STARDUST! —gritó con todas sus fuerzas, entonces el majestuoso animal apareció de inmediato he hizo un contra ataque con sul rayo blanco de polvo de estrellas.

El rayo cayó directamente sobre los tres magos; estos volaron por los aires azotándose fuertemente entre la maleza y haciéndose profundas heridas que quemó su piel. Estaban realmente heridos. Los dragones eran una fuente mortal de energía.

Zane, Yuya y Yuto se levantaron débilmente con notorias lesiones lacerantes, sus ojos fulminantes estaban ardiendo de una furia  que les carcomía el alma.

Los cabellos de Yuya se erizaron, sus ojos brillaban aun con más intensidad que los demás, en una sombría mirada. Zane y Yuto no eran tontos, sabían que de los cuatro Yuya y Yusei eran los más fuertes, pero Yuya tenía algo raro que los demás magos no poseían. Era como si otra persona, una entidad maligna, viviera escondida en su interior. Ambos se hicieron a un lado aunque no apartaron el seño fruncido.

Yuya caminó contra un maltratado Yusei, quien era respaldado por su dragón de polvos de estrellas.

—¡Noooo... ! —escuchó los gritos de Judai en la cueva.

—¡Judai! —miró, pero de inmediato regresó la vista a su rival, parecía que las cosas estaba poniéndose difíciles .

Yuya sonrió nuevamente como un psicópata.

—Lo quieres mucho, ¿Verdad?, jajaja. Que débil eres.  Pero has hecho trampa Yusei. Sabes, dos pueden jugar a lo mismo. —alzó su brazo al aire—¡Te demostrare el poder de péndulo!! —gritó haciendo un  llamado—!VEN A MI ODD-EYES!!!!

Al instante, el dragón de Péndulo también hizo presencia majestuosamente. Ambos dragones se gruñeron ferozmente al tenerse frente a frente. Ningún dragón se llevaba bien con otro de su especie.

—¡Magnifico ¿verdad?!—ensancho la sonrisa  —!Te regresaré todo el daño que me hiciste! —el aura del chico de ojos carmesí era diabólica, estaba envuelto entre una espesa neblina purpura que hacia ráfagas de viento oscuro. Alzó su mano y después la dirigió hacia Yusei mientras recitaba unas palabras que ningún mago había escuchado jamás. Incluso Zane y Yuto quedaron anonadados.

Entonces el dragón Odd- eyes se llenó de esa energía maligna y evolucionó haciéndose más fuerte con alas imponentes y torso en una capa de armadura roja sangre; el animal concentró un rayo oscuro en su hocico y le apuntó con eso al mago de synchro.

Yusei estaba estupefacto por lo que acababa de hacer su homologo, no sabía que podía llenar de su propia magia a su dragón blanco. Pero fue tarde para analizarlo.

El rayo de odd-eyes había caído directo a él destrozándole todo el lado derecho de su brazo.

—¡AHHH! —El dolor fue atroz, mas tuvo suerte,  hubiera perecido al momento de no haberse puesto Stardust en medio, cubriendolo con su pecho en forma de escudo, y sacrificándose por su amigo mago de Synchro .

El poco alcance del rayo fue lo que había deshecho el brazo derecho.

La imagen era de muerte, de fracaso total. El dragón de Synchro había perecido en batalla de una forma incomprensible, no se suponía que un dragón tuviera tanto poder contra otro, al menos la batalla seria reñida, pero no fue así; aquel ataque le había perforado el corazón.

—¡STARDUUUUUUUUST! —el grito lastimoso hizo eco con el lugar.

—¡Ahhhhh! —el rey Reiji tenía sometido al hada de los cabellos y su brazo retorcido tras su espalda. Al parecer, el rey de péndulo había sido el más fuerte de todos.

—Buen trabajo Yuya, como siempre. —felicitó a su mago orgullosamente.

Yusei estaba impotente, viendo a su amado siendo jalado de manera violenta. Regresó su visto con Yuya, no se había dado cuenta de lo rápido que es mago había  acabado con los otros dos seres de magia de los otros reinos. Pero lo más molesto era ver su cara de satisfacción y diversión en sus facciones. Sonreía anchamente como un desequilibrado, después se inclinó como dando gracias a un público invisible por haber presenciado su show.

—¡Gracias damas y caballeros! ¡Llevaremos sonrisas a los reinos!—su rostro miró a Reiji, parecía enloquecido.

Yusei solo podía observar desde el suelo como se llevaban a su amor a la fuerza, mientras este trataba de huir desesperadamente con toda su energía.

 

!No!, ¡No! —pensó Yusei en consternación. Se había dado cuenta que ese reino ya estaba preparado para todo eso desde el principio; quizás ya se habían preparado para ese momento y el entrenamiento había dado sus frutos con esa lucha tan fácil.

 

!No se lo lleven!! NO!! —su desesperación era mucha pero ni siquiera tenía la fuerza para gritarlo, estaba muriendo lentamente, desangrado, empapando sus prendas con su líquido vital.

 

—!!!YUSEI!!! —Judai clamaba a su amado por ayuda, además que verlo morir lo estaba destrozando.

Pero solo había logrado que los ojos azules derramaran amargas lágrimas de impotencia, al ser obligado a presenciar esa pesadilla.

