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Vicioso por Pandora09

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Observó ansioso la puerta de vidrio y las dos figuras al otro lado, quería correr a recibir a su hermano como un niño pequeño volviendo a casa, pero no podía salir y peligrar a ser visto por alguna fanática loca, tampoco quería interrumpir la escena que se desarrollaba frente a él. YongNam sonreía de la misma forma en que lo hacía cuando eran pequeños y YongGuk corría hasta él buscando refugio luego de una pesadilla, mientras que Choi JunSeo fruncía el ceño, se mordía el labio inferior y fijaba la mirada en el suelo. ¿Desde cuándo que esos dos se llevaban tan bien? Vio a su gemelo sacudir cariñosamente el cabello de JunSeo y a este sonrojare de una forma demasiado similar a la de Zelo, aunque más recatada y no lo suficientemente adorable para su gusto. ¿Qué mierda se traían esos dos y por qué se le revolvían las entrañas con esa escena?

- Pensé que no vendrías –susurró en dirección al Choi mayor luego de haber abrazado a su hermano durante varios minutos, ignorando su presencia.

JunSeo simplemente se encogió de hombros y le devolvió el apretón de manos cuando YongGuk ofreció su palma derecha.

- ¿Dónde está JunHong?

No recordaba bien la última vez que había visto a alguno de los familiares de Zelo, pero estaba seguro de que la imagen frente a él no era la misma que habitaba en sus memorias. JunSeo se veía cansado, por no decir exhausto o demacrado, con ojeras bajo los ojos y las mejillas ligeramente hundidas, su piel naturalmente pálida como el papel lo hacía ver similar a un fantasma.

- Está en la sala de ensayos –sin perder tiempo en saludos inocuos, se dirigieron al interior de la empresa, consensuando que ese encuentro era únicamente por el maknae, porque ya ninguno, ni siquiera el mismo YongGuk, sabía qué hacer para ayudarlo. Aunque había pasado casi un mes desde que tuvieron tiempo libre y esa semana todos había recibido visitas, Zelo se había negado rotundamente a siquiera intentar comunicarse con su familia y YongGuk lo entendía, estaba herido y se sentía abandonado, pero no podía seguir maltratándose como lo estaba haciendo.

En el camino por los pasillos, se encontraron con el resto del grupo. HimChan, DaeHyun, YoungJae y JongUp saludaron educadamente a YongNam, con un respeto que a YongGuk le sorprendía, porque ellos compartían muy poco con su hermano, pero lo veían como una figura paternal casi tanto como a él. Pero sus semblantes serios y respetuosos se derritieron cuando se dirigieron al hermano mayor de Zelo, que se veía casi tan adorable como el maknae. A pesar de JunSeo estar entre medio de sus edades, todos lo trataban como si fuera menor, pero es que su rostro de muñeco de porcelana solo les gritaba que debían ser delicados con él, como si pudiera romperse con una sola briza. Si no fuera por su actitud de bastardo hijo de perra, YongGuk también se habría derretido ante él.

Fue HimChan quien, haciendo honor a su papel de madre preocupada, comentó la apariencia de JunSeo, algo que parecía preocuparlos en igual medida, porque él siempre había sido más corpulento y saludable que Zelo, pero en ese momento se veía pequeño y vulnerable.

- Solo estoy cansado por el viaje –susurró sacudiéndose el cabello, imitando la pose de diva de HimChan.

- Deberíamos buscar a Zelo, ¿no creen?

Todos asintieron ante la propuesta de JongUp, que paseaba la mirada preocupada del rostro de JunSeo al final del pasillo, donde se encontraba la sala de ensayos que solían utilizar.

Los siete se amontonaron en la puerta, donde un distraído maknae repetía una y otra vez la coreografía de One shot, sin perderse ni un solo paso de ella.

- ¿Cuánto tiempo lleva haciendo eso? –preguntó JunSeo preocupado, fijándose, al igual que él, en el sudor que cubría en cuerpo de Zelo.

- Todos los días durante toda la semana –respondió YoungJae y la mirada furiosa de JunSeo se fijó en él.

