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SexShop S&R. por yiya

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Un castaño de ojos esmeraldas y 23 años de edad, se encuentra apoyado detrás del mostrador muy concentrado, revisando varias hojas correspondientes al extenso inventario de aquella tienda.
Sentado frente a él, con el mostrador de por medio, su socio realiza enérgicas puntadas a la tela entre sus manos. Tiene la misma edad que su compañero, cabellos oscuros y ojos café.
Esta tienda, donde ahora no se escucha más que el ruido de hojas y puntadas, es un SexShop. En sus estanterías se pueden ver infinita variedad de cosas: velas, disfraces provocativos, lencería erótica y extravagante, diversos "juguetes sexuales"; entre otras cosas también irrumpen esa atmósfera perfumada por las incitantes fragancias de los inciensos, encendidos en los lugares más estratégicos, con la intención de dar un ambiente de intimidad.
En estos momentos no hay clientes. Pasa del mediodía, así que han puesto el cartel de "Cerrado" en el cristal de la puerta, y se ocupa cada cual de terminar sus pendientes para poder almorzar con tranquilidad. Luego de eso volverán a colocar el cartel de "Abierto", para la jornada de la tarde.
La luz del centro del local comienza a titilar, es de esos tubos largos, de color blanco y luz tenue, que termina por apagarse con un débil chasquido. Ambos colegas detienen sus acciones, fijando sus ojos en el techo, el más bajo es el primero en hablar.
-Moo Ritchan, esa cosa se fundió. Y ahora qué haré? No puedo coser si no veo las puntadas.
-Pues estoy en las mismas, ya de por sí es complicado descifrar los garabatos que escribes, para además hacerlo sin luz- reclamó el castaño, obteniendo un caprichoso puchero por toda respuesta - Debe haber un repuesto en la parte de atrás.
-Y tú sabes cambiarlos?
-Claro que sí, ni que fuera ingeniería avanzada. Iré a buscarlo, tú trae la escalera Shouta
-Sí señor! -el más bajo simula un saludo militar y va hacia las vidrieras donde ha dejado la escalera de mano, para colocarla bajo la lámpara. En ese momento llega el castaño con el repuesto en una mano y un paño en la otra.
-Lo encontré. Yo subiré, tú sostén bien la escalera, recuerda que se mueve demasiado. -deja el repuesto en el suelo y sube con el paño.
-No necesitas limpiarlo, sólo sube el foco y cámbialo Ritchan.
-Baka, no es para limpiarlo, sino para desenroscar el tubo quemado, pues debe estar caliente. Si tengo el nuevo en la mano no podré sacar este.
-Aaah ya... Eres muy práctico Ritchan, te lo han dicho? -el moreno observa hacer a su colega con un destello de admiración en sus ojos.
-Toma, sostenlo con cuidado que está caliente -Shouta con precaución estira los puños de su camisa hasta cubrir sus manos, y toma entre ellas el tubo.
-Kisa Shouta! Te dije que no sueltes la escaleraaa -la última palabra se prolonga, pues la escalera ha cedido y el castaño oye como ésta choca contra el suelo, oye el grito ahogado de su amigo, oye el foco quemado romperse, y oye la campanilla de la puerta. Se siente también asombrado de todo lo que es capaz de percibir e interpretar en una fracción de segundo; antes de chocar su rostro con una superficie blanda que no puede ser el suelo.
Abre los ojos mientras soba su nariz, que ha recibido la mayor parte del impacto; y se encuentra con unas avellanas cautivadoras, que lo miran fijamente y a una distancia casi nula. Se percata de la cercanía e intenta apartarse, pero siente su cintura apresada. Finalmente se da cuenta de la situación: está sobre el hombre de cabellos azabaches, quién se encuentra con la espalda en el suelo y los brazos rodeando su cintura, y una de las piernas del castaño se encuentra entre las del ojimiel.
-Te encuentras bien? No estas herido? -el aliento del mayor choca contra rostro, que es tomado por una de sus grandes manos, como un intento de ver sí no hay alguna herida.
Pero no la hay, Ritsu se encuentra perfectamente gracias al que el encargado de la tienda vecina, Takano Masamune, ha llegado convenientemente a salvarlo. "Como un príncipe", piensa y se sonroja furiosamente, intentando responderle al azabache bajo él.
-E-estoy bien, y-ya puedes s-soltarme -con una tierna sonrisa Takano lo libera y se pone de pie, luego de que se levante el castaño sobre él -T-tú... Estás bien? No te lastimé c-cuando caí s-sobre ti?
-No! Te preocupes, no tengo ni un rasguño. No pesas nada, deberías alimentarte mejor.
Su sonrojo no se hace esperar, y una estridente risa los saca de esa atmósfera que se ha ido formando entre ellos. Es Shouta quién ríe con lágrimas en los ojos.
-Ritchan! Ya te han dicho que eres un enclenque! -se interrumpe de inmediato, al observar la furiosa mirada de su amigo.
-Shouta! Comienza a correr!
La vena en la frente de Ritsu le advierte que habla en serio, por lo que apresura sus pasos en dirección a la puerta desesperado. Pero esta vez es él quien choca con alguien.
Luego de reponerse del golpe, levanta la mirada para ver de quién se trata. Sus ojos se abren con sorpresa.
-Usted es...
Ritsu es quién termina la frase.
-Usami Akihiko!

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