De seguro aquel sujeto de la amplia calva y chaqueta oscura disfruta molestarme, no puedo parar de sonreír pues son las normas del restaurant pero si por mi fuera ¡PAF! De una por la cara a ver si la barba se le muda y le cubre la cabeza… pero bien no puedo hacer nada al respecto él se empeña en molestarme y yo me empeño en no ser despedida, amo mi trabajo claro no es lo que esperaba de una estudiante de creacion literaria de 23 años pero la paga no es mala y adicional las propinas me generan un alivio extra al final de mes, mis compañeros son agradables en su mayoría somos chicas 5 en total y 3 chicos y medio, el medio es porque apenas tiene 12 años y si se lo preguntan es mi pequeño jefecito!.
Aunque el café restaurant es pequeño, es bastante popular, cada semana tenemos un especial de señoritas, nuestros uniformes cambian y nos vestimos de manera más masculina, aunque siendo franca lo único que cambia es que adicionamos una chaqueta de hombre o una simple corbata; amo esos días, todo me sale natural y aunque no es algo de presumir esos días mi propina es aún mayor… sé que no lo he dicho pero creo que ya se notó, me gustan las mujeres aunque no me molesta divertirme con un hombre, no me etiqueto como bisexual porque eso sería como sentirme insegura y estoy bastante segura de que en mi corazón hay amor para los demás sea un hombre o mujer aunque confieso que me inclino un 70/30 por las chicas XD
Dentro de poco será mi descanso, mi sonrisa está a modo automático al igual que el movimiento de mi cuerpo, solo me acerco a las mesas entrego el menú, tomo nota del pedido, me doy la vuelta, recojo alguna mesa desocupada o la limpio para comodidad del cliente entrego la nueva orden, llevo uno que otro café, pregunto o hablo con uno que otro cliente para que se sientan especiales y luego entrego las ordenes y todo este ciclo se repite por unas 8 horas bueno 7 ya que tengo una hora de descanso y justo ahora me dirijo a disfrutarla.
Me causa gracia ver a mis compañeras, a veces se ven bastante patéticas con su sonrisa falsa y su actitud medio robótica… luego recuerdo que yo también debo lucir así y en cierto modo borra la sonrisa burlona de mí, el baño del personal es como mi lugar privado de reflexión, es pequeño apretado limpio y fresco, solo yo y mi pequeña jefa lo usamos, el espejo de este baño es como un portal, no se muchas veces me pierdo en ver mi reflejo, no, no soy metro sexual ni nada por el estilo, solo que mirar mi reflejo hace que mi mente loca y creativa comience a crear un nuevo mundo, es algo raro lo sé pero así es la mente de los escritores o bueno al menos la mía es así de rara
Arreglo mi flequillo, me sorprende que aunque mi cabello sea corto aun así se vea desarreglado, un corte desigual solo debería de verse así un lado corto otro largo y siempre sensual pero no la realidad es otra, sobre todo cuando sudas y el flequillo se pone como un montón de paja, mis ojos aunque son pequeños no los puedo llamar discretos, su color gris es resaltado por mi cabello negro, desabotono los dos primeros botones de mi camisa porque aunque sea de mangas ¾ igual me genera calor, al igual que los botones de mi chaleco que por ser a la medida destaca mas mi delgado y firme abdomen, aprecio que el uniforme no sea tan formal y en vez del común pantalón negro nosotros usamos jeans negros son algo ajustados pero la verdad no me quejo todo encaja con los zapatos deportivos nada elegante, debo dejar de mirarme tanto al espejo a veces siento que yo misma me seduzco XD
La parte trasera del café es bastante solitaria un estacionamiento con un montón de carros alumbrados por algunos postes de luz y yo escuchando música apoyada de la pared mientras escribo una que otra cosa en mis notas del celular, la canción me lleva a imaginarme un lejano lugar donde una joven…es mi imaginación o la canción acaba de decir mi nombre? – Alessa!- me jalaron un audífono haciendo que este se saliera de mi oído, voltee y baje la mirada, no soy un gigante pero si algo alta 1,76 cm para ser exacta y mi pequeña jefa para mí es como un elfo y ella era la que intentaba captar mi atención-
- Aun me quedan – reviso la hora en mi celular para estar segura- 30 min de descanso
- Lo sé – me causaba demasiada gracia ver a mi jefa con el cuello estirado para verme a los ojos- pero… agáchate!
