Era un hermoso día en Konoha, donde los aldeanos disfrutaban de la tranquilidad, un rubio de diecinueve años, ojos azules, piel bronceada y tres marquitas en cada mejilla, de nombre Uzumaki Naruto, iba directo a la casa de su mejor amigo Uchiha Sasuke.
El azabache, de también diecinueve años, estaba muy tranquilo vistiéndose con su ropa de anbu, al parecer la Hokage tenía una misión para él y para Naruto, el rubio tomó como costumbre ir a casa de Sasuke para cualquier cosa, invitarlo a comer por ejemplo, claro está que Naruto siempre pagaba, ¿por qué? Porque él era quien lo invitaba a comer.
También lo invitaba para otras cosas y aunque Sasuke nunca lo admitiría le agradaba tener la compañía de Naruto todos los días, aunque eso lo escondía diciéndole a Naruto algo como “se nota que no puedes vivir son mí, pedazo de burro”, claro, orgullo Uchiha después de todo.
Escuchó que tocaron la puerta, claro que no se paró al instante, decidió tardarse unos quince segundo, no era como si lo estuviera esperando ansiosamente, claro que no…un momento… ¿por qué se miraba tanto al espejo? De seguro porque siempre le ha gustado verse bien, sí eso, no tiene nada que ver con verse bien para ese tonto rubio, claro que no, para nada ¡JAMÁS!
Quince segundos después Sasuke por fin abrió la puerta viendo a un rubio muy sonriente.
-¡Hola Sasuke!-saludó el rubio con entusiasmo.
-¿Por qué tan feliz dobe?
-¡Estoy ansioso Sasuke! Han pasado dos semanas desde nuestra última misión, por fin podré tener acción de nuevo’ttebayo.
-¿Sólo por eso estás emocionado?
-No, más me emociona saber que es una misión de suma importancia.
-Eres muy exagerado-dijo Sasuke con simpleza.
Después de unos segundos Sasuke siente una intensa mirada de Naruto incomodándolo un poco, al verlo, Naruto seguía con esos ojos azules tan precio…cofcofcof tan feos, simples y sin chiste.
-¿Qué tanto me ves pedazo de burro?-quería sonar tranquilo, pero es que esa mirada de Naruto lo ponía nervioso, maldito dobe.
-Sasuke, hoy estás más peinado de lo normal, hasta te ves lindo-dijo Naruto perdido en el cabello de Sasuke.
Lo que Naruto recibió fue un porrazo en su cabeza de parte de un sonrojado Sasuke.
-¿Eres imbécil? ¡Soy hombre tarado! No digas cosas como esas.
-¡Itaaaeee! ¿Era necesario pegarme tan fuerte?
-Da igual, de todas maneras ya estás tonto.
Naruto hizo un pucero, es que era enserio, Sasuke estaba mucho mejor peinado, más de lo normal. ¿Tenía una cita acaso? Ese pensamiento molestó un poco a Naruto, Sasuke ya de por sí es un sangrón así que es normal que le guste verse bien ¿verdad?
-Bueno ya no perdamos tiempo. ¡Vámonos Sasuke!-dicho eso tomó a Sasuke de la muñeca y comenzó a correr.
-¡O…oye yo puedo correr suéltame!-ese tarado ¿Qué se creía? Sasuke era perfectamente capaz de correr solo…además de que el simple toque de Naruto lo ponía nervioso ¡Estúpido rubio!
Ya ambos en la oficina de la Hokage Naruto estaba muy impaciente, ya quería saber cuál era esa misión tan importante que les iba a ser asignada.
Sasuke estaba relajado como siempre.
-¡Ya obaa-chan! Dinos cuál es esa misión tan importante-exclamó Naruto con impaciencia.
-¡Mocoso irrespetuoso deja de llamarme así!-la rubia suspiró-verán, en la aldea de la niebla ha habido ciertos problemas, hay una familia muy importante siendo buscada por unos vándalos, la causa es su hija de nueve años, Daigo Harumi, ella posee un poder muy especial buscado por mucha gente, sus padres la traerán a la aldea para que la protejamos mientras se encargan de esos vándalos, su misión será cuidar a la niña hasta que esté completamente fuera de peligro.
-¡¿QUÉ?!-Naruto estaba desilusionado-¿esa era la tan importante misión? ¿Sólo cuidar a una niña?
-Presta atención a lo que te digo Naruto, ella tiene un poder realmente increíble, es buscada por mucha gente, la niña realmente es importante, si la secuestran podría ser el fin de su aldea, no puedo explicarlo todo ahora, pero ustedes son los más aptos para cuidarla, ella debe estar completamente fuera de peligro.
-Tks-realmente Naruto estaba desilusionado.
-Deja de quejarte dobe, si esa niña tiene un poder buscado por tantos debe ser algo muy importante así que deja de ser infantil-le regañó Sasuke.
Naruto sólo hizo un puchero.
-Por cierto, dado que ambos tienen que cuidarla, tendrán que comenzar a vivir juntos.