Si hubiera sido más fuerte….si hubiera sido más hábil…. Si tan solo hubiera entrenado más arduamente sin subestimarlos. Entonces, no estaría así.

 

Por favor……

 

Una forma….

 

Una solución...

 

Alguien….alguien……

 

Por favor... ayúdenos.

 

Fue entonces que un brillo deslumbró a todos. Era en realidad  un potente rayo de color amarillo y bolas moradas, este los atacó y derribó a los intrusos de péndulo;  los hizo volar unos metros hacia atrás.

Yusei quedó perplejo, no supo que había pasado, pero enfoco la vista nuevamente a ellos.

Sus ojos se desencajaron. En ese instante dejó de respirar y todo su sistema se tensó a punto de desmayarse.

Alguien estaba parado frente a ellos, pero no logró ver su rostro, lo que sí pudieron ver sus ojos azules fue el cuerpo de los tres en el piso, perforados y sangrados por el mortal ataque.

Habían muerto al instante y Judai junto con ellos. 

—¡!!¡NOOOOO!!!

 

Dio un brinco al despertar de golpe, estaba todo sudado y temblaba. Aquello había sido tan real que casi podía sentir la pérdida de todo su brazo derecho. Su agitación y las lágrimas de sus ojos no podían ser controlados por su conciencia despierta tan fácilmente.

 

“¿Premonición?” —pensó en tensión. No era la primera vez que tenía algo así, pero eso ya hace muchísimos años atrás.

 

Afortunadamente su amado hada seguía dormido a su lado, tranquilamente, sin percibir ninguna anomalía; Artemis y kuriboh intactos en donde los dejó, y Slifer continuaba en la roca.

Trató de tranquilizarse, respiró varias veces, pero no pudo disfrutarlo mucho; miró bien la entrada de la cueva: había una persona parada justo frente a él.

Nuevamente se puso a temblar, sin embargo, debía recuperar el aliento si no quería ver su pesadilla hecha realidad. Tomó su arma, tomó valor, y salió con cautela.

—No dejaré que vuelva a pasar….—dijo aquel hombre que le daba la espalda mirando el lago. Traía una capa de seda roja y atuendos finos con oros adornándolo. Su cabello en tres capas, tres colores —rubio, negro  y rojizo violeta—, parados en punta  como una estrella. La luna resplandecía su piel blanca y aura divina.

Yusei se acercó lentamente servido de su fiel arma y esperando no ver a los reyes y los magos de los otros reinos salir de la maleza.

—¿Has visto el futuro Yusei? —el hombre, que presumía de una envidiable belleza, lo miró tristemente con sus ojos amatistas.

—Tú eres…—quedó perplejo.

—Era.

—¡El antiguo rey de Fusión! —soltó en sorpresa.

El rey afirmó con un cabeceo.

—Mi nombre es Atem Yami. Te ayudaré a llevar a mi amado a salvo.

—¡¿Amado?! —el mago ya no sabía si eso era un sueño o a realidad, pero lo comprobó al sentir la tierra, el aire, y a Slifer tranquilo en la roca (sobre todo a Slifer).

Aunque todavía no salía del reciente shock de haber visto inerte y sin vida a Judai.

—Creo que Yugi, el antiguo ser de luz, todavía tiene un vinculo con el alma del nuevo ser. Quizás si los ayudo, pueda perdonarme de lo que hice.

Yusei bajó la mirada ante esa alma en pena, tragó saliva y regresó su semblante a la seriedad.

—Yusei, quiero que escuches mi historia…

 

 

 

Notas finales:

 

Continuara....

 

-REVS-

Lector: ZeroE Comentario sobre: Cap 2.- Escape

Sin duda es uno de las historias mas lindas que he leido Yami red eyes.=3

OwO intriga, accion, pasion, misterio, bien podria verlo en una peli

Y eso que la pareja no es mi favorita, pero la canción siiiii xDD

Me gusto la forma en ke esta escrita, el trama, el drama y esa troleaadaaa :B jajaja Yo si me la estaba creyendo. Pero que bueno que solo era un sueño, se siente el amor de esos dos ^^♥

Seguire este fic hasta el final x3

Fecha: 13/05/16 01:33   Lector: caroline [Denunciar] Comentario sobre: Cap 2.- Escape

Que engaño, pense que todo estaba pasando en serio. Pero me alegra que no fue asi y Atem los ayude a que no se haga realidad.

:)

 



Respuesta del autor:

Hola, hola!!

 

Ouh, si,pero fue un sieño futurista, asi es que tiene mucho simbolo y puede pasar. Claro , no de la misma manera.

Si Atem se metio tambien al juego con Doroti, ojala se ayuden xD

Gracias por tu rev!!

Nos leemos!!

-Yami red eyes-

Fecha: 10/05/16 20:15   Lector: lady miau Comentario sobre: Cap 2.- Escape
QUE MANERA EH!!!, me hisistes asustar ya crei que de esa forma terminaria tan triste por lo menos aun hay mas................me troleastes si que ya iba a llorar,....ok mentira

Respuesta del autor:

Hola, hola!!

 

Jejeje si, creo que hago eso en cada uno de mis fics xD...Pero puede llegar apasar devido a que es un sueño del futuro.
 :3

Quien sabe....

Gracias por tu comentario!!

 

Nos leemos!!!

 

-Yami red eyes-

Fecha: 09/05/16 21:36  

 


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