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Lo único que puedo hacer es amarte - Jikook, RapV, HopeJin por ismellyaoi

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Notas del fanfic:

¡Un saludo a tod@s! Pueden decirme Chris ^^ Soy nueva en la página~
(Perdonen el feo resumen, no se me ocurrió otra cosa .-.)
Tengo tres años de conocer a BTS, y poco más un mes de estar en el fandom. 

  Cuando vi el video de Run y, como lo dejan entre líneas que las fujoshis pudimos ver con clara emoción, pensé en un SugaxJungkook (aún no me aprendo los nombres de los ships xD) pero antes de que empezara a planear algo…BAM, vi a mi queridísimo Jiminnie con su pelito anaranjado y sus ojitos hermosos y sorprendidos en la escena en la que abre la puerta y…. como en ese día estaba leyendo los facts de Jungkook, además de haber visto un post Jikook en ig, y vi que entre Jimin y Jungkook se querían mucho y todo, me pareció hacer mejor un Jikook. Pero se me ocurrió también enredar la historia, porque las escenas de J-Hope y Jimin me parecen terriblemente lindas TAT y me dije "Bueno, ¿por qué no hacer una especie de triángulo amoroso o algo así?". Aunque jamás he escrito de ese tipo xDD

Un saludo y un beso.

Notas del capitulo:

Dedicado a la autora venus, quien antes de publicar el capítulo ya quería leerlo :) gracias, me animaste a subirlo enseguida.

El tazón de cereal se llenó de leche hasta que llegó al nivel deseado, seguido de esto unas rebanadas de banana fueron agregadas, y un poco de azúcar fue esparcido. El muchacho se talló un ojo, y lanzó un leve y dulce bostezo al tiempo que llevaba la cuchara, con la otra mano, a su boca. El chico de cabello pintado de naranja continuó desayunando tranquilamente, con intervalos en donde se tallaba de nuevo los ojos, o se rascaba la cabeza, cuyos cabellos estaban algo alborotados.

A pesar de haberse lavado el rostro, los restos de sueño seguían presentes. Pero pronto la cara se le iluminó por completo, dejando de lado su solitario aburrimiento anterior, y sonrió al verlo entrar al comedor. Nervioso, pero sin exteriorizarlo demasiado, dijo un "Buenos días" antes de volver a tomar una cucharada de sus corn flakes.

El chico castaño, de suave e incluso más blanca piel que él, sonrió enormemente.
- Buenos días, cabeza de zanahoria -saludó con una risita traviesa mañanera, antes de dejarse caer a un lado suyo.
Llevaba aún puesto el pijama: un pantalón verde oscuro de rayas café y una camiseta gris, también tenía aún puestos sus calcetines de color rosa pálido con puntitos azules.

- Hey, no te burles de mi tinte -se hizo el indignado-. Cuando V tuvo este color no le dijiste "Cabeza de zanhoria" -fingió un sollozo.

El castaño de preciosos ojos se sintió un poco mal por eso.

- Oh Jimin, yo...No lo decía de esa forma, tú sabes que... -le tocó la espalda, pero el mencionado comenzó a reír. En realidad, reía de nerviosismo porque el otro le estaba tocando, pero aparentó estar riendo de forma divertida.- ...¡No te hagas el indignado! Además, cuando Taehyung tuvo ese color todos le llamamos así, ¡incluso tú! -el menor hizo un puchero al ver que Jimin no dejaba de reír-. Ya deja de reírte... Hey...¡Jiminnie! -le jaló de la manga corta de su blanca y suave camisa.
Pero la tela se sentía tan delgada y suave entre sus dedos que le pareció una sensación muy arrulladora, y terminó por recostarse más a su lado, lanzando un bostezo.

- ¿Kookie? -el repentino cambio del joven le dejó sin habla.

Creyó que con esas risas ya se despegaría de él y empezaría a desayunar, iría a saludar a J-Hope en la cocina o se iría a dar una ducha, pero en lugar de eso le había estrujado la camisa y ahora lo usaba de almohada.

¿Es que no se daba cuenta de lo que esas pequeñas acciones causaban en él?

Decidió ignorarlo.

Sí, si Jungkook se daba cuenta de que Jimin prefería desayunar primero (en realidad, tenía hambre) le dejaría y le imitaría, guardando la distancia. Aunque el hecho de que Kookie fuera el más tierno del grupo no le garantizaba eso y probablemente seguiría pegado a él hasta que otro de los chicos se acercara.

