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Mi pareja perfecta. por Brit

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Notas del capitulo:

Mis amores ¡Eh vuelto!

Les presento una historia con una temática distinta a los anteriores (No es la historia a la que me refería en los anteriores fanfics, esta se me ocurrió de repente, lo que no significa que esté hecha a la rápida) ya sabran por qué.  : D

Primer capítulo siempre es más corto no se ataquen. ¬¬ eh leido hueás muy cortas por acá XD

 

Ya saben lo demás. Dos actualizaciones por semana, etc. etc. 

No demoré ni un mes *-* me merezco un besito c:

 

 

 

Me levanto algo somnolienta, no debí ver televisión hasta tarde. Me siento en la cama apagando el celular que suena a las 6.30 am. acomodo un mechón rebelde con la otra mano y recuerdo que hoy entro a trabajar a mi futuro nuevo trabajo, voy al baño a transformar la cara de culo en una más accesible. Me miro al espejo y me devuelve la mirada una mujer somnolienta con una tez ni clara ni oscura. El cabello, castaño común y ojos cafés con un tono intermedio.

Debo sonar muy interesante hasta el momento.

En fin, me aplico unos pequeños retoques con el maquillaje, tampoco soy muy fanática. Me pongo unos pantalones, una blusa y unos zapatos simples para ir a trabajar.

 Suena mi celular.

-Alejandra.

-¿Ah?

-Pensé que te quedarías dormida… De nada mejor amiga- escucho un gimoteo.

-Lo siento Fer. – digo soltando una risita. – Gracias por despertarme mejor amiga.- me río, parecemos niñitas de 15 hablando así.

-De nada ¿Estás emocionada por tu nuevo trabajo?- ya veo su cara de molestosa, Fer (Fernanda) es mi mejor amiga, nos conocimos en mi primer trabajo.

-La verdad no, tendré que hacer lo mismo de siempre.- digo adormilada hirviendo agua.

-¡Ooh! ¿Y cómo sabes que no está el amor de tu vida?

-Amiga, soy lesbiana.- digo enfurruñada.

-Si lo sé y yo también. ¿Pero qué tiene que ver?- pregunta.

-Las mujeres son malas- digo convencida.

Realmente no pienso eso (sólo un poco, pero con mi amiga siempre nos hacemos las victimas)

-Maldita amargada, ve al bar. Así nos vemos el primer día, iré con las chicas.- dice. Aclarando, esas chicas son amigas que ella me presentó hace unos 4 años, bueno hemos salido varias veces a un bar a doc. a nuestras preferencias y me lo paso muy bien. Recuerdo que una vez fui a uno heterosexual con una amiga y fue como ‘’ ¡Hey, machotes os deseamos, vengan y no nos dejen conversar!’’. Un desastre.  Así que los del ambiente son perfectos.

-Está bien, nos vemos idiota, te adoro.

-Nos vemos Jandra.

-¡No me digas así!- me enojo.

-Rayos, no te entiendo, se supone que te quejas de ser muy normal y te pongo un apodo original y ¿te enojas?- masculla dolida.

-Es horrible- susurro prendiendo la televisión.

-Exageras Ale, besos o llegaré tarde a trabajar. Byebye- corta.

-Bye.- Digo a la nada.

Desayuno tranquila disfrutando el silencio y viendo el clima de hoy, es pleno otoño. Me mentalicé en desarrollar esta costumbre para dejar de andar congelándome el trasero por lluvias repentinas y llegar como perro mojado acá.

Salgo de mi apartamento y subo a mi auto. Conduzco hacia mi nuevo trabajo; soy ingeniera comercial, me dedique al área de economía. Así que lo mío es oficina. Estaciono y entro algo perdida, recuerdo que cuando vine una vez no estaba tan… concurrido, de todo el montón hay algunos hombres y mujeres con traje y otros no. Me imagino que los con traje tratarán directamente con la gente o tendrán turnos más directivos, al menos a mí nunca me han dicho nada por mis pantalones ajustados. Tomo el ascensor junto a una tipa de cabello negro tiene una melena hasta poco más debajo de los hombros con la cabeza gacha leyendo atentamente unos papeles.

