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Strongest Pair por maxi anime

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Notas del fanfic:

Dedicado a Natasha Simbaña, como regalo de cumpleaños atrasado, espero te guste.

Enhorabuena no pensé que un fic de la Strongest sería mi Fanfic numero cincuenta, comencé con ellos en el año 2007 y el gran 50, que yo creía seria de Saint Seiya, fue de POT, de la pareja que lo comenzó todo ¿Se acuerdan Cambiando Caras? ¡Como ha pasado el tiempo para mí! No se preocupen, no voy a borrar mis viejos fics, todos son muy importantes para mí, y Cambiando Caras inicio a maxi anime.

Declaimer:

-          Los personajes no son de mi propiedad, salvo los de mi creación.

-          No gano nada monetario con este fic

 

La vida en la adultez está basada en decisiones y experiencias vividas en la adolescencia, donde uno forja su carácter y por venir. Puedes forjarte un buen futuro si tienes tu vida planificada desde un principio, escribiéndote en clubes deportivos, buenas escuelas para asegurar la mejor educación y ¿Por qué no? Buscar desde un principio a quien te acompañe por el resto de tu vida, sin saber lo que esperar.

Me encontraba parado frente a la habitación de hotel, un poco cohibido de llegar a entrar, un temor innecesario, pero no infundado, ya que no sabía con qué me encontraría. Por un momento pensé dos veces lo que me encontraría en aquella habitación que compartía, me imagine a la habitación, si mi compañero de habitación habría hecho uso de cada rincón del cuarto en su afición, incluyendo la cama o me tropezaría antes de entrar.

Abrí la puerta de la habitación del piso veintiuno, le edad que iba a cumplir en octubre. La habitación estaba silenciada, di un par de pasos antes de lanzarme a la cama, felizmente parecía que todo estaba bien, nada fuera de lo normal. Di un par de pasos, ajustando mis anteojos, tiré el bolso deportivo a un lado donde había un sofá. Me saque los zapatos para ponerme un poco más cómodo, y di dos pasos hasta la cama, sin darme cuenta que pise algo en el piso, un juguete que dio un estrepitoso sonido.

 —Maldición— grite molesto al sentir el juguete chillar, pero no hubo respuesta alguna en el cuarto. Tome el juguete y lo lance, fue entonces me recosté en la cama, pero al hacerlo no note un pequeño bulto. Segundos duro la tranquilidad, sentí otro juguete en medio de la cama que dio contra mi espalda, se encontraba debajo del acolchado, abrí la cama y saqué la pelota para lanzarla a donde había tirado el anterior juguete, entonces logré recostarme.

—Kuni-chan ¿A que no adivinas a quien encontramos en nuestro paseo? — exclamo la voz de castaño sonriente entrando casi a los gritos, no lo había visto en todo el día, y aunque quería dormir, descansar de un día agitado en las canchas de tenis, no puede hacer más nada que sentarme en la cama y recibir a mi pequeño hijo de siete meses en mis brazos, quien venía riendo.

—¿A quién encontraste? — pregunte tomando en brazos a mi pequeño hijo.

—Kirihara Akaya, al parecer no somos los únicos que viajamos en familia a los torneos— sonrió sentándose en la cama.

—Ya lo sabía, Syusuke—bufe mientras le quitaba un buzo de color celeste a mi pequeño hijo, un abrigo innecesario en una habitación climatizada—Si continúa avanzando en el torneo, voy a enfrentarme a él en cuartos de final.

–¡Y no me dijiste nada! Mitsu — subió la voz indignado.

—No sabía que tenía familia, solo sé que su representante es Yanagi— Acote mirándolo detenidamente.

—Tiene un hijo de once meses, se llama Rentarou, y es muy inteligente, creo que a Kunihiro le gustara hacerse de un nuevo amigo.

—Kunihiro tiene siete meses, apenas si gatea y lo único que sabe hacer es abalanzarse contra su osito de peluche.

—Ya está en edad de tener amigos, ya acordamos con Yanagi-kun una cita de juegos.

—¿No será quien quiere pasar más tiempo con otras personas eres tú? — pregunte mientras acercaba a Kunihiro un oso de peluche que era de su altura. Kunihiro lo miro detenidamente antes de lanzarse contra él y abrazarlo, en eso mire a Syusuke quien solo sonrió.