El pelinaranja siguió comiendo, y el menor se removió en su regazo, murmurando unas palabras inaudibles.
- ...Jiminnie...buena almohada...ah...suavecito...
Sip , el chico ya estaba regresando al país de los sueños, y el pobre Jimin no sabía qué hacer.

- ¡J-Hope! -agradeció al cielo cuando vio entrar a su amigo con una bandeja en las manos. Llevaba dos vasos de jugo de naranja, varias piezas de pan tostado, crema y fresas cortadas.
El pelinegro dejó la carga en la mesa, y alzó la vista. Sonrió divertido.
- Oye, nueva almohada, despierta al pequeño que no preparé su desayuno por nada -dijo gracioso, pero la verdad era que ver esa escena le causaba cierto recelo.
Jimin se abochornó.
Al ver esto, Hoseok rodeó los ojos y se acercó a los dos. - Venga, hagámosle cosquillas -dijo, a lo que el pelinaranja asintió con una sonrisa traviesa.
Ambos hyungs llevaron sus dedos hacia los costados del menor, y empezaron a hacer presión suave y repetidamente. En seguida, los ojos del castaño se apretaron fuertemente y la boca de este se abrió en toda su extensión, dejando oír una gran risa que parecía más que nada infantil.

- Hey...paren... Paren ya...-Jungkook seguía riendo, los mayores no le dejaban- Vamos...chicos...ahahaha...me voy a....golpear con algo -y era cierto, Kookie era algo cosquilludo, y las cosquillas eran tan intensas que varias veces estuvo a punto de golpearse con la mesa de no ser porque J-Hope y Jimin le protegieron con sus manos-. Jiminnn, J-Hopee.... -el chico ya había abierto los ojos y pedía a gritos que le dejaran de una vez-. Por favorrr ahahahaha~

Hoseok miró a Jimin con interrogación "¿Le dejamos?". Jimin, en respuesta, ladeó la cabeza. "Uhmmm…".

- Por...por favor...chicos -ya no hacían demasiada presión, pero por sus marrones ojos se asomaban ciertas lágrimas causadas por tanto reír. - Jiminnie~ J-Hope~ -la suavidad con la que el doensang dijo esto causó cierta turbación en el pelinaranja.

Hoseok lo notó.

- Bien -alejó sus dedos y Jimin le imitó.

Jungkook se incorporó un poco, pero sin cambiar de posición. Debido al ataque de cosquillas, había quedado con la pierna izquierda encima de las de J-Hope, y su cabeza y espalda en las piernas y el abdomen de Jimin.
J-Hope retiró la pierna de Kookie, e hizo ademán de irse.
- Iré a leer uno de los mangas de V~ -pero el menor le tomó de la muñeca.
- Espera. -Jungkook le abrazó-. Gracias por el desayuno, J-Hope -agradeció con toda sinceridad. Hoseok le devolvió la sonrisa y le revolvió el cabello.

- El jugo de naranja está delicioso, gracias -fue el turno de Jimin para agradecer, regalándole aquella sonrisa que tanto le gustaba. Sonreía hasta con los ojos.

- Jin también lo hizo -dijo, pero Jimin seguía mirándole. J-Hope sonrió con complicidad y dio media vuelta para caminar hacia su habitación compartida con Taehyung, mientras en su mente se repetía una y otra vez que olvidara ese sentimiento.

Él sabía muy bien que no era correspondido, que Jimin quería a Jungkook...

Al cerrar la puerta detrás suyo, sacudió esos pensamientos de su cabeza, para no darle más vueltas al asunto, y se aproximó a la mesita de noche de su compañero de cuarto. Jaló un cajón y sacó de este un manga en específico. Se desplomó en su cama y miró al castaño-pelinegro tendido bocabajo, con el brazo colgando hasta el piso y la baba cayendo ligeramente de su rostro. V dormía largo y tendido, tan relajado. A J-Hope le dio gracia verlo así, pero trató de no reírse tan fuerte para no despertarlo, no sin antes leer su manga.



