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Omega (ADAPTACIÓN CHANSOO) por LoverChansooAdapt

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Notas del fanfic:

Como notarán por el nombre del perfil esta es una adaptación que me tomé el atrevimiento (y con permiso de la autora) hacerlo en una pareja hermosa y que me encanta. Espero les agrade :D

Notas del capitulo:

Créditos a la autora: @Butterflies-Endlessy Estoy muy agradecida con ella por dejarme adaptar su bella historia. Y encontrarán el fanfic original aquí: https://www.wattpad.com/story/51201213-omega-%E2%80%A2larry-stylinson%E2%80%A2-one-shot

Familia normal y de clase media, una casa de colores pasteles y acogedora. Nadie creería que una casa tan hogareña podría ser tan hosca y hostil para una persona. Sin embargo así era para el inocente y tierno Kyungsoo que su único pecado fue haber nacido omega.

Sus padres solían ignorarlo y rechazarlo por el simple hecho de arruinar sus expectativas de un hijo alfa. Su porte delicado y su afición por la ropa interior femenina hicieron que la hostilidad hacia él fuera mayor. Sus hermanas omegas al ser mayores ya tenían una marca y pequeños niños rondando a su alrededor. Sus padres -aunque sonara cruel - ya se habían hecho a la idea de que lo tendrían en casa toda la vida, dudaban que algún alfa, algún día lo cortejara y marcara llevándolo a vivir con él.

En las horas que pasaba en la universidad solía sentarse en el receso bajo un roble viejo en el inmenso jardín que ofrecía las instalaciones, sacaba un sándwich de su descolorida mochila y lo acompañaba con un libro que tomaba de la biblioteca los fines de semana. Su rutina siempre era la misma y se completaba con falta de compañía. Siempre se le veía solo y esa condición aunque sonara ilógico, le agradaba bastante.

Muchas personas solían decir que el pequeño omega sufría de maltrato y acoso en su pasada escuela. Sus agresores lo insultaban en cada oportunidad que tuvieran y a veces lo agredían físicamente. Con el paso del tiempo el castaño simplemente se empezaba a aburrir de los mismos insultos que le dedicaban - feo, patético, torpe - las personas hoy en día ya no tenían suficiente cerebro para ingeniarse algo mejor que eso, sin embargo lo que sí llegaba a herirlo era cuando le decían que ningún alfa en su sentido común lo cortejaría por ser tan poca cosa. Las omegas que la sociedad etiquetaba como "ideales" solían tirarle su comida encima manchando su ropa y buscaban pretexto alguno para humillarlo.

Eso contaban unos pocos que lo conocían de su anterior institución. Muchos no creían en esas historias, estaban seguros que eso era imposible ya que actualmente el castaño estaba marcado.

La perfecta mordida en su cuello lo decía por él.

Antes de que él fuera reclamado, las mismas omegas que lo acosaban anteriormente intentaron hacerle una jugarreta acorralándolo en su casillero, pero nunca se imaginaron lo que sucedería.

- Vaya, vaya, mira lo que tenemos aquí Hyuna, es la pequeña perra puritana.

- ¿Aún no has encontrado algún tipo que te folle? podría recomendarte a alguien para que lo haga, la lástima es un fuerte factor para incitar a la caridad - las dos omegas soltaron una fuerte carcajada fingida, haciendo que el castaño rodara los ojos por el estúpido comentario.

Con un fuerte portazo cerró su casillero encarando a las dos brujas frente a él - Al parecer no soy yo el que necesita una buena follada, o acaso ya se te olvidó que el "perfecto" HyunSeung prefirió a una simple beta y a ti, magnífica omega, te dejó tirada porque al parecer solo fuiste su juguete - soltó con un toque sarcástico.

Hyuna apretó fuertemente la mandíbula, maldiciendo mil veces al omega por recordarle lo que tanto intentó olvidar, porque lo que le había dicho era totalmente cierto. Ella estaba tan segura de que HyunSeung la marcaría que cuando apareció unos días después de la mano con una beta marcada -obviamente por el alfa - fue su perdición, pasó días llorando y odiando a todo el mundo. Hoy que había sido el día que decidió regresar de sus "vacaciones" vio la oportunidad perfecta para desquitarse, y que mejor que con el omega.