Siete meses era la edad que tenía Kunihiro, mi primogénito, mi pequeño de cabellos rubios y ojos azules como los de Syusuke. Siete meses era lo que llevaba mi vida cambiada por una de mis tantas decisiones adultas.

Mire a Kunihiro el cual se veía realmente feliz de abalanzarse contra uno de sus juguetes favoritos, Syusuke solo lo miraba esbozando su siempre característica sonrisa, se veía realmente feliz. Me sentí afortunado en ese momento, tenía lo que cualquier joven de mi edad hubiera planificado para los veinte años o quizás un par de años más. Tenía una carrera deportiva, un hijo que podría disfrutar a pleno y a mi lado, acompañándome en cada paso, a quien consideraba mi gran triunfo, Syusuke Fuji, el Tensai del tenis una vez hoy mi actual pareja y “madre” de Kunihiro.

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La toma de decisiones siempre tiene un principio, aquel indicio que lo comienza todo y termina por llevarte a pararte frente aquella decisión, marcando el futuro. El futuro decidido es fácil imaginarlo, si decides ser el mejor alumno en la escuela no es difícil imaginarte siendo un empresario poderoso o si te esfuerzas para ser el mejor jugador de un deporte puedes idearte siendo un profesional de adulto, y ese futuro será el más acertado por las decisiones tomadas.

Crecí en una familia tradicional con valores tradicionales, mi abuelo había sido jefe de policía en una comisaria en Tokio y era muy conocido por las autoridades locales. Mi padre era un empresario que vivía viajando, mi madre una ama de casa que se centraba en mantener un hogar rodeado de hombres y yo, un simple hijo planificado, único, que siempre busco ser el orgullo de mi familia.

Cuando entre a Seigaku me toma la libertad de programar metas, ser campeón a nivel nacional, ser capital del club de tenis, el mejor alumno y de ser posible el presidente, por tanto, representante, de todos los estudiantes de la institución, llegar a ser un tenista profesional cuando antes. No me detuve hasta obtener todo lo que me propuse, por mucho que me tardara, a los quince años no solo fui el mejor alumno del Seigaku, no solo gane con mi equipo el torneo nacional de tenis de secundaria en Japón, fui llamado para formar parte de un equipo en Alemania.

A la edad de 7 años sabía que quería ser un tenista profesional de mayor, mi abuelo y mi padre me habían inculcado de pequeño aquel deporte solo por el hecho que ellos habían jugado durante la secundaria y preparatoria, les pareció un buen pasatiempo para mí, pero yo al poco tiempo centre mis metas. Mi padre me repetía desde pequeño que el tenis era un deporte, mi abuelo que no me hiciera demasiadas ilusiones, no eran muchos los tenistas japoneses, tenía que ser como mis padres, pero mi madre siempre me apoyo en aquel sueño de niño.

A 15 años tenía mi vida centrada en volverme profesional, no me vía como el típico padre de familia sentando en una oficina como quería padre, o como un oficial de policía combatiendo el crimen que fue mi abuelo, me veía con una raqueta y una pelota de tenis, jugando por ser el mejor. A pesar de todo, mis padres siempre me apoyaron, aunque mi padre decía que no me hiciera muchas ilusiones ya que eran realmente pocos los jóvenes que triunfaban como profesionales, a pesar de sus dichos junto a mi madre siempre me apoyo estuvieron a mi lado.

A los 15 años fui llamado a formar parte de un equipo alemán, siendo los alemanes los más reconocidos en el mundo yo me sentía camino a la sima en el tenis. Mis padres y yo nos radicamos entonces en Alemania y mi abuelo termino quedándose en Japón, diciendo que tenía muchos recuerdos para abandonarlos.

En aquel tiempo, por lo mucho que quería a mi abuelo solía ir a verle en las vacaciones, también me juntaba con algunos de aquellos que fueron mis amigos en Seigaku, como una forma de mantener nuestra amistad forjada por la lucha de ser los numero uno a nivel nacional. Mantuve mi contacto con mi viejo equipo, siempre para mantener nuestra amistad, siempre apoyándolos cuando necesitaron un consejo, siempre escuchándolos cuando querían hablar durante el periodo escolar y era en vacaciones cuando podíamos juntarnos como en los viejos tiempo cuando comíamos Sushi en el restaurante del padre de Kawamura.