-¡¿QUÉ?!-ahora ambos estaban realmente sorprendidos.
-Perdone Tsunade-sama puedo aceptar cuidar a la niña ¡¿Pero vivir con este tarado?!
-¡No me puede pedir que viva con este teme obaa-chan’ttebayo!
-Mi decisión está tomada, si ustedes la cuidan juntos me sentiré con más confianza, pero deben vivir juntos ya que no pueden dejarla sola en ningún momento.
-¡Pero…!
-Sin peros Naruto y es mi última palabra-dijo la rubia juntando ambas manos apoyando sus codos en el escritorio.
-Tch, está bien-dijo resignado Sasuke.
-Ya que-de igual manera Naruto.
Ambos estaban en la entrada de Konoha esperando la llegada de la niña.
-Que misión tan tonta-dijo Naruto mientras pasaba sus brazos detrás de su nuca para apoyar su cabeza.
-Deja de quejarte dobe, la niña es importante deberías estar agradecido.
-¡Pero yo quería acción!
Sasuke sólo suspiró, ya sentía que tenía un niño a su lado, y menor de catorce años, tonto dobe infantil.
De repente los ojos de ambos divisaron una familia.
-Vaya ya era hora-dijo Naruto de mala gana.
-Cállate-le regañó Sasuke.
-Buenos días, ¿ustedes son los que cuidarán a nuestra hija?-preguntó la madre, una hermosa mujer de cabello largo y negro, ojos grises y piel blanca, Naruto no pudo evitar sonrojarse.
-Por supuesto que sí señora usted no se preocupe de nada, su hija está en buenas manos.
Adivinen quién se puso celoso…le atinaron.
Sasuke frunció el ceño, ahora resulta que el tarado se pone todo caballeroso con la señora cuando hace rato los maldecía tanto, además ¿qué onda con ese estúpido sonrojo? Tenía unas inmensas ganas de golpearlo, ni que la señora fuera tan bonita.
-Muchas gracias joven, ella es mi hija Daigo Harumi-dijo el papá mostrando a una linda niña de cabello negro, ojos grises y piel blanca, se notaba un poco nerviosa.
-Quiero quedarme con ustedes-dijo la niña abrazando a sus papás.
-Mi cielo debes quedarte con ellos, no será por mucho tiempo te lo prometo-dijo su madre mientras le besaba la frente.
-Haz lo que ellos te digan, es por tu bien hija-dijo su padre mientras la abrazaba.
-Por favor cuídenla-dijo la señora en modo de súplica.
-No se preocupe su hija estará a salvo con nosotros-dijo Sasuke.
-Muchas gracias-dijo el papá.
-Te amamos mi cielo-dijo su madre antes de irse, se notaba que quería llorar.
-Yo también los amo-la hija también quería llorar.
Y sólo vio como sus padres se estaban yendo.
Naruto no pudo evitar sentirse mal por la niña y sus padres, separarse por la seguridad de la niña debe ser realmente difícil.
-Daigo Harumi, nueve años ¿verdad?-preguntó Sasuke con su mirada llena de seriedad.
-Si-contestó la menor.
-Estarás bajo nuestro cuidado, nosotros te protegeremos Harumi-chan-dijo Naruto con una sonrisa para que la niña entrara en confianza.
-Como sea-contestó la niña de manera seca.
-¿Eh? ¡Pero…! ¡No seas contestona!-Naruto se sintió ofendido, él quería comportarse bien con la niña ¿qué clase de actitud era esa?
-Yo no necesito que ustedes me cuiden, yo quiero estar con mis papás-dijo con una mirada realmente fría para luego comenzar a caminar a la entrada.
-¡O…oye! ¿A dónde vas?-preguntó el rubio desconcertado.
-De vuelta con mis padres-contestó simplemente.
-¡Pero…!
-¡Daigo Harumi!-llamó Sasuke con voz autoritaria.
-¿Qué?-la niña detuvo su caminar para mirar feo a Sasuke, pero esa mirada cambió a una llena de sorpresa al ver el sharingan del azabache y una mirada que realmente daba miedo.
-Ahora tendrás que hacer todo lo que te digamos, tus padres te confiaron a nosotros por tu propio bien ahora deja de actuar como una niña berrinchuda y ven, no me obligues a tomar medidas drásticas para hacerte entrar-dijo Sasuke con la voz endurecida.
La niña se sintió intimidada, ese chico daba tanto miedo como su madre cuando realmente se enoja, presentía que lo mejor era hacerle caso.
Los tres iban caminando directo a la casa de Naruto, decidieron que lo mejor era estar los tres en la casa del rubio, quedaba más cerca de todo.
Al llegar tanto Sasuke como Harumi quedaron sorprendidos por semejante desorden.
-Hubo un tornado aquí ¿o qué?-Sasuke sabía que Naruto era un desordenado pero no tanto.
Harumi estaba pasmada, ese chico era tan desordenado como su padre.
-Ay vamos no exageres teme, no está tan sucio-dijo Naruto con una mirada despreocupada, maldito sinvergüenza.
