Tras los últimos acontecimientos en la villa oculta de la hoja, los ciudadanos podían continuar sus vidas en armonía. Después del último ataque sufrido a manos de Momoshiki y Kinshiki pertenecientes al clan Ōtsutsuki, se empezó la reconstrucción de los lugares más afectados por la batalla principalmente el campo de exámenes, el séptimo y su hijo llevaban una relación más cercana y no pasaba las noches en vela en la torre como antes. Desde aquel incidente, procuraba ser un buen padre para sus hijos, aunque echaba de menos la presencia de cierto azabache.
Sasuke permaneció en la aldea solo algunos días para luego regresar a su travesía fuera de Konoha, su viaje al parecer, no había terminado y sin despedirse de su familia (como era costumbre) y del propio Hokage, desapareció en la noche. Así es, todo era paz nuevamente. Hasta un cierto día en el que él regresaba otra vez.
A un mes y medio de lo ocurrido, su vida aburrida continuaba en esas cuatro paredes con el escritorio como única compañía y una montaña de papeles por firmar.
—Esto nunca tendrá fin, ¿verdad?
—Temo que no, al menos no ahora hasta que dejes tu puesto a la próxima generación.
—Faltan años para ese día-suspiró exhausto.
—Exactamente, y por eso debes echarle muchas ganas, no desaproveches el tiempo y continúe firmando Hokage-sama-sonrió divertido el de coleta.
—¿Tú te diviertes con mi sufrimiento, Shikamaru?
—Solo un poco. Te dejaré solo para no distraerte, recuerda la reunión con los Kages, se aproxima en una semana.
—Lo sé. ¿Cómo andan los preparativos?
—En orden. Tendrán una muy buena bienvenida.
—Y espero que continúe así, y no como la última vez…-se masajeó la sien—Shikamaru…
—¿Mh?
—De Sasuke… ¿no sabes nada?
Nara percibió cierta preocupación en su voz, Sasuke nunca escapaba de sus pensamientos, aún bajo un increíble estrés de trabajo, él Uchiha siempre estaba en su cabeza.
—No. No ha llegado ninguna carta.
—La última fue hace un mes. Tks… ese idiota sigue actuando como se le da la gana, jamás podré hacerlo cambiar de opinión.
—Es difícil para él permanecer en la aldea por mucho tiempo, trata de entenderlo, aún si todo el mundo lo perdono e hizo una familia, él seguirá castigándose y sólo porque lo cree conveniente. Las personas no pueden cambiar con tanta facilidad.
—Retírate-ordenó.
—Sí, con su permiso.
Se levantó de su asiento y miró a sus espaldas toda la villa. Los aldeanos ir y venir, haciendo sus vidas, suspiró, ¿Qué faltaba en su vida para ser completamente feliz? ¿Por qué estaba tan decepcionado…? Una maravillosa familia, su sueño hecho realidad y Konoha en paz, entonces ¿qué? Su corazón no estaba satisfecho en absoluto.
Y sus pensamientos podrían haber seguido por más tiempo si la explosión a lo lejos, más concretamente en la entrada de la villa no lo hubiera interrumpido. Los gritos aterrorizados de los ciudadanos no se hicieron esperar.
—¿Qué demonios sig…?
—¡NARUTO!-la puerta fue abierta estrepitosamente por un Shikamaru desesperado—¡Están atacando la aldea!
—¿Cuántos son?
—Diez o doce personas aproximadamente, son ninjas renegados de la aldea del agua y del rayo. Al juzgar por sus técnicas, son muy buenos.
—Eso lo comprobaré yo mismo-dejó su característico sombrero del séptimo hokage y salió con Shikamaru solo con la capa—No me vendrá nada mal algo de diversión-sonrió, apretando sus nudillos.
—Tú-sonrió, rascando su nuca—Nunca cambias.
…
…
—¡Suiton: Suiryūdan no Jutsu!
Una columna de agua con forma de dragón cayó con fuerza sobre los hogares de los aldeanos, el tumulto de gente huía en dirección opuesta mientras los ninjas se volvían la defensa y atacaban en grupos.
—¡Rasengan!-uno de los renegados salió despedido a unos metros quedando inconsciente al acto, el Jōnin sonrió orgulloso de su trabajo y se disponía a prestar su fuerza a sus compañeros, cuando-
—¡Konohamaru-sensei! ¡Konohamaru-sensei!
