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Sentimientos a la inversa por LizzieVidal

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Notas del fanfic:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes nos pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi, nosotras solo los utilizamos para nuestras locuras.♥

Notas del capitulo:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes nos pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi, nosotras solo los utilizamos para nuestras locuras.♥

¡Hola chicos! Hoy les traigo un fic que inicié de una locura que se me ocurrió y que para hacerla más genial aún invité a una amiga para que participara como otro personajes más *-* mi querida DraNarOne esperamos que les agrade. :3

 

PD: Pasen a darle like a mi página en Facebook https://www.facebook.com/LizzieVidal0809/ Para estar más en contacto con ustedes mis queridos lectores♥, mi página ya se convirtió más que nada en una linda comunidad donde nos une un mismo amor, Yu-Gi-Oh!♥ así que si quieren formar parte de esto tan lindo que se ha creado los espero por allá.♥

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 "Cambia la forma de ver las cosas y las cosas cambiarán de forma". 

 

-¡Tranquilo! Yo puedo solucionarlo -Mencioné algo apenada y frustrada, realmente no sabía cómo deshacer lo que había hecho.

-¡Espero que lo hagas ya mismo! -Mencionó Bakakura muy molesto mirándome con una mirada fulminante.

-¡¿Qué diablos significa esto?! -Se escuchó un gran grito de parte de Malik quien acababa de entrar a la sala donde estábamos "platicando" Kura y yo enseñándonos una nota de amor del albino menor.

-¡Por Ra! ¡Guarda silencio Malik, suficiente tengo con los gritos de Kura! -Exclamé molesta, ya me estaban jodiendo ese par, ya sabía que yo tenía la culpa por usar un hechizo que no entendía de uno de los libros de magia de Ishizu sin su permiso.

-¡Maliku! -Gritó Ry-chan abrazándose al moreno dejándolo desorbitado y al albino mayor muy frustrado -¿Qué haces darling, ya leíste mi carta? -Preguntó dulcemente.

-¿Ry-o qué diab...? -Comenzó a preguntar, pero sus palabras fueron interrumpidas por una voz que él conocía bien.

-Fluffy ¿Por qué estás aquí y no estás yendo a acompañarme a comprarme ropa? Hay mucha que quiero que veas como me queda -Mencionó con voz picara encimándosele al albino mayor.

-Por todos los dioses... ¡¿Qué hice?! -Me pregunté frustrada viendo a ambos chicos embelesados con alguien que no era su pareja.

-¡LIZBETH! -Gritaron ambos yamis a coro con cara de querer asesinarme.

-¿Qué dices Yu-chan? ¿Qué te ayude en la cocina? ¡YA VOY! -Grité mientras huía de la presencia de los yamis y de los hikaris.

Este día había sido el peor de todos. Estaba aburrida y estar aburrida + Liz es igual a catástrofe entera... pero nunca pensé que a tal punto. Esta mañana había estado buscando un buen libro para entretenerme entre las cosas de Ishizu, estaba segura de que la morena tenía buenos gustos literarios y que algo de ahí me interesaría... Y precisamente fue así... entre sus libros viejos encontré un antiguo libro de magia egipcia, en cuanto lo vi mis ojos brillaron, mi corazón se aceleró y la curiosidad me invadió, estaba segura que al leerlo no comprendería un carajo, pero podría intentar con uno que otro y ver para que funcionaba cada uno.

----Flashback----

Salí al patio con el libro entre mis brazos cuidando que nadie me viera, no quería que la morena fuera a darse cuenta y me lo arrebatara sin siquiera haber intentado, aunque fuese uno de los hechizos.

Al llegar al patio me senté bajo un árbol y comencé a recitar palabras extrañas... por alguna extraña razón ninguno daba resultado... era tan decepcionante.

Después de estar una media hora intentando que algunos de los tontos hechizos salieran Ry-chan y Mariku-chan llegaron junto a mí para ver que hacía.

-Liz, ¿qué haces? -Me preguntó el albino dulcemente.

-Nada Ry-chan, solo disfruto del viento fresco y la naturaleza -Dije sonriendo nerviosamente.

-Sí, claro, te crecerá la nariz como a pinocho -Dijo el moreno señalando el libro que trataba de ocultar a mis espaldas.

-De acuerdo me atraparon -Dije soltando un hondo suspiro -Solo quería probar un hechizo, aunque fuera uno solo -Mencioné afligida, me sentía derrotada por ese tonto libro.

-Si serás lista... -Mencionó el moreno sarcásticamente -¿Ya hiciste los ademanes que se requieren para los hechizos verdad? -Preguntó burlándose de mí.

-No -Mencioné impresionada -¿Cómo son? -Pregunté ilusionada, tal vez al hacer esos tontos ademanes algún hechizo me saldría.

-Así -Mencionó el oji-lavanda comenzando a hacer el ademán, era un raro movimiento con la manos, yo solo miré atentamente -¿Ahora hazlo tú -Mencionó sonriéndome.

-Vamos Liz, ¡Hazlo! -Mencionó el albino animándome, yo asentí sonriendo.

-Bien, aquí vamos... -Dije comenzando a pronunciar el hechizo haciendo el ademán que Mariku-chan me había enseñado -¡Listo! -Mencioné encantada al ver que un destello raro había salido de mi mano, sin embargo, nada había cambiado, o eso pensaba yo...

-Oigan ¿vieron a Fluffy? -Preguntó el oji-lavanda sonriéndonos.

-No, pero ¿alguien ha visto a Maliku? -Preguntó el albino con mirada de enamorado... no entendía nada.

-Oh por los dioses -Mencioné espantada -Ry-chan ¿de quién estás enamorado? -Pregunté con miedo a su respuesta.

-De Maliku obviamente -Mencionó feliz.

-¡Oh por Ra! Mariku-chan ¿de quién estás enamorado? -Pregunté temiendo que fuera lo que pensaba.

-De Fluffy claro está -Dijo encantado.

-¡¡¡OH POR RA!!! -Grité asustada, ¿qué había hecho?, había cambiado los sentimientos de mis hikaris a la inversa, sabía perfectamente que el par de yamis me matarían al enterarse.

----Fin del Fashback----

Entre pesadamente a la cocina huyendo de los gritos de los yamis, solo quería alguien que me escuchara y me ayudara... pero ¿quién?

Sin saber que hacer o que sentir y eso que yo no había sido tocada por el hechizo busqué a Yu quien estaba fregando los trastos, este traigo un lindo mandil rosado muy bonito que lo hacía ver adorable, sin embargo, ni verlo así aminoraba mi sentir.

-Yu-chan... -Mencioné pesadamente sintiéndome muy frustrada.

-¿Ahora qué hiciste? -Preguntó volteando a verme poniendo sus manos en su cadera.

-No quieres ver -Dije triste.

-¡Oh por Ra! ¿Qué hiciste? -Preguntó poniendo su mano derecha sobre su frente, en su acción se podía leer un claro: "Esta tonta ya se metió en un lío".