Mientras tanto, Jimin terminaba su cereal y Jungkook preparaba sus piezas de pan tostado con crema y fresas. El pelinaranja bebió de su jugo y tomó unos trozos de fresas.
- ¡Oye! -el doensang se quejó- Son mis fresas -infló los cachetes.
- ¿Todas ellas? -Jimin alzó una ceja-, ¿no le vas a dejar a V ni a Suga? Son muchas...- el menor no pudo contener la risa. Solo estaba jugando, quería molestarlo.
Sonrió y le dejó comer.
Minutos después, cuando ya había terminado, el castaño miró a su amigo; quien estaba terminando su vaso de jugo y tenía la cara pegada a la mesa, en actitud pensativa. - Hyung, ¿te pasa algo?
Jimin alzó el rostro y se topó con ese par de ojos brillantes que le dejaron sin habla tan solo verlos más de cerca. A Jimin le gustaba cuando le llamaba "Hyung". Sonrió.
- No, no me pasa nada. ¿Por? -mintió con naturalidad, pero trató de no hacer contacto visual.
- ¿Estás seguro? -Jungkook no se lo creyó- Te he visto actuar un poco diferente desde que comenzamos a grabar...
Jimin tenía que ser fuerte. Pero no pudo resistir a la tentación y miró aquel par de orbes preciosos como dos hermosas joyas. Se había quedado sin palabras.

- Yo, eh....

Un peli-menta decolorado pasó arrastrando los pies por la mitad de la sala-comedor. - Hola a todos -saludó, arrastrando las palabras también y empezando a abrir más los ojos.
Jungkook saludó algo torpe, "Buenos días, Suga". Y Jimin le respondió con su característica sonrisa relajada, "Hey Suga", sintiéndose aliviado por su interrupción.
El mayor del lugar siguió su camino hacia la cocina, dejándolos solos nuevamente.
Entonces la mente de Jungkook volvió de su trance y miró a su amigo que se preparaba para levantarse y llevarse su plato, cuchara y vaso. El doensang le detuvo de la muñeca. Jimin se sobresaltó.
- Aún no me has dicho qué es lo que te preocupa.
Jimin estuvo a punto de temblar. No podría mentirle.
En eso, Suga volvió, ya con la cara lavada y un vaso vacío. Se acercó a ellos y los miró con interrogante al servirse un poco de leche.
- ¿No crees que Jimin actúa un poco extraño, Suga? -preguntó, aún sosteniendo la muñeca del pelinaranja. Suga respondió con total relajación.
- Un poco, sí. Pero no creo que sea nada malo, ¿no? -y esa era la verdad, Suga pensaba que no debería ser nada extraño o malo, que todos estarían cansados de la grabación.
- Sólo estoy un poco cansado...-parecía que le había leído la mente al mayor- la grabación y los conciertos… pero no es nada.
Suga afirmó suavemente la cabeza.
- Descuida. A veces es bueno pensar un rato, meditar -comentó y después bebió de su leche. Jungkook le soltó, agachando un poco la mirada al escuchar las palabras del cabello color menta deslavado.

Al verse liberado, el pelinaranja caminó libremente hasta la cocina, donde vio los demás platos que seguramente utilizaron los chicos. Decidió lavarlos. Estaba terminando de preparar el jabón cuando la puerta se abrió. Era J-Hope, quien, al verlo, le sonrió. Jimin regresó la sonrisa.
- No te preocupes en lavar los platos, yo lo hago -dijo a su hyung. Hoseok negó con la cabeza.
- Tú ve a darte una ducha, antes de que Taehyung te la gane. Pero Jimin no hizo caso.
- Quiero ayudarte, ya bastante hiciste con hacernos el desayuno.
- Sólo ayudé a Jin con el jugo y tú sólo bebiste eso y comiste el cereal -dijo algo divertido, terminando de lavarse las manos.
- Sí pero también comí fresas, y tú las cortaste, ¿no? -dijo sonriendo, empezando a lavar un plato.

A J-Hope esos momentos le daban alegría, mas no esperanza. Sabía que Jimin estaba evitando a Jungkook.

- ¿Pasó algo con Kookie? -preguntó mientras secaba una cuchara que Jimin acababa de lavar. El menor alzó la vista del fregadero.
- ¿Soy tan obvio? -respondió con otra pregunta. Hoseok no respondió en seguida. - Me preguntó si me pasaba algo, dice que estoy diferente desde que comenzamos a grabar - J-Hope dejó que continuase- . Por suerte Suga llegó y le dije que era cansancio de tanto trabajo.