—Tienen que estar bromeando…-sus pupilos venías tras él, el explosivo rubio se paró delante de él con una gran sonrisa—¿Por qué no están siendo evacuados con el resto…? Esto es peligroso.
—Ni hablar. ¡Nosotros también queremos luchar, no me quedaré de brazos cruzados dattebasa!
—Sensei, quería hacerlo cambiar de opinión, pero no funcionó-respondió Sarada.
—Yo solo lo sigo para que no se meta en problemas-anunció tranquilamente Mitsuki.
—Boruto, estamos bajo ataque y no creo que sea una buena idea que te muestres ante el enemigo, entiendo que ahora quieras ayudar y seas más fuerte, pero-
—Le demostraré a papá que puedo derrotar a todos los enemigos-habló victorioso.
—¿Sabes? Creo que lo conveniente sería que fueras con tu familia.
—¿Ah?
—Tu madre y hermana están solas en casa, ¿verdad? A ellas les vendría muy bien tu protección, y te has puesto a pensar que podrían ir tras la familia del hokage-intentaba alejarlo del peligro, aunque también existía la ligera certeza de que realmente quisieran hacerle daño a la familia del séptimo.
—Yo… no lo había pensado de esa manera…-la excusa surtió efecto en él—¡Debo ir con ellas!-salió corriendo, alejándose de los enemigos.
—Boruto ama mucho a su madre y hermana-sonrió el albino.
—Yo también iré con mamá, tal vez esté peleando y necesite ayuda. Lo veré después, sensei.
—Te acompaño-Mitsuki la siguió.
—Esto resulto mejor de lo que esperaba, bien ahora, iré a socorrer al resto.
A tan solo unos metros de la puerta, la lucha era intensa, y los destrozos eran abismales. Las calles comenzaron a obstruirse por los pedazos de concretos de las casas, al menos, la gente de ese lugar ya estaba a salvo.
—Recuerden que nuestro objetivo principal es deshacernos del hokage. Contamos contigo, Kamui-palmeó su hombro.
—Sí…
El muchacho cargaba con un importante papel sobre sus hombros, gracias a su técnica de espacio tiempo practicada desde que era muy pequeño, tenían la excelente oportunidad de ganar y dejar la aldea de konoha completamente vulnerable sin el salvador de la cuarta guerra ninja.
—Jefe, yo solo podré hacerla una vez, la técnica requiere de todo mi chakra, luego estaré expuesto ante los ataque enemigos.
—Yo te avisaré cuando sea el momento, después te protegeremos. Pero incluso sin el hokage, no creo que haya alguien más poderoso de su calibre.
—Señor, ese que viene ahí es…
—¡Fūton: Rasen Shuriken!-Naruto estampó a tres adversarios contra una pared dejándolos nocaut, al enemigo le sorprendió verlo de buen humor en medio de una emboscada—¡Ah! Llevaba tanto de no usar esta técnica, me trae nostalgia ttebayo.
Estás oxidado, mocoso.
—¿Ah, sí? ¿Kurama, esto no te trae recuerdos?
Mmm… sí. No te distraigas, idiota.
—Lo sé, lo sé. Déjame disfrutar el momento. ¡Oigan, dejen de estropear mi aldea, y vengan a por mí cobardes!
Tks… tan escandaloso e impulsivo como siempre.
—Manténgalo distraído, necesitamos hallar el momento indicado.
Cuatro fueron contra el blondo, Kamui y el líder aguardaron en las sombras, ocultarse era la mejor forma de tomarlo desprevenido, no eran un desafío para Naruto, sin necesitar del manto de Kurama, podía derrotarlo y eso quería Ayumu, que se confiara y bajara la guardia.
—Kamui, no lo pierdas de vista.
—El es demasiado rápido.
—Susanoo.
—Esa voz…-Naruto se distrajo un segundo y observó la figura esquelética atravesar la entrada a la aldea, barrió con los enemigos restantes deshaciendo las técnicas de agua, su defensa era impenetrable.—¡SASUKE!-su sonrisa se ensanchó a lo grande.
—Esto no estaba en los planes… ese hombre es Sasuke Uchiha, es igual o incluso más fuerte que el hokage. Será un estorbo difícil de derrotar.
—¿Qué hago… señor?