Con pasos decididos se acercó a Kyungsoo con la intención de golpearle, lo iba a abofetear tan fuerte que la marca de su mano se quedaría por días en su mejilla, pero se detuvo a segundos de estampar su huesuda mano. Un fuerte aroma la mareó aturdiéndola un par de segundos antes de dar paso a un miedo que la dejó helada. Al estar a pocos centímetros de él, pudo distinguir el olor del omega mezclado con el inconfundible aroma de un alfa. Lo más asombroso era que creaba una esencia que emanaba por cualquier ángulo poder y superioridad.

La omega perdió el color de su rostro y por la expresión de la otra, también lo había percibido. Todos sabían que si se metían con el omega de un alfa poderoso sufrirían las más altas consecuencias, y ellas al no tener quien las defendiera no se arriesgarían a perder tanto por nada.

Desde ese momento se corrió el rumor de que el castaño estaba relacionado con algún alfa poderoso, haciendo de los que tuvieran un poco de sentido común y aprecio a su vida no se volvieran a meter con él.

Desde aquel día muchas interrogativas se formaron a su alrededor. ¿Cómo un pequeño omega intimidaba tanto con su aroma? ¿Quién era el alfa que lo estaba cortejando?

Por ser invierno el castaño portaba bufandas que cubrían su cuello, muchos se preguntaban si debajo de esta había una marca. Era imposible creer que alguien importante lo hubiera tomado, seguramente solo era la puta de algún alfa viejo y millonario y si estaba marcado solo era porque lo complacía. Inmediatamente lo etiquetaron de cazafortunas. Decenas de rumores se entrelazaban a su alrededor pero todos ellos tenían la misma razón de ser... Envidia.

Antes de conocer al increíble alfa que lo cortejaba ya se había hecho a la idea de pasar el resto de su vida solo, viviendo en un departamento pequeño y colorido, -claro, cuando tuviera el dinero suficiente para comprarlo - adoptaría muchos animales y estos lo acompañarían en la travesía de su aburrida vida.

El día que se conocieron fue el mejor de su vida y sin darse cuenta era el inicio de una eternidad juntos.

Las vacaciones de verano era lo que tanto ansiaba el castaño que llegara. Descansar de la tediosa rutina y de las interminables tareas; dormir todo el día y ver programas basura en la televisión pagada, con un enorme bol de palomitas, las vacaciones perfectas para él.

Soltó un suspiro exagerado al volver a presionar el botón de la fotocopiadora, le faltaban 28 copias que sacar y después colocarlas en carpetas negras que seguro costaban más de lo que podría juntar en toda su vida. Los socios del presidente de la importante compañía Park llegarían en un par de horas y tenía que estar todo listo para recibirlos.

Estúpidos alfas egocéntricos.

Se suponía que hoy el hijo del presidente tomaría el control total de la empresa y tenía que estar todo perfecto. No debía haber ningún error que significara problemas para el mimado y engreído hijito de papi. Seguro era un estúpido niño, de traje perfecto y porte altanero. Odiaba tener que estar ahí, ayudando en algo que siempre consideró estúpido y ridículo, ya que después de la toma de poder de la presidencia en la terraza del edificio harían una reunión con bocadillos caros y vinos espumosos para todas las personas importantes que asistirían. Más que nada se trataba de una pequeña fiesta con las personas más finas del país. En la junta solo estarían los socios del corporativo y ya. Maldijo por milésima vez el haber aceptado ayudar a su padre en la preparación de la junta. El cual no quiso sacar copias ya que tenía cosas más importantes por hacer que acomodarlas en tontas carpetas. Por eso, al recordar que tenía un hijo que estaba de vacaciones, prácticamente lo chantajeó para conseguir su ayuda y ahí lo tenía, cargando más carpetas de las que su pequeño cuerpo podía aguantar, rumbo a la sala de juntas.

Debería estar durmiendo en lugar de estar ahí, la camisa blanca y la corbata mal anudada que llevaba le estaba molestando en gran medida, casi nunca usaba esa ropa y el no estar acostumbrado era un gran martirio, sin embargo la molestia no pasaba de aquello ya que decidió ignorar a su padre y se colocó unos skinny jeans negros y sus fieles Vans. Subió al elevador y la desesperante música típica de los elevadores lo recibió.