Hoseok le escrutó con la mirada, no de la forma sentimental, sino como buscando sus reacciones. Lo encontró en sus ojos. Esos ojos expresivos que con solo verlos había aprendido a descifrarlo. Sin pensarlo dos veces, extendió sus brazos y lo atrapó en un abrazo.
- Jimin -dijo-, te entiendo. Pero...debes de ser fuerte. -¿le estaba hablando a él o se estaba hablando a sí mismo? No importaba, serviría para los dos. - Debes decirle antes de que sea tarde.
Jimin escuchó con estupefacción. Al oír esas últimas palabras, sus brazos reaccionaron y correspondió al abrazo.
- J-Hope -el mencionado deseó no haber hecho tal cosa, pues su abrazo correspondido le estaba dando esperanzas donde no las había. - Gracias -el doensang agradeció suavemente, apretándole un poco en el proceso. Le soltó y ambos se miraron. - Tú eres un tipo genial -siguió hablando Jimin-, tu forma de ser y tu actitud...eres muy bueno, J-Hope. Esa chica siempre va a lamentar el haberte perdido de esa forma, tú te mereces algo mucho mejor -sonrió enormemente. Hoseok le regresó la sonrisa, una triste sonrisa. - Oh, perdón. No quise hacerte pensar en eso.

Jimin le abrazó, creyendo que J-Hope había recordado aquella relación, que había tocado esa herida. Pero esa herida ya estaba cerrada. ¿Y quién la cerró? Fue Jimin.
Aunque él no lo supiera, y aunque J-Hope lo negara, así había sido. Por eso J-Hope había sonreído con tristeza, porque el sentimiento no era correspondido. Porque desde antes de declararse ya sabía la respuesta. Porque no quería luchar por un cariño que no sería recíproco. Porque él, a diferencia de Jimin, no tenía oportunidad. A Suga no le interesaba Jungkook de esa forma, y eso hacía que Jimin tuviera esperanzas.

Pero, ¿y J-Hope?


Siempre pensando en los demás, siempre dejándose al final. Esto no era la excepción.
Nadie más sabía de su enamoramiento con Jimin. Nadie. No tenía confidente y; sin embargo, él era uno. No tenía confidente porque estaba resuelto a acabar con ese sentimento. Y creía que si lograba unir a Kook y a Jimin podría superarlo. Pero al corazón no se le podía engañar, y no siempre daba las reacciones que quería.
- Descuida. Eso ya está olvidado, muy olvidado -le revolvió el cabello y se separó de él. No quería repetir la historia, no quería sufrir de nuevo de esa forma. No con él.
Preferiría sufrir como el amigo y confidente, a ser rechazado y vivir con eso en su corazón.



Al terminar de lavar los platos, y sin saber muy bien la razón, ambos chicos habían comenzado una pequeña pelea en la que se golpeaban con los trapos de cocina. La batalla se mudó a la sala, donde Taehyung y Jungkook, a su vez, tenían una contienda debajo de la mesa. Hoseok enrolló su "arma" y le golpeó a Jimin con esta en el brazo. Taehyung comió algo de cereal antes de atrapar el pie derecho de Jungkook entre los suyos.
Las peleas siguieron hasta que nuevamente el peli-menta apareció en escena, recién bañado y con el cabello aún algo húmedo. Su cara demostraba algo de desconcierto, pero no estuvo mucho tiempo así porque Hoseok y Jimin le atacaron de sorpresa.
Suga no hizo más que escudarse con sus brazos, y tratar de llegar a la mesa. Los atacantes le dejaron ir y siguieron en lo suyo, por lo que Suga suspiró aliviado y tomó su vaso de leche vacío y olvidado. Se sentó al lado de V, y Hoseok se acercó con una jarra medio llena de jugo de naranja.
La pelea de trapos de cocina ya había terminado, pero no la de debajo de la mesa. El doensang había atrapado entre sus pies la pierna derecha de Taehyung, y este se llevaba un pedazo grande de fresa a su boca.
- Ya te dije que son mías.
Taehyung no hizo caso y comió la fresa, masticándolo enfrente de Kookie con total descaro, para molestarlo. Jungkook hizo un puchero y Taehyung rió. Suga, después de agradecer a J-Hope por el jugo y el pan tostado que le trajo, miró a los menores de la mesa y sonrió al instante. Quiso molestar también al menor, así que agarró unas fresas y las sirvió en una pieza de pan. Jungkook vio esto "indignado", y liberó la pierna de V para apresar la vecina pierna izquierda de Suga. Los tres atacaban.
- No es justo, ¡no puedo con dos! -hizo una mueca divertida, rindiédose y dejándose atrapar por sus hyungs. Tae le apresaba la pierna derecha, y Suga la izquierda.