-Inocentemente tomé un libro de magia egipcia antigua de Ishizu y digamos que... hice un hechizo que... Cambió los sentimientos de Marik y Ryo y ahora están enamorados de la contraparte del otro -Dije exaltada diciendo muy rápidamente lo último.

-Oh no puede ser... -Mencionó con los ojos abiertos como platos -¡YAMI! -Gritó para que el oji-rubí fuera a la cocina.

-¿Qué pasó ángel? -Preguntó sonriendo cálidamente llegando a la cocina abrazando dulcemente a Yu.

-Liz... -Mencionó frustrado.

-¿Qué hizo ahora? -Preguntó como si fuera lo más normal del mundo.

-¡Oye! -Exclamé frunciendo el ceño, tampoco era tan desastrosa como para que preguntara eso tan normalmente.

- Dile lo que hiciste -Mencionó Yu mirándome fijamente.

-Etto... Inocentemente cambié los... Sentimientos de Marik y Ryo y ahora Marik quiere a Bakakura y Ryo a Malik -Dije rápidamente de nueva cuenta.

-El idiota del ladrón y el inútil del egipcio van a matarte cuando se enteren -Dijo despreocupado.

-Ya lo saben... -Dije frustrada.

-Sigues viva, vaya, ese par de idiotas están perdiendo du toque maligno -Dijo riendo.

-¡Yami! -Mencionamos a coro el oji-amatista y yo.

-Lo importante es ver cómo sacar a Liz de esta y que mis amigos vuelvan a la normalidad -Mencionó Yu pensando.

-¡Ra! ¡Llévame ya! -Mencioné alzando mis manos al cielo frustrada.

-Bueno... no podemos hacer esto solos, es hora de llamar a los refuerzos -Mencionó Yu suspirando por lo bajo.

-¿Refuerzos? -Preguntamos Yami y yo extrañados.

-Llamaremos a Ale... -Dijo pesadamente.

-¡Si, Ale! -Exclamé feliz.

-¡No, Ale! -Exclamó Yami abrazándose a él mismo, Ale amaba abrazarlo y estar totalmente encimada en él y eso incomodaba un poco al tricolor mayor y sacaba la peor parte yandere del menor, pero sabíamos que no existía nadie en este mundo para ayudarnos a pensar en una solución mejor que ella.

En ese momento tomé mi celular para hacer la llamada, tenía que venir ya mismo si quería que esto se solucionara hoy mismo.

Marqué el número bajo la atenta mirada de los tricolores, escuché por unos segundos el sonido del timbre y luego escuché la voz de mi buena amiga.

-¡Ale! -Exclamé animada -¿Cómo has estado? -Pregunté entusiasmada.

-¡Bien! Dentro de lo que acabe -Dijo haciendo el típico drama que suele hacer -Pero en fin no me quejo ¿Cómo va todo por allá?

-Todo bien con ellos, ya sabes, Kura siendo tan torpe como siempre, Malik por igual, Yu-chan está tranquilo y Yami como si nada, ya sabes... -Respondí animada, por un segundo se me había olvidado el porqué de la llamada.

-Escuchando eso me dan ganas de esparcir el caos, lástima que ahora mis ideas malvadas se fueron con el Puzzle -Dijo soltando un suspiro.

-Eso no se me hace nada raro -Dije burlescamente -Lo bueno es que ahora todo está bien, lo normal... -Comencé a decir cuando fui sacada de mi llamada por un llamado de atención de Yu.

-¡Recuerda para que fue la llamada Liz! -Exclamó molesto, yo asentí asustada, si algo daba miedo en este mundo era Yu enojado.

-Las ideas malvadas necesitan tiempo para madurar -Hubo un silencio, tal vez escuchando lo que decía Yu-chan -Dile al "Panda bebe" que yo ya le di el Puzzle a Atem -Comento ella antes de que yo pudiera decirle a que se refería el pequeño tricolor.

-Ya, ya lo tiene en sus manos -Dije sonriendo levemente -Y bueno, la verdad no estamos del todo bien, necesitamos que vengas a mi casa a... a ayudarnos con algo... es urgente -Mencioné soltando un hondo suspiro.

-¿Tan urgente que me piden ayuda? Vaya y yo pensé que era la única que metía la pata -Comenzó a reírse al decir aquello.

-Ni te imaginas... -Dije mirando a los tricolores.

-Bueno voy en camino ¡Cuídate!

-¡Genial! Entonces te vemos en un rato -Mencioné feliz colgando la llamada.

-Oh no... ya viene la loca -Mencionó Yami frustrado.

-¡Calla Yami! -Exclamé frunciendo el ceño, luego cambié mi gesto a una sonrisita al ver su cara y al ver la cara de Yu de resignación, ya sabían lo que pasaría en cuanto Ale entrara por la puerta principal.

 

~*~

Al pasar unos 10 minutos o tal vez unos 12 se escuchó que llamaron a la puerta esa sin duda alguna era Ale, vi como Yami comenzó a sudar frío y Yu soltó un suspiro.

-Que conste que fue tu idea Yu-chan -Dije burlescamente.

-Sí, sí, ya abre la puerta -Dijo cruzándose de brazos, yo asentí y abrí.

-Gracias por venir tan rápido -Mencioné feliz viendo a Ale en la entrada.

-Lo que sea para evitar la tarea de inglés -Comentó -Las tareas no son de Ra y mucho menos de inglés -Cuando dijo eso la miré notando que traía un casco puesto.

-Jodido inglés -Mencioné frustrada -Por cierto... ¿Y ese casco? -Pregunté burlescamente señalando su cabeza, me hacía una idea, pero quería escucharlo de sus labios.

-Digamos que no quiero otra cicatriz o un chichón del tamaño de un balón de futbol -Comentó mirando a la dirección de Yu-chan, sonreí al saber que era justamente lo que pensaba -En fin, dime que paso para saber cómo puedo ayudarte.

 

—Verás… Como que accidentalmente utilicé un libro de magia del antiguo Egipto de Ishizu y digamos que modifiqué los sentimientos de Ryo y Malik y ahora Ryo quiere a Malik y Marik a Kura -Mencioné apenada.

-... ... ... ... ... ¡¡OH POR SAN YATO BENDITO!! ¡¡TENGO QUE VERLO!! -Después de varios segundos de silencio exclamó muerta de risa y salió corriendo.

-¡Espera Ale! -Grité yendo tras de ella, no sabía de qué eran capaces los yamis si la veían llegar burlándose del caso.

 

~*~

La recién llegada fue de inmediato a buscar a los hikaris y yo tras de ella, nos dirigimos a la sala desde donde se podían ver las recamaras de los albinos y los egipcios con la puerta abierta, nos quedamos un momento observándolos sin que se percataran de nuestra presencia, aunque la risa que Ale tenía ante la catástrofe que había creado bien podía delatarla.

Primero divisé la habitación de los albinos, ellos eran los que más me preocupaban, Ry-chan era demasiado tierno para hacer cualquier cosa rara en ese estado con Malik.