-Disculpa ¿sabes dónde está el piso de gestión?- pregunto perdida.

La chica no me mira. Se abre la puerta y al menos se molesta en apuntar con el índice al frente ‘’Informaciones’’ ¿¡No podía decírmelo y ya!?

-Gracias- digo enojada sin mirarla- simpaticona- susurro.

‘’No te desanimes’’ me aliento.

Pregunto  y me envían al piso 4. Maldita empresa gigantesca, llego a un lugar con oficinas compartidas bastante limpio, pequeñas estanterías con libros y unos sillones al lado. ¡Qué bonito!, pienso viendo unas plantas de adorno, me parece comodísimo. Ahora, ¿dónde está el jefe? bromeo conmigo misma por ser algo despistada con las direcciones.

-¿Estas perdida?- me dice una voz risueña.

-Ah…si- la miro y abro los ojos de golpe al ver frente a mí a una mujer sonriente con el cabello de un largo mediano, castaño claro y ojos verdes. Me sonríe, ‘’Wooow ¡qué mujer! Fer ¡te amo!’’

Me ruborizo un poco. Es algo más alta que yo y yo mido 1.61. Sí, me digne a crecer un centímetro más.  

-Ahm lo siento- me río nerviosa, se ríe. - Es que recién empiezo hoy aquí y tengo que hablar….

-Ah ¡no digas más!- dice feliz- sígueme. -Me lleva a hablar con el jefe, le doy las gracias y me atiende un viejo de aspecto cincuentón.  Lo escuche a medias, es que aaah… Que linda era, ¿será que por alguna coincidencia hermosa de la vida le gusten las mujeres?

Me indica un mesón, me voy a sentar y prendo el ordenador.

-No suelen llegar nuevos... ¿Cómo te llamas?- escucho, levanto la vista y me mira de nuevo la chica que me ayudó, ¡dios! si me sigue hablando me enamoraré, ya lo veo venir.

-Alejandra, ¿enserio no suelen llegar? quería un cambio de aire.

-Bueno acá es muy tranquilo, eres la primera como en cuatro años.- se sienta, está un poco más formal que yo y se notan muy bien las curvas- además tenemos para distraernos- señala unos libros.- Y la comida del casino está bien buena.- Me mira.

Querida, tú estás bien buena.

-Me alegro. – digo abriendo unos archivos, para concentrarme en algo más y no mirarla con cara de buitre. – Está vacío- comento mirando alrededor. Escucho su risita.

-¿Qué esperas? Llegaste a las 8.00, somos pocos los madrugadores, creo que… - dice pensativa como en su mundo.- si, Margaret, Kate, Peter y yo. -Enumera mirando al techo.

-¿cómo te llamas?- digo de repente.

-Nicole- sonríe.

-Te queda.

-¿Tú crees?- dice sorprendida.

-Es como de persona sociable.- comento sin pensar.

-Entonces si- se ríe. Sonrío tecleando. Luego me dedico a leer hasta que Nicole me empieza a presentar a todos. Saludo a Margaret, una tipa de unos 35, Diego que llegó después, un chico recién egresado, se le nota. Peter un hombre de aspecto ‘’galán’’ en las cuarenta primaveras.

-Ah y esta es Kate- dice apuntando a una mujer que mira su celular. Me giro después de hablar con Peter y frunzo el ceño al percatarme de quién es al ver sus hojas y el reluciente cabello negro. Levanta la vista y espero ver a una idiota con cara de pesada.

Pero no, en lugar de la zorra desagradable que esperaba. Una tipa de test muy blanca, nariz recta, ojos cafés claros y aspecto algo aniñado, me mira sin expresión alguna. ‘’Si pusiera alguna cara al menos pensaría algo de ella’’, pienso notando su mirada fija. Pero en lugar de ello sólo quedo ahí esperando a que me diga algo, como no lo hace decido romper el hielo.

-Hola.- digo sin más.