La puerta se abrió y aparecieron Rap Monster y Jin, con tres pares de bolsas de papel. Rápidamente J-Hope fue a ayudarles con una, seguido de Kookie. Dejaron las cosas en la barra de la cocina, y el menor, luego de saludar a sus hyungs recién llegados, caminó a su cuarto compartido con el mayor de BTS. Iba a darse una ducha.

El departamento de los chicos estaba en un segundo piso y constaba de uno solo. Había una sala-comedor, una cocina, y cuatro habitaciones.
Se suponía que Jungkook dormía solo, y que Jimin dormía con Jin. Pero la habitación de RapMon y Suga era lo suficientemente grande como para tener tres camas y Jimin se mudó allá al tercer día. Entonces Jungkook, como no le gustaba estar solo en la noche y Jin era una buena y tranquila compañía, decidió irse con él a una semana de haberse mudado. De modo que quedaba una habitación vacía, pero a veces Suga tenía el sueño ligero o los ronquidos de Rap Monster eran tan fuertes o simplemente quería dormir solo, y se iba allá con todo y su cama.
Jimin salió de la habitación, ya bañado y arreglado. Y se tiró despreocupadamente en las piernas de RapMon, quien no le hizo caso y siguió tomando su jugo y un poco de fresas.
- ¿Seguros de que no quieren comer algo más? Les va a dar hambre -habló Jin, tomando un poco del jugo de Hoseok, quien se había servido de nuevo debido a que le había dado sed. J-Hope ahora revisaba en su teléfono mensajes de sus fans. Los chicos negaron con la cabeza.
- No te preocupes, Jin. Estamos bien así, gracias -habló Nam Joon, para bochorno de Jin-. Ya hiciste suficiente con habernos preparado el jugo de naranja.
- Gracias -sonrió el mayor, apenado- aunque J-Hope me ayudó a hacerlo también -miró a su amigo y este alzó la vista para sonreírles a todos.

Suga y Taehyung jugaban en el teléfono del primero, Rap Monster jugueteaba con los mechones naranjas de Jimin, Jin estaba recargado en el hombro de J-Hope con los ojos cerrados mientras este seguía leyendo información de las páginas de sus fans; comentándolo de vez en cuando en voz alta a sus compañeros. Entonces, Hoseok leyó algo interesante en uno de los tweets de una chica, pero no pudo abrirlo porque le llegó un mensaje de su manager.
- Chicos, ya vienen por nosotros -informó, guardando su móvil y juntando su cabeza con la de Jin.
Un par de minutos después, Taehyung observaba cerca de la ventana por si veía el auto de su manager, estaba aburriéndose y, como hábito que tenía, pasó su lengua por entre la comisura de sus labios antes de arrastrarla por tres de sus dientes y esconderla de nuevo. Nam vio esto y tuvo que contenerse para no ir hasta él y besarle enfrente de todos.
No es que no supieran de su relación, pues ya lo habían declarado hacía dos días, pero quería respetar los sentimientos de Jin. En verdad le hacía sentir tan mal hacerle pasar por todo eso.

El pelinaranja se levantó de su lugar en las piernas de RapMon, y se dirigió hacia las bolsas de compras que no tenían alimento.
- Jin~ -dijo alargando "in", mientras esculcaba y esculcaba buscando algo- ¿compraron el delineadoe que les pedí? -el mayor levantó su cabeza, haciendo que la de Hoseok cayera en sus hombros. Abrió los ojos sorprendido.
- No. Lo olvidé por completo -claramente estaba arrepentido, pero Jimin le sonrió tranquilizadoramente. - Te presto el mío, en verdad lo olvidé, lo siento... Está detrás del espejo.

