Mi vida no es más que escuela, estudios y obligaciones; pero que más se iba a esperar de una chica responsable y dedicada, aunque a los ojos de los demás sería más bien la tipa “errónea”. Pero fuera de todas esas tonterías no soy más que una persona común. ¡Estúpida sociedad! nadie te mantiene contenta.
- ¡Valerie! - me gritan alejándome de mis pensamientos, ¡Qué rayos!
- ¿Qué quieres? - mi desinterés es notable.
- Sé que no hablamos mucho, pero necesito un favor- Tiene que ser Olivia, o través, siempre esta estúpida distraída, ¡No entiende que me molesta! ¡Demonios! - ¿Podrías pasarme la tarea de matemáticas? por favor, ya no te pediré nada, enserio…
- No, eso me dijiste la vez pasada, no es mi responsabilidad.
- Pe…pero enserio la necesito, es la siguiente clase - ¡Tus ruegos no sirven conmigo, mierda!- Solo esta vez.
- No es mi problema- Dije con voz molesta e indiferente; simplemente se fue refunfuñando.
Valerie, siempre tú, ¿no existe alguien más a quien molestar?, tal parece que soy la única perra que se interesa por estar aquí.
Las últimas clases pasaron rápido, no sé si sea porque me siento cómoda en la escuela o simplemente mis constantes distracciones durante el día.
“¡RING, RING!” sonó el timbre haciéndome sobre saltar. – Que más da – Me susurre acomodando mis cosas y colocándome los audífonos. Solo queda recorrer la misma ruta de todos los días; salí de la escuela con la esperanza de ver un nuevo camino que recorrer para llegar a mi casa, que tonta…
Camino para tomar el transporte público, recorrer el paisaje de siempre y llegar al mismo lugar; me gustaría hacer cosas distintas, para mí la monotonía no es buena. Después de todo mañana será igual, siempre lo es…
- Valerie, creí que nunca llegarías, tardaste más que otros días.
- Mamá, el transporte se retrasó un poco.
- Bueno, solo me preocupe; cámbiate y baja a comer.
Subí sin ganas, mi habitación es la primera al subir la escalera de mi casa; entre y ¡Demonios!, mi cuarto es un desastre, tengo que admitir que no soy una muy ordenada, es normal de una persona en mi situación.
Hace unos años entre en un caso de depresión “severa”, esto mencionado por el estúpido psicólogo que intentaba hacerme sentir mejor “conmigo misma”. No es mi autoestima, no pueden entender que mi verdadero problema son las personas. Esta vida no es más que una verdadera mierda, el ser humano es una porquería, nosotros como seres racionales no entendemos que no se necesita aceptación en la vida… solo se necesita apoyo.
La escuela secundaria no fue nada fácil para mí, mis padres divorciándose y principalmente la fé en mi misma que perdí; no estoy mejor, simplemente controle la forma de hacerme daño tanto física como mentalmente… Solo miro mi habitación, ese desorden que refleja mi interior, mis noches sin dormir y yo con la impotencia de no poder hacer nada. – Los recuerdos duelen…- susurre.
- ¡Date prisa, voy a salir! - ¡Rayos! Siempre tienen que interrumpir cuando pienso.
- ¡Voy! – Grite, moje mi cara para calmarme un poco y baje. Ahora vivo con mi madre, y pues de mi papa no sé nada desde que nos dejó, debería de extrañarlo pero para mí no es nadie… solo se fue y no pensó en el daño y la necesidad que dejaba.
- ¿Estas bien?, solo te noto distraída
- Si, solo pienso en un proyecto escolar, no te inquietes – Miento; bueno, ya es costumbre.
- Espero que solo sea eso, me preocupas, ya sabes que desde…
- Estoy bien mamá, no es nada – Interrumpo con un tono algo molesto, no quiero tocar ese tema.
- Saldré, regresare en un par de hora, si gusta puedes invitar a tus amigos.
- Claro, no te preocupes, estaré bien – Como si tuviera alguien a quien invitar.