-Oye Yadonushi, quieres prestarme atención un segundo -Escuché que Kura trataba de acaparar la atención del tierno albino, pero este no le hacía caso -Ryo... quieres escucharme -Rogó mientras el albino permanecía sentado en su escritorio mientras escribía cosas en hojas de colores, seguramente más cartas de amor para Malik...

-¿Qué es lo que quieres Akefia? -Preguntó irritado levantando su vista de lo que hacía.

-Auch, eso duele Yadonushi -Mencionó poniendo una mano en su corazón haciendo una cara de dolor, yo me sentí mal, Kura era todo lo que cualquiera podría pensar, pero ese tonto también tenía su corazoncito.

Los perdí de vista un momento solo para voltear hacia la recamara de los egipcios, Malik estaba en las mismas con su hikari.

-Ángel, quieres hacerme caso -Pedía el egipcio mayor rodeando al menor mientras este estaba en el tocador arreglándose el cabello.

-Tú y tus ganas de llamarme así, ya te eh dicho que no me llames así, no soy un ángel -Dijo frunciendo el ceño mientras seguía en lo suyo.

-Bueno... hikari, esto no está bien, que quieras al idiota del ladrón no está bien -Exclamó frustrado.

-¡No llames a Fluffy así! -Arrebatió molesto -Y ya deja de molestarme que tengo que arreglarme para salir con él -Dijo haciendo un ademán indicándole al egipcio la puerta.

-Ahora si la armaste sola Liz y lo peor es que yo no ayudé -Mencionó Ale divertida, yo solo me encogí de hombros.

Ambos yamis salieron molestos y al percatarse de la presencia de Ale y la mía vinieron rápidamente hacia nosotras.

-Ya estarás feliz -Mencionó Kura molesto y a la vez su tono de voz se escuchaba triste.

-Me corrió de nuestra habitación, qué va a pasar ahora ¿eh? ¿Acaso al rato este idiota tendrá que dormir con mi ángel o qué? -Cuestionó el moreno molesto, él era de los que sacaban su frustración y tristeza mediante el enojo.

-No, eso no pasará, hoy mismo solucionaremos esto -Mencioné frustrada dejando escapar un hondo suspiro.

-Sí, sí, nosotras dos lo solucionaremos -Mencionó Ale, aún se podía ver que quería soltar una carcajada, pero por algo se estaba conteniendo -Y antes de que empiecen, si ayudare a Liz, duele verlos así todos tristes, oye Liz ¿Cuál dices que es el escrito de Ishizu? Tal vez ahí venga una solución -Al escucharla mi rostro se iluminó.

-¡Ahora mismo lo traigo! -Mencioné feliz, tal vez esa era la solución.

-Nosotros no estamos pintados, también les ayudaremos -Mencionó Yami mirándonos feo.

-Ya ni porque yo di la idea -Mencionó Yu triste.

-Pero claro que ustedes también ayudarán -Mencioné apenada -Yami, tú serás de mucha ayuda -Dije sonriendo, si se requería ir a comprar algo o hacer algo más sin duda haría que él tricolor mayor hiciera todo.

-¡Perfecto! Yami puede leer en silencio el hechizo que hiciste, y si puede encontrar una posible solución, bueno digo -Mencionó apartándose unos pasos de ambos tricolores

-Si -Mencioné feliz.

Fui corriendo a la cocina ya que ahí había dejado escondido el libro y lo tomé en mis brazos para llevarlo donde estaban los demás.

-Seguro que recuerdas el hechizo ¿verdad? -Preguntó Malik intrigado viéndome llegar.

-Etto... No -Dije frustrada, no recordaba ni siquiera la página donde había visto el hechizo, Kura hizo un bufido de molestia al escucharme.

-Igual estos dos idiotas y Yami pueden en leerlo en silencio, no vaya ser que lean en voz alta y hagan que me guste un Panda Bebe asesino -Pude ver los escalofríos que le dieron al decir eso y la miré alejarse más del tricolor de ojos amatista.

-No cultives su lado yandere -Mencioné riendo, Yu hizo un bufido y los yamis rugieron ya que les había dicho "idiotas", pero no hicieron más.

-¿Y bien? -Pregunté después de un largo rato de silencio por parte de todos.

-No hay manera, aquí no dice como revertir el hechizo -Mencionó Yami afligido.

-¡Eso no puede ser posible! -Exclamó el moreno fastidiado.

-Más te vale que vuelvas a leer ese libro entero y encuentres una solución faraóncete de pacotilla -Mencionó Bakura molesto.

-¡Ey! Ya ni porque estoy ayudando me respetas -Mencionó Yami frunciendo el ceño -Si esto es así es mejor que me marche -Dijo indignado.

-¡No Yami, te necesitamos! -Exclamé suplicante.

-Yami, quédate con nosotros, nos eres de ayuda -Pidió Yu gentilmente, Yami asintió sin más.

-Gracias Yu-chan -Mencionó más tranquila.

-Oh rayos -Susurró Ale, tal vez iba a decir que lo iba a abrazar hasta que volviera a leer de nuevo, eso era una gran posibilidad -Mientras que Yami lee "CON CALMA" -Dijo mirando a Malik y a Kura -También sería buena idea hablar con Ishizu, es que... Por Yato ¿Quién deja un libro de hechizos egipcios en la casa de Lizzie? Sin ofender.

-Noooo, ella es la que menos debe enterarse de esto -Dije negando con mis manos -Si los hechizos no sirven busquemos remedios caseros -Dije pensando, en que remedios podía buscar -¡Ya sé! He escuchado que el té de limón ayuda -Dije encogiéndome de hombros.

-Eso es para el dolor de cabeza tonta -Mencionó Malik frunciendo el ceño.

-¿Tienes una mejor idea? -Cuestioné indignada.

-Es mejor que nada -Mencionó Kura resignado.

-¡Yami! ¡Vete por los limones! -Exclamé indicándole las escaleras.

-¿Y yo por qué? -Preguntó frunciendo el ceño.

-Porque cállate y ve -Dije indignada, él no tuvo más que asentir e ir.

-Pero Yami está leyendo, pero si quieren enviarlo y no encontrar solución por mi encantada, podre ver como se matan entre ustedes -Mencionó cruzándose de brazos.

-Yami no encontrará nada, estoy segura -Mencioné frustrada -Además ¿tú quieres ir hasta la tienda?, ¡Está a tres cuadras! -Dije negando con la cabeza.

-Yo cuando dije e... -Se quedó callada y miró a Yami, en ese momento una sonrisa de oreja a oreja apareció en sus labios -¡¡¡YO VOY CON YAMI!!! -Exclamó feliz.

-Pues vayan -Dije sin más.

-¡Pero córranle joder! No tenemos todo su tiempo, esto tiene que solucionarse ahora -Dijo Kura rugiendo.

-Ya, ya... Ya van -Dije fastidiada.