-Hola -me responde con voz calmada. Y no dice nada más

-Bien te dejamos Kate- sonríe Nicole.- ya son las 8.30  hay que laborar- ella no dice nada y sigue en lo suyo.

-No te lo tomes personal, es así con todos. – Me susurra – Es algo rara, de esas calladitas.

-Ah.- digo sin saber que pensar al respecto, bien por ella me imagino.  Me siento y me sumerjo en asuntos de la empresa, no fue complicado. Me puse a hacer las tareas y usé mi nueva clave para ponerme al día con el trabajo.

Voy a almorzar acompañada de Nicole, mi nueva amiga y futura novia (déjenme) ya que me parece que tenemos una edad parecida, es simpática y está linda. Leemos el menú de hoy en una pantalla y alguien pasa delante de mí, la miro y es Kate algo ajena al exterior, es cierto que es rara pienso viéndola sentarse sola. No me había fijado bien pero es un poco más baja, o sea no nivel enana… unos centímetros más baja que yo, es delgada. No me imagino su edad. Me sirvo y pienso… que triste debe ser la soledad y de inmediato me sorprendo al ver a un hombre blancucho saludar a Kate y se sentarse con ella sonriente. Me llama la atención, pensé que era de esas inadaptadas que se sentaba en un rincón sola forever and ever.

-Sabes, pensábamos que era su algo.- dice Nicole negando con la cabeza- pero es su primo creo.

-Tienen la misma tez- digo comiendo, era obvio. Gasparines.

Luego Nicole me presenta a unos pocos que son los que suelen llegar corriendo a trabajar. Incluyendo a Carolina, su amiga ’’de toda la vida’’ que a diferencia de ella tiene una cara como si algo cerca oliera mal.

Vuelvo a mi trabajo y terminando la jornada me estiro en la silla con total confianza y tomo mis cosas para largarme.

-Hey Kate ¿apago la luz?- escucho la voz grave de Peter.

-No- susurra tecleando.-Me quedaré un rato más.

Me sorprendo, ¡quien coño haría eso un viernes! Pongo los ojos en blanco y bajo al estacionamiento por mi auto. Me despido de Nicole con una sonrisa reluciente lamentando no haber entrado un lunes, así la hubiese conocido más y hoy podríamos salir. Me voy a casa, me arreglo y salgo dejando el sillón con la ropa del trabajo, ahora que lo pienso si hubiese entrado un lunes mi casa sería desastre. No es que sea desordenada, pero mi problema es la ropa. Suelo para la sucia, sofá para la que se vuelve a usar, y el armario para la limpia.

Llego al bar de señoritas más frecuentado de la ciudad.

-Qué hay chicas- saludo feliz a todas las desviadas de mi corazón que me sonríen y algunas levantan el vaso. Fernanda me abraza del hombro.

-¿Y qué tal el primer día?- me mira

-Me enamoré- digo con cara de rememorar algo muy hermoso.

-Puta madre ¿enserio?, era una broma lo de la mañana- se ríe – cuéntame más.

-Jajaja nah, es una colega que está bien buena, llegué y me ayudó y no me dejo solita en mi primer día- hago un puchero coqueto y pido un trago, viendo a lo lejos a una amiga en la barra y a una rubia sentada mirándole el trasero de reojo.

-Sutil- me río.- Pobre Noelle.

-Esa tipa siempre está acá- me dice Fer con una risita.

-Tú también- la molesto – Tu alma gemela.

-¿Qué alma gemela?- escucho a Sandra mirándome con amenaza.

-Es broma amor.- Dice Fer mirándome como…. ‘’Estúpida mi relación, idiota’’

-Sólo era una broma par de graves.- Digo bebiendo un buen trago.

-Más te vale- Sandra hace un puchero besándola.- Es porque no te has enamorado- Dice ella con aire soñador. Me río.

-Y ¿nadie en tu vida Ale?- me pregunta

-No, y por favor no me presentes a nadie.- Mi amiga se ríe.

-Deberías sentar cabeza eh- dice Sandra sentida.- Mi compañera dijo que desapareciste de repente.