- De acuerdo – Odio que su tono sea de molestia y preocupación, puedo arreglármelas sola, ¿No entiendes? – Cuídate.
No tengo tarea, no tengo nada que hacer; ummmm… podría salir a caminar; entrar a mi cuarto a dormir solo me pondría mal – Ya que…
Simplemente camine un par de cuadras hasta llegar a un pequeño parque, todo es tranquilidad, es bueno salir un poco del camino para sentarte a descansar y poner atención a cada detalle que dejas pasar cada día.- Es hermoso…- Lo era, cada detalle que la vida brinda, los detalles que podías disfrutar, tan solo mirando unos cuantos seguros – Que pequeñas son… - La vida no solo evita que veas las cosas que ocurren a tu alrededor, si no que al mismo tiempo las muestra de maneras pequeñas e inexistentes. “Disfruta de los pequeños momentos de la vida”.
Llegue a casa pensando en todo lo que pude perderme al estar encerrada en mi habitación, deprimida por algo que ahora es tan estúpido. Mi madre no ha llegado, debería asearme y acostarme ya es un poco tarde.
-Llegaras tarde, ¿dormiste temprano?
- Si, ya voy – No pude descansar ni un momento, era tan difícil, quizá pensar no es bueno. ¡Demonios!, estoy tan cansada.
Como era de esperarse llegue tarde a la escuela, además del horrible rostro de cansancio que se me notaba, me sentía mal por los pensamientos del día anterior, a mis 16 años ya estoy cansada de la vida. Las clases fueron estresantes y largas solo quería llegar a casa y dormir un poco.
Salí de la escuela con dificultad de caminar, solo quería llegar mi casa y recostarme para dormir. Pero algo llamo mi atención y todo cansancio salió de mi cuerpo empujado por un mar de sentimientos. No simplemente era algo, era alguien ese alguien que vaya… era una chica hermosa, no sabía que pensar. Era claro que no soy el ejemplar perfecto de ser humano, no era de sorprender mis gustos peculiares pero… esto es especial.
Todo el camino la mire, su cabello era corto, yo diría que un poco arriba de los hombros; piel canela, ojos grandes de un café oscuro y una linda sonrisa un poco incomoda. Claro que era raro que alguien te mirara detenidamente, y más que nada sin ningún tipo de discreción; creo que la asusto. Intente fingir un poco de indiferencia, estábamos en lados opuestos en el transporte, así que para tener algo de “discreción” ocupe mi celular para ver por el su reflejo, ¡Estúpida acosadora!
Era difícil creer que ella viviera cerca de mi casa, yo diría que muy cerca, nunca antes la había visto, ¿Quién es ella?
Tanta era mi distracción que no me di cuenta que mi casa estaba un par de cuadras atrás, ¡Demonios!
- ¡Aquí por favor!- El vehículo freno y en un intento fallido de sostenerme caí, ¡mierda! la primera impresión. Me levante con vergüenza y no podía abrir la puerta, ¿Qué rayos? ¿Cómo mierda funciona esto?
- Es para el otro lado – Me dijo una voz suave, es ella, se está riendo ¿Se ríe? ¡Qué vergüenza!
- Ahh, gracias – ¡Maldita novata!
- Por nada – Dijo con su hermosa sonrisa, soy tan estúpida. Solo sonreí y baje avergonzada.
Yo no soy así, logro que me viera como una estúpida. Era tan simple abrir y bajar, ¿Qué paso?
Era evidente que los nervios de ver a tan hermoso ser humano me invadieron, no era fácil para mi sentir todo eso, pero creo que simplemente ella me encanta… no sé de que otra forma explicarlo.
- ¿En que mierda piensas? – Ella, para ella no soy nadie, solo soy la estúpida chica que no podía bajar del transporte público.
Simplemente soy una desconocida… la desconocida que la vida pone, la cosa más pequeña que la vida le puso enfrente para ignorar… No es fácil negarlo pero, para ella no existo, un pequeño punto en la sociedad…
Camine hacia mi casa, necesitaba descansar y dejar de pensar… necesito dejar de ilusionarme, dejar de lastimarme…