-Que impacientes -Ale rugió y después saltó a la espalda de Yami -Vamos Yami, vamos a la tienda -Dijo feliz.

-Debí suponer que pasaría -Dijo Yami resignado dirigiéndose al lugar.

Ale tenía una sonrisa en todo lo que su rostro podía abarcar y su típica aura rosa con corazones y flores mientras que iba bien sujeta en la espalda del tricolor, Yu solo miró la escena con una venita saltándole en la sien y luego volteó a verme negando con su cabeza.

-Te dije que no me dijeras nada -Mencioné divertida, este sol hizo un bufido.

-¡Darling! -El gritó de Ry-chan llegando a lado de Malik abrazándolo posesivamente me sacó la sonrisa del rostro y dejó a un furioso Bakura.

-Fluffy ¿nos vamos? -Cuestionó el oji-lavanda menor llegando junto a Kura sonriéndole cálidamente.

-TSK -ambos yamis hicieron un sonido de desaprobación crujiendo sus dientes.

-De acuerdo vamos Marik... -Mencionó Kura resignado.

-Ey idiota, un paso en falso y puedes considerarte en el reino de las sombras -Mencionó el egipcio mayor enojado.

-Cállate inútil -Mencionó frustrado, claramente se veía que no hacía falta que le advirtiera nada.

-Espero que para cuando regrese ya tengas una solución -Me dijo mirándome feo mientras caminaba tras Mariku-chan.

-Eso también lo espero Susurré por lo bajo.

-Maliku, deberíamos hacer algo -Mencionó el pequeño albino feliz.

-¿Qué quieres hacer Ryo? -Cuestionó fastidiado.

-Veamos películas en mi habitación -Dijo sonriéndole cálidamente, él egipcio aceptó algo dudoso ante su petición.

-Espero lo mismo que el estúpido ladrón -Mencionó en voz baja mirándome con el ceo fruncido, yo solo asentí.

-No sé qué va a pasar si el té no funciona -Mencioné cabizbaja.

-Liz... Es probable que no sirva, el té solo cura el dolor de cabeza -Dijo pensando.

-Peor es no intentar -Dije encogiéndome de hombros, Yu asintió a mis palabras.

Yu-chan y yo estuvimos buscando en internet algún hechizo para contrarrestar el ya hecho, pero no salía nada, me sentía fastidiada, ya había pasado más de media hora y nada y para acabarla de ser peor Yu se estaba poniendo irritable porque Yami y Ale no volvían de la tienda con los limones.

-Voy a asesinar a Ale si le hizo algo a Yami -Mencionó molesto.

-Yu-chan... tranquiliza tu lado yandere, Ale no le hará nada a Yami, ella lo adora -Dije sonriéndole.

-Eso espero, tengo un Puzzle y no dudaré en volver a usarlo -Mencionó frunciendo el ceño.

-Tiene un casco -Mencioné divertida.

-¿Si? Pues yo no vi que trajera espinilleras, rodilleras o coderas, si accidentalmente se cae por la escalera no será mi culpa -Dijo riendo maliciosamente.

-¡Yu-chan! ¡En qué te has convertido! -Mencioné fingiendo tristeza.

Debido a la frustración había olvidado que Ry-chan y Malik estaban en la habitación continua así que me acerqué un poco para ver, pude notar como el egipcio mayor se había quedado profundamente dormido mientras Ryo estaba recargado sobre el egipcio haciendo círculos con su dedo índice sobre el pecho de este, lo contemple un segundo, el cuadro que estaba viendo era lo más raro que podía ver jamás...

Pude ver como Ry-chan se levantó un poco y miró el rostro dormido de Malik con una sonrisita, poco a poco comenzó a acercar su rostro al del egipcio, estaba a punto de besarlo...

-¡RY-CHAAAAAN! -Grité desde el marco de la puerta haciendo que Malik se despertara y Ryo se sobresaltara separándose del moreno instantáneamente.

-¡Joder! ¡¿Por qué diablos gritas?! -Cuestionó el mayor molesto.

-Necesito a Ry-chan -Mencioné frustrada, gracias a Ra había decidido asomarme para evitar que pasara algo de lo que Ryo se podría arrepentir en un futuro.

-¿Qué pasó Liz? -Cuestionó el albino tiernamente, a pesar de haberlo interrumpido no estaba molesto, sin duda mi lindo albino tenía un enorme corazón.

-Puedes ayudarme a buscar una receta, Yu-chan y yo no damos con ella -Mencioné pensando rápido, al escucharme Yu tomó la lap buscando cualquier cosa en internet.

-Claro vamos -Mencionó sonriéndome saliendo de la habitación.

-¡Ra! Que ruidosa eres, todo por una tonta receta -Mencionó parándose junto a mi en el marco de la puerta.

-Todavía que te salvé de morir -Mencioné molesta -Ry-chan estuvo a punto de besarte, si Kura se entera te aniquila -Solté un hondo suspiro al mencionar eso y Malik se sonrojó ante la confesión, supongo que nunca creyó que el albino trataría de hacer algo así.

Después de 10 minutos más apareció Yami con Ale aún aferrada a su espalda, Yu contuvo una mueca de disgusto al verla.

-¿Trajeron los limones? -Cuestioné abrumada.

-¿Limones? -Cuestionó el albino.

-Sí, Yu-chan y yo queremos té de limón -Dije sonriendo nerviosamente.

-Muy bien, yo también quiero -Mencionó feliz, gracias a Ra no teníamos que obligarlo a tomar el té.

-No trajimos los limones para ver si funcionaban en Ryo y Marik -Mencionó bajándose de la espalda de Yami -Yo compré Galletas de chipas de chocolate.

-Oh por todos los dioses... -Mencionó Yu frustrado -¡¿Qué carajos hicieron durante tanto tiempo si no trajeron los limones?!

-¿Funcionaban para qué? -Cuestionó Ry-chan.

-Probar si ustedes también gustaban del té -Dije pensando rápido.

-Pero los limones los tiene Yami, yo compré galletas -Dijo sin más, luego volteó a ver al albino -Oye Ryo, mi chichón vuelve a crecer ¿tienes más de tu pomada?

-Claro Ale -Respondió sonriéndole -Ven vamos a ponerte más pomada -Mencionó feliz dirigiéndose a su habitación mientras Ale iba tras él.

-Pensé que no los traían -Mencionó Yu apenado.

-Eso ya no importa, vamos a hacer el té -Dije jalando a los tricolores hacia la cocina.

 

~*~

Llegamos a esta y busqué rápidamente lo que se necesitaba mientras Yu-chan encendía la estufa y Yami se sentaba en el comedor a descansar de la desgastante travesía hacía la tienda.

-No vuelvan a mandarme a comprar nada cuando Ale esté aquí -Mencionó suspirando por lo bajo.

-Era necesario -Dije sin más -Pero si, la próxima vez voy yo, no quiero que Yu-chan cometa homicidio por nada -Me reí divertida al ver la cara del oji-amatista.

