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Akafuri en Guerra por Amelia-san

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Notas del fanfic:

los personajes no son mios son de Tadatoshi Fujimaki lo siento si no entiende la historia hare correcciones despues. Espero que lo disfruten ^o^

Notas del capitulo:

espero que el fanfic sea de su gusto bye!~

Ya han pasado tres días desde que mi padre partió a la guerra Corea del Norte ha invadido al sur me preocupa que avancen lo suficiente hasta que lleguen a mi pueblo Mi nombre es furihata kouki un doncel de Corea del Sur muchas personas están yendo hacia las filipinas o para Japón con el fin de escapar de la guerra.

- Kouki prepara las maletas lo del Norte están cerca, no tardarán en llegar a este pueblo mi mamá me dijo una mujer en sus treintas de cabello Castaños y ojos de color miel.- tú te irás al puerto, tu tío te estará esperando para irse a Japón ahí estarán a salvo - dijo arrastrándose recogiendo todo lo que podía.

- Pero mamá qué hay papá como no se encontrará - dije preocupado por lo que pasaban por las noticias todos los días. Todos estaban preocupados de que los aliados de ambos el norte y el sur se metieran en la guerra y que se convirtiera en una guerra a gran escala - y por qué dices tú que acaso no vendrás conmigo - dije tomándola por el brazo para que respondiera mis preguntas.

- Yo me quedaré espera a tu padre estoy segura que está cerca - dijo mirándome a los ojos y podía visualizar que estaba convencida y que nada que dijera o hiciese la haría cambiar de opinión.... era muy tarde los disparos y las explosiones escuchaban a la distancia ya no le faltaba mucho para llegar al pueblo - Apurate!! - dijo tomando mi mano para salir corriendo a la dirección contraria.

-Pero las maletas!! qué va a pasar con ellas - dije preocupado mirando hacia atrás y aparte sólo traía puesto una camiseta holgada y un pantalón que normalmente usaba para limpiar.

- Eso ya no importa. No regreses, no mires para atrás me entendiste ahora corre!! - dijo acompañándome a la entrada del bosque que protegía al pueblo.

No dejaba de correr era obvio que estaban muy cerca y nadie quería estar en su camino. El bosque que estaba alrededor del pueblo era inmenso y ya no sabía muy bien lo que me esperaba en mi camino. La vegetación y los riscos me dieron unos problemas pero no tenía ninguna intención de parar hasta que escuche unas voces. Me detuve en seco y me escondí entre los arbustos, eran del Norte al parecer habían rodeado el pueblo. Tenía prisioneros muchos para ser exactos, puede reconocer algunos de mi escuela, me quedé callado esperando no ser detectado pero a como se acercaban me preocupaba más. Un soldado se paró enfrente de mí podía decir que era de un rango alto por como los otros soldados lo miraba, esperando alguna orden que a completar.

No sabía si estaba aterrado o sorprendido el general tenía cabello rojo y ojos bicolor pero su mirada era fría no podía creer que el pelirrojo era un adolescente de mi misma edad. Si dejaba al lado su mirada de hielo se podría decir que era muy guapo, tenía buen porte demostrando que fue criado para mandar. Sin darme cuenta accidentalmente aplaste una rama que hizo un crujido. - Oh! por Dios por favor que no lo hayan escuchado!! - se repetían en su cabeza, el chico puso sus manos en su boca no quería ser localizado.

- Guarden silencio - dijo con un tono que le sacó el alma el cuerpo, se estaba acercando se más y más, ya podía oler el olor de sus botas pero fue salvado cuando una ardilla empezó a hace ruido- desde ahora Furihata sería un amante de las ardillas. - al parecer no fue nada ¡atención! tenemos que crear una barrera para que nadie escape los hombres serán ejecutados, mujeres y donceles serán prisioneros - dijo mientras los soldados acataban sus órdenes a cómo las decía.

