Capi único:
Era una misión de larga duración. Dos equipos de Jōnin compuestos por cuatro miembros. Llevaban en ese bosquejo más de una semana, durante ese tiempo habían acabado con más de diez ninjas asesinos que se ocultaban cerca de un poblado donde había muchas muertes inocentes. Contratados por los mismos pueblerinos habían decidido no levantar sospechas y hacer huir a los ninjas, dormían a solo pocos metros del pueblo y por la noche hacían de las suyas cazándolos.
Naruto era el capitán de uno de los grupos, no pegaba ojo desde hace días. Le resultaba incomodo dormir al aire libre en un saco de dormir en lugar de su acolchonada cama. Tenía unas sobresalientes ojeras y fácilmente se dormía en medio del día sobre un árbol. Sus compañeros tenían que zarandearlo contantemente.
Por otro lado, estaba Sasuke, el capitán del otro equipo. Si bien sentía el mismo cansancio que el dobe de su amigo, hacia todo lo posible por cumplir con su trabajo e impresionar al resto. Eran las cinco de la tarde. Habían acordado utilizar el Kage bunshin para vigilar más ampliamente el lugar. Sasuke había aprendido rápidamente de Naruto con ayuda del Sharingan, pero no podía igualar su gran fuente de chakra que poseía gracias al Kyubi por lo que solo podía lograr un solo clon.
Ambos clones inspeccionaban el área donde se la pasaban los asesinos conversando y descansando para su próxima jugada. Vestían al igual que los demás aldeanos y desde luego así, pasaban desapercibidos; pero al ojo ninja eso era completamente inútil.
Los clones estaban fastidiados, exhaustos. Se la pasaban solo de mirones desde unos metros tras unos árboles. El clon de Sasuke repentinamente miró a su compañero rubio y este le devolvió la mirada instantáneamente.
—¿Ocurre algo?
—Aunque solo seamos meras copias de los originales, necesito decirte algo muy importante. Quiero que mi otro yo se dé cuenta de sus sentimientos o mejor dicho, haga de una vez lo que siente.
—¿De qué hablas?-preguntó confundido.
—Me gustas. No, más que eso, te amo.
Las mejillas del blondo se colorearon fuertemente de rojo. Fue tan directo y seguía estando serio como siempre. Pese a ser un clon, los latidos dentro de su pecho eran descontrolados y sus emociones parecían brincar de un lado a otro. ¿Y para que iba a negarlo?
—También te amo, quiero decir, el Naruto real ama al Sasuke real. Que estúpido suena-bufó-¿Crees que diciéndonos esto, nuestros yo lo sepan?
—Je-rió arrogante-¿Te gustaría comprobarlo? ¿Qué tal si hacemos algo mucho más estimulante?-se pegó contra su cuerpo, el blondo quedó acorralado contra el tronco de un árbol.
—Sasuke-jadeó.
—Ellos… no tienen que ser los únicos que se diviertan-habló rozando sus labios muy sutilmente-Merecemos un pago por nuestras acciones, ¿no crees?-lamió su mejilla donde se acentuaban sus tres marquitas.
—Tienes razón-respondió firme-Yo quiero…
—¿Qué quieres?-preguntó divertido.
—Quiero hacer el amor contigo-e inmediatamente luego de pronunciar tan deliciosas palabras, Naruto le besó fervientemente.
Sasuke no se esperó esa acción, aunque tendría que haberla tenido en cuenta. Después de todo, su rubio era el número uno en sorprender a la gente. Correspondió hambrientamente ese apasionado beso dándose el gusto ambos de profanar la cavidad ajena y acariciarse con la lengua. Las manos del alvino tocaron todo lo que estaba a su alcance, principalmente el redondeado y firme trasero del rubio. Sus manos se posaron sobre las nalgas apretándolas suavemente mientras seguía sumergiéndose en su boca con sonidos húmedos. Naruto no le detuvo e imitó su movimiento, tocó su ancha espalda y llegó a su suculento trasero disfrutando el tocarlo una y otra vez.
