Todos en la vida están destinados a otra persona, cuando lo encuentres, se conocerán, convivirán, se amaran y terminaran juntos el resto de su vida, por supuesto, puede haber problemas e inconvenientes en el camino, pero eso solamente reafirmara más el hecho de que estaban destinados el uno para el otro.
A sus 17 años Alibaba Saluja estaba completamente seguro de que el viviría algo parecido, o al menos lo esperaba, ya que, el ya había encontrado a esa persona con la que había planeado pasar toda su vida.
-Buenos días Alibaba
-¡Buenos días Sinbad! ¿Te diriges hacia tu trabajo?
-Sí, aunque yo sea el jefe eso solo implica que tengo que llegar antes que todos los demás… no es nada divertido – decía el pelimorado con una mueca de fastidio.
-Jajaja, pues aunque dices eso estoy seguro de que todos tus empleados ya están ahí.
-¿Estás seguro?
-¡Claro!, después de todo ustedes entran a las 7 de la mañana y son 7:30 en este mismo instante.
-…
-Jajajaja, solo confiesa la verdadera razón.
-Bueno, bueno, en realidad solo quería tener tiempo para verte antes del trabajo.
Aquellas palabras hicieron que el corazón del menor comenzara a latir con rapidez, igualmente un sonrojo comenzó a cubrir su rostro. Era feliz siempre que Sinbad decía esas palabras.
Pero…
-¿Sin?
Él sabía que no eran verdad.
-¡Jafar! ¡Que coincidencia! ¿También vas tarde?
-¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?! ¡Eres el jefe, tú deberías estar ahí antes que nadie!
-Jajajaja, está bien, está bien, pero tú eres mi asistente, entonces creo que ambos deberíamos apresurarnos.
Un muy molesto peliblanco jalo de la oreja a Sinbad mientras corría apresurado para no llegar aún mas tarde a su trabajo.
-Jajajaja, no te enojes Jafar… ¡Adiós Alibaba!
Alibaba lo despidió agitando su mano mientras mantenía una sonrisa en su rostro, viendo como el peliblanco seguía gritando improperios contra su jefe, quien antes de ser su jefe también era su mejor amigo… y aunque se supone que nadie lo sabía… también era su pareja.
El rubio suspiro mientras retomo su camino hacia su escuela.
El sin duda estaba enamorado de Sinbad, lo había conocido desde que tenía 10 años, es un importante socio de la compañía de su padre y también buen amigo, por esa razón el ojidorado iba frecuentemente a su casa.
Cuando lo vio por primera vez, causo una gran impresión en él, era amable, apuesto y con una hermosa sonrisa. Aunque al principio no lo supiera, cuando cumplió 15 se dio cuenta de que estaba perdidamente enamorado de él.
Y desde ese momento comenzó su martirio.
Sinbad tenía a Jafar, no lo conocía del todo bien, bueno… tal vez sí, pero no quería pensar en eso ahora, el sabia de la relación de ambos porque escucho una vez al mismo pelimorado hablarle de eso a su padre, parecía que le estaba pidiendo consejos sobre cómo declararse adecuadamente. Debía admitir que se sorprendió mucho cuando lo supo pero… de alguna forma tenía sentido, ellos había crecido juntos, los dos siempre habían sido amigos y aun cuando Sinbad decidió tomar el mando de su compañía siendo tan joven, el único de sus amigos que le apoyo fue Jafar.
Si mal no recordaba eso lo escucho a los 14, él se descubrió enamorado de Sinbad a los 15 y ahora tenía 17, eso significaba que tenía dos años enamorado y el par, tres de estar juntos como pareja.
Aun así no perdía la esperanza.
Talvez algunos pensaran que se trataba de un capricho, un amor adolescente que estaba completamente condenado al fracaso. Pero él sabía que no era así. Después de todo, ellos en verdad estaban destinados a estar juntos. Y mientras el supiera eso, aun con sus inseguridades aceptaría y esperaría pacientemente a que Sinbad volteara sus ojos hacia él.
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-¡Buenos días Alibaba-chan!
-Buenos días Kougyoku
Una bella chica pelirosa con su cabello amarrado en un muy peculiar estilo se sentó a lado de él.
-Hoy estas muy contento – dijo la chica pícaramente – no me digas… ¡Volviste a ver a tu hombre! – dijo la chica muy emocionada.
-¡Kougyoku! – rápidamente se levantó de su asiento a taparle la boca. Por suerte ellos eran los primeros en llegar al salón.
-jejejeje, ya, ya, no hay nadie, pero dime ¿si lo viste?