- ¡Espera! - dos segundos antes de que las puertas se cerraran una mano se posó entre ellas, abriéndolas nuevamente. Un alfa de cabellera rizada e imponente altura se colocó a su lado y presionó el botón reanudando la acción anterior.

Por dios, el alfa exudaba belleza por cada poro. Era alto, muy alto, llevaba puesto un traje negro a la medida que le quedaba de infarto, tenía una sonrisa hermosa y blanca como el algodón rematada con hoyuelos a los costados, una nariz perfecta y unos ojos marrones con grandes pestañas que... ¡Carajo! el alfa le estaba sonriendo, lo malo no era eso, sino que le sonreía burlonamente mientras lo escrutaba con descaro. Estaba decir de más que Kyungsoo se sonrojó furiosamente al ser descubierto en su atrevimiento. Pero es que jamás había visto a semejante alfa y ningún otro que vio en su vida se le podía comparar. Bajó la mirada apenado y descubrió que el piso del elevador era bastante interesante.

- Vaya, que suerte vamos al mismo lugar, ¿No crees?

- S-sí - carraspeó tratando de ocultar su creciente nerviosismo. …l no se daba cuenta pero el alfa a centímetros de él tenía una enorme sonrisa que poco y más partiría su rostro en dos, sus hoyuelos se marcaban perfectamente por la tierna actitud del omega.

- Oye, déjame ayudarte con eso, son demasiadas para ti - el castaño se sorprendió por el ofrecimiento del rizado, nadie ahí había sido amable con él. Pero él no era el único sorprendido, el alto estaba igual de sorprendido, nunca había sido amable con nadie, ¡qué demonios le sucedía!

- ¿Me estás diciendo debilucho? -Kyungsoo por una extraña razón se sintió ofendido.

-Oh no, claro que no, simplemente... Olvídalo, no tiene importancia.

-Como sea - espetó rudamente el omega, que ni bien el elevador llegó al último piso se lanzó fuera con pasos furiosos y rápidos.

El rizado lo siguió por puro impulso, joder, ese pequeño omega era tan dulce y bonito que no le molestaría hacerlo rabiar toda la vida. Mientras ese pensamiento cruzaba por su cabeza la sonrisa enorme que llevaba se le borró de imprevisto parándolo en seco, ¿De dónde sacó eso? Nunca había sentido el impulso de querer tener a alguien más de un día en su vida, siempre había sido así, unas horas y adiós, nunca la misma omega y nunca más de un día, y tampoco había sentido nada por los omegas varones, muchos antes se le habían insinuado pero nunca llegó a sentir atracción por alguno de ellos ¿Por qué ahora sí?

Escuchó un exagerado carraspeo a su derecha que lo hizo volver de sus pensamientos y prestar atención a la figura que se encontraba a su lado. La beta, la cual era asistente de su padre, claramente esperaba por su respuesta - Ahh... ajá si claro...- lo pensó un poco mejor- amm... no, mejor no... aunque creo que no entendí bien, me podrías repetir la pregunta.

La beta alzó una ceja con incredulidad, el alfa nunca estaba distraído y su concentración y dedicación al medio que lo rodeaba era la fuente del poder que tenía su empresa. Siempre fue como su padre, nunca perdía el hilo de ninguna conversación y su carácter fuerte y dominante parecía que se había ido al caño en esos momentos - Señor, no fue una pregunta.

- ¿Entonces? - él solo hacía su mejor esfuerzo para concentrarse en la conversación, ya que su alfa solo quería salir corriendo detrás de ese enojón omega.

- Le decía que los socios de su padre están por llegar.- repitió pacientemente.

- Ah, sí sí, ya saben lo que tienen que hacer - solo dio dos pasos lejos de la beta cuando volteó a verla con la pregunta en la boca - ¿Sabes quién es el omega que salió corriendo del elevador?

La cara de ella era de suma sorpresa, ¿Un omega? ¿En serio? ¿Eso era lo que traía al gran Park Chanyeol distraído como un adolescente hormonal? - No señor, pero sé que se dirige a la sala de juntas para terminar de colocar las últimas cosas para la junta, según dicen solo vendrá hoy, su padre...

Vaya, que maleducado se había vuelto, ni siquiera la dejó terminar cuando ya había prácticamente corrido como un cachorrito detrás del castaño. La beta tenía una socarrona sonrisa en el rostro, por una parte se alegraba de que al fin el amargado y frío alfa encontrara su pieza faltante y por otro lado no parecía creerse sus propias conclusiones. Vaya dilema que creaban los Park.