-¿Y a qué se debe que tardaran tanto? -Preguntó Yu tratando de sonar despreocupado.

-Porque Ale no sabía que comprar, debieron verla, parecía una niña pequeña viendo todo de lado a lado, hasta que por fin se decidió por las galletas -Menciono irritado, al parecer Ale realmente había dado una dura batalla en la tienda.

-Pues acostúmbrate Yami -Mencioné sonriendo -Apuesto que sus hijos serán peores -Dije arqueando una ceja mirando a los dos tricolores, notando como ambos sonrojaban tiernamente, ninguno hizo ningún comentario al respecto.

Cuando por fin estuvo el té lo colocamos en una tetera y preparamos una bandeja para llevarlo, gracias a Ra cuando íbamos a subir la escalera hacia las habitaciones entraron Mariku y Kura, por fin habían llegado de las compras, aunque ninguno traía nada en las manos.

-¿Y lo que compraron? -Cuestioné extrañada.

-No hubo algo que realmente me gustara -Mencionó el oji-lavanda fatigado.

-Bien, ¿les gustaría tomar té con nosotros? -Pregunté sonriendo.

-Si, por favor -Mencionó Mariku sonriendo, ya estaba todo listo, ambos chicos tomarían el té y podríamos ver si les hacía efecto.

Subimos hasta la sala de estar frente a las habitaciones donde estaba Malik pensativo.

-¿Y Ry-chan y Ale? -Pregunté mirando alrededor.

-Dentro de la habitación -Respondió sin más así que me asomé para ver que hacían.

Ry-chan seguía sobándole su cabeza y Ale estaba acurrucada en su regazo, era divertido verlos, pero seguramente a Kura ese cuadro no le gustaría para nada.

-Ale, Ry-chan -Mencioné desde la puerta -Ya está el té, vengan -Mencioné feliz.

-Sí, el té -Dijo Ryo feliz.

-Té -comento Ale con una sonrisa, tenía algo en manos, tal vez una pomada nueva -Galletas y té, buena combinación.

-Sí, mencioné feliz, serví las tazas de Té, esperaba que realmente funcionara, si no... Ya no tenía más ideas y acudir con Ishizu no estaba en los planes... o bueno tal vez en el "Plan Z" por si acaso.

-Qué día -Mencionó Mariku fatigado.

-¿Y tus compras Mariku-chan? -Preguntó Ryo tiernamente.

-No compre nada, cierta persona no quiso ayudarme a escoger -Mencionó con el ceño fruncido.

-Bakura... que malo eres con Mariku-chan -Mencionó el albino frunciendo el ceño.

-Ojalá no pensaras eso Yadonushi... -Mencionó pesadamente sorbiendo un trago de su té, solo esperaba que Ry-chan y Mariku-chan hicieran lo mismo.

-Chicos deberían tomar su té, se enfriará -Mencionó Yu apurando a los chicos.

-Oh si el té -Mencionaron a coro sonriendo tomando cada uno su taza y sorbiendo poco a poco, nosotros nos quedamos mirándolos atentamente queríamos que realmente hiciera efecto.

-¿Y qué tal? -Pregunté sonriendo -¿No se sienten diferentes?

-¿Diferentes, en qué sentido? -Cuestionó Ry-chan extrañado terminando su té.

-Yo me siento normal -Mencionó el oji-lavanda menor.

-Maliku, salimos al patio un rato, quiero ver el atardecer -Mencionó el albino menor feliz.

-Oh por Ra... -Mencioné decepcionada, Ale se acercó y se quedó a un lado mío.

-¿Qué tiene el té? -Pregunto con su curiosidad bien marcada, en sus labios había señales de galletas y chispas de chocolate.

-Nada fuera de lo común, los limones, la miel, azúcar... un poco de vinagre y bicarbonato... no preguntes para qué lo último porque no sé, solo jugué con lo que había en la cocina -Mencioné encogiéndome de hombros.

-Oh por San Yato... creo que tengo que ir al baño -Puso cara pálida y se fue corriendo, creo que no debí decirle los ingredientes, ahora tampoco se los diría a los chicos, ellos parecían estar bien con el té.

Al final Ry-chan se había ido al patio con Malik para ver el atardecer... Mariku-chan se había ido a su habitación molesto y Kura se había quedado conmigo y los tricolores.

-Joder, pensé que tú jodido té funcionaría -Mencionó Kura fastidiado.

-Yo también pensé -Dije afligida, ya no se me ocurre nada -Dije triste...

-¿Dónde diablos está Ale? -Cuestionó el albino frunciendo el ceño -¿Qué no está aquí para ayudar?

-Ya viene, fue al baño -Mencioné recargando mi rostro en mis manos.

-Nota mental, nunca beber el té de Lizzie ¿Que tienes Kura? -Preguntó llegando junto a nosotros.

-Ale shhhh -Mencioné haciendo una seña para que no hablara, Kura también había bebido el té y si sabía que más tenía de seguro vomitaría y no quería limpiar nada que él ensuciara.

-Nada... Solo quiero que ya se encarguen del jodido asunto... ¡Por Ra! -Mencionó molesto.

-Pues necesito el libro de brujería de Ishizu y esto -Sacó la pomada de Ryo de su bolsa -Si esta cosa cura el golpe de un artículo del milenio, capaz de que puede arreglar el hechizo de Lizzie, me voy a hacer brujería -Tras decir eso salió corriendo, eso solo significaba algo... problemas.

-En lo que ella va a hacer lo que sea que vaya a hacer... mantente tranquilo -Mencioné suspirando -Mientras vayamos al patio, no quiero que Ry-chan haga algo raro -Mencioné preocupada.

-¿Algo raro? -Preguntó Kura mirándome intrigado.

-Etto... Nada -Dije riéndome nerviosa, él no tenía por qué saber lo que Ry-chan estuvo por hacer horas atrás con Malik.

Salimos junto a Yami y Yugi hacia el patio, Ryo estaba sentado junto a Malik bajo un almendro, el albino mantenía su cabeza recargada en el hombro del egipcio mientras este volteaba a otro lado.

-¡Voy a matarlo! -Mencionó Kura molesto encaminándose al lugar.

-¡No Kuraaaa! -Mencioné tomándolo por la cadera fuertemente -Joder Yami, ven aquí a ayudarme -Mencioné molesta de ver al tricolor ahí sin hacer nada.

-¡Suéltame! ¡Voy a partirle la cara! -Dijo mientras se forcejeaba entre nuestros brazos.

-Ladroncete cálmate, el egipcio de quinta ni siquiera está haciéndole algo -Mencionó Yami con el ceño fruncido.

-Mi Yami tiene razón Bakura, es mejor que te controles -Mencionó Yu poniendo su mano derecha en su frente soltando un hondo suspiro.

-De acuerdo, pero si veo algo raro, ese idiota dirá sus últimas palabras -Mencionó frustrado.