Alibaba trato de evitar mirarla a los ojos mientras se sonrojaba ligeramente – bueno… si.
-¡Ja, lo sabía!
Alibaba se relajó ante la actitud de su amiga.
-Cuando me dirigía hacia la escuela lo encontré en el camino, cerca de la estación.
-Oh, eso quiere decir entonces que…
El chico se deprimió un poco.
-Sí, estaba esperando a que saliera Jafar, solo nos saludamos, después él salió y ambos se fueron a su trabajo.
Kougyoku era su mejor amiga, sorprendentemente ambos se habían conocido desde que estaban en la primaria, de alguna manera ambos terminaron siendo amigos y de ahí en adelante los dos forjaron una linda amistad, ella sabía acerca de lo que sentía por Sinbad y todo lo que tratara sobre él. Ella era muy amable en apoyarlo siempre.
De pronto sintió un golpe en su cabeza
-¡Ouch! ¿Qué fue eso?
-Es un golpe
-Sí, pero me refiero a ¿Por qué?
-Porque estas sufriendo – su amiga se puso seria – Alibaba-chan, tu sabes que te aprecio mucho porque siempre serás el primer amigo que tuve, es por eso por lo que también he decidido apoyarte, pero… esto ya no está bien Alibaba, ¿Cómo puede ser posible que sigas esperando por una persona que ya tiene a quien amar?
-…
-Lo siento, pero es que… tú de verdad me importas – ahora la chica lucia deprimida
Sin embargo el chico le sonrió dulcemente.
-Escucha Kougyoku, sé que esto puede parecer demasiado extraño, y tal vez hasta pienses que la manera en que amo a Sinbad ni siquiera es algo sano para mí, pero… te puedo asegurar que esto no es un capricho mío, mucho menos obsesión. Yo... estoy bastante seguro de que algún día Sinbad será alcanzado por mis sentimientos.
Su amiga ya no dijo nada, antes de que se diera cuenta su salón ya se había llenado y ahora el maestro entraba para impartir la primera clase.
A pesar de las palabras de su amigo, Kougyoku estaba muy preocupada, ella en verdad quería que Alibaba fuera feliz, pero estaba segura de que esa felicidad jamás se la podría proporcionar Sinbad, ella lo había conocido una vez mientras visitaba a Alibaba, ese día casualmente recibió una llamada de Jafar y después se retiró.
Alibaba no lo había visto, pero ella sí que vio la mirada de cariño y ternura que puso Sinbad mientras hablaba con su pareja. Era obvio lo mucho que lo amaba.
Aun así lo que más le preocupaba era la seguridad de su amigo al decir que Sinbad y él definitivamente terminarían juntos.
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Después de un largo día de escuela, por fin ambos adolescentes se preparaban para regresar a sus casas.
-uff, no puedo creer la cantidad de tarea que nos dejaron- decía la pelirosa con pequeñas lágrimas en sus ojos.
-jajaja, pero si toda es muy fácil
-¡Eso lo dices porque tú eres un maldito genio!
-jajajajaja
Kougyoku no era mala en los estudios, pero sin duda alguna Alibaba era mucho mejor y casi siempre sacaba notas excelentes, aun así ella sabía que él se mataba estudiando ya que esperaba poder entrar a una buena universidad para poder estudiar la carrera que deseaba.
Pero eso no evitaba que quisiera descargar un poco su frustración con el rubio, jalándole sus mejillas.
-¡Es-espera! ¡Kougyoku! ¡Duele!
-¡Ah, ya se! – dijo la chica soltándolo de pronto.
-¿Qué?
-¡Ven a mi casa!
-¿eh?
-No digas “¿eh?”, te estoy invitando a mi casa, ahora que lo pienso bien tú nunca has ido
-Bueno, es cierto pero… de alguna manera creo que no seré bienvenido por tus hermanos – dijo el rubio un poco nervioso
-¿De qué hablas? Ni siquiera los conoces, mis hermanos son increíbles y muy apuestos – cuando termino de hablar alzo su pulgar arriba y le guiño un ojo
-tu solo quieres que vaya a ayudarte con tu tarea ¿cierto?
-¿De qué hablas? Sinceramente me ofendes, simplemente pensé que era una buena oportunidad para que fueras a mi casa, conocieras a mi familia y después de comer podríamos no se… realizar nuestra tarea juntos, como los amigos hacen normalmente
Aunque todo lo había dicho con un tono de indignación Alibaba podía darse cuenta de sus intenciones a kilómetros
“Sin duda quiere que le ayude con la tarea”
Fue lo único que pensó.