Luego de largos besos en los labios, el moreno decidió apartarse para besar una zona más candente. Bajó a su cuello y al tiempo que le lamía y le chupaba una pequeña porción de piel, ambos comenzaron a desvestirse un tanto apresurados. El calor en su bajo vientre les quemaba intensamente. Sus brazos se movieron ágilmente dejando caer los chalecos verdes de su respectivo uniforme, siguieron por la camiseta azul de mangas largas. Se quitaron el protector de sus frentes y se bajaron los pantalones junto al bóxer dejando al descubierto la enorme erección. Sin embargo, el clon del blondo se detuvo abruptamente.
—¿Naruto?
—¿De verdad es correcto hacer esto? siento que tendrían que hacerlo ellos.-respondió dudoso.
El azabache suspiró.
—¿Cuándo? ¿Cuándo crees que admitirán abiertamente que se gustan? Si nadie da un paso adelante no sucederá absolutamente nada. Por eso yo…-le acarició las mejillas-Me siento con la tarea de abrirle los ojos al orgulloso de mi yo. Con nuestras acciones cambiaremos sus vidas, así que despreocúpate. Somos clones, pero nos amamos igual ¿no?
—Sí-asintió con una media sonrisa-Aunque no seamos nosotros… yo te amo. Mi yo también.
—No hay nada más por hablar-selló sus dulces labios.
Naruto se dejó recostar sobre el césped mientras el moreno se acomodaba sobre él. No hacía falta quitarse el calzado ni mucho menos el pantalón, no querían perder tiempo además que contaban con poco de ello. Se dieron cortos besos, luego el ojinegro acarició su cuello con él y su lengua proporcionándole placenteras cosquillas sobre la piel. El oji-azul pasó sus manos por la cabellera negra y acarició su espalda una y otra vez. Debajo de ellos, podían sentir la erección ajena rozándose descaradamente. Los suspiros y uno que otro gemido comenzaban a huir de los labios del dúo.
Sasuke se deslizó hábilmente hasta la zona de sus pezones. Tomó uno de sus botoncitos rozados y comenzó a chuparlo y jugar con él. Su lengua lamía aquella sensible zona hasta ponerlo duro, pellizcó el otro hasta obtener los mismos resultados. Los gemidos de Naruto eran realmente hermosos a sus oídos, los gravaría permanentemente en su memoria.
—Sasuke…-jadeó.
El nombrado sonrió y fue bajando besando el vientre con ternura y llegando al pubis. Tomó con una mano el sexo del blondo y se lo metió inmediatamente a la boca.
—¡Aah! ¡Sasuke…!
Comenzó a mamarle el pene a su rubio. Era rápido y sabía con exactitud en qué parte ocasionarle más placer. Abarcaba toda la zona con sus labios, lo humedecía con su lengua y le llenaba de saliva. El miembro de Sasuke comenzó a palpitar con gran extremo, aumentó los movimientos con su boca. Besó la punta y jugó con ella. La acarició con sus manos y volvió a metérsela de lleno hasta la garganta.
—¡Ah, ah, ah… Sasuke!-instintivamente al borde del orgasmo, el rubio apretó el cabello del moreno marcándole el ritmo. Incitándole a que lo tragara por completo, que llegara hasta donde no pudiera resistir más.-¡Ah, Sasuke, no puedo más! ¡Me vengo!-gritó extasiado.
El pelinegro rápidamente bebió todo el elixir que estallaba en su boca. Sorbió hasta la última gota, pasó su lengua por sus labios limpiando el rastro y volvió a acercarse al rostro de su rubio.
—Delicioso-susurró. Besó al sonrojado rubito sin darle tiempo a responder.
Naruto apenas reunía oxigeno debido a los apasionados besos del Uchiha. Se sentía en el cielo, y pese a ser un mero clon, las sensaciones eran reales y lo serian también para el yo original. A decir vedad, en este instante, Naruto podría estar pasando por una muy bochornosa situación.
—Ha llegado el momento-anunció ansioso-Haremos que nuestros yo, sepan cuanto se aman.
—Estoy de acuerdo-sonrió.