Tenía suerte al parecer los soldados decidieron hacer la alineación en frente de donde él estaba y dejaron a los prisioneros atrás esperando que todo saliera bien que no atraparan a sus familiares. Furihata pretendía irse lo más pronto posible pero entre la multitud reconoció unas caras muy conocidas, Kawahara y Fukuda sus mejores amigos desde la infancia. El chico se debatía entre ayudarlos o irse pero al recordar los buenos tiempos se decidió por la primera opción.

El chico se arrastró por los arbustos hasta llegar a uno que estaba más cerca a la jaula y pudo visualizar que la puerta tenía candado y empezó a buscar la llave por el campamento dándose cuenta que había más jaulas aún. Por pura suerte encontró la llave, estaba arriba de una mesa junto con unas cosas de un soldado. Decidió tomar la pistola sabía que no tenía que ser un genio para saber que la necesitaría luego.

Revise todo el campamento me aseguré de que no había ningún soldado que pudiera intervenir en mi meta, cuando Kawahara me miró sus ojos se encendieron y todos los prisioneros empezaron a suplicar que los sacara pero a ese paso me descubrirán. Intenté calmarlos pero era muy difícil si continuaban pronto les haría compañía - por favor guarden silencio que me van a descubrir - dije muy bajito para que no me escuchan alguien indeseable, al parecer entendieron mi mensaje y guardaron silencio.

- Sólo será un momento no se preocupen haré todo lo que pueda - dije tomando la llave y empecé a abrir las celdas tan rápido como podía les dije que se quedarán ahí que esperaron a que todo estuviera en calma para correr de una sola y que no las pudieron agarrar a todos si regresaban. Todo iba bien hasta que un soldado decidió acercarse estaba asustado me escondí atrás de la jaula sabía que por las personas que estaban dentro no se distinguía si estoy adentro o afuera.

Sabíamos que eventualmente se daría cuenta de que las jaulas estaban abiertas entonces ideamos un plan lo más rápido posible. Todos íbamos a correr y atacar lo rápido cuando estuviera distraído, íbamos a intentar inmovilizarlo y que no diera ningún tipo de señal para no alertar a los demás. -a la cuenta de tres - les dije - uno - el hombre volteo - dos - se agachó mirando el candado pero cuando iba a dar una señal - tres! - dije golpeándolo con la puerta los demás empezaron a cubrirle la boca y atarle los pies.

Todos ya nos íbamos a echar a correr pero de repente escuchamos una voz no muy agradable - vaya vaya mira lo que está pasando al parecer no era una ardilla - dijo el pelirrojo mientras sus soldados intentaban rodearnos sabía que se les haría más difícil si todos corríamos de una pero estábamos paralizados ellos tenían armas y sabíamos que ellos no dudarían en disparar. Me sentí como la presa era como si todo alrededor se fuera de cabeza debí haberme ido, no debí ayudarlos pero no podía era mis amigos las personas con las que crees y las personas que miraba todos los días.

Estaba muy concentrado lamentándome que no me di cuenta de lo que estaba diciendo - no se rindan!! si quieren morir mueran después yo no quiero morir como un esclavo y no voy a hacerlo!!! - dije mientras lágrimas bajaban por mis mejillas era frustrante no quería pensar en lo que me esperaba, unos de los soldados ya estaba alzando su arma sabía que era mi fin hasta que es de repente el lo detuvo.

- Cómo te llamas - dijo el pelirrojo mientras clavaba su mirada en mí era como si pequeñas agujas atravesar a mi cuerpo no podía resistir su mirada sólo quería hundirme en la tierra y que nada me pasará estaba asustado y temblando. - te he preguntado cómo te llamas Chihuahua - dijo mientras esbozar una sonrisa, sabía que se estaba riendo de mí sabía que todos estaban riendo de mí.... el me estaba humillando enfrente de todos.

- Eso no importa lo único que tienes que saber que fui yo el que los dejó salir no les hagas daño ellos no tiene la culpa - dije mientras agachaba mi cabeza era vergonzoso arrodillarme frente de él. - no quiero morir no quiero morir no quiero morir no no no.. - era lo que mi mente estaba procesando sabía que era mi fin hasta que recordé unas palabras, las últimas palabras que mi padre dijo antes de irse - Kouki tienes que ser valiente, cuida de mamá quiero que la protejas que siempre estés con ella cuida los que quieres como yo lo haré con ustedes - dijo mientras me abrazaba fue la última vez que lo vi algo me decía qué tiene que tomar en cuenta estas palabras y lo haría los protegería.