Después de un pequeño rato nos acercamos mucho más a los chicos sin que ellos lo notaran, yo tenía que cuidar el ímpetu de Ry-chan... Al hacerse más tarde vimos a Ryo levantarse ayudando a Malik a hacer lo mismo, el albino era tan tierno, después vi algo que no me esperaba, así como Ry-chan seguía manteniendo la mano de Malik en la suya tomó la otra llevando los brazos del egipcio rodeando su cadera, después Ryo pasó sus brazos por el cuello del egipcio mayor...

-Bésame... -Pronunció el albino dulcemente cerrando sus ojos acercando su rostro al del egipcio, no podía creer lo que mis ojos veían.

En las mejillas de Malik se veía un tenue sonrojo y las mejillas del albino también estaban sonrojadas... ¡Oh por Ra! Miré al oji-lavanda hacer que Ryo se separara de él rápidamente dejándolo sorprendido.

-¡Malik bastardo! -El gritó de Kura me hizo salir de mis pensamientos.

-Bakura ¿Qué haces aquí? -Preguntó Ryo molesto.

-¡Viendo como este idiota estaba a punto de besarte! -Mencionó enfurecido.

-¡Yo era quien iba a besarlo! -Defendió el pequeño albino -¡Ra! ¡Que fastidioso eres! ¡¿Qué parte de quiero a Malik no entiendes?! ¡Vete a buscar a Marik que es quien debería importarte! -Mencionó muy molesto, se podía notar el coraje en su mirada y a la vez había llamado al egipcio menor por su nombre en vez del sobrenombre cariñoso que ocupábamos con él, eso era demasiado...

-Pero... Yadonushi... -Mencionó Kura en voz baja sonando deprimido por las palabras del menor.

-Vámonos darling -Mencionó tomando la mano del egipcio dirigiéndose dentro de la casa, este no pudo decir nada, tal vez nunca había visto esa faceta en Ryo y lo había dejado desubicado, entraron dejando a un Bakura trastornado dejándose caer lentamente en el suelo hasta quedar hincado.

-Kura... -Mencioné triste, por mi culpa Ry-chan había dicho palabras tan feas, me sentía morir.

-Oye ladroncete, tu hikari no piensa bien, está bajo el hechizo ese, no te tomes tan en serio sus palabras -Mencionó Yami tratando de animarlo, pero el albino no nos escuchaba.

-No... Ryo ya no me quiere -Mencionó frustrado mientras sus ojos se dilataban... -Nunca pensé que este día llegaría -Mencionó mirando al cielo que estaba empezando a volverse oscuro mientras pequeñas estrellas salían de su escondite, vi como unas oscuras lágrimas bajaron de sus bellos ojos...

-Por favor no llores, arreglaré esto -Mencioné abrazándolo fuertemente, si algo me partía el alma era saber que yo era la causa de su sufrimiento -Yami ayúdame, Yu-chan tú también -Mencioné tratando de contener las lágrimas que amenazaban con bajar de mis ojos, ellos asintieron y con esfuerzo llevamos al albino dentro de la casa.

Dentro de casa nos topamos a Ale, era hora de ver si había podido hacer algo con el libro y... ¿La pomada?

-Ale ¿tienes algún otro plan? -Cuestioné tratando de parecer tranquila, volteé a ver a Kura quien parecía totalmente ido.

-Si tengo un plan y logré hacer lo que quería, pero, necesito que amarren a Malik y Kura-tan -Dijo sin más.

-¿Huh? -Me extrañé ante sus palabras, pero bueno... intentar algo más no estaba de más -Traeré a Malik, tricolores amarren a Kura -Mencioné encaminándome por el egipcio.

Subí y lo encontré sentado en el sofá mientras Ry-chan estaba en su cuarto, tarareando canciones feliz.

-Dime que ya tienen algo, no soporto estar lejos de mi hikari -Mencionó pesadamente poniendo un semblante decaído.

-Tranquilo, Ale acaba de tener una idea, vamos a la sala -Mencioné tomando su mano jalándolo hasta dicho lugar.

-¿Cuál es el brillante plan? -Cuestionó el egipcio sarcásticamente -¿Y por qué ese idiota está amarrado?

-Tú estarás igual, es para el plan de Ale -Mencioné sentándolo en la silla tomando unas sogas que estaban en el suelo comenzando a amarrarlo, él se dejó hacer -Listo Ale ¿ahora qué? -Cuestioné intrigada.

-Bien -Comento sonriendo y después saco una moneda de cinco yenes de su pantalón -Espero que funcione -Aventó la moneda al aire -O que los Yamis no me maten... -Dijo tirándola de nuevo.

En ese momento le quitó el cetro del milenio al yami egipcio y subió corriendo las escaleras, nosotros nos miramos extrañados... no entendíamos que haría.

-Iré tras ella -Mencioné preocupada, eso no parecía ser nada bueno, subí las escaleras y llegar al final me encontré con Ale sentada en el sillón con ambos hikaris desmayados a su lado -¿Qué diablos pasó? -Pregunté espantada al ver a los hikaris en ese estado.

-Nada malo, en resumen, le quité a Malik el centro del milenio, para pegarle a ambos Hikaris en la cabeza y cuando despierten les preguntaré a los ukes, digo hikaris, que piensen en su persona amada mientras les pongo la pomada, nada del otro mundo -Mencionó encogiéndose de hombros.

-¡Ra de mi vida! -Exclamé apoyándome en el respaldo del sillón continuo -Traeré el alcohol para que despierten -Mencioné dirigiéndome al baño.

Tomé el alcohol, el algodón y salí como alma que llevaba el diablo, si los yamis veían eso cuadro de sus hikaris seguramente matarían a Ale.

-Por eso pedí a los Yamis amarrados o capaz de que con ayuda del panda bebe me matarían de una manera horrorosa -Mencionó cuando llegué de nueva cuenta.

-Pensaste bien, ahora despertemos a ese par -Mencioné dándole un algodón con alcohol para que despertara a Mariku-chan mientras yo despertaba a Ry-chan.

Poco a poco Ryo comenzó a despertar, me sentí medianamente aliviada, ahora era cuestión de pedirles que pensaran en su persona amada...

-¿Qué pasó? -Cuestionó Ry-chan sobándose la cabeza.

-Ry-chan... ¿Me puedes decir a quien quieres? -Cuestioné esperanzada.

-Liz... ¿Qué pregunta es esa? -Cuestionó intrigado.

-Respóndeme Ry-chan -Mencioné suplicante.

-A Maliku, lo sabes -Mencionó sonriéndome débilmente.

-Nooooo -Mencioné frustrada luego volteé a ver a Mariku-chan quien también ya estaba despertando esperando que Ale le preguntara.

-Ne, ne Marik, despierta, Marik -Mencionó esperando a que despertara el peli-cenizo -Ne Marik, necesito saber a quién es la persona que más quieres en este mundo.

-Qué pregunta más rara para alguien que acabar de despertar -Mencionó riendo débilmente -Obvio que a mi yami -mencionó sonriendo, Ryo lo miró extrañado.