Cuando llegó a la sala vio que el pequeño - porque claro que ya lo había detallado descaradamente con la mirada, llevaba como diez minutos observándolo fijamente mientras el otro no se daba cuenta de su presencia en el marco de la puerta- estaba ensimismado en su mundo, que al hablarle se sobresaltó soltando las carpetas que tenía en sus manos.

- Maldición - se inclinó tan rápido para recoger las hojas esparcidas en el suelo que se olvidó del alfa a sus espaldas y sin pensar en las consecuencias se puso de cuclillas para recoger todo el mundo de papeles a su alrededor.

Para ese entonces su camisa se había movido de su lugar y sus apretados pantalones se bajaron un poco dejando al descubierto sus pequeñas bragas de encaje. El alfa se atragantó con su saliva ante semejante vista, estaba seguro que sus pantalones empezaban a apretar por el voluminoso bulto en ellos. El pequeño castaño llevaba puesto unas delicadas bragas de encaje blanco, una tira blanca con pequeños volantes se amoldaba perfectamente a sus caderas mientras que otra tira unida a la demás tela de encaje formaba un triángulo que dejaba ver el inicio de sus blancas nalgas. Decir que estaba duro era poco, sino fuera porque tenía un enorme autocontrol ya habría tirado al omega en la mesa y lo estaría follado hasta quedarse sin aliento.

- Lo siento, no quería asustarte - se agachó y comenzó a levantar las hojas faltantes, cuando estuvo todo recogido, se las tendió al bajito el cual groseramente se las arrebató.

- Mira lo que hiciste, acaso no sabes que me van a cortar las pelotas si esto no está bien para cuando lleguen esos estúpidos alfas- espetó irritado, no con el rizado, más bien con el estresante día que estaba teniendo.

Chanyeol se sorprendió por el tono despectivo que utilizó para referirse a los de su clase. - ¿Por qué lo dices?

- ¿Acaso no sabes? hoy es un día importante y blablabla, el hijo mimado del jefe de mi padre tomará el poder, seguro es otro idiota alfa que demuestra su superioridad haciendo menos a los demás, tengo que apurarme y salir de aquí antes de que llegue, no quiero toparme con él y ver su hipócrita sonrisa -dijo más para sí mismo que para el alfa que estaba a su costado, sin saber que ya se lo había topado minutos antes.

El alto en lugar de ofenderse por el comentario, le hizo bastante gracia como el gruñón omega se expresaba.

Una hora después el castaño se encontraba sentado en la silla del escritorio del cuarto de copias, dibujando tranquilamente en una hoja el hermoso rostro del alfa que le robó el aliento. Era muy bueno dibujando pero eso nadie lo sabía ya que jamás se tomaban el tiempo necesario de conocer esa pequeña caja de monerías que era. Ni siquiera sabía su nombre, pero estaba seguro que esos enormes ojos marrones se marcarían a fuego en sus pensamientos. …l fue amable con él, le pidió disculpas y no fue brusco como muchos otros.

Mientras él estaba sentado en un rincón de la empresa, el dueño de sus pensamientos estaba más distraído que nunca en la importante reunión con personas aún más importantes. Parecía un zombi y solo atinaba a decir una que otra cosa coherente, porque cierto omega se colaba en sus pensamientos a cada minuto, no pudo conocer bien al castaño ni siquiera sabía su nombre pero estaba claro que movería cielo, mar y tierra para encontrarlo.

Después de ese primer encuentro Kyungsoo siguió yendo a la empresa a ayudar por puro hobby a su padre, pasar días encerrado en su habitación se estaba volviendo tedioso. Claro, eso solía decirse, pero en el fondo sabía que solo iba con la esperanza de volver a ver al rizado aunque fuera solo unos segundos y de lejos. No sabía ni siquiera su apellido para preguntar en que parte del edificio trabajaba, porque estaba claro que trabajaba ahí.

El trabajo para Chanyeol se había vuelto una pesadilla y no había tenido un solo respiro para darle una visita al padre del omega. Investigó un poco de él cuando nadie lo veía y tenía idea donde podía encontrar más información acerca de su paradero, pero el trabajo acumulado lo estaba asfixiando robándole todo el tiempo posible. Así pasó unos días más hasta que pudo escaparse de su prisión llamada oficina.