- Toda la mañana.

JunSeo soltó un suspiro acompañado de un casi ininteligible ‘mierda’ que lo sorprendió y se alejó unos cuantos pasos para poder quitarse la ropa sin chocar con su cuerpo. Se quitó la chaqueta y el polerón, quedando con una simple camiseta de algodón y le entregó las demás prendas a YongNam para, sin anunciarse siquiera, acercarse al maknae e imitar perfectamente cada uno de sus pasos. Al igual que todos sus compañeros, YongGuk observó sorprendido la forma en que JunSeo se movía, sin perderse un paso de la coreografía y, cuando ya llevaban más de una hora repitiendo hasta el cansancio las canciones más aceleradas y extenuantes de B.A.P., todos ellos estaban tirados en el piso, observando fascinados la forma en que los hermanos Choi se movían.

YongGuk no comprendía por qué la presencia de JunSeo lo hacía sentir de esa forma, tan acelerado y ansioso, pero cuando fijó la mirada en los ojos brillantes de su hermano, comprendió un poco a qué se debía aquel efecto.

- Debe ser la sangre Choi corriendo por sus venas –pensó distraídamente, la millonésima vez que los veía replicar a la perfección los pasos de Badman.

- ¿Por qué JunSeo no audicionó para la compañía? –preguntó DaeHyun, verbalizando las dudas que todos compartían.

- No quería ser famoso, aparte dice que no canta ni rapea, solo puede imitar los movimientos de Zelo –respondió JongUp recargándose en el hombro de HimChan-. Qué suerte que esta sala esté completamente aislada, si las fanáticas supieran que es así de bueno…

YongGuk se estremeció cuando completó la idea en su cabeza.

Luego de ese pequeño intercambio de palabras, vieron a los hermanos Choi desplomarse en el piso, jadeando exhaustos por el sobre esfuerzo. YongNam, como el cuidadoso hermano mayor que era, fue hacia la máquina expendedora en una de las esquinas y sacó varias botellas de agua para luego acercarse a la pareja y dejar dos junto a la cabeza de JunSeo, las demás se las llevó a ellos, que parecían cansados de solo verlos bailar.

- ¿Cuándo llegaste, hyung?

- No lo sé, cuando encuentre mis pulmones, te respondo –YongGuk sonrió ante la sonrisa con que Zelo le respondió a su hermano. JunSeo era gracioso, ácido y a veces desagradable, pero su presencia despertaba algo en el maknae que los iluminaba a todos. Casi podía entender que YongNam también se sintiera tan atraído por él.

Repentinamente, Zelo se sentó en posición de indio y miró a su hermano con el ceño fruncido, pero fue el mayor quien habló primero.

- ¿Qué ocurre, Jun?

- Nada, realmente –Zelo se dejó caer contra su hermano, más cerca esta vez, frente a la atenta mirada de B.A.P… y YongNam, por supuesto.

- ¿Qué dices, no confías en los súper poderes de hyung?

- ¿Crees que hay algo que puedas hacer?

- Hyung puede hacer cualquier cosa, hasta lo imposible… Excepto esto de nuevo, se me confundieron los órganos vitales y siento el pecho en llamas –JunSeo tomó un poco de agua de una de las botellas y se abanicó con la mano, suspirando sonoramente para continuar hablando-, para la próxima, mueres solo.

- Hyung… -el tierno puchero que se formó con los labios de Zelo le sacudió el estómago.

- ¿Hablarás conmigo?

Zelo asintió y se recargó en el pecho de su hermano, escondiendo el rostro en su cuello y YongGuk pudo reconocer perfectamente los temblores de los sollozos que sacudieron su espalda por unos minutos que le parecieron eternos. Quería ser JunSeo y tener la capacidad de consolar al maknae como lo hacía su presencia, pero comprendió que si él fuera cualquier otra persona, Zelo no habría estado sufriendo de esa manera. JunSeo abrazó al menor y le acarició el cabello mientras tarareaba una suave y reconfortante melodía. Desvió la mirada hacia su hermano y lo vio tragar saliva con los ojos brillantes, fascinado por la escena que los hermanos Choi estaban representando.