-¿A tu yami? -Cuestionó el albino sorprendido?

-Sí, ¿cuál es el problema Ry-chan? -Cuestionó intrigado.

-Tu amor es Bakura, no MI Malik -Mencionó empuñando las manos.

-¡Wow! ¿Qué? ¿Bakura? ¿Estás de chiste? Bakura es tu amor, es tu yami, ¿Por qué habría de quererlo yo? -Cuestionó Mariku-chan frunciendo el ceño.

-¡Porque es así! Bakura te quiere a ti y tú lo quieres a él, como... ¡Malik me quiere a mí y yo lo quiero a él! -Exclamó entre triste y desesperado.

-¿De qué está hablando? -Cuestionó mirándonos sin saber que pasaba.

-Al parecer funcionó tu idea... pero solo con uno -Mencioné mirando a Ale preocupada, ella asintió a mis palabras.

-¡Oh Por San Yato Bendito! Kura me va a matar... oh espera necesito la sortija -Mencionó dirigiéndose con los yamis.

-NOOOO, no más golpes, tengo una idea... -Mencioné deteniéndola -Espera aquí con Ry-chan... Ya vengo -Tenía una loca idea, tal vez ahora era a mí a quien Bakura mataría, pero yo sabía que tenía que funcionar -Mariku-chan, ven conmigo... -Mencioné tomando su mano jalándolo hasta las escaleras -Vamos, baja conmigo, sé que estás medio mareado por el golpe, pero vamos, es necesario -Mencioné suplicante.

-Ya voy Liz, espera un poco -Mencionó bajando poco a poco la escalera mientras mi impaciencia crecía.

Cuando por fin estuvimos en la sala fui a desamarrar rápidamente a Malik.

-¿Por qué mi yami estaba amarrado? -Cuestionó el oji-lavanda menor extrañado.

-Ángel... -Mencionó el egipcio mayor emocionado -Hikari, ¿ya me amas? -Cuestionó esperanzado llegando a su lado.

-Yo siempre te eh amado, ¿Por qué preguntas eso? -Cuestionó por lo bajo apenado.

-¡Ra! Ya era hora -Mencionó besando efusivamente al menor quien correspondió el gesto como quien bebe agua después de haber pasado una semana en el desierto.

-¡¡Malik!! Ven conmigo -Mencioné haciendo que se separaran -Mariku-chan por favor quédate con los chicos, ahora regreso, no tardaré, te devolveré a tu yami en unos minutos -Mencioné tomando la mano de Malik, el menor asintió extrañado, pero no preguntó nada, subí la escalera rápidamente con Malik para ir hasta donde se encontraba Ale y Ry-chan.

-¿Qué pretendes niñita? -Cuestionó frunciendo el ceño.

-Ry-chan aún no se libra del hechizo -Mencioné afligida.

-Eso no es mi problema -Mencionó deteniéndose en seco a mitad del camino.

-Es tu problema si no quieres arruinar la amistad de Marik con Ryo -Mencioné frunciendo el ceño, el yami egipcio entendió mi punto.

-¿Qué quieres que haga? -Cuestionó sin más.

-Sé que dentro de Ry-chan no hay amor por ti, en su corazón está Kura, solo debes insinuarte a él y atosigarlo como si lo quisieras, sé que reaccionará y se dará cuenta que no es a ti a quien quiere -Mencioné fastidiada, ya estaba harta del estúpido hechizo.

-¿Realmente crees que funcione? -Cuestionó soltando un suspiro.

-Sé que funcionará -Mencioné convencida, Malik asintió a mis palabras y subimos lo que faltaba para llegar con el albino y Ale.

Cuando estuvimos arriba Ryo se emocionó al ver al egipcio.

-¡Darling! -Mencionó abrazándolo cálidamente.

- Hola Ryo -Mencionó tratando de sonreír.

-Espero que esto funcioné -Mencioné poniéndome junto a Ale, ella me miró extrañada.

-Sabes, darle un golpe era mucho más fácil y con la pomada mágica -Mencionó mirando la pomada que tenía en sus manos.

-No me quería arriesgar, solo faltaba que al rato se enamorara de Yu-chan y nooo -Mencioné haciendo una mueca -Esto saldrá bien, sé que si... -Mencioné convencida -Chicos ahora venimos, iremos por algo abajo -Mencioné tomando la mano de Ale para ir a escondernos a las escaleras -Desde aquí veremos cómo sale todo -Dije esperando que todo saliera bien.

-Pero al menos sé que mi método fusiona jijiji, veremos si funciona el tuyo -Mencionó quedándose en silencio, yo asentí mirando lo que pasaba, el egipcio se había sentado a una distancia prudente de Ryo en el mueble.

Pude leer en la cara de Malik un perfecto "Perdóname ángel..." y después inició su actuación.

-Ryo... ¿No crees que deberíamos hacer algo más para no aburrirnos aquí en lo que viene ese par? -Cuestionó recorriendo al albino con una mirada lujuriosa de arriba abajo.

-¿Cómo qué... se te... ocurre? -Cuestionó el albino haciéndose un poco para atrás para alejarse un poco de Malik mientras seguían sentados en el mueble.

-No sé, tú dirás -Mencionó acercándose a él encimándose un poco al albino.

-Malik... -Mencionó con sus orbes temblando levemente, eso es lo que yo quería ver, Ryo no estaba seguro de nada con Malik y por eso su nerviosismo, al ver que de verdad el egipcio le hacía caso se sentía cohibido, era obvio que no lo quería, solo debía darse cuenta.

-¿Qué pasa? -Cuestionó terminando de hacer que Ry-chan se recostara de espaldas en el mueble mientras el egipcio estaba encima de él acercando su rostro poco a poco al cuello del albino haciendo que su respiración erizara la piel del menor.

-Malik yo... -Pronunció algo asustado, podía notarlo en su voz.

-¿Qué acaso no quieres? Digo... tú eres el que quería besarme primeramente hace un rato -Mencionó subiendo su mano derecha para tomar el rostro de Ryo y atraerlo un poco al de él.

-¡No! ¡Esto no está bien! -Exclamó Ry-chan con sus ojos dilatados, zafándose rápidamente de Malik parándose cerca del mueble continuo -Yo... no... -Comenzó a decir torpemente.

-Tú no sientes nada por mí -Mencionó Malik sonriendo ladinamente -Tú estás enamorado del idiota del ladroncete -Mencionó mirándolo fijamente.

En ese instante Ryo dejó caer una lágrima oscura, cerrando instintivamente sus ojos, de repente un brillo apareció a su alrededor haciendo que se dejara caer pesadamente en el mueble.

-¡Ry-chan! -Grité impresionada saliendo de mi escondite acompañada de mi amiga, ninguna de las dos sabía que acababa de pasar, Ale también se impresionó de la situación.

-Oh por San Yato Bendito y padre Ra -La escuche decir mientras miraba a Malik y a Ry-chan.