-Por favor fue un revolcón y quería a poco irse a vivir conmigo.- Me quejo. En realidad no es que me pase revolcando con mujeres, pero era guapa… y una lunática.

-¡Quería exactamente eso!- se ríe Fer- menuda loca que le presentaste.

-¡Sólo me dijo que quería conocer a alguien y te encontró linda!- se defiende.

-No divulgues mis fotos de Facebook que me pueden acosar.- bromeo.

-Bueno un pedófilo lo dudo. ¿Cómo llevas los 29 años?- bromea mi amiga.

-No quiero tener 30- hago un puchero.

-Aún falta mucho idiota- se ríe. – Yo tengo 32 y no me quejo.

-Es porque tu madures es de 20- Se ríe su novia.

-Es verdad- dice feliz besándole la mejilla.- Entonces Ale, cuando conoceré a tu prospecto.

-No seas tan jodidamente correcta para hablar- mascullo tomando el celular que se me resbala y cae al suelo.

-Con esos dedos de mantequilla mejor me rindo.- Dice Fer bajito- ¿has pensado en la heterosexualidad? Hay quienes aman a las mujeres torpes…

-¡No soy una mocosa confundida de 16 años!- reclamo tomando el celular, incorporándome y botando las servilletas. Sandra está con ataque de risa.

-¡Jodanse todas!- gimoteo.

-Yo creo que eres adorable- dice entre risas, Fer asiente. –Quizá alguien lo sepa ver.

-Ahh Nicole- digo feliz.

-¿Así se llama?- se ríe mi amiga.- ¿Cómo es?

-Pues, tiene el pelo castaño claro, ojos verdes y es delgada pero un trase…

-Me refería psicológicamente- dice blanqueando los ojos

-Pues es muy risueña y sociable.- Digo feliz

-Suena bien. Pero ¿no que a ti te gusta más la tranquilidad?

-Todos podemos cambiar- digo con los ojos brillantes.

-Bueno supongo que ya estás grande- sonríe traviesa.

Pasamos la noche conversando de nuestras vidas laborales, de amistad, ajenos etc. Me fui a mi apartamento como a las 3am. Llegue a las 3 y media, me tome un té (la edad…) y me dormí.

Despierto como a las 10 y desayuno, decido que mierda almorzar y como ando light, una buena pizza no vendría mal. Pero no tengo queso, ¡sin queso la pizza no es pizza! Y joder que no voy a hacer la masa. Me pongo un jeans, unas zapatillas y un sweater y voy con cara de idiota con mi cabello ondeando hasta poco más abajo de mis senos. Entro al súper compro la masa, pienso si comprar pan. Me acerco saco una bolsa, tomo esas tenazas metálicas, agarro un pan y se me resbala, tomo otro ¡y se me resbala! ¡¿Quién inventó eso?! ¡¡¡Muérete!!!

‘’Mira pan, tú no me agradas y yo no te agrado. ¡Engordas! Pero sabes bien…’’ lo tomo.

Y se me resbala…

Hago un ruidito de indignación, saco otra bolsa le meto la mano y agarro el pan como enajenada. ¡La venganza de Alejandra! En eso alguien toma las pinzas al lado mío y coloca un pan tras otro con elegancia, levanto la cabeza y Kate esta sin expresión haciendo que parezca tan fácil que me molesta. Además ¡Qué rayos hace ella aquí! La miro, está algo cerca y veo las pecas que adornan parte de su nariz. Me mira y frunce el ceño, frunzo el mío y me largo. Tomo el queso que sea y camino al edificio.

Pesada. Ahora la rara piensa que soy rara.

Pasó a preguntar por las cuentas, las reviso y aprovecho de pagar los gastos del apartamento, luego tomo el ascensor y antes de que se cierre, aprietan el botón permitiéndome el paso ¡Esos si son vecinos!

-Gracias- suspiro feliz apretando el pequeño número 8 en la puerta de al lado.

-De nada- dice una voz aburrida.

No, enserio… ¿qué hace ella aquí?

 

 

Notas finales:

Besos robados para todas ;$

 


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