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Alibaba no se consideraba una persona rica, pero sabía que tenía una gran cantidad de comodidades y todo eso se debía a su padre quien poseía una empresa, la cual por cierto estaba aliada a la de Sinbad.
Aunque sabía que Kougyoku era rica, por su forma de ser y comportarse le hizo creer que llevaba una vida modesta.
Vaya que se equivocó.
Él era el señor humildad a lado de ella. Su casa o más bien mansión era increíblemente lujosa, desde la entrada ya sentido un aura que decía “Somos la familia Ren, rica y poderosa, arrodíllate” por dentro podía notar que tenían un gran sentido tradicionalista, y eso solo remarcaba más su fortuna. La planta baja era más que suficiente para albergar fácilmente 3 familias sin problemas de espacio.
-Vaya… casi me siento en un castillo imperial, hasta ahora no me había puesto a pensar de que era amigo de una princesa.
Bueno, en realidad sí, pero por motivos diferentes
-¿pero qué dices Alibaba? en ese caso tu también serias un príncipe. – dijo la chica con una sonrisa
-Bienvenida Kougyoku.
Alibaba vio que bajaba de las escaleras un chico de apariencia andrógina, su cabello era rosa solo un poco más claro que el de su amiga.
-¡Hermano Kouha, estoy en casa! Mira, te presento a Alibaba-chan
La chica jalo del brazo al rubio dejándolo bastante pegados.
-¿Alibaba-chan? – dijo con un gesto de molestia el chico
-¡Si! ¡Él es mi mejor amigo, por eso debes tratarlo bien! – termino la chica con un tono de advertencia.
Kouha miro con detenimiento a Alibaba, el cual se puso un poco nervioso ante su mirada, sabía desde el principio que no les agradaría a los hermanos de la chica y una de las muchas razones era que tal vez creyeran que él era un pretendiente de su hermana, cosa que no podía estar más lejos de la realidad.
-Bue… - carraspeo – Buenas tardes, mi nombre es Alibaba Saluja, lamento la intrusión.
El otro ya no dijo nada y simplemente paso de largo, pero se detuvo antes de salir por la puerta
-Sí, lo que sea, Kougyoku – dijo llamándola – En-nii y Mei-nii llegaran un poco tarde, por lo que talvez sea mejor que comas tu primero, ya después cenaremos todos juntos.
Sin decir nada más, el hermano de la pelirosa se marchó.
-…
-Bueno… - comenzó Kougyoku – Creo que le agradas
-¡¿Qué?!
-jajajajajaja
Después de esa incomoda presentación, Alibaba y su amiga primero se prepararon algo para comer y después se dispusieron a hacer la tarea. El rubio realmente quería apurarse a terminarla, ya que no quería tener que encontrarse con los hermanos mayores de la pelirosa, porque estaba bastante seguro de que sería muy incómodo y desagradable por ambas partes.
Después de un rato por fin terminaron todo.
-Uff, es mucho más fácil cuando me lo explicas tu Alibaba – dijo la chica con una sonrisa, no pensé que pudiéramos acabar todo tan pronto, parecía demasiada tarea.
-jaja, ¿Ves? Te dije que era fácil.
La chica observo unos segundos a su amigo y puso un rostro preocupado
-Oye Alibaba ¿Te puedo preguntar algo? ¡Pero sin que te enojes!
-¿? Por supuesto, tú sabes que no podría enojarme contigo.
Su amiga parecía un poco nerviosa, pero era una duda que tenía desde que habían hablado en la mañana.
-Bueno, es que… siempre que hablas de Sinbad, a pesar de que ya tiene pareja y ya llevan 3 años juntos, tu siempre pareces muy seguro al decir que ustedes sin duda alguna terminaran juntos, pero… mmm… ¿Qué te hace estar tan seguro de eso?, al principio no lo tome en cuenta porque es obvio que cuando te enamoras de alguien siempre tienes la esperanza de que se quede contigo pero… estoy bastante segura que lo tuyo va más allá de eso, no me refiero a que estés loco y lo vayas a secuestrar para violarlo y vivir juntos
Alibaba se sorprendió por la bizarra imaginación de su amiga.
-yo solo… - continuo – yo solo quiero saber ¿Qué te hace pensar que en verdad tus sentimiento le llegaran a Sinbad?