- Deberíamos dejarlos solos –el susurro de HimChan fue apenas percibido por sus oídos, pero comprendió perfectamente las palabras y les dio la razón, pero antes de poder moverse, una serie de pasos acercándose por la puerta interrumpió sus intenciones y a JunSeo, que seguía hablándole a Zelo.

- ¿YongGuk? –la voz de JiEun retumbó en las paredes cubiertas por vidrios y todos fijaron la mirada en ella y SunHwa, que venía a su lado-. ¿Qué hacen? –le besó torpemente la mejilla y se acomodó a su lado de forma adorable.

- ¿Quién es él? –preguntó SunHwa llamando su atención-. ¿Desde cuándo que Zelo tiene novio?

Nadie respondió a su pregunta, solo ella podía no fijarse en el parecido de los hermanos, por lo que frunció el ceño.

- ¡Vamos! –JunSeo se sentó de golpe, jalando a Zelo con él y le seco las lágrimas cariñosamente para luego sacudirle el cabello-. Hyung te llevará a hacer un recorrido por el lugar.

Zelo soltó una risa melódica y YongGuk se dejó abrazar nuevamente por JiEun, que veía la escena entre enternecida e intrigada.

- Ni siquiera sabes dónde estás sentado.

- En el suelo. ¿Nunca te han dicho que a Roma se llega preguntando?

- Estoy seguro de que el dicho no es así…

- Lo busqué en un libro de adagios y lo parafraseé, lo importante es que entiendas lo que quiero decir –repentinamente, JunSeo sonó demasiado serio para su gusto.

Zelo asintió y el mayor se puso de pie para estirarse y hacer crujir insanamente los huesos de su cuerpo.

- ¿Vamos a dar una vuelta?

Zelo asintió nuevamente y lo imitó, aunque su cuerpo no hizo ningún ruido extraño, para seguirlo cuando JunSeo se dirigió hacia la puerta, deteniéndose abruptamente para sostenerse el vientre de forma exagerada.

- En serio, esto no se volverá a repetir, creo que me tragué un trozo de pulmón –todos se carcajearon ante las ocurrencias del Choi mayor y solo entonces Zelo se percató de que habían tenido público todo el tiempo.

Ambos se inclinaron ligeramente a modo de saludo y YongNam se acercó para tenderle su ropa a JunSeo, quien asintió a modo de agradecimiento y YongGuk no pudo decidir si su sonrojo se debía al sobre esfuerzo o a la mirada hambrienta que su gemelo le dirigía.

- Estás loco, ¿te lo han dicho? –Zelo ocupó las mismas mangas de su ropa para quitarse en sudor que aún perlaba su frente mientras seguía a su hermano, que había, retomado su andar, hacia la puerta, sin dirigirle la mirada a nadie en particular.

- Tú, todo el tiempo. Ahora solo estás siendo educado.

 

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Caminaron por el edificio sin un destino determinado, recorrieron pasillos y escaleras que, para él que no era un idol, le parecían infernalmente eternas. Simplemente se dejó llevar por su hermano, después de todo, JunSeo no tenía la más remota idea de dónde estaba parado y hacia dónde se dirigía su vida, pero tenía a JunHong a su lado y se alejaban de la situación más incómoda que había enfrentado en el último tiempo. Y su vida estaba jodida, así que decir aquello, era mucho.

Junhong no se veía muy afectado por la escena de YongGuk acaramelado con su novia, de hecho parecía no afectarle en lo más mínimo, como si estuviera acostumbrado y esos desplantes fueran pan de cada día. Quería preguntar por eso, comprender de una vez porque su hermano pequeño, el tesoro más grande de la familia Choi, se rebajaba a contentarse con las migajas de un cobarde que era incapaz de darle su lugar, pero lo conocía demasiado bien como para saber la respuesta de antemano. JunHong estaba enamorado, estaba siendo ciego e idiota, se estaba consumiendo por ese sentimiento y no podía ni quería detenerlo.