—Tú y yo podremos huir con mi técnica de teletransportación, pero antes, no me iré sin un regalo para el séptimo-sonrió—Le daré en donde más le duele.
—¿Qué quiere decir?
—Los rumores eran ciertos. Todo el mundo conoce las grandes hazañas de Naruto Uzumaki, el chico maldito que quería traer de regreso a su gran amigo.
—Kamui, quiero que lances ese poderoso jutsu al hombre del sharingan, deshazte de él como gustes.
—Por la información que nos brindaron, ese tipo, señor, tiene el rinnegan lo que impide que pueda matarlo. Sin embargo, puedo transportarlo a otro periodo de tiempo y si no llegara a lograr salir-
—Moriría, ¿cierto?
El muchacho asintió.
—Hazlo. Quien podría imaginar que unos simples ninjas como nosotros acabarían con un Uchiha, el más poderoso adversario de todos los tiempos. De esta manera, solo quedará encargarnos del portador del zorro de nueve colas.
El joven apuntó con la mirada a la victima que caería en sus garras. Sasuke estaba caminando tranquilamente hasta Naruto quién no paraba de sonreír ante su presencia y transitaba el camino regado de enemigos derrotados a sus pies. Lo peor que podrían haber hecho, era bajar la guardia, aunque nunca esperaron que alguien fuera tan astuto de esconder su chakra de ellos dos y trazar un plan que el propio portador del sharingan no lograra descifrar.
—¡Sasuke! No puedo creer que estés aquí, siento que no te veo desde hace años.
—Porque es que siempre a mi regreso, sucede algo con la aldea. Eres pésimo en tu puesto, usuratonkachi.
—¡¿Qué dijiste?!-frunció el seño—¡Espera a que te ponga las manos encima! Yo…-calló de golpe.
—¿Qué…?-la cara estupefacta del blondo le advirtió muy tarde.
Detrás del azabache se abrió un enorme agujero negro, manos negras se estiraron para tomarlo de la capa, otras se envolvieron en su cadera y comenzaron a jalarlo dentro de la extraña dimensión.
—¡SASUKE!-corrió desesperado hacía él.
—No puedo soltarme… tks. Maldición.
Mientras la escena era observada por el ojo enemigo.
—Hazlo rápido, Kamui-temiendo que la técnica no funcionara.
—Descuide-el chico tenía las manos juntas a la altura del pecho, apretadas haciendo fuerza, y sus ojos estaban completamente negros dándole un aspecto sombrío. Una técnica pasada de generación a generación y que poco se conocía de ella.—Él séptimo no podrá alcanzarle.
—¡NO!-gritó aterrorizado. Solo la cara era visible, se estaba tragando al azabache.
—Protege la aldea, Naruto…-le miró por última vez, el agujero comenzó a reducirse, Naruto metió la mano pero fue expulsado a la fuerza y terminó de espaldas al piso, delante de él, la dimensión desapareció sin dejar rastros de su amigo.
—¡NO! ¡NO, SASUKE! ¡SASUKE!-golpeó el piso con sus puños enfurecido, impotente, lleno de angustia—¡Voy a matarlos a todos! ¡Desgraciados!
Naruto… contrólate.
—No me pidas calmarme, Kurama…-murmuró colérico—¡Salgan de ahí, malditos cobardes!-rugió mirando a todas direcciones.
—Mira su cara de sufrimiento, ja, ja, esto ha valido toda la pena del mundo.
—Está furioso…
—Sí, hora de irnos-hizo sellos con sus manos para luego tomar al chico del brazo y desaparecer en el aire.
Todo lo que quedó en la aldea, fue un hokage destruido emocionalmente. El grito del rubio llamó la atención de los ninjas que habían logrado con éxito derrotar al resto de enemigos, no había ninguna baja y los ciudadanos estaban sanos y salvos gracias al rápido accionar, pero…
—Naruto…
La voz de su amiga caló profundo en su pecho. Se puso de pie con tierra en sus pantalones, la capa resbaló de sus hombros al suelo, Sarada estaba junto a ella, entonces Shikamaru, sus hijos y su esposa Hinata lo observaron con más preocupación.
—¿Papá…?
—Naruto-kun, ¿Qué tienes?
—Sakura-chan, Sasuke fue… Sasuke…-sus palabras salieron ahogadas, la kunoichi abrió grades los ojos y tuvo ese horrible presentimiento. Corrió tomándolo a Naruto fuertemente de los hombros, desesperada.