No fue sorpresa para mi enterarme que Oishi y Kikumaru estudiaban en el exterior, Oishi había conseguido una beca para una preparatoria que le ayudaría en el ingreso a medicina en una prodigiosa universidad, Eiji Kikumaru en cambio estaba estudiando también en el exterior y había captado la atención de un equipo francés, por lo que pronto lo vería en torneos. Kaidoh y Momoshiro continuaban en Tokio jugando tenis para una preparatoria céntrica. Kawamura Takashi había dejado el tenis, continuaba estudiando en la preparatoria, pero pasaba la mayor parte de su tiempo en el restaurante de Sushi de su padre. Echizen se hizo capitán de Seigaku en su último año de secundaria, dejando los torneos por un año, luego de graduarse de secundaria regreso a competir en Estados Unidos.

Para mi sorpresa cuando regrese para navidad un año después de ser reclutado para el equipo alemán me entere que Inui y los hermanos Fuji habían sido reclutados por el Rikkaidai. Conmigo en Alemania, Oishi y Kikumaru en el exterior, y Kawamura que dejo el tenis tanto Inui como Syusuke vieron entonces que el Seigaku se había disuelto, el cambio era una buena opción para ellos, y Yuuta Fuji acompaño a su hermano. Rikkaidai no era solo un club de tenis que podía disparar las habilidades de los jugadores, también era una escuela con un gran plan de estudios que llegaba a la universidad, era una gran oportunidad para ellos y los felicite por la decisión.

Durante mis vacaciones solía visita mucho a Fuji, solo para ponernos al día de los últimos acontecimientos, nuestra amistad en secundaria logro forjar una sólida relación que nos acompañó a pesar de la distancia. Tanto fue la confianza que un día logro decirme su secreto mejor guardado.

Flash Back.

Durante las vacaciones de invierno solo éramos mi familia y yo, junto a mis padres pasábamos aquel tiempo en casa de mi abuelo, que hoy vivía solo en Japón por no querer abandonar la casa donde el vio a su familia crecer. Mi abuelo decía que algún día mi padre y mi madre regresarían a esa casa, y que algún día yo también lo haría cuando forme una familia.

Aunque le daba la razón a mi abuelo era joven para formar una familia, apenas tenía dieciséis años, era un tenista reconocido a nivel mundial y aún no había terminado la preparatoria. Solía entonces hacer lo que cualquier chico de mi edad haría, aprovechar el tiempo para juntarme con algunos amigos y una tarde decidí ir a Kanagawa para ponerme el corriente con uno de ellos, Fuji Syusuke.

Con Syusuke decidimos encontrarnos en un café para charlar, para mi sorpresa no era el único que me esperaba aquella tarde. Sanada y Yukimura estaban en el local, pero ocultos en algunas mesas, junto al resto del equipo, no me fue difícil darme cuenta de su presencia, Sanada y Yanagi son demasiado altos para pasar desapercibidos, y Kirihara muy bullicioso.

—Veo que tienes guardaespaldas.

—No te preocupes por ellos—exclamo sereno.

—¿Te llevas bien con todos?

—No puedo llevarme mal, todos son muy amables, tengo mucho en común con todos, con Yukimura-kun somos los amantes del arte y la jardinería, Yanagi-kun y yo tenemos gustos parecidos por la literatura, Niou-Kun me unen a sus tretas, aunque creo que lo hace para darle celos a Yagyuu-kun, con el resto tengo una relación más o menos cordial, Yuuta se ha vuelto muy amigo de Kirihara.

—Me da mucho gusto verte.

—A mí también.

Pasamos gran parte de la tarde bebiendo café mientas Fuji me contaba las anécdotas de su ahora equipo, que ahora era un rival acérrimo de Hyotei, que de vez en cuando los chicos de la antigua Shintenouji se pasaban a entrenar con ellos, que Inui tan pronto entro a Rikkaidai implanto los zumos castigo y Yukimura, junto a Sanada, le aplaudieron pensando que esos zumos habían hecho fuerte a Seigaku, grave error. En un momento de la charla las cosas cambiaron, pude sentirlo en el semblante de Fuji, de pronto dejo de mirarme a la cara, su sonrisa se mostraba falsa.

—¿Sabes? No es algo que sea novedad, pero creo que es conveniente decírtelo— me dijo seriamente sin fijar la mirada en mi—Sanada-kun y Yukimura-kun, Inui y Yanagi-kun salen como pareja, Yagyuu-kun y Niou-kun también pero no creo que los últimos duren hasta después de la preparatoria.