- Así que… -era la primera vez desde que JunHong nació, que se sentía incómodo a su lado, no porque su presencia le molestara, simplemente sentía que tenía tantas cosas que preguntar y decir que, temía, todo se arruinaría entre ellos al final. De ser así, esperaba, al menos, cumplir por última vez su papel de hermano mayor.

- Sé lo que estás pensando, hyung –susurró JunHong abriendo una puerta que se camuflaba perfectamente con los colores de la pared, invitándolo a entrar a lo que parecía ser una simple sala de estar-. No es como si el desprecio que sientes por YongGuk hyung no fuera evidente cada vez que lo miras.

De cierta forma le alegraba saber que alguien se daba cuenta de eso.

- Eres mi hermano pequeño, ¿quieres que esté contento por ver lo que te hace?

- No soy un niño, hyung –si no fuera por la última palabra, JunSeo puede que le hubiera dado la razón, pero no había forma en el mundo en que JunHong dejara de ser su hermano pequeño, el último retoño de sus padres y su más grande orgullo-. Y él no me hace nada, todo lo que me pasa es culpa mía, debes dejar de culpar a YongGuk por mis decisiones.

- Lo haría, si no te viera así de miserable.

- Yo realmente soy feliz, lo…

- Cuando estás en un escenario, eres feliz; cuando rapeas, eres feliz; cuando estás con tus amigos, eres feliz; ahora eres feliz; pero ¿qué pasa el resto del tiempo? Cuando pasas horas y horas maltratándote en esa sala de ensayos, cuando lloras al punto en que tus ojos se ven como dos ciruelas, ¿qué se supone que sientes cuando todo lo que tu rostro muestra es dolor? –JunSeo odiaba ser duro o estricto con Junhong, su hermano siempre había sido tranquilo y obediente, la persona más solidaria que conocía, pero siempre se dejaba llevar demasiado por su corazón. Y el corazón de JunHong era ciego y tonto, no conocía de malicia ni de engaños. Era demasiado bueno, como un pequeño niño inmaculado que no concebía la maldad del mundo como algo real.

- ¿Estás consciente de que me acabas de tratar de miserable?

El Choi mayor soltó una carcajada amarga y se sacudió un mechón del cabello antes de empujar al menor sobre un sillón y sentarse abrazándolo por los hombros. JunHong simplemente se acurrucó contra él sin devolverle el abrazo.

- A veces me pregunto por qué no puede quererme lo suficiente, ¿acaso no lo merezco?

JunSeo se tensó y quiso salir a romperle la cara al líder de B.A.P. cuando escuchó las lágrimas mudas en la voz rota de su hermano menor.

No, el que no era lo suficientemente bueno era Bang YongGuk, por eso mismo era incapaz de valorar a JunHong, porque era un idiota, simplemente un idiota.

JunHong volvió a llorar en su hombro por un tiempo que le pareció imposiblemente eterno. Le rompía el corazón verlo en ese estado, pero lo peor de todo era que no podía hacer nada para remediarlo, el mismo JunHong nunca se lo permitiría.

Y él definitivamente no estaba en ese lugar para facilitarle la vida a su hermano, era el heraldo de las malas noticias, aunque todavía era muy temprano, demasiado pronto y JunHong se sentía muy frágil entre sus brazos como para agregarle más peso a sus hombros.

- ¿Por qué no puede amarme como a ella? –preguntó Zelo enterrando el rostro en su pecho, con la voz quebrada por las lágrimas que rodaban por sus pálidas mejillas.

JunSeo le acarició la espalda sintiendo su propio corazón romperse ante el dolor de su hermano pequeño. Zelo era el orgullo de sus padres, la alegría más pura de la familia Choi. Recordó su infancia, memorias tenues y difusas de sus años de niñez, los ruegos por tener un pequeño hermano, las promesas de siempre cuidarlo. De convertirse en un hombre cuyos hombros pudieran cargar con todo el peso del mundo para que ni JunHong ni sus padres sufrieran.