Corrió al elevador con el corazón latiendo a mil, no tenía ni idea del porqué se encontraba un tanto nervioso, su fantasía era volver a ver esos soñadores ojos y sentir ese agradable calorcito que recorrió su pecho y sobre todo su corazón. No había sentido eso, era algo nuevo para él y no tenía idea que era, pero de algo si estaba seguro, y era que quería volver a sentir eso que sintió al estar con él.

Corrió rumbo a la oficina que le había dicho su asistente, se suponía que ahí trabajaba el señor Do. Los empleados que se encontraba ahí lo vieron con ceños fruncidos ¿Que hacía el imponente Park ahí? Ignorando todas las miradas confundidas y curiosas se dirigió a la oficina que quería, sin embargo un dulce aroma conocido llamó su atención desviando sus pasos al cuarto de copias, por la ventana de persianas a medio bajar vio la pequeña silueta del omega e inmediatamente una boba sonrisa apareció en su rostro. Se adentró a la habitación con las emociones a flote y sin saberlo puso un pie dentro de lo que sería su rincón seguro y confortable que daría a su vida el enorme cambio que tanto había esperado.

Los días pasaron demasiado rápido y a la misma hora en el mismo lugar siempre se encontraban y desayunaban juntos, o simplemente platicaban de cosas personales o triviales, los dos sin darse cuenta habían abierto su corazón para darle un espacio al otro. Había días que no podían estar juntos y eso era lo que entristecía a Kyungsoo, no entendía el porqué de las desapariciones repentinas del alfa, hasta que un día el rizado le dijo el porqué de sus ausencias. Le contó con lujo de detalles el llevar un apellido poderoso y dirigir una empresa aún más poderosa. El omega no se lo tomó muy bien al principio porque le había mentido y los engaños eran lo peor para él. Sin embargo después de escuchar las razones del rizado no quiso seguir haciendo una tormenta en un vaso de agua. Chanyeol solo lo había hecho porque no quería que creyera que solo lo quería para un rato, los alfas poderosos tenían esa fama de utilizar a los demás, él incluso lo había hecho en un pasado pero ahora era diferente y quería mostrárselo a Kyungsoo, quería que lo conociera realmente y demostrarle que los títulos que le ponían solo eran basura.

El día más difícil para los dos fue cuando Kyungsoo tuvo que regresar a la universidad. El tiempo juntos se hacía más corto, había días completos que no se veían y cuando si, era muy corto el tiempo, sin embargo ese pequeño lapso juntos era más que suficiente para tenerlos felices y sin ser conscientes el olor del otro se fue impregnando en la ropa del otro.

Fue ahí cuando todos sus compañeros comenzaban a especular, el omega había escuchado todos y cada uno de los chismes a su alrededor, y le causaba demasiada risa el saber que muchos decían que su alfa era un viejo gordo y mal oliente que tenía los dientes amarillos por tanto fumar. Que estúpidos, si ellos vieran los hermosos ojos y la blanca sonrisa con hoyuelos, el cuerpo fornido y joven de su alfa, cerrarían la boca de una vez.

Porque sí, él ya lo consideraba como suyo.

Si supieran que era unos de los empresarios más ricos e importantes internacionalmente -y no es que le importe el dinero o la clase social, todo lo contrario- se sentirían intimidados por el poder que emanaba.

Recuerda cada una de las citas que el rizado lo había llevado, cada regalo, cada caricia y cada beso. El primer beso que compartieron fue demasiado intenso, tanto que casi terminan follando en el auto cuando lo dejó en su casa después de pasar todo un día entero juntos. Días después de eso formalizaron su relación y semanas más tarde se mudaron juntos sorprendiendo a más de uno.

Las primeras diez veces de Kyungsoo fueron mejor de lo que había imaginado. Su celo lo había tomado desprevenido en la madrugada y los tres días que duró, Chanyeol se quedó con él a ayudarle. Claro que no iba a dejar a su pequeño solo en esto y menos cuando lo esperó pacientemente para que tuviera la confianza suficiente para entregarse a él.