El rubio no dijo nada en el momento, pero agacho su mirada. Si era sincero, no esperaba que su amiga algún día le preguntara eso, pero se sentía inseguro acerca de que contestarle. Era obvio que él no era un loco que secuestraria a Sinbad y mataría a todos los que lo miraran como en esas películas de amores enfermizos. Pero si comprendía la preocupación de su amiga, talvez lo que ella temía era que el simplemente se estuviera haciendo ilusiones acerca de un amor no correspondido
Pero definitivamente no era así.
-Kougyoku, sé que es difícil de creer, pero te puedo asegurar que mi amor por Sinbad es sincero, y es por eso mismo que lo alcanzara, y por qué estoy tan seguro…
No sabía si decirle, ella era su mejor amiga, aquella que lo apoyo desde el momento en que se confesó enamorado de Sinbad, pero sabía que talvez no le creyera la razón que le daría, de hecho, el todavía no podía creer tampoco él porque estaba tan seguro, por lo que talvez debiera esperar un poco más, solo para poder encontrar las palabras adecuadas para decírselo.
-mmm por el momento no te lo puedo decir… o más bien no sé cómo, pero te prometo que en cuanto encuentre las palabras adecuadas te lo diré todo.
Su amiga lo miro con un poco de desconfianza.
-¿De verdad me lo contaras?
-Si – dijo mostrándole una radiante sonrisa.
-¿Promesa?
Su amiga alzo su meñique enfrente de él. El chico sin quitar su sonrisa entrelazo su dedo con el de su amiga.
-Promesa.
Mientras alzaba su mano observo de reojo su reloj de pulsera y se sorprendió por lo tarde que era.
-¡No puede ser, ya son las 7!
-¿Eh? ¿Pasa algo?
-Es muy tarde, debo retirarme – definitivamente debía irse antes de que los “amables” hermanos mayores de la chica llegaran y lo vieran.
-¡¿Eh?! ¿Pero pensé que te quedarías a cenar?
-¡No! – dijo el chico con una cara cómicamente aterrorizada
-¿?
-ah, quiero decir: no, muchas gracias, tengo que preparar la cena para mí y mi Papá. – mentira, su Papá había salido a un viaje y no regresaría en tres días, por suerte la pelirosa no lo sabía.
Aun con el puchero de su amiga, Alibaba bajo por las escaleras para dirigirse a la salida, grande fue su sorpresa cuando a tan solo unos pasos de ella esta se abrió, y los que entraron no fueron otros que Koumei y Kouen Ren.
Justo a quienes quería evitar.
-¿? ¡Hermano Kouen! ¡Hermano Koumei! Sean bienvenidos – dijo la chica amablemente.
-Estamos en casa – respondió primero Koumei.
-Buenas noches – dijo Kouen mirando directo a los ojos al chico rubio.
-¡! ¡Buenas noches! ¡Lamento la intrusión!
Esos tipos eran demasiado atemorizantes para él, a parte, justo como pensó, no le agradaban y mucho menos el mayor quien no le quitaba los ojos de encima.
-¿Quién es él? – dijo Koumei de manera despectiva
Su amiga iba a responder, pero Alibaba se adelanto
-Mi nombre es Alibaba Saluja, soy compañero del colegio de Kougyoku.
-¡Él es Alibaba-chan! Ya les había hablado de él con anterioridad ¡es mi amigo! – termino la chica bastante sonriente.
-¿Te refieres a ese Alibaba que nunca ha tenido una novia en toda su vida? – dijo Kouen sin ninguna expresión en particular, solo queriendo confirmar.
Sin embargo Alibaba comenzó a sentir como su rostro se ponía caliente
-Sí, así es – La seguridad de su amiga no ayudaba en nada
-¿Y que hace aquí?- Alibaba no tenía que ser adivino para saber porque el tono de amenaza de Koumei, después de todo… ¡¡¡¡¡¡eran dos adolescentes SOLOS en una enorme casa!!!!!
-Me ayudaba a hacer la tarea – el rubio se sorprendió por el tono desafiante que estaba usando su amiga, eso sí que no se lo esperaba.
-¿SOLOS? ¿En TU habitación? – volvió a recalcar su hermano.
-Sí, solos-
-¿Y de verdad quieres que crea que solo hicieron tarea? – las cosas no iban bien, Koumei se estaba alterando. Kouen por el contrario solo no le quitaba los ojos de encima, pero por su cara de póker no podía saber si estaba enojado o solo no le importaba.
-Claro, que si hermano, y solo para que lo sepas: Alibaba-chan es gay y se encuentra muy enamorado
-…
Silencio
-¡¡¡Kougyoku!!! –
Alibaba en ese momento deseo que la tierra se abriera y lo tragara, ¿Cómo pudo decir algo como eso así de fácil?
