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Cafetería romántica | Hunhan; exo por LYhobbit

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Notas del fanfic:

Si les gustaría alguna pareja de EXO en especial, pueden pedirla, en serio!! no muerdo ♥, yo solo beso. La pareja mayoritaria es de Sehun y Luhan (♥), habrán otras amorfitas o lo que ustedes quieran pedir :3, eso es todo. Espero lo disfruten!!

 

 

Género: romance, !au, otros géneros, non/con

Advertencias: algunos drabbles pueden tener contenido adulto.

Sehun y Luhan | EXO-OTP12

 

 

*

Wattpad

Notas del capitulo:

I. Café exquisito en un ácido invierno [HunHan]

[Morir no es una opción]

Pareja: Sehun & Luhan; HunHan

Género: Angst, romance, apocalyptic!au

Advertencia: Smut

Clasificación: PG-13

Palabras: 994

N/A: mientras, disfruten esta primera visita a la cafetería :3, pueden acompañarla con una tacita de café *ha visto mucho Chavo del 8 :v*

Canción para escuchar mientras leen: #1, #2

I. Café exquisito en un ácido invierno [HunHan]


Cuando los átomos de un mundo desahuciado vuelan en el aire antes puro y limpio hasta el cielo, Sehun las observa desde el interior de su habitación, construida de un grisáceo concreto —o tal vez es el polvo que a veces Sehun ya se niega a remover— con vidrios rotos y una puerta vieja de madera; el cuarto está situado hasta la punta de lo que fue un moderno edificio de la ciudad. El manto siempre está oscuro, pero no es ese tipo de negrura brillante y elegante con aroma a vida, es una sucia y borrosa que despide olores a plásticos y otros combustibles irritantes. De pronto se escuchan ligeros ruidos haciendo que el polvo creara algunas nubes sobre el suelo. Sehun voltea fastidiado porque el cristal de las ventanas están volviendo a caerse; le costó trabajo unirlas con algo parecido a la plastilina, quizá había sido petróleo en un estado sólido. Bien, ya no le importa ponerlas en su lugar, eso siempre sucede.


Vuelve su vista al cielo, y retrocede a esos días en que aquellas moléculas solo podían verse cuando la luz del sol traspasaba las puertas siempre abiertas del planeta, o cuando no se veían aun con un microscopio. Respira pesadamente, sacando ese tipo de memorias que a veces, solo a veces, le hace desear saltar por la ventana y morir para irse con las personas que ha dejado atrás.


“¿Otra vez estás mirando el cielo?”


“Sí”


“Ven, acuéstate conmigo”


Tan pronto como escucha lo último Sehun voltea con una sonrisa pícara y, caminando hasta llegar al borde de una cama antigua pero todavía resistente, se hecha junto a su pareja.


“¿Podrías dejar de pensar en ese tipo de cosas?”


“Solo con una condición”


Luhan ya sabe a qué se refiere Sehun, y asintiendo con la misma sonrisa traviesa que Sehun, le empieza besar el cuello. Sorbe con fuerza aquella parte que a su compañero tanto que lo hace estremecer y además, le hace pensar en una y mil posibilidades de hacer el amor. De manera desenfrenada y sin titubeos, Sehun comienza a sacar las ropas sucias hasta dejarlo completamente desnudo. Queda pasmado al notar que la piel de Luhan brilla con resplandor aun cuando manchas de tierra están adheridas permanentemente, incitándole a llenarla de más huellas sicalípticas. Con sus labios rocía la blanca piel de besos, y las llena de nuevas manchas, pero esta vez, son de suave color rojo. Después, con sus manos juega con el miembro de Luhan y mientras lo estimula, su lengua va directamente a jugar con los botones que se levantan en ambos pectorales, humedeciéndolos  incontables veces.


Luhan también juega con el cuerpo de su compañero y le deja marcas con sus delgados y libidinosos labios. No tarda mucho cuando un grito escapa de sus cuerdas bucales. Luhan puede sentir unos dedos inquietos llegar hasta su interior, derramándole algunas pizcas de placer. Sehun consumido en el éxtasis, juega salvajemente dentro de Luhan, y lo que al inicio fue molestia, ahora se siente como entrar al mismo paraíso.


No pasa mucho tiempo, tal vez son minutos, cuando Luhan ya está en una posición poco ortodoxa, con las manos y rodillas enterrándose en las sábanas y, algunas veces, sosteniéndose con fuerza de los alambres que se asoman del colchón viejo y desgastado. Sehun sale y entra, embistiendo una y otra vez a su pareja con mejillas rosadas y cabellos mojados. Jugando una y otra vez, moviendo por centímetros la cama a su lugar original y chocando con el muro, creando una sinfonía de carnes chocando entre sí, y en ocasiones, manos golpeando el trasero de Luhan a merced del dolor y el placer. Y entonces hay un punto en el que no existe nada de sufrimiento y ambos están en el oasis de lo verdadero y fantasioso. Sus cuerpos se contraen, y llegan al deseado orgasmo, ése que sin duda alguna, les hace buscar la manera de sobrevivir.


“Hoy Sehun te sentías verdaderamente mal”


“¿Desde cuando estás contando los días?”


“Desde siempre”


“¿Aún recuerdas la noche y el día?”


“Sí”


Sehun, desde el interior puede ver copos caer, y se emociona demasiado, porque todavía tiene un poco de esperanza, de fe. Así que, sin ponerse algo de ropa, baja las escaleras con rapidez —a estas alturas el bajar desnudo ya no le importa, no habrá represalias—. Y como si se tratase de un niño emocionado por la primera nevada de invierno mira el cielo. Luhan le ha seguido con lentitud, llegan al lado de Sehun, y al intentar decir algo, nota cierto tipo de melancolía en su pareja, algo llamado decepción. Porque aquellos copos no otra cosa más que la contaminación que  el cielo expulsa con resquemor hacia los sobrevivientes de una inservible guerra hace ya varios años.


“¿Estás bien?”


Recibe silencio por parte de Sehun acompañado de truenos que difícilmente se logran ver.


Esas impurezas que el cielo no puede contener más, dañan la blanca piel de Luhan porque es ácido mezclado con mil porquerías. El rostro de Luhan luce angustiado y se aleja para refugiarse dentro del edificio, pero Sehun sigue allí, y pese al salpullido comenzando a brotar de su cuerpo, no se mueve.


Y siente dolor, y luego ya no.


“¡Pensabas abandonarme!”


“Hyung, no era nieve”


Luhan le besa, para después curar algunas llagas con su lengua. Nuevamente da sosiego con ese íntimo contacto a un todavía, infantil Sehun.


“Debemos vivir juntos hasta que la Tierra vuelva a como era antes”


“Sí, ¿todavía recuerdas el invierno y la navidad?”


“Sí, pero no es hoy”


Subiendo las escaleras, una por una, con lentitud y sin abusar de la velocidad que sus piernas todavía podrían desprender, se toman de las manos, sellando con una promesa ese momento crucial de completa y vasta felicidad, en tanto que, sobreviven a los desastres y los lamentos que se escuchan desde el exterior de su polvorienta habitación, porque para Luhan y Sehun, morir no es una opción.

Notas finales:

Espero que les haya gustado;;  ¡oh! Y si les gusta alguna pareja pueden pedir aquí o en mi ask. Si quieren dejar algún tipo de mensaje, opinión, o comentario, todo es bienvenido.

¡¡Gracias!!


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