- Hablas muy seguro no deberías de hacer promesas que no vas a cumplir - dijo acercándose a mí, pensé que era un desastre como todo lo que había hecho en mi vida no hubiera sido para nada, me arrepentirás de no haberme confesado, de no haber tenido mi primera cita, de no haber podido ir con mis amigos de campamento pero lo que más me pesaba es que no iba a volver a ver mamá, mi papá, mis tíos Todo se acabó para mí. No pude evitar sonreír sabía que si no reír lloraría y no quería mostrarme débil sabía que ellos confiaban en mí y que no me dejarían abajo....... no estaba solo.

- Lo siento pero sí pienso cumplir mi promesa - dije tomando la pistola agarrándolo por el cuello, apuntandole en la cabeza y protegiendo mi cuerpo con el suyo - ¡¡si se mueven yo lo mataré!! quiero que los dejen libres - dije mientras los soldados se ponen en guardia el pelirrojo parecía no importarle más bien se podría decir que se estaba divirtiéndose. Todos los pueblo salieron corriendo sabía que no podría retenerlos por mucho tiempo. Estaba preocupado nunca había disparado una pistola en mi vida y no quería que me se dieran cuenta si lo hacían estaría muerto.

- Sabes creo que primero deberías de quitar el seguro al arma - hijo mientras de un movimiento rápido me quitaba la pistola y me apuntaba con ella. -al parecer nunca has usado una verdad? según entiendo nunca les enseñan a los donceles a pelear y mucho menos a usar un arma -. La sangre me hervía yo sabía todo eso y me molestaba porque demonios solamente ellos podían!? porque siempre éramos tratados como sólo unos objetos ¿porque al parecer nadie más entendía? usarnos como esclavos sexuales, somos discriminados y nos ponen ante la sociedad como si nada más fuéramos una cara... unos anormales. No necesitaba que me lo recordará yo ya lo sabía, cuándo hasta tus padres te dicen no haz eso, siempre obedece, se un buen esposo, complacerlo en lo que quiera. Todas esas palabras eran para mí con un cuchillo una puñalada en la espalda.

Ya habían pasado 3 días encerrado en una jaula no todo era tan malo, por alguna extraña razón el pelirrojo siempre me citaba y platicar conmigo. hasta los soldados se preguntaban si en realidad era un prisionero todos los días se tenía un detalle preparado. Un día el pelirrojo me mandó llamar a su tienda.

- Que quiere !!! - dije sacando valentía de donde no la tenía. Intento alejarme de él pero tenía mi brazo apresado, el pelirrojo me arrastró hasta una de las tiendas y cuando entramos me tiro en la cama. Estaba muy asustado no quería pensar en lo que me iba a hacer. Quedé de boca arriba tenía toda la intención de pararme pero se subió arriba de mí impidiéndome moverme. Estaba a punto de protestar pero de mi boca no salió ninguna palabra por la sorpresa..... Me estaba besando... el beso era lento pero profundo sentía como las fuerzas de mi brazos se fuera y cuando menos lo pensé ya le estaba correspondiendo.

- Akashi Seijuro - digo entre besos podía sentir sus dientes en mi cuello - Ese es mi nombre pero tu no me has dicho el tuyo mi chihuahua - dijo riéndose cuando estaba a punto de decirle mi nombre el colo una mano mi entrepierna no pude contener los suspiros, sus manos acariciaban donde nadie más había tocado. Sentí como la sangre subió a mi cabeza hasta podría garantizar que toda mi cara estaba muy roja - Qué lindo - dijo mientras acariciaba mi mejilla podía distinguir amor en sus ojos y no entendía cómo voy a decir palabras tan vergonzosa - has de saber que desde ahora en adelante eres mío y no te dejaré ir -dijo, pero por alguna extraña razón no me quería alejar de él, podía escuchar mi corazón latiendo como loco, entonces entonces supe que estaba enamorado de él.