Sasuke metió tres de sus dígitos a su boca y los llenó de saliva, los retiró y pidiéndole al rubio que abriera un poco sus piernas, al menos hasta donde daban con los pantalones todavía puestos. Apartando una nalga, observó el precioso orificio rosa que le llamaba a gritos.
—Relájate-habló dulce.
El primer dedo se internó en la entrada y comenzó a moverlo con suavidad, viendo que solo le causaba incomodidad optó por el segundo, movió los dos en forma de tijera y a continuación metió el tercero.
—Duele…
—Aguanta un poco más.
La entrada poco a poco parecía agrandarse, su pene dolía, quitó los dedos húmedos de la entrada y lo sustituyó rápidamente con su miembro. Lo tomó con una mano y de un movimiento rápido, lo penetró de una estocada.
—¡Aaaah!-largó un sonoro gemido, mientras algunas lágrimas bajaban por sus ojos. Era placer y dolor al mismo tiempo.
—Tranquilo-besó su frente y sus mejillas para luego terminar besando sus adictivos labios color cereza. Permaneció inmóvil aunque costara un esfuerzo inmenso.
—Hazlo ya, Sasuke-rodeó su cadera con ambas piernas.
—¿Seguro?-el blondo asintió mostrando una mirada firme y Sasuke sonrió.
Las lentas embestidas iniciaron en un rico vaivén, el moreno se sumergía en ese cálido interior y buscaba con cada minuto llegar más allá de lo descriptible. Puso sus manos sobre el suelo a cada extremo del cuerpo del blondo mientras se movía dentro de él, cada vez más rápido y duro.
—Más… más, Sasuke, por favor…-jadeó.
Observó los ojos azules brillando de deseo y se permitió liberarse por completo, los gemidos por parte de ambos se desataron desenfrenadamente. Sasuke arremetió contra ese hermoso culito que le encantaba y que tenía pensado llenar de su esencia. Su otro yo era un idiota por no admitir sus sentimientos hacia su mejor amigo, perfecto, él se encargaría de hacerle saber de lo que se perdía el muy bastardo.
—¡Ah, Sasuke! ¡Sasuke!-se aferró fuertemente a su espalda con la uñas clavándose en su alvina piel. Eso solo lograba excitar más al moreno.
—Naruto…-jadeó-Mi rubito…-daba estocada tras otra, se inclinó hasta llegar a sus labios y apagar esos gemidos con una batalla de lenguas. El blondo correspondió gustoso y fue más participativo que él mismo, mordió su labio inferior con vehemencia y lamió su mejilla. La mirada de lujuria de Sasuke era indescriptible, su Naruto era un lobo vestido de cordero.
—¡Más! ¡Quiero más! ¡Más, Sasuke!
Oh, sí. Ese rubio le ponía a mil. Su pene duro como roca se encargaba de llegar al punto erógeno del blondo, el cual se había vuelto loco de placer, besó incontables veces sus labios sintiendo el cosquilleo en su parte baja lo que significaba solo una cosa. Se detuvo y tomó al blondo repentinamente de la espalda dando una vuelta, cambiando de posición sin salir de él.
—¿Eh?
Naruto se vio sobre Sasuke mientras este le sonreía con perversión.
—Cabalga, mi rubito, no pares hasta corrernos.-posó sus manos sobre las firmes nalgas y las apretó con deseo-Rápido.
El blondo más cuerdo comenzó a cabalgar sobre el pene del azabache mientras sus manos reposaban sobre el vientre de este. Sasuke admiró cada expresión de Naruto en su rostro, sus ojos brillosos, mejillas sonrojadas y el sudor bañando su hermosa piel. Y era una escena maravillosa la que presenciaban sus ojos, su pene entrando y saliendo de su interior. Estaba a punto.
Tomó el pene de Naruto y comenzó a masturbarlo ansioso, los gemidos de Naruto llegaron a sus oídos y lleno de dicha de escuchar repetidamente su nombre. Apretó su miembro y tocó la punta con su dedo pulgar incitándolo a correrse.