El pelinaranja caminó en dirección al cuarto de del mayor y el menor del grupo, abrió la puerta con espejo del clóset de Jin y sacó el lápiz negro. Se miró al espejo y acercó la punta a su ojo... Lo alejó y volvió a intentarlo. Pero justo cuando estaba a punto de hacerlo, una suave voz le interrumpió.
- ¿Más de dos años y todavía no sabes pintarte, hyung? -rió el doensang, acercándose al mayor. Kookie acababa de secarse el cabello y había arrojado la pequeña toalla a su almohada. Jimin hizo una mueca.
- Claro que sí sé.
- Sí, sí -afirmó el otro, pero le quitó el delineador de su mano. - De todas formas te ayudaré. Hoy vamos a grabar y si lo haces mal tardaremos en arreglarlo -dijo gracioso.
Jungkook tocó la tersa piel del aperlado y empezó a delinear el contorno de su ojo izquierdo, sacando la lengua para tener más concentración. Volvió a trazar lo que había hecho y cambió hacia el otro ojo. Una vez terminada su tarea, le pasó un poco el dedo por debajo de sus pestañas inferiores y dio un paso hacia atrás.
- Listo. Ahora estás guapo.
Sonrió satisfecho admirando su obra. El pelinaranja rodeó los ojos para suprimir todo sentimiento que el reciente contacto le hubiera causado y con sus manos empujó al menor a su cama y salió corriendo.
- Qué mal, hyung, yo que te ayudé, has roto mi kokoro -fingió dolencia antes de que Jimin se alejara lo suficiente como para no oírlo.
Un minuto después, Nam Joon se asomó a la habitación, informándole que su manager ya había llegado por ellos. Jungkook se levantó como de rayo.
- ¡Ya voy!



La camioneta era grande, pues siete muchachos más el manager no eran pocas personas; sin embargo, era de último modelo. Los chicos estaban impacientes y mostraban su inquietud jugando a empujarse y a pelearse infantilmente, mostrándose las lenguas y haciendo caras feas.
De tantos movimientos, y al pasar por un tope, Taetae empujó a Suga, quien tuvo que apoyarse en el muslo de Jungkook para no caer encima del asiento de Jin (quien iba de copiloto). El menor se sonrojó sobremanera.
- S-Suga -el peliverde también se sorprendió.

- Lo siento, lo siento -dijo rápidamente, para segundos después darle un codazo a V por haberle hecho hacer tal cosa.

- ¡Oye! -Taehyung se quejó.
Jungkook tenía la mirada desviada, hacia la ventanilla. Y Jimin había visto todo desde atrás. J-Hope, que estaba a su lado, soltó aire ligeramente por sus labios, pensando en qué podría hacer. Infló sus mejillas y cerró los ojos. No quería ver a Jimin triste por las escenas que él también solía ver entre el pelinaranja y el castañito.
Pero no tuvo que hacer nada, pues sintió unos dedos picar su mejilla izquierda y estirarla un poco.
- ¿Sabes que tienes las mejillas muy grandes? -comentó Jimin divertido, con esa sonrisa que te hacía sentir algo cálido en todo el pecho. Entonces Hoseok sacó todo el aire que tenía en su boca y succionó sus mejillas de modo que estas estaban casi pegadas al hueso de su cara. Jimin hizo una mueca, molesto. Y con sus manos trató de hacer que J-Hope tomara aire y volviera a inflar sus mejillas.
- RapMon, ayúdame -dijo a su pelirosa hyung. Este captó el mensaje y empezó a hacerle cosquillas a Hoseok.
Por fin, ambos lograron hacer que J-Hope riera, rindiéndose. Entonces comenzaron a apretarle las mejillas. Pero pronto Rap Monster se aburrió de aquello y dejó a Hoseok y a Jimin pelear solos.

 


- Ya llegamos -anunció el representante de BTS.
Los chicos bajaron con rapidez y se encontraron a las afueras de Seúl, en unas grandes áreas verdes, hermosas. El cielo estaba gris, pero iluminado por el sol, una mezcla perfecta que a todos les encantaba.

Hoy se iban a hacer las tomas al aire libre.

Notas finales:

Gracias por leer~ Perdonen si narre mucho y si les aburrí con eso, pero en mi mente todo debía de ser así >w< Dudas, comentarios, sugerencias, los leeré con gusto ^^ Un abrazo~


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