- ¿Por qué… por qué no le pides que deje a JiEun? – sencillamente odiaba a Bang YongGuk. Realmente nunca había sido bueno cultivando sentimientos negativos en su interior, le enfermaba la simple idea de experimentar rechazo u odio hacia alguien, pero no podía sentir otra cosa por ese bastardo arrogante cuando su pequeño hermano se deshacía en lágrimas miserables por su culpa.

- Tengo miedo.

¿Miedo de qué, acaso podía haber algo peor que ser el amante de la persona que amaba?

- ¿A qué le temes?

- A que un día me mire y se dé cuenta de que habría sido más feliz con ella –Zelo se alejó un poco y enjuagó las lágrimas con la manga de su polerón y sonrió, con las mejillas sonrojadas y los ojos hinchados-. Solo soy un niño a los ojos del mundo, ¿qué se supone que sé del amor? ¿Realmente soy capaz de hacer feliz a alguien? –JunSeo tenía las respuestas perfectas a esas preguntas, pero JunHong no le dio tiempo para decirlas en voz alta-. ¿Quieres saber qué es lo peor de todo? Estoy tan asustado y no me siento capaz de hacerme cargo de los sentimientos de YongGuk, puede que de su amor sí, pero ¿qué va a pasar con la culpa, con el arrepentimiento? Le temo a las consecuencias, a no ser lo suficientemente fuerte para enfrentarlas.

- Eso es el amor, Junnie –JunSeo sonrió abiertamente, dándose por vencido, completamente orgulloso de su hermano pequeño, aunque él era incapaz de ver su propia fortaleza-. Nunca viene con certezas, es un montón de mierda unida que crece y crece con cada segundo que pasas atesorándolo y te produce nauseas y te hace despreciar a tu objeto de afecto que hasta lo disfrutas, a veces te envenena y a veces te da vida –le secó las lágrimas con su propia ropa-. El amor es una mierda que te consume hasta que te convierte en una persona que desconoces, pero mientras lo sientes, es lo más maravilloso que puede pasarte… Lo que viene después es lo último que debe importarte.

Zelo se mordió el labio inferior y fijó la mirada en el suelo, ansioso e indeciso.

- Parece que sabes de eso.

JunSeo suspiró y afianzó el agarre contra su torso. Sí, claro que él sabía bastante sobre lo puñetero que podía ser el amor y cuánto le jodía la vida, pero tenía otras preocupaciones más apremiantes que los deseos de su tonto corazón.

- Puede que sí o puede que no, no tengo tiempo para esas cosas –susurró con un tono divertido, esperando distraer a su hermano.

- ¿No tienes tiempo?, ¿y qué haces que te tiene tan ocupado? –JunHong le golpeó el hombro cariñosamente, esperando una explicación.

- Ya sabrás.

- Hyung…

- Dime.

- Gracias.

- ¿Qué crees que soy? –frunció el ceño y lo tomó por el cuello-. Soy tu hermano mayor, así que estos es lo menos que puedo hacer por ti. Siempre estaré a tu lado, Junnie, aunque no siempre sea físicamente.

- ¿Sabes? Vi cómo YongNam hyung te miraba esta tarde, estaba babeando por ti.

JunSeo guardó silencio ante esa declaración. Definitivamente sí había visto las miradas que le dirigía el Bang mayor, pero hacía su mayor esfuerzo por ignorarlas, al menos estando en aquel lugar.

- Es impresionante lo irresistibles que pueden ser los gemelos Bang –agregó el menor por lo bajo y JunSeo solo enarcó una ceja-. ¿Tienes hambre?

Repentinamente, toda esa aura depresiva que había rodeado a JunHong por unos agónicos minutos, se esfumó completamente y una suerte de cálida familiaridad se instaló entre ellos.

Estuvo a punto de negarse, pero recordó que no comía nada desde la mañana del día anterior y, aunque su cuerpo no sintiera la necesidad de alimentarse, sabía que debía obligarse a comer, simplemente para no morir de inanición o no verse tan demacrado como estaba comenzado a hacer.

- Sí, estoy famélico.