—Está bien, cada quien es libre de hacer su vida— acote seriamente.

—A mí también me gustan los chicos.

—Ya veo—. Desvié la mirada al escuchar aquello, en ese momento noté que el grupo de Rikkadai ya no estaba—¿Cómo estás seguro de ellos?

—Yukimura dice que te das cuenta por como besas a la otra persona, a pesar que el primer beso suele ser torpe te gusta, quieres volver a besar a la otra persona— me respondió avergonzado, podía ver sus mejillas sonrojadas.

Por un momento un incómodo silencio nos invadió, había estado tan centrado en mi tenis y en mi vida como profesional juvenil que no me había percatado de que había dejado de lado los sentimientos afectivos, nunca había puesto a pensar en buscar novia o algo parecido, mi padre solía decir que eso no se busca, solo llega y lo creí así.

No sé en qué momento Syusuke se levantó de la mesa, estaba tan inmerso en mis pensamientos de que nunca me centré en pensar en ese detalle que cuando quise darme cuenta Syusuke Fuji, el Tensai del tenis, estaba delante mío, me susurro un avergonzado me gustas y luego me beso.

En aquel momento no reaccione, solo centre mis pensamientos en que mi mejor amigo me estaba besando y no supe cómo reaccionar ¿Debería alejarlo de mí? No era justo por ser un sentimiento de él hacia mí, entonces pensé ¿Es solo de él hacia mi o es reciproco? En ese momento decidí responder a la pregunta disipando mis pensamientos para aclararlos con aquel beso. Y como dijo Fuji el beso era suficiente, mis sentimientos de amistad a Syusuke al parecer siempre fueron por un cariño más allá de lo fraternal, siempre fuimos amigos desde que nos conocimos a los doce años, él iba a mi casa y yo a la suya, ambos podíamos pasarnos horas charlando y jamás cansarnos, me gustaba estar con él y el sentimiento de él hacia mí era igual o más intenso, solo que jamás me puse a pensar en ello.

—Perdona, no podía resistir verte una vez más y guárdame lo que siento.

—Realmente no sé qué lo siento hacia ti–aclare fijando la mirada–. Pero me gustaría descubrirlo, el beso fue agradable.

Aquella tarde dejamos la conversación allí, Syusuke solo asintió y cada quien fue a su hogar. Durante el resto de las vacaciones nos veíamos cada vez que era posible para aclarar ese tema, me gustaba besar a Syusuke y el a mí. Cuando terminaron las vacaciones yo regrese a Alemania y el a su rutina diría de chico de preparatoria.

Después de aquel beso y la pronta separación supe que amaba a Fuji y no dude en confesarlo en una de nuestras tantas charlas telefónicas. El sentimiento era muto y comenzamos a vernos cada vez que uno tenía vacaciones, normalmente yo iba a Japón.

Fin Flash Back.

La vida de un tenista profesional que adema esta en preparatoria era dura, centrada en entrenamientos a cada hora, una alimentación medida por especialistas y mantener las calificaciones, la vida no era fácil en aquellos días. Pero a pesar de todo me jure convertirme lo más pronto posible en un tenista profesional, no por mí, ya no era por un motivo egoísta, sino para cerrar mi distancia con Fuji, quería estar con él y sin darme cuenta un día se cerró.

Una decisión adulta es decidir por ti mismo con quien quieres estar y que harías por esa persona ¿Serias capaz de viajar al otro lado del globo solo porque esa persona te necesitara? Esa misma pregunta mi padre me la hizo una vez, mi respuesta fue un no rotundo. Era un niño en aquella ocasión, pero años más tarde tuve que responderla nuevamente y ponerme a prueba y darle la razón a mi padre.

Flash Back

Volví de mi entrenamiento nocturno casi a las diez de la noche y me recosté a dormir, no tenia deseos de hacer nada más, había sido un entrenamiento muy agotador. Mire el reloj dual de mi celular, pensé que Fuji estaría durmiendo, eran quizás las cinco de la mañana y sería imprudente de llamarlo a esas horas, en una hora quizás podía, ya que tendría que levantarse para prepararse para la ir al instituto, pero estaba demasiado cansado como para hacerlo, quizás dormiría pronto.