-¿Que pasa Alibaba-chan?
-¡¿Qué pasa?!
-¡Ah! Lo siento, pero si no le decía mi hermano no iba a dejar de sacar ridículas conclusiones. Así que hermano –dijo llamando la atención de Koumei – Discúlpate por tus comentarios que me incitaron a revelar el intimo secreto de mi mejor amigo.
El rubio estaba seguro de que en ese momento podría convertirse en un tomate por lo mucho que se estaba avergonzando.
Para su sorpresa, el menor de los dos hombres carraspeo llamando su atención
-Bueno… me disculpo. – seguido hizo una inclinación
¡¿Qué rayos pasaba con esa familia?! Esto va más allá de lo que pensó que sería conocerlos.
Sin embargo como si no fueran ya suficientes cosas, de pronto Kouen estallo en carcajadas, eso hizo que Alibaba sin duda se sintiera más avergonzado, ese hombre se estaba burlando de él.
-Ya me voy – dijo esta vez Alibaba un poco irritado.
-¡Aliba…
-Espera
Para su sorpresa, Kouen Ren tomo su brazo y le hizo detenerse.
-Has sido amigo de Kougyoku por años, viniste a ayudarle con su tarea y tuviste que soportar una vergonzosa presentación, déjanos compensarte, quédate a cenar.
Se suponía que era una petición, pero al rubio le sonó como a una orden. Sin duda Kouen Ren le irritaba.
-Mu… muchas gracias pero ya es tarde – dijo tratando de zafarse del mayor
-Insisto – dijo el pelirrojo sin soltarlo. – si tanto te preocupa la hora, yo personalmente te llevare a casa.
Suspiro resignado. Estaba seguro que no iba a aceptar un NO como respuesta.
-Esta bi-
En ese momento su celular sonó, al sacarlo se sorprendió por el nombre que marcaba el identificador y rápidamente contesto con una sonrisa en el rostro.
-¡Sinbad!
-Hola Alibaba, ¿estas ocupado?
-¡No, claro que no!
-Qué bueno, mira sé que tu Papá salió de viaje y tardara unos días, así que ¿Por qué no vamos a cenar a algún lugar? ¡Hace mucho que no tenemos tiempo para platicar!
El rostro del rubio se tiño de un bonito color rojo mientras su sonrisa se hacía más grande.
-¡Claro! ¡Dime en donde e iré inmediatamente!
-jajaja, no, no, he sido yo quien te he llamado de improvisto, por eso pasare por ti en una hora ¿te parece bien?
-¡Si!
-Muy bien Alibaba, nos vemos en un rato.
Alibaba quedo con una cara de inmensa felicidad que no pudo ocultar, ¡Saldría a cenar con Sinbad! ¡Debía ponerse lo más presentable que se pudiera! Ya no debía perder más tiempo.
Volteo rápidamente hacia los hermanos de su amiga.
-Muchas gracias, por su invitación pero ha surgido algo importante, debo retirarme.
Ni siquiera les dio tiempo a ninguno de responder algo cuando salió corriendo con una sonrisa en su rostro.
-… - Kouen se quedó viendo por donde se había ido el chico
-Bueno – dijo Koumei – para que este tan enamorado se nota también que es muy amado ¿cierto? – termino para después subir por las escaleras para cambiarse.
-Si… sería bueno si ese fuera el caso – dijo la chica con tristeza casi en un susurro, por lo cual no fue escuchado por Koumei y ella también se encamino a su cuarto.
Sin embargo Kouen sí que lo escucho, se quedó mirando la mano con la que había tomado el brazo del muchacho.
Frágil
Fue lo primero que pensó.
Ese mocoso… sin duda era interesante.
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Alibaba guardaba un secreto, uno que absolutamente nadie sabía, ni siquiera su padre, madre o Sinbad. Para empezar no era algo que había considerado contarle a alguien, pero debido a los cuestionamientos de Kougyoku estaba replanteándose como decírselo.
Porque sabía que contarle acerca de sus vidas pasadas en un mundo donde la magia, djins y contenedores de rey existían no sería algo fácil. Pero el en verdad quería contarle acerca de eso, ya que en serio quería responder la pregunta que su amiga le había hecho
¿Qué te hace pensar que en verdad tus sentimientos le llegaran a Sinbad?
-Porque nosotros ya estábamos juntos en ese entonces – se dijo el rubio a sí mismo, mientras se apresuraba a llegar a su casa.
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