Deshicieron todos los pasillos y todas las escaleras que habían recorrido más temprano y, aunque JunSeo ya no estaba tan cansando, seguía pensando que se encontraba en otra dimensión, donde el tamaño de la empresa aumentaba con cada segundo que pasaba.

Primero se dirigieron a la cafetería donde ambos pidieron una ensalada y, como por arte de magia, un sándwich apareció junto a su plato. No hizo comentarios y simplemente se comió la ensalada mientras escuchaba atentamente a su hermano hablar sobre el nuevo álbum que estaban preparando y que él y JongUp nuevamente estaban a cargo de las coreografías.

- Fanservice –masculló JunHong con la boca llena y luego gruñó-. Hay que reavivar el BangHim y el JongLo, dicen que hay demasiado BangLo por ahí.

JunSeo soltó una carcajada estridente y las mejillas de JunHong se colorearon graciosamente.

- Bromance –susurró JunSeo fingiendo secarse lágrimas invisibles-, debes darle al público lo que el público quiere.

JunHong frunció el ceño y la boca, volviendo a gruñir palabras inentendibles.

- No sería tan gracioso si fueras tú el involucrado.

- Por eso eres tú el que graba discos y tiene conciertos, mientras yo me quemo las pestañas estudiando, esta vida no es para mí –por eso, aunque JunHong le había insistido tanto para que audicionara con él, se había negado rotundamente.

- ¿Crees que lo es para mí?

Sonrió con nostalgia, no es el tipo de vida que hubiese elegido para su hermanito. Le hubiese gustado que JunHong fuera cualquier otra cosa en la que pudiera mantener su intimidad y no estuviera obligado a esconder su naturaleza solo para no arruinar su imagen, pero la música era su vida más de lo que era su propia familia.

- Te vez feliz en el escenario.

- Y lo soy –respondió el menor como si fuera algo obvio.

Con el sándwich intacto en la mano, JunSeo siguió a JunHong de vuelta a la sala de ensayos y ambos se quedaron en la puerta viendo fijamente lo que hacían los seis al interior.

YoungJae reía junto a HimChan, sentados en el suelo, ambos observaban a los gemelos Bang y a DaeHyun seguir los pasos expertos de JongUp mientras que desde los altavoces se escuchaba ‘No mercy’ y el gemelo mayor replicaba perfectamente las palabras grabadas de su hermano. En ese momento las risas acabaron y todos fijaron su atención en él y sus desconocidas habilidades.

- No sé por qué se sorprenden tanto –susurró JunHong antes de que cualquiera se diera cuenta de su presencia, escuchando atentamente las palabras que salían de la boca del Bang mayor y asintiendo casi complacido por su destreza-. No es como si solo YongGuk hyung tuviera talento, así como tú y yo.

En silencio, JunSeo le dio la razón a su hermano pero no se detuvo demasiado a pensar en eso, simplemente calcinó con la mirada a YongNam, comprendiendo por primera vez qué era eso que los unía y los hacía llevarse tan bien más allá de la simple idea de ser hermanos del líder y el maknae de B.A.P.

- Creo que ‘irresistibles’ no es la palabra que yo usaría para describir a los gemelos, ‘viciosos’ calza mejor con ellos.

Y decir eso, por más bajo que lo haya susurrado, fue un error garrafal, porque apenas comprendió el significado de sus palabras, JunHong corrió hacia el interior de la sala gritando un agudo ‘hyung’ y llamando la atención de todos los presentes, mientras él lo perseguía para callarlo.

 

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En el departamento de B.A.P., decidieron que JunSeo dormiría con Zelo, mientras que YongNam lo haría con YongGuk. Nadie tenía problemas por la presencia del Bang mayor ni porque JunSeo se quedara durante el fin de semana con ellos, después de todo, YongNam era silencioso y agradable, mientras que el Choi mayor era una representación un poco más descarada y arrogante del maknae, HimChan veía en él otro hijo al que cuidar.

