Acto 1. Jugo de Uva.
Parte 1.
***
Mizaki.
-Aoyama…
¿Eso fue para mí? Estoy segura de que escuche mi nombre.
-¿Puedes seguir leyendo?...
Espera, eso enserio fue para mí.
-Aoyama. ¿Estás bien?
Maldición, estuve pensando mucho tiempo viendo al vacío. –Ah…si…- ¿Dónde va la lectura? Espera. ¿Esto es Historia o Matemáticas? Pero me pidió seguir la lectura, seguramente es Historia. No hay otra, empezaré aquí. Me tendré que parar, que pereza.
-A lo largo de las épocas, los antiguos habitantes…
-Jeje, esa parte la leí yo…
¡¿Qué?! Esa fue la voz de Mei. Donde va, donde va…
-Creo, señorita Aoyama, que debe dejar de pensar en cosas sin importancia y comenzarse a preocupar por sus estudios, que con esas notas, y esas excelentes ganas de estudiar, no llegará muy lejos, y debe saber que pronto vendrán los exámenes parciales, con los cuales puede recuperar su calificación y…
Blah, blah. Estudiaré música, no creo que eso sea necesario.
-O si no deberemos de hablar con sus padres acerca de una baja temporal para que entienda acerca de que la escuela no es para estar jugando.
Ja, irónico. Porque soy la mejor de todos en todas mis materias, sólo que esto es aburrido, no quiero que un viejo me venga a decir que hacer.
-Entiendo, profesor…- Ya basta del sermón, déjeme sentar.
-Bueno, espero que el proyecto de periodo esté a punto de ser concluido, es para este viernes, y lo necesito en mi escritorio a más tardar para esa día, no un día después, no un minuto después. Espero entiendan que ya pasó un mes desde que lo comenzamos. Buena tarde a todos.
-¡Igualmente profesor!
El grito de Mei me hace retorcerme en mi lugar.
-¡Mei! ¿Puedes dejar de gritar por todo?
-¡Oye! Quita ese tono conmigo, que el proyecto de periodo lo estoy haciendo yo, prácticamente todo.
-Jeje… No hace falta que me restriegues eso en la cara. Ya te prometí una buena cena este viernes, y creo que con eso queda saldada la cuenta del proyecto.
-No te creas, que hoy llegué tarde por hacer unas cosas extra en él.
-Eso es tu culpa, por querer agregar y agregar cosas cuando ya está más que perfecto.
-Pero una nota excelente es el objetivo. ¿No lo crees? ¡Por eso debe estar más que perfecto!
Al mismo tiempo que Mei terminaba de formular su chirrido como es su costumbre, entró. Ella, Izumi Hana. Mei me molesta porque dice que ella tiene un carácter aún peor que yo, y que perdería en una discusión en su contra, pero creo que eso no es verdad, yo tengo mi forma de ser y creo que soy peor que cualquier persona en esta aula de clases. Pero hace años que no sostengo una discusión, o mejor dicho, una charla amigable con alguna persona fuera de mi pequeña burbuja en la que sólo está Mei, por alguna extraña razón.
Hana.
Un coágulo en la sangre puede matar a alguien, de igual forma que si le enterrasen un cuchillo en el estómago o un hacha en el cráneo. La vida es demasiado frágil.
¿Cómo una pequeña bolita de sangre coagulada puede matar a alguien? Puede que simplemente por el hecho de que…
Oh… Esa chica me mira. ¿Quién es? ¿Aigiri? ¿Azuma? Aoya… ¡Aoyama! ¡Si! Aoyama. ¿Por qué me mirará?
Creo que a esa chica la evitan por tener el típico síndrome de malota que no quiere tener nada que ver con alguien fuera de su burbuja, en la que solo esta esa Mei, por alguna extraña razón.
¿Por qué sólo a Mei aceptará para que pueda interactuar con ella? ¿Amigas de la infancia? Nah… Eso es muy cliché. ¿Amor no correspondido? Podría ser interesante. Bueno, mínimo Mei parece agradable, no como…
-¡Hola Hana! ¡Qué guapa y bella te ves esta tarde!
-¿Eh? Ah… Hola, Hisao.
-¡¿Por qué nunca respondes mis mansajes?!
-Estaba ocupada con lo del proyecto. Lo siento-. En realidad no quería contestarte.
-¡Te dije que yo podía hacerlo sólo! ¡No es necesario que uses esas hermosas manos que tienes!
Agh. - Jaja… Pero es en parejas, y sería descortés de mi parte dejarlo todo en tus manos.- Podría hacerlo, odio a el profesor Takuma, me emparejó con este tonto.
Ahora que lo pienso, esa chica, Aoyama, ¿habrá amenazado al profesor para emparejarla con Mei? ¿O solo es una coincidencia muy extraña?
-¡¿Entonces qué dices?!
-¿Perdón…?
-¡De si quieres salir conmigo este fin de semana!
-Ah… este… no, tengo cosas que hacer…- Si ver documentales sobre reproducción animal es considerado como “cosas que hacer”, tengo todo el fin de semana ocupado.
-¡Aaaah! ¡¿Cuándo podré salir contigo?!
Nunca.
-Quizá otro día… jeje…
-Bueno, pero estaré esperando ese otro día.
-Sí, no te apures.- Sigue esperando toda tu vida.
-¡Voy por algo a la cafetería! ¿Quieres algo?
-No, gracias.
-¡¿Qué?! ¿Un jugo de uva? ¡Claro que sí!
Este Hisao vaya que es molesto.
Me quiero sentar… Oh… ¿”Voy a la cafetería?” ¿Ya es descanso de medio día? Espera. ¿Tanto me tardé en el baño?
El profesor Takuma se fue, todos fuera de sus asientos. Creo que no llegué al final de la clase… Da igual, ese viejillo Takuma me ama, no creo que haya inconvenientes con que me haya perdido quince minutos de lectura.
Tanto pensar en Biología humana hace que me pierda en mis pensamientos.
-Disculpa…
¿Eh? Al dar la media vuelta, me la encontré, de no más de un metro sesenta. Tanaka Mei, con sus manos agarradas a la altura de sus pequeños pechos.
-¿Pue…puedo hablar contigo?- Me dijo.
-Ah, claro que sí-
Alcé mi mirada y vi que Aoyama no estaba en el salón.
-Es sobre mi amiga Mizaki… Aoyama Mizaki.- Me dice alzando su mirada.
-¿Qué pasa con ella?
***