Cerré mis ojos pensando en Fuji, como desde que nos habíamos declarado ya casi un año atrás, tenía diecisiete, estaba a la mitad del periodo escolar y aun me faltaba un año para terminar la preparatoria, pero anhelaba acelerar el proceso, cuando lo hiciera tendría más libertad de entrenamiento, más libertad para ver a Fuji y aspiraba hacer eso. Ver a Syusuke más a menudo, charlar con él por más tiempo. Debía admitir que estaba celoso, aunque hablaba mucho con Syusuke por teléfono no estaba seguro si él tenía una relación estable en Japón a pesar de nuestro noviazgo a distancia. Supe por palabras del propio Yukimura que Niou y hasta Shiraishi se habían mostrado interesados en Syusuke, por lo que quería terminar con la distancia que me separaba de Fuji por los celos que no me dejaban dormir.

Estaba por dormirme cuando sentí el teléfono celular sonar, una llamada del celular de parte de Yukimura Seiichi, quien no paro de llamarme hasta que atendiera por más que intentaba ignorar la llamada, para que fuera insististe significaba que algo importante debía decirme.

—Tezuka-kun, al fin logro contactarme contigo—exclamo en un tono de alarma que pude notar.

—¿Ha ocurrido algo Yukimura? — pregunte poniéndome mis anteojos que estaba en la mesa de luz, a un lado de mi cama.

—Es Fuji-kun, acaba de tener un accidente con sus padres, camino a Chiba para ver a su hermana.

—¿Qué? — grite ante escuchar aquello.

—Su hermana estaba con trabajos de parto, su familia fue a verla y camino a Chiba tuvieron un accidente de auto— me respondió, yo me levante aturdido— No tienen más familia, los cinco están hospitalizados, la hermana por la cesaría y el resto de la familia por el choque, los están operando en este momento.

—Tomare el primer vuelo allá, Yukimura sé que no te gustan los hospitales, pero necesito que me mantengas informado.

—Así lo haremos— exclamo serio cortando la llama.

Rápidamente coloque cuanta ropa supo entrar en un bolso pequeño, robe la tarjeta de crédito de mi padre y fingiendo su voz saque un pasaje a Japón en el vuelo más próximo. Fingí ir al instituto en la mañana y tomé el vuelo a Japón que salía a las nueve, sin decirle nada a nadie.

Cuando llegue a Tokio sabía que mis padres me buscaban porque mi entrenado los llamo preguntando de mi inasistencia los entrenamientos de la mañana, ellos me llamaron con insistencia a mi celular, pero no quise atenderles hasta tener noticias de Syusuke.  Durante el trayecto Yukimura me informo que los primeros que salieron de la sala de operaciones habían sido los padres de Fuji, y al parecer estaban ambos fuera de peligro. Tome el primer taxi al hospital general de Kanai, donde los habían internado tras el accidente y grande fue mi sorpresa al ver a Yukimura y Sanada.

—Resulto ser verdad el dicho que dice que por amor se da la vuelta al globo—bromeo Yukimura al verme, yo solo lo salude a ambos al acercarme.

—Tezuka, me da gusto que llegaras.

—Familiares de la familia Fuji—llamo una enfermera, los tres nos acercamos cuando pregunto el parentesco.

—Soy primo por línea materna y capitán del club de tenis al que asisten los hermanos Fuji— exclamo Yukimura.

—Yo soy el novio del hijo mayor—acote.

—¿No hay familiares más cercanos? — pregunto a lo que negamos con la mirada.

—Desconozco a otra familia ¿Cómo se encuentran?

—El hermano menor se encuentra estable, el mayor se encuentra en estado de coma.

Fue como un balde de agua fría cayéndome en la cabeza, un día antes había estado hablando con Syusuke por teléfono y me comentaba lo feliz que se sentía porque estaba por nacer el hijo de su hermana y en ese instante se encontraba en estado de coma. Decidí quedarme en Japón como la persona más cercana a Syusuke, sus padres estarían internados durante un buen tiempo junto a sus hermanos, y Yumiko se encontraba en Chiba junto a su esposo, por lo que era el familiar más cercano.

Una semana después mi abuelo llego al hospital para verme, el abuelo de Sanada, informado por Genichirou, le había notificado de lo ocurrido y este me apoyo de manera incondicional. Mi abuelo se encargó de hacer los trámites legales para que volviera a estudiar en Tokio por motivos de fuerza mayor, les dijo a mis padres que él se encontraba enfermo y necesitaba quien lo cuidara y como era muy cercano a él yo me ofrecí. Mis padres tuvieron que meditar un poco la cuestión, mi madre tan pronto supo viajo a Japón y mi padre se quedó en Alemania hasta que tuviera los pases definitivos de su oficina.