—¡¿Qué le pasó a Sasuke-kun?! ¡¿Naruto, que le sucedió?!-comenzó a derramar lágrimas.
—Séptimo, papá está…-murmuró Sarada, temiendo completar la frase.
—El enemigo lo transportó a alguna dimensión. Yo no lo sé exactamente… pero Sasuke, podría no regresar nunca más.
—¡Imposible! ¡Sasuke-kun tiene el rinnegan, él volverá con nosotros sin duda alguna!
—Quizás… tengas razón-lo menos que quería era herir a su amiga, más él no podía borrar la imagen del rostro de Sasuke, aquel segundo en el que le dijo esas palabras “Protege la aldea” él se estaba despidiendo, ¿Por qué? ¿acaso él sabía que no podría regresar?
—Naruto, tú-
—Todo terminó, Shikamaru, ellos se han ido. La gente puede volver a sus casas, necesitaremos reconstruir lo dañado, hazte cargo.
—De acuerdo.
—Hinata, no me esperen en casa hoy. Quiero estar solo-pasó de ella y sus hijos, con destino a la torre.
—Naruto-kun…
—Mami, papá se ve muy triste-habló Himawari abrazándola de la cintura.
—Perdió a su amigo más importante, cariño.
—Nunca creí que algun día el tío Sasuke sería derrotado, él lucía tan genial, poderoso más que papá… y ahora…
—Tal vez el señor Sasuke se confió demasiado-comentó, Mitsuki.
—Yo… me iré con mamá, los veo después-habló desanimada la pelinegra.
—Sarada, tu padre regresara, no te rindas ttebasa, Sasuke-sensei es muy poderoso-le sonrió levantando su dedo pulgar.
Ella sonrió.
—Lo sé.
…
…
En otro lado, el agujero negro dejó caer a Sasuke sobre un rio empapándolo de pies a cabeza, su mal humor no podía empeorar, la técnica de espacio tiempo desapareció de la nada dejándolo únicamente solo en medio de un bosque.
—De todos los lugares, tenía que tirarme en el agua-se puso de pie sacudiendo la cabeza, su cabello caía tapando sus ojos por completo, exprimió la capa al sentirla pesada, y llegó a la orilla. Sintió la necesidad de verse en el reflejo, pues sentía algo extraño en sus ojos—No puede ser cierto…-el rinnegan de su ojo izquierdo no estaba, lucía sus ojos color ónix normal—¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy?-miró a su alrededor.
De inmediato escuchó pasos acercándose a su dirección, pronto fueron las voces, voces demasiado familiares, se ocultó tras unos arbustos y guardó silencio.
—Gatito, gatito, gatito, ¿Dónde estás ttebayo? ¿Y si hablo en su idioma? Miaw miaw-
—¡Naruto, idiota!-le pegó un coscorrón en la cabeza.
—¡Sakura-chan, no seas tan mala conmigo!
—¡Y tu no seas tan imbécil! ¿Por qué no te comportas como una persona normal?
—Tks… no sean tan escandalosos-se quejo el moreno pasándolos de largo—Dejen de tontear y cumplan la misión, todavía no puedo creer que Kakashi nos haga pasar por esta estúpida búsqueda de un gato perdido.
—Sasuke-kun, tiene razón, deberíamos tener una misión de un autentico ninja.
—Oie, teme, tu todavía debes recuperarte…-murmuró al ver las vendas en su cuello.
—¡No me digas lo que tengo que hacer, estúpido!-habló molesto, subió el cuello tortuga de su remera cubriendo las heridas y comenzó a aumentar el paso—Iré a buscar ese gato por mi cuenta.
—¡Oye, espera, Sasuke!
—Ya viste lo que ocasionas con tus tonterías, Naruto, Sasuke-kun se enojó con nosotros. ¡Espera, Sasuke-kun!-salió corriendo tras él.
—Maldito teme… tú fuiste quien se puso delante de mí… yo no quería que salieras mal herido-susurró. Fue alejándose y cuando los sonidos desaparecieron por completo, Sasuke salió de entre los arbustos con la boca abierta.
—Esto es malo… volví en el tiempo cuando teníamos doce años. ¿Qué voy a hacer…?
(Continuará)