- No quiero –vi una clara expresión de reproche y me agache a su medida- dígame jefa- siempre que me ve tan cerca de su rostro se sonroja y casi como si no pudiese evitarlo se acerca a mí y me besa, sus labios son suaves y carnosos, con un tono rosado pálido totalmente atractivo, me encantan sus besos discretos, cuando se separa de mi da un paso atrás, su rostro esta con un rubor que aunque no esta tan iluminado este lugar lo puedo apreciar, sus ojos avellanas se centran en los míos, se acomoda un mechón de cabello detrás de la oreja- quería un beso- desvió la mirada, me parece muy tierna cuando se pone así, sonreí y volví a mi posición- eres algo caprichosa jefa – lance una mirada y note que su expresión cambio a una mueca, morí de risa interna, hace todo un honor a su edad- eres malvada Alessa – se acercó a mí – al fin tendré el valor para confesarme y todo gracias a ti – ladee la cabeza pues, sabía que yo no era el motivo de su amor, pero igual me alegraba poder ayudarla aun sabiendo que yo estaba siendo utilizada- ese fue el último beso que te daré y gracias – sonreí y le acaricie la cabeza, apenas sentí que se retiró volviendo a quedarme sola acompañada de un montón de vehículos suspire-
Mi jefa es menor apenas tiene 19 años pero como ven es mi jefa literal mi jefa!... ella se supone que era hetero, pero como yo siempre he dicho nadie en esta vida es hetero todos siempre sentiremos atracción o curiosidad por alguien de nuestro mismo sexo y así le paso a mi pequeña jefa, sin darse cuenta se enamoró de su mejor amiga o algo así siempre cambia la historia, pero le daba miedo confesar su amor o buscarla de una manera más íntima cuando nunca había probado y ahí entro yo, en medio de su capricho me busco para que le diera “lecciones lésbicas” y no niego disfrute cada caricia, cada beso, cada roce de nuestros cuerpos pero sabía que nunca llegaría a cambiar, tenía la esperanza pero sabía que era vana así que solo era su juguete personal, y ahora solo su empleada , volví a suspirar a mi mente llego la idea de un escrito triste pero cuando comenzaba a inspirarme me tocaba entrar de nuevo a mi turno laboral.
Volvió de nuevo mi modo automático, soy realmente buena en mi trabajo, me llevo bien con mis compañeras y los clientes se van satisfechos recompensando mi grata atención los amo! ; Hay solo un par de clientes que mis compañeras me obligan a atender uno es el tipo odioso de la calva y la otra es una señorita misteriosa que a mí me parece hermosa hasta que abre su boca y deja ver toda su actitud! Enserio a ella también provoca ¡PAF! Para ver si lo bello del cuerpo lo escupe por la boca…
Mi jornada laboral termina, parte de mis propinas van al “Pote del Regalo” una idea de mi pequeña jefa para recompensar a la mejor empleada al final de mes, hasta ahora es como un regalo de mí para mí, pues me he ganado el pote 3 veces seguidas, si, si lo se estoy siendo…. Bah me lo merezco xD, después de recoger, limpiar, reponer los materiales para el día siguiente, repartir la comida sobrante entre todos y despedirnos me dirijo a mi moto, mi otro amor, es una Harley- Davidson que me regalo mi padre cuando decidí valerme por mi misma, la amo y la cuido como a mí misma, tiene dos bolsos enormes de cuero a cada costado uno está reservado para cuando alguien entre en mi mundo, es broma es solo que son tan grandes que solo uso uno, en el otro ósea el que uso tiene mi casco, mi chaqueta de cuero y una bufanda, dejo ahí la comida que me obsequian en el trabajo y me dispongo a colocarme mis accesorios, estos son esos momentos donde espero que una joven extraviada o con un corazón roto se acerca a mí a pedirme un empujón naciendo así un amor loco y verdadero, pero estamos en la vida real y eso solo pasa en las historias. Enciendo la moto y el rugido del potente motor rompe la tranquila y solitaria noche su vibrar estremece hasta mis huesos creando una ligera sensación de adrenalina en mi interior, dos giros bastan para acelerar la moto y partir rumbo a mi departamento, mi palacio moderno de colores neutros.