- Furihata Kouki - dije mientras por alguna extraña razón lágrimas salieron de mis ojos, estire mis manos y las puse en sus mejillas - te quiero por favor no me dejes solo.. no quiero volver a estar solo - dije mientras lo abrazaba con todas mis fuerzas. Akashi tenía puesta una mirada de sorpresa, era obvio que doncel había pasado por muchas cosas y mirarlo así tan vulnerable hizo que un sentimiento de querer protegerlo creciera, - quería estar siempre con Kouki para que nada lo lastimara. - quisiera quedarme contigo pero tengo que buscar a mi mamá se lo prometí a mi padre - dije mientras lo miraba e intentaba levantarme.

Por alguna razón no se miraba muy preocupado como si supiera algo de ellos sabía pero era prácticamente imposible pero por alguna me aventuré a preguntar - Akashi-san usted sabe dónde están - dije sentándome la cama y mirándolo a los ojos me sorprendió cuando el volteo otro lado confirmando que sabía algo. Estaba esperando la peor noticia.

- Ellos están bien ellos son las señora y el señor Furihata verdad? - dijo recibiendo una afirmación exagerada de castaño. - se subieron a un embarque americano, parece que la guerra será a gran escala pero no lo creo lo más probable es que hagan un trato - dijo tomando mi mano por un momento y mirándome serio como si tuviera algo que decir y se debatía entre decirle o no.

No sabía lo que estaba por decir pero no quería que se alejara de mi. - Akashi-san venga conmigo a Japón - dije tomándole la mano mientras el me miraba con una sorpresa notoria. Me tomo la mano y con una voz suave que no sabía que tenía dijo que si para unirnos en un besó. - S sei - dijo mientras un hilo de baba recorría su cuello.

-Kōki... Claro que quiero estar contigo y amarte más, pero... ¿estás seguro que tus padres me aceptarán?- cuestionó viéndolo a directamente a los ojos. Kouki sonrió conociendo a sus padres lo aceptarían con los brazos abiertos. Estaba a punto de replicar pero los labios de Akashi mordieron su óvulo haciendo que el chicos temblara y se pusiera rojo como tomate. - lindo haces que dude que tu eras el mismo chico desde hace tres días sabrás que de esta no te salvas- dijo rozando su cuello con su lengua, también pasaba sus manos por todo el cuerpo del castaño quien no dejaba de gemir.

Kōki había dejado temblar y llorar, su corazón saltó cuando escuchó que Seijūrō quería tomar lo. -Si, Sei.... quiero ser tuyo- declaró de forma firme y segura, mientras se subía arriba de sus piernas.

Seijūrō comenzó con un dulce beso, poco a poco fue haciendo que Kōki retrocediera hasta la cama y cayera a boca arriba. …l subió y comenzó un beso más demandante, mordisqueo el labio inferior del castaño haciendo que entre abriera sus labios para introducir su lengua en la cavidad ajena. -nghhh....- Kōki había comenzó a gemir, había llevado sus manos a la nuca de Seijūrō profundizando el beso aún más y moviendo sus caderas para aumentar el roce de sus miembros.

-Aghhh....seiii- gimió Kōki tras la abrumadora sensación que le provocaba las caricias. Su miembro había comenzado a despertar y en cada movimiento su sensible piel se rozaba con el pantalón. Kouki se atrevió a acariciar el miembro de Akashi sacándole unos gemidos. Una de sus manos la deslizó a un pezón y comenzó a frotarlo entre sus dedos, al otro pezón fue chupando y mordisqueando con sumo cuidado.

-Mnghhh ahhh...s..aghhh- Kōki había gemido trar un fuerte mordisco que hizo que su miembro despertara por completo y el líquido preseminal empezará a filtrarse. Al separar volvió a esparcir pequeños besos por el cuerpo de su castaño, hasta llegar al ombligo y fuera dejando marcas de mordidas que le dedicaba al estómago del castaño. Bajo una de sus manos dedicando caricias hasta su pelvis, hasta que se topó con la mano del castaño y le indicó el ritmo que quería para masturba ambos miembros.