Tuve el pase a una preparatoria en Tokio donde fui recibido casi de inmediato, afronté sin ningún problema mis primeros exámenes de aclimatación con la nota más alta pero no me uní a ningún equipo deportivo. Después de clases me la pasaba en el hospital esperando que Syusuke despertara, el pronóstico medico decía que el ya no podría jugar tenis debido a los huesos rotos en el accidente y varios factores sobre su salud.

Los padres de Fuji habían salido casi al mes del accidente del hospital, el padre de Syusuke volvió al trabajo en cuento pudo y su madre se encargó de cuidar a sus hijos mientras yo estaba en la preparatoria. El accidente había dejado graves secuelas en ambos hermanos, el pie derecho de Yuuta había quedado atrapado tras los escombros cuando ocurrió y su pierna había sufrido graves daños, según los médicos jamás volvería a correr. Syusuke estaba grave, las heridas abarcaban gran parte de su cuerpo y su brazo derecho estaba gravemente comprometido, los médicos aseguraban que jamás volvería a agarrar una raqueta.

Pasaron los meses y nunca falte al verle, Yukimura decía que le recordaba a Sanada ya que este hizo lo mismo en su momento. Podía ver pasar las estaciones, pronto llegaría el invierno y Syusuke aún no despertaba del coma, Yuuta había sido dado de alta un mes después del accidente y Yumiko estaba en Chiba al tener dos niños pequeños que cuidar, por lo que quienes cuidaban de Syusuke éramos su madre y yo.

Una mañana otoñal, el frio parecía que carcomía la piel, estábamos por entrar al invierno. Tenía puesta mi uniforme de la preparatoria con una chaqueta azul marino. Mis manos estaban cubiertas por los guantes azules y tenía una bufanda color azul marino, había ido a visitar a Syusuke nuevamente.

La señora Fuji se veía consternada, me acerqué a darle ánimos y fui a la habitación, donde Yukimura estaba poniendo flores en un jarrón.

—Yukimura-kun.

—Hola, Tezuka— sonrió acomodando las flores, en ese momento entro Sanada con una botella de agua.

—Yukimura, no debes tomarte molestias por Syusuke.

—Es mi primo por línea materna, es lo menos que puedo hacer por el— sonrió—. ¿Te ha contado algo?

—Nada en realidad.

—Compartimos un mismo un tatarabuelo, de parte materna, me enteré de ello hace unos meses cuando tuve que hacer un trabajo escolar, rastreando a mi familia materna encontré que tenía un antepasado con el apellido Fuji, el cual tuvo una hija y un hijo, la hija era mi bisabuela, el hijo es el bisabuelo de Syusuke.

—Comprendo.

—Dejaste el tenis profesional por Fuji, debe importarte mucho— interrumpió Sanada mirándome seriamente y luego desvió su mirada a Yukimura, quien solo le sonrió—. Yo haría lo mismo sin dudarlo.

—En realidad no deje el tenis, mi entrenador cree que estoy cuidando de mi abuelo— acote sentándome al lado de la cama de Syusuke, se veía frágil en aquella cama—. Pero tengo más ofertas de parte de otros equipos alemanes por lo que puedo quedarme a cuidar de Fuji hasta que se ponga bien, no me van a quitar mi puesto.

—Tienes suerte.

—Solo obtengo lo que mi habilidad me otorga, Yukimura-kun ¿Ustedes dejaran el tenis?

—No, tengo una oferta para un equipo italiano, cuando termine la preparatoria me iré— respondió Seiichi mirando hacia la ventana—. Voy a disfrutar cada día que me quede jugando tenis.

En ese momento pensé al ver a Sanada que quizás esos planes se iban a acabar allí, sabia ya de la clase de relación que tenían, de la clase de hombre que era Sanada Genichirou, era evidente que las cosas no serían como aquel llamado “Hijo de dios” anhelaba.  Sanada era muy aposesionado, devoto a Yukimura, claramente algo iba a pasar entre los dos que terminaría con los sueños del tenis de Seiichi.