-Ramen a medio comer, envolturas en el suelo ¡Naruto! Hay boxers por doquier.
-¿Y eso qué?
-¡Aquí hay una niña tarado!-y dicho eso Sasuke le volvió a dar un porrazo en su cabecita rubia, ¿cómo se atrevía ese tarado a dejar boxers por allí habiendo una inocente niña presente?
-¡Aaay! No exageres teme-dijo Naruto mientras sobaba su lastimada cabeza.
Sasuke respiró hondo, enojarse con ese tarado era en vano, lo mejor era ponerse a trabajar.
-*Es tan sinvergüenza como papá*-fue el pensamiento de Harumi.
-Harumi ¿tienes hambre?-preguntó Sasuke.
-Si
-Bien, Naruto limpia todo este desastre, yo haré la comida.
-¡Oye tú no me dices que hacer! ¡Itaaaae!-otro golpe, cortesía del azabache.
-No pienso vivir en un basurero, ahora ponte a limpiar mientras hago la comida.
-Tks, lo haré pero por respeto a Harumi-chan’ttebayo-dijo el rubio haciéndole una mirada fea al moreno.
-Harumi, tú te encargarás de la mesa.
-¿Y por qué yo? No tengo porque hacerte caso.
Pero la menor cambió de opinión al ver la dura y enfurecida mirada de Sasuke.
-Está bien yo me encargo de la mesa.
-Muy bien vamos a la cocina, dobe cuando vuelva no quiero ver ningún rastro de suciedad.
-Bah, terminaré rápido.
Sin duda Sasuke le recordaba mucho a su madre, Harumi en cierto modo estaba sintiéndose con más confianza.
Sasuke estaba un poco sorprendido, casi todo lo que había era ramen, ¿cómo era que ese tarado no engordaba? En fin, buscó qué era lo que podía encontrar para cocinar algo.
-Veamos…atún, sésamo, cebollino, salsa de soja, mirin, sake, azúcar, mostaza de dijon, jengibre, aceite de sésamo, bueno puedo hacer tataki de atún con esto, ese tarado no surte bien tendré que encargarme de eso mañana.
Harumi estaba un poco admirada con Sasuke, no pudo evitar ver una figura maternal en él, era la primera vez que sabía de un hombre que supiera cocinar, normalmente su madre era la que se encargaba del orden de la casa, la comida y el mandado, su padre es medio zoquete así que sólo se encargaba de la limpieza y de trabajar, algo así como el menso de ese rubio, sin poder evitarlo se comenzaba a sentir un poco en casa.
-Sasuke-san, ¿Naruto-san siempre ha sido así de tonto?-preguntó la menor mientras limpiaba la mesa.
-Si supieras, él siempre fue alguien tonto, impulsivo, no piensa antes de actuar.
-¿Y cómo lo soportas?
Sasuke quedó en silencio por un momento y sin querer, una leve sonrisa se posó en sus labios.
-Porque también es alguien que se ha ganado mi respeto en cierto modo, es fuerte, hábil, optimista, nunca se da por vencido, se preocupa por los demás, es un reverendo bruto pero…también es alguien digno de admirar, de no ser por él yo…
De repente Sasuke reaccionó, se dio cuenta que le estaba diciendo de más a una niña.
-Pero la mayor razón es que ese tarado sin mí es un completo desastre-dijo Sasuke queriendo sonar convencido, rayos ¿era su imaginación o sentía calor en sus mejillas? ¡RAYOS!
Pero Harumi no es tonta, cada palabra que decía el azabache sonaba tan real, con sentimiento, era como si Naruto fuera una persona realmente preciada para él, acaso…
Por fin la comida estaba lista, Sasuke fue directo a donde Naruto para verificar si ya estaba todo limpio…gran error.
Cuando Sasuke entró a la habitación, Naruto apenas estaba guardando unas revistas playboy y casualmente las chicas no sólo eran tetas y trasero grande, cabello negro, ojos negros, piel blanca, era una sección de puras azabaches.
-¿Eh?-Naruto sintió un escalofrío al sentir una presencia, un aura asesina, volteó lentamente encontrándose con un Sasuke tétrico.
Tenía una mirada asesina, emanaba un aura oscura, un aura que realmente daba miedo, estaba tronando sus dedos en señal de preparar sus puños, Naruto comenzó a sentir terror sin saber por qué.
-¿Sa…Sasuke? ¿Por qué me pones esa cara?- se notaba el miedo en la mirada del rubio.
-Así que tienes revistas porno sin respetar la presencia de una menor… ¡Y EN MI PRESENCIA!
-¡AAAAAAAHHHHHH!-gritó Naruto al recibir tremendo puñetazo en su cara.
Harumi al mirar la escena no pudo evitar pensar…
-*¿Sasuke-san se puso como mamá cuando le descubría algo indecente a papá, ¿Sasuke-san está celoso?*
Apenas llevaba un rato con ellos y la pequeña ya comenzaba a sosprechar.
¿Qué les esperará?
CONTINUARÁ…