Alguna vez se han detenido a pensar ¿Por qué estoy vivo?, muchas veces he visto como los ancianos cuentan tan alegremente y con nostalgia las épocas jóvenes de su vida siempre con esa sonrisa, diciendo “no pasa nada, hay cosas malas pero vivir es un regalo del cielo”, bueno…en ese caso el estar vivo es un regalo, entonces, ¿a quien debo agradecerle el estar vivo? ¿A mi padre quizá?, un tipo frio el cual no le importa mucho el bienestar de sus hijos, o tal vez a mi madre la cual me enseño a ser un completo ser frio y seco sus tiernas y hermosas palabras de “no llores, llorar no soluciona nada. Llora cuando la bolsa de valores caiga eso si es algo terrible”, tal vez debería agradecerle a dios. Dios gracias, gracias por traerme a este mundo…. Es lindo vivir, ver como los que amas te traicionan, y los que te odias se hacen grandes….Al menos eso es lo que conozco , siempre me traicionan, no importa “vivir es un regalo del cielo”, tengo que ser feliz……feliz.
Trágicamente o… ¿felizmente?, como sea soy un chico común y corriente, bueno agregando el hecho de que mi padre es un “negociante” muy importante y mi familia cuenta con un gran estatus social, mi vida ha sido muy normal, pero bueno a que vinimos al mundo si no es a seguir el orden (nacer, crecer, reproducirse, morir).
Lo admito tengo un poco de baja autoestima pero eso no es importante, siempre desde que tengo lapsus de memoria, siempre he intentado ser feliz, pero como buscar algo que nunca he sentido…o bueno si lo he sentido pero… el….él era mi felicidad. Aun lo recuerdo.
Un chico con cabello largo café, ojos marrones una tez bastante pálida, labios rosados una sonrisa majestuosa sus dientes brillaban tal cual perlas, el si era un gran chico, bueno estoy hablando como si él hubiera muerto ¿no? Que idiota soy, en fin todo empezó un día como cualquiera.
-Padre, padre, padre-nuevamente un pequeño niño de cabello café oscuro, piel blanca con toques bronceados, ojos oscuros y una sonrisa tenue, molestaba, como él sabía hacerlo-.
-Por favor, Esteban cállate, no vez que el señor Hayashi está intentando cerrar un trato conmigo-el señor con cabello negro, y un elegante traje miraba de forma fulminante al pequeño niño-hazte un favor y vete a jugar fuera mi oficina-
-es..está bien-acepto sin renegar, es verdad era un niño muy obediente.
-iko iko iko r ara ra tuuuuuu- cantaba sin ningún sentido mientras jugaba con un pequeño balón, pateaba fuerte y salía corriendo sin expresión alguna en su cara. Patio duro y pudo escuchar un choque a lo lejos seguido de una aguda voz femenina.
-Ouuchhh-grito la que parecía una niña.
-oh,lo lamento creo me excedí ejejej-rio nervioso ante la situación-me disculpo, mi nombre es Esteban, Omi Esteban- hizo un pequeño gesto de saludo con su mano, cuando sus ojos se pasearon por ese pequeño ser frente a él.
-n..no no hay problema, también estaba distraído-sonrió gentilmente-ohh mi nombre es Hayashi Naoki es un gusto- esa sonrisa, una sonrisa deslumbrante.
-vaya pensé que eras una niña ajajaja-rio muy alegremente- perdón ajajaj si quiere, ¡seamos amigos!-dijo animadamente el pequeño-
-por supuesto, dime qué edad tienes-
-tengo 5 años, no crees que soy un gran niño?-
- ¡claro!, aunque soy dos años mayor, no importa vamos a divertirnos-
En ese momento pude sentir que mi pequeño corazón infantil latía con fuerza, “ahhh quiero que este conmigo para toda la vida”.
Es increíble han pasado doce años desde aquella vez, y es verdad mi corazón aun late con fuerza por ese niño, lastima ese niño ya no es como antes.
Mi ojos comienzan a llenarse de lágrimas, mientras un grito descontrolado se desgarra desde mi garganta, ya he olvidado el ultimo día que sonreí, olvide el último beso, abrazo…alguna señal Dios ¿aún estoy vivo?, porque duele tanto, una traición duele demasiado…. Yo aún le amo.
Un joven con cabello negro, con tonos rubios, tirado en un callejón lloraba, ¿tan patético soy?, ¿tan patético… soy?