HimChan y los tres menores decidieron salir a comprar comida y algo para beber, con intenciones de celebrar la presencia de los dos invitados, principalmente coaccionados por un sobreexcitado maknae, dejando a YongGuk y YongNam en la cocina mientras DaeHyun ayudaba a JunSeo a acomodarse en la habitación que compartía con Zelo.

- ¿Qué te traes con JunSeo? –preguntó luego de mucho reflexionar sobre si sería correcto o no cuestionar a su hermano, sus actos y sus gustos.

- ¿De qué hablas?

De la forma en que lo miras, le hablas, lo tocas –había tantos detalles que había visto en su hermano durante ese día que no sabía por dónde empezar realmente, por lo que simplemente se encogió de hombros.

- Somos amigos, algo así.

- ¿Algo así?

- Hablamos de vez en cuando…

- Llegaron juntos –YongNam enarcó una ceja, no sintiéndose cómodo con aquel interrogatorio, pero YongGuk no podía detener las palabras que salían de su boca. No quería ser egoísta tampoco, pero sabía perfectamente cuáles serían las consecuencias que tendría, para él, una relación entre ellos dos.

- Nos encontramos en la entrada de la empresa.

- ¿De casualidad?

- No, decidimos encontrarnos en la entrada –El ceño de YongGuk se frunció ante la respuesta, recordaba perfectamente la escena de esa mañana, la sonrisa de YongNam mientras le sacudía el cabello de la misma forma en que él hacía con el maknae, el sonrojo vomitivamente adorable en las mejillas de JunSeo… Y JunSeo lo odiaba, como si portara la peste bubónica.

- YongGuk, ¿podemos hablar? –los gemelos giraron sobre sus talones al mismo tiempo para encontrarse con JunSeo mirándolos con el rostro aterradoramente inexpresivo, estúpidamente, YongGuk solo pudo pensar en lo fácil que le resultaba al Choi mayor el reconocerlos.

- Iré a ver qué hace DaeHyun.

Si bien, el líder de B.A.P., no le tenía miedo a Choi JunSeo, la idea de estar a solas con él, dentro de una cocina llena de cuchillos afilados y considerando sus grandes habilidades manuales, resultaba un tanto espeluznante, por lo que le rogó a su gemelo con la mirada y este en seguida comprendió, dirigiéndose a un sillón en lugar del pasillo.

- ¿Qué quieres decirme?

- Quiero que tomes una decisión –y así era JunSeo, iba al grano sin disfrazar ni sus ideas ni sus palabras, como si no admitiera ningún margen de error.

- ¿Sobre qué?

- Sobre tú y mi hermano –respondió como si fuera lo más obvio del mundo… y lo era, pero YongGuk no quería llegar ahí todavía-. JunHong tiene otras cosas de las que debería preocuparse aparte del enfermizo amor que le profesa a alguien como tú.

JunSeo no tenía filtro para decir las cosas, nunca lo tuvo ni lo tendría, de forma en que YongGuk tampoco censuraría sus palabras porque era consciente de que el estado del maknae era su culpa, pero solo en parte.

- ¿Otros problemas, como las razones por las que tú y su familia lo están abandonando?

Y provocando el efecto contrario al esperado con esas palabras, JunSeo soltó una carcajada sarcástica.

- Realmente eres un idiota, Bang YongGuk –lo vio sacudirse el cabello como solía hacer HimChan cuando tenía una de sus rabietas, pero ver ese gesto en JunSeo solo provocó que su sangre hirviera.

- Apuesto a que cualquier cosa se sentiría mejor con el apoyo de su familia.

Esta vez no se carcajeó, pero sí sonrió con sorna mientras se acercaba al refrigerador y sacaba una botella de agua para luego dirigirse a la puerta y golpearle el hombro mientras susurraba sus últimas palabras.

- Le diré que su madre está muriendo, ¿qué harás con eso?

- ¿De qué estás hablando? –JunSeo simplemente ignoró sus palabras y se dirigió a la habitación de DaeHyun y el maknae, dejándolo con una mezcla de emociones que era incapaz de clasificar porque no tenía la más remota idea de qué era lo que las provocaba-. ¿Y tú no dirás nada? –le preguntó a su gemelo, que fingía ignorarlo y leer un libro en la penumbra de la sala y había escuchado su intercambio con el Choi mayor.