Desvié entonces mi mirada a Syusuke quien movió su mano, una reacción común en los últimos días—Syusuke— exclame mientras le tome la mano delicadamente y le bese con dulzura, esperando que despertara.

Los ojos de Syusuke en ese momento se abrieron lentamente, primero parecían molestados por el sol que entraba por la ventana. Yukimura cerro las cortinas para limitar la entrada de luz y Fuji agradeció el gesto con una sonrisa.

—Syusuke— sonríe besándolo dulcemente en la mejilla, este se sonrojo.

—Tezuka, esta Yukimura.

—¿A mí en que me afecta?

—No ha llamado a Yukimura Buchou jamás—respondió Sanada—. Lo que es una falta de respeto a la autoridad.

—Siempre serás mi Buchou.

—Y tu mi Tensai— lo mire conmovido por lo que me acababa de enterar.

No volví a Alemania hasta graduarme de preparatoria, participando en torneo individuales en Tokio. Sentí que era mi deber quedarme en Japón hasta que Syusuke terminara la preparatoria y por ende volver a verlo jugar al tenis, y a su hermano también.

Durante el tiempo que me quede hasta graduarme Syusuke me pidió que me convirtiera en el entrenador de Yuuta, ya que él tenía más probabilidades de volver al tenis que él Tensai, en cambio Yukimura me aseguro que él se encargaría personalmente que Syusuke volvería a tomar una raqueta en sus manos, si él pudo hacerlo después de una operación a los catorce años Syusuke también podría.

Gracias a que estaba más cerca de Syusuke me entere de varios por menores de lo que paso en Rikkaidai hasta antes de graduarme, mientras todos estábamos revolucionados por las hormonas, algunos tuvieron tropiezos que les costaron su carrera en el tenis, otros directamente los dejaron.

Los chicos del club de tenis de Rikkaidai resultaron ser un caso único con las relaciones sentimentales, Niou Masaharu por ejemplo cuando peleo con Yagyuu, al poco tiempo estuvo saliendo con Yanagi, quien se había peleado con Inui un año atrás, después del rompimiento con Yanagi comenzó una relación con Bunta Marui la cual al parecer no termino nada bien y cuando salió de preparatoria se suponía aún era soltero. Yanagi después de su rompimiento con Niou, que nunca supe y Fuji tampoco como fue comenzaron ni cuento duro la relación, comenzó una relación con Yagyuu que parecía ir viento en popa. Marui después que termino con Niou comenzó una relación con Jirou Akutagawa, su viejo fan y también parecía ir bastante bien. Kirihara Akaya se encontraba saliendo con Fuji Yuuta, y llevaban dos años de ello, Sanada y Yukimura tenían la relación más estable en Rikkaidai, si bien tenían sus ideas y venidas se mantenían unidos más allá de todo pronóstico.

Mis predicciones no fueron del todo ciertas, cuando apenas faltaban unos meses para que Yukimura y Sanada se graduaran, en pleno invierno, Yukimura fue preso de una enfermedad que se presumía era el regreso del terrible síndrome que lo afecto en secundaria. Los padres de Seiichi negaron todo contacto de su hijo con el mundo del tenis, incluyendo a sus amigos y al propio Sanada, argumentando que verlos era muy doloroso para su hijo. Sanada al parecer no pudo hacer nada contra el pedido de los padres de Yukimura, según Fuji su relación termino allí, pero nadie estaba seguro que haría el “Emperador” después, solo se supo que dejo el tenis casi de inmediato.

Supe por Fuji que quienes dejaron el tenis fueron todos menos Kirihara y Yuuta, que aún estaban en preparatoria. Por sus estudios universitarios Yagyuu y Yanagi abandonaron el deporte, Niou Masaharu desapareció en voz de Fuji, no se supo de él después de la preparatoria, Bunta Marui había cortado su relación con Jirou y se fue junto a Jackal a Brasil, y desde entonces no se sabía nada de aquel par. Syusuke al terminar la preparatoria me comento que se quedaría en Japón hasta terminar sus estudios universitarios, después de eso me seguiría a donde fuera, yo solo asentí.

Un año atrás Syusuke me envió un mensaje alterado, un mensaje que cambio mi vida tal y como la conocía.

Continuara 

 

Notas finales:

Espero les alla gustado

El proximo y ultimo capitulo lo subire en un par de dias

Si les gusta el Mpreg no se pierdan el siguiente capitulo

Un abrazo y nos leemos

 

 


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