—Sas-Sasuke…-le miró con ojos vidriosos-Ya no…
—Yo tampoco-respondió agitado-Me vendré dentro de ti, mi rubito… te llenaré de mí, ah.
—¡Sasuke!-gritó gustoso al sentir la semilla llenar sus entrañas. Su semen escapó manchando la mano de Sasuke inmediatamente.
Cayó exhausto sobre el ojinegro respirando de manera irregular. Se miraron unos leves segundos para besarse con amor, no había más fuerzas, no podrían mantenerse más.
—Ellos ahora lo sabrán-susurró Sasuke acariciándole el pelo dorado-Sabrán lo que sienten, y esos sentimientos serán al fin satisfechos.
—Yo así lo espero-le besó fugazmente la boca y un puff se escuchó. Una nube blanca cubrió el aire, ambos habían desaparecido junto con las prendas regadas en el piso.
…
…
Eran las seis de la tarde. Esa noche acabarían de una vez con el líder de la banda. Sin embargo, los ocho miembros estaban esperando impacientes a sus dos capitanes. Ninguno sabía la ubicación de alguno de ellos, era como si se los hubiera tragado la tierra.
—¿De verdad nadie ha visto al capitán Naruto y al capitán Sasuke?
—La última vez que le vi a Naruto-san fue hace media hora. Decía que tenía que hacer algo importante.
—El capitán Sasuke dijo lo mismo.
—Mmm…. ¿no es sospechoso?-entrecerró los ojos.
—Ahora que lo dices…-posó su mano debajo del mentón-Tenía la cara roja…
…
…
En otra parte del bosque, Sasuke se había esfumado para poder masturbarse tranquilamente. Avergonzado de verse en aprietos con una enorme erección de por medio y que le resultó alarmante ante el hecho de la causa. Los recuerdos vividos en su mente de haberle hecho el amor al dobe, su maldito clon, el desgraciado había osado violar al clon del dobe y vaya que no perdieron el tiempo. Por su culpa tenía los pantalones mojados y la temperatura se le había subido anormalmente.
—Sasuke…
Esa voz le hizo estremecer todo el cuerpo. Más el hecho de ser descubierto allí sentado junto a un árbol con la mano en su miembro.
—¡I-diota!-gritó sonrojado. Se paró de golpe subiéndose los pantalones a la velocidad de la luz, pero por más que quisiese esconder el problema, resultaba imposible. Aún por arriba de la prenda podía notarse el pene erguido y apretado.-¿Que mierda quieres?-vio su cara roja e inevitablemente viajó hasta abajo, él también estaba cachondo.
—Lo he estado pensando-murmuró sonrojado-Si ellos pudieron… ¿Por qué nosotros no? Sasuke, yo… te… te amo.
Los ojos del Uchiha se abrieron desmesuradamente, pero luego curvó una pequeña sonrisa en sus labios. Su corazón latía a mil por minuto, debían sacarse todo del interior no más secretos. Tal vez lo que habían hecho esos clones, era lo correcto, lo ideal para que su miedo fuera extinguido y reemplazado por un valor desmedido.
Naruto le correspondía y no había nada más maravilloso que eso. Le amaba tal como él, sin pensar más las cosas, se acercó con prisa y devoró sus labios. El blondo correspondió gustoso largando un gemido por tal intensidad, Sasuke quería experimentar lo mismo que su maldito clon, quería estar dentro de su rubio. Hacerlo suyo de una vez.
—Sasuke-jadeó.
Tiró al oji-azul al piso poniéndose encima de él, sus labios fueron a su cuello y sus manos comenzaron a tocar sus glúteos.
—La misión… Sasuke-le recordó excitado.
—Puede esperar-gruñó-Que esperen…-calló y fundió sus labios y su lengua con la ajena. Naruto no objetó nada más.
…
—¿Qué hacemos?
—¿Cantamos una canción?-propuso uno. El resto le miró con una gota en la sien.
—¡¿A dónde rayos están?! ¡Par de irresponsables!
—Te amo, te amo, Naruto.
—Te amo, Sasuke-susurró, besándole apasionadamente la boca.