-Ry-chan, ¿estás bien? -Cuestioné poniéndome a su lado moviéndolo un poco, parecía desmayado nuevamente.

-¿Qué le pasó? -Cuestionó el egipcio impresionado.

-No sé, no sé cómo funcionan los hechizos antiguos -Mencioné preocupada.

-Liz, Ale... -Mencionó el albino débilmente despertando poco a poco.

-¡Ry-chan! -Exclamé abrazándolo con fuerza.

-Liz... me estrujas -Mencionó como podía -¿Dónde está Kura? -Cuestionó débilmente, yo volteé a ver a Ale esperanzada.

-¡¡MILAGRO DE YATO-SAMA!! -Exclamó en grito de victoria y tiró otros cinco yenes.

-¿A qué se refiere? -Cuestionó Ryo intrigado, yo solo me hice la desentendida.

-Ey enano, ¿ya quieres al ladroncete de cuarta? -Cuestionó Malik frunciendo el ceño cruzándose de brazos.

-¿Huh? ¿Cuándo dejé de querer a Kura? -Preguntó extrañado.

-¿Ry-chan no recuerdas nada? -Cuestioné impresionada.

-No... ¿acaso no dormí toda la tarde?

-No Ry-chan, no dormiste toda la tarde -Mencioné sorprendida, había olvidado todo, entonces Marik tampoco debía recordar nada.

-Qué conveniente ¿no crees? -Mencioné mirando a Ale.

-Si, solo los Yamis te mataran y Ishizu no tiene por qué enterarse -Mencionó divertida.

-Gracias a Ra... -Solté un suspiro de alivio.

-Bien... ¿Y Kura? -Volvió a cuestionar el albino.

-¡Santo Ra! ¡Kura! ¡Vamos Ry-chan! -Mencioné tomando su mano bajando las escaleras lo más rápido que podíamos, aunque iba cuidando que en su estado no fuera a tropezarse.

-Vamos Malik, que de seguro Marik ya te espera abajo sin entender ni "J" -Mencionó yendo tras de nosotros.

Y así todos bajamos a la sala para ver a los demás chicos.

 

—¡Kuraaaa! -Exclamó Ry-chan corriendo al lado del albino al bajar las escaleras -¿Por qué está amarrado y con ese semblante perdido? -Preguntó sorprendido.

—Bien… Pues... Digamos que hace un rato le dijiste cosas que no soportó escuchar… -Mencioné juntando mis dedos índices a la altura de mi pecho.

—¿Yo? -Preguntó más extrañado aún.

—¿Ry-chan ya estás bien? -Cuestionó Yu feliz, mientras Yami soltaba al albino quien seguía con su mirada decaída.

—Sí, estoy bien Yu-chan, ¿por? -Cuestionó mirándolo con una leve sonrisa.

—No es nada -Mencionó sonriéndole el oji-amatista.

—Al parecer ya pasó la catástrofe -Mencionó Yami soltando un suspiro de alivio, yo asentí viendo bajar a Ale y a Malik, Ry-chan seguía a la altura del rostro de Bakura, pero este seguía perdido.

—¡Termino todo! Lección aprendida nunca dejen un libro al alcance de Lizzie, al menos que sea Yaoi -Comento Ale levantando sus brazos al aire, como librada de todo -Yo ayude a Marik y Lizzie a Ryo.

—No esperaba menos de ustedes chicas -Mencionó Yu-chan sonriéndonos, nosotras asentimos, pero seguíamos con el problema de Kura…

—Oye Kura… Ya pasó todo, tu yadonushi está preocupado por ti… -Mencioné poniéndome junto al albino menor que no entendía nada.

—Yado…nushi… -Mencionó débilmente.

—¡Kuraaa! ¡Ya no me asustes! ¡Mírame! -Exclamó Ry-chan al borde de llorar al ver mal al albino mayor.

—¡Bakura Akefia, por todos los jodidos demonios del mundo deja de estar de emo y mira a Ryo como está! -Grité molesta dándole una fuerte cachetada a Bakura haciendo que reaccionara un poco -Auuch duele, duele, mi manita -Mencioné agitándo la mano en el aire.

—Oye, eso dolió tonta -Mencionó molesto sobándose la mejilla.

—Me vale un comino mientras haya servido -Mencioné cruzándome de brazos.

—Gracias por ayudarlo Liz -Mencionó Ry-chan sonriéndome, yo asentí -Kura, dice Liz que te dije algo que no hubieras querido escuchar y yo... perdona... no sé qué te dije, pero si es algo malo no es verdad, Kura te amo, no vayas a dudarlo -Mencionó el pequeño de ojos color chocolate con sus bellos ojitos dilatados.

—Ry-chan… -Mencioné e voz baja.

—Gracias por volver a amarme mi Ryo -Mencionó Bakura con sus ojos temblando levemente levantándose rápido de su lugar para abrazar fuertemente al dulce Ry-chan -Yo también te amo mi hikari -Mencionó tomándolo del mentón para darle un dulce y casto beso en los labios.

—¡Gracias Ra! -Mencioné alegremente, los tricolores mantenían su semblante aliviado, los egipcios estaban recuperando el tiempo perdido y los albinos ya estaban bien, todo había terminado bien definitivamente -Gracias por tu ayuda Ale, no sé qué hubiera hecho yo sola -Mencioné sonriéndole sintiéndome más tranquila.

—Posiblemente ya estarían haciendo una fosa en el jardín -Se me abrazó mientras miraba al albino y a Malik.

—Probablemente -Mencioné pensando en esa posibilidad -Al menos todo termino bien, y prometo no volver tomar un libro de magia que no entienda -Mencioné apenada.

—Eso espero… -Mencionaron Kura y Malik a coro con el ceño fruncido, Yu y Yami solo se reían de los yamis, Mariku-chan y Ry-chan no entendían nada, pero no hacía falta que recordaran algo como lo que había pasado.

—Bien, vamos a disfrutar de la fresca noche y veamos las estrellas -Mencioné señalando la puerta al patio trasero.

—¡Vayamos! -Mencionaron los hikaris a coro.

Nos dirigimos al patio y nos sentamos en la hierba para ver las estrellas, cada uno de los yamis estaba con su hikari, mientras Ale y yo estábamos sentadas a una distancia prudente de ellos, las cosas habían vuelto a la normalidad, me recosté en la hierba mirando las estrellas, era una agradable noche, Ale hizo lo mismo que yo y nos quedamos un rato en calma habiendo terminado la misión, ahora que los hikaris habían vuelto a recuperar su normalidad ya no teníamos nada que hacer… Al menos no por ahora, quien sabe que pasaría después.

 

----Fin----

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Notas finales:

Y así llegamos al final de esta locura :') Espero les haya gustado, es la primera vez que me meto a ser parte de un fic y pues me gustó y más porque Ale (DraNarOne) trabajo conmigo en esta locura :3, espero que nos podamos leer una vez más en otra loca historia, hasta luego. n.n 


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