Kōki sentía cada caricias cada vez más fuerte no podía creer lo que estaba haciendo. Las mordidas provocaban que arqueara su espalda. Pronto sintió como una mano comenzó a deslizarse su mano por el cuello de Kouki y metió tres dedos en la cavidad del castaño -Ahshhhg- gimió e intentó normalizar su respiración por los movimientos de su mano. Uno minuto después sacó sus dedos y los empezó a acariciar la entrada del doncel. Kouki entró en pánico no porque no supiera lo que iba a pasar sino porque lo sabía y no podía imaginar el dolor que iba a sentir y cerró las piernas.

-No.....dejame tocarte- dijo Seijūrō en una voz ronca. Kōki dejó de cerrarlas, y se sonrojaba por las acciones del pelirrojo. Seijūrō sentía lo estrecho de la entrada del castaño. Quiera estar más cerca pero la posición en la estaban era incómoda y no llegaba a la parte baja de Kōki. Dejó de tocar el miembro y ordenó - Kouki volteate -.

Kōki subió más hasta quedar centrado en la cama y con su cabeza apoyada en las almohadas. Sus labios nuevamente fueron poseídos por los de Seijuro con gran pasión. Seijūrō se acomodo en medio de las piernas de Kōki y empezó a meter sus dedos a la entrada del chico. Kouki extendiendo su mano y empezó a darle placer al pelirrojo de la base del miembro hasta los testículos.

-Mnghhh no...- dijo mientras tomaba su mano y la ponía al frente haciendo que perdiera el equilibrio y quedará en cuatro con su retaguardia expuesta directamente.

-Mucho mejor- respondió susurrándole en el oído, enviando vibraciones que excitaban aún más a Kōki. Seijuro que con una de sus mano seguía frotando y con la otra comenzaba a masajear los testículos. -Aghhh....mnggh.. Seiii- gemía Kōki de forma descontrolada por las caricias de placer otorgadas a su miembro. Después de torturados minutos Kōki sintió como su miembro se tensaba -Agh.... Sei....ya no por favor.. h hasme tuyo - trató de decir y llevó sus manos sus glúteos para abrirlos. …ste al mirar eso y sintió las intenciones de Kōki, saco los dedos de su interior y lo penetró de una sola estocada. Sintiendo como el miembro de Seijuro se expandía un poco más y se abría paso en su interior cuando estaba terminando. Su entrada fue llenada por un líquido caliente y bastante espeso que se empezó a escurrir por las orillas. Pensó que ya habían terminado pero por alguna razón sus miembros no tenían ninguna intención de irse a dormir.

- Una vez más - dijo Kōki muy avergonzado al ver las intenciones de Seijūrō que sólo sonrió a la protección del castaño.- Como mi emperatriz ordene - respondió en una voz grave y ronca. Provocando que Kōki temblará de la excitación que le provocó. Kōki abrió un poco sus piernas para facilitar el acceso. Con mucho cuidado introdujo uno de.sus dedos y comenzó a simular pequeñas penetraciones. -aghhh... Seijuro...-.

Seijūrō aumentó el ritmo de las embestidas haciéndolas más rápidas y fuertes -Aghh.. Aghh mnghhh.... SSeiii- gimo Kōki, quien sentía cada vez más placer y enterraba más sus uñas en la espalda de su novio. Kōki enrosco sus piernas alrededor de la cintura de Seijūrō provocando embestidas más profundas y más placer.

Los minutos se hacían eternos Seijūrō había terminado dentro de Kōki, cuando éste se vino apretó fuertemente a Seijūrō, llevándolo a la liberación tras el. Seijūrō dedicó caricias, besos y palabras de amor. - quieres ir por una tercera ronda - ni tiempo le daba para responder cuando ya había tomado una de sus piernas y empezó a penetrarlo con salvajismo. El castaño sabía que esa noche no iba a descansar pero aún así se sentía muy feliz de ser correspondido.

Al día siguiente la pareja abordó un barco hacia Japón para empezar su nueva vida.

Fin
Notas finales:

Eso fue todo gracias por leer


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