- Deberías dejar a JunSeo en paz –sí, por supuesto debía defenderlo.

- Él me está provocando.

- Solo está preocupado por su hermano, Guk.

- Yo soy tu hermano menor, ¿por qué no me defiendes de él? –preguntó sintiendo una repentina oleada de celos e inseguridad, ¿por qué YongNam debía estar de parte de JunSeo? Al menos podía permanecer neutral, habría dolido menos.

- Porque no debo defenderte, te conozco y conozco a JunSeo… solo debes dejar de ser un idiota.

- ¿Gracias?

- Cuando tienes razón, te defiendo…

- Y cuando no es sobre la persona que te gusta –gruñó indignado-. Se supone que me tienes que…

- Guk…

- ¡No! Estoy confundido, ¿está bien? ¿Crees que todo esto es fácil para mí?

Con un suspiro cansado, YongNam dejó el libro sobre la mesa de centro y se puso de pie para caminar hacia él y posar las manos sobre sus hombros.

- YongGuk, has escrito canciones preciosas sobre el amor y tienes un corazón lo suficientemente grande como para amar sinceramente a dos personas, eres el mejor ser humano que conozco, pero cuando se trata de emociones ajenas eres un soberano imbécil -¿gracias de nuevo?-. Menosprecias la emocionalidad ajena como si fueras el único capaz de sentir. Deberías intentar comprender un poco al resto…

- A JunSeo.

- Está bien, lo haremos a tu manera. Realmente no entiendo porqué disfrutas sintiendo lástima por los demás –YongNam volvió al sillón y se dejó caer con molestia sobre los cojines-. La señora Choi está enferma, muy enferma. Hace dos días la operaron y los médicos esperan estabilizarla durante el fin de semana… realmente hay más probabilidades de que muera. JunSeo no se lo ha dicho a Zelo porque le prometió que, mientras ustedes recuperaran su popularidad, él cuidaría a sus padres para que Zelo solo tuviera que preocuparse por el grupo. Ha trabajado durante tres meses sin descanso y hoy fue su primer día libre. No pudo tomar la práctica profesional porque no es pagada y todo el dinero que él y su padre ganan alcanza justo para pagar las facturas del hospital. Ha bajado siete kilos por el estrés, porque apenas tiene tiempo para comer o dormir, pero de todas formas lleva todos los pagos al día y aprobó cinco materias –YongGuk tragó saliva, incómodo. Nunca había escuchado a YongNam hablar tan apasionadamente sobre alguien y que lo hiciera por JunSeo, el hermano de Zelo, le revolvía las tripas, ¿tan enamorado estaba?-. Ahora, piensa en lo paranoico y sobreprotector que es con Zelo, en lo aterrado que está de destruir sus sueños –como si se hubieran puesto de acuerdo, ambos se sacudieron el cabello al mismo tiempo y de la misma forma-. Perdóname, hermano, pero creo que JunSeo se ha controlado bastante contigo.

- Deberían ir a hablar a otro lado, JunHong puede llegar en cualquier momento y escucharlos, quiero ser yo quien le diga todo –JunSeo apareció nuevamente por el pasillo, mirándolos con un semblante perturbadoramente estoico-. Y no le creas –agregó apuntando a YongNam con su flacucho dedo índice-, mi vida no es tan interesante. Y reprobé dos materias, pero es entendible, odio la botánica –despreocupadamente, se sentó en el lugar en que YongNam había estado sentado antes y encendió el televisor con el control remoto.

¿Esa iba a ser toda su reacción?

Notas finales:

Historia paralela a Veneno para ratas, ya lo dije pero nunca está de más repetirlo. No es estrictamente necesario leer una para comprender la otra, pero yo leería ambas.

Se suponía que iba a ser un three shot igual que la otra, pero me di cuenta de que este primer capítulo estaba quedando demasiado largo, así que lo dividí y, probablemente, mañana suba la otra parte.

No se me ocurre nada más para decir, saludos.


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