Al principio se sintió un poco mal porque quería que la primera vez de Kyungsoo fuera en sus cinco sentidos y no inducido por su celo, pero el castaño lo tranquilizó diciéndole que ya estaba listo, y que tenía planeado entregarse a él ese fin de semana. Incluso preparó una sorpresa la cual se vio arruinada por su estado. Kyungsoo faltó a la universidad por una semana y Chanyeol no fue capaz de separarse de él, por lo que trabajaba desde su departamento en los ratos libres que su omega no necesitara de sus atenciones.

En los días que pasaron juntos descubrió una faceta de su pequeño Kyungsoo que no conocía. En la cama era muy apasionado y ruidoso, y que mejor que escuchar los fuentes jadeos y gemidos de su bebé. Después de quedar satisfecho le encantaba ser un mimoso. Siempre era muy cariñoso y atento en sus días normales, pero en ese momento era el triple y quien era él para no caer en sus encantos y consentirlo a todas horas. Kyungsoo había vivido una vida sin mucho amor y atención, y Chanyeol quería llenar ese vacío con sus besos y caricias, quería que su bebé se sintiera amado y seguro de sí mismo. Se había dado cuenta que era muy inseguro con su cuerpo, la mayoría de las veces lo escondía con prendas anchas. Pero Chanyeol trabajaba en eso diciéndole todos los días lo precioso que era, lo mucho que lo amaba y que lo protegería para siempre. En esos días que compartieron durante su celo se dio cuenta que Kyungsoo era una persona muy sensual cuando toma confianza en sí mismo. Para la tranquilidad del alfa solamente era coqueto y seductor en su presencia, y sabía la razón de ello.

Porque lo amaba y era capaz de entregarse solamente a él.

No solía lanzarse encima de él para que lo follara y ya, primero se encargaba de seducirlo para después tenerlo desesperado y así todo fuera mejor y más intenso.

Todos esos días se paseaba con solo unas pequeñas bragas que le quedaban de maravilla y Chanyeol prácticamente babeaba por tan hermosa vista, su piel blanca y tersa pedía a gritos ser tocada y su gran y redondo trasero pedía ser tomado a todas horas, sus piernas torneadas y voluminosas eran dignas de envidia, tal vez de ahora en adelante le pediría a Kyungsoo que se quedará así siempre que estuvieran en el departamento, aunque dudaba que aceptara porque tenía sus ataques de timidez y se sonrojaba por todo, seguro le diría que solamente era esa vez porque así era más fácil y rápido desnudarle.

Una semana después de su celo ocurrió lo que tanto anhelaban los dos. Chanyeol reclamó a Kyungsoo como suyo después de una agradable cena que preparó el omega.

Kyungsoo salió temprano de la universidad ese día y fue directamente al centro comercial para comprar lo necesario para la cena sorpresa que le haría a Chanyeol. Últimamente estaba muy estresado por la empresa, llegaba tarde a casa y se levantaba muy temprano y el cansancio ya le pasaba factura con las grandes ojeras que se marcaban en sus hermosos ojos.

Ese fin de semana le había prometido que llegaría antes a casa y todos esos días serían para los dos. Se sentía muy culpable no darle la atención debida a su bebé pero no podía hacer mucho, el tiempo en la oficina lo consumía junto con el cansancio y estrés.

Cuando entró a su casa, dejó el abrigo en el perchero de la entrada y caminó hacia la cocina para colocar su portafolio en la mesa, vio que las luces estaban bajas y la chimenea parpadeaba con el fuego lento que quemaba la leña y calentaba su hogar, el invierno comenzaba a aparecer y el clima afuera era bastante frío. Se quitó sus guantes y la bufanda mientras buscaba con su mirada a su pequeño. Sus pasos resonaban por el piso de madera y se detuvieron en la sala de estar. En la mesa de café había un mantel blanco y en el centro varias velas inundaban de romanticismo el ambiente, su platillo favorito estaba servido en dos platos, uno frente al otro y una botella de vino descansaba en un recipiente de metal con hielos en el suelo a un lado de ellos, los almohadones que tenían guardados en un mueble estaban en la alfombra haciendo de sillas. Su corazón se inundó de calidez al ver lo que Kyungsoo había preparado para él.

- ¿Te gusta? - Kyungsoo salió de la cocina y rodeó su cuello para darle un caluroso beso.

- Cualquier cosa que venga de ti la amaré, y lo sabes- sonrió enamorado. Como todas aquellas veces que miraba los ojos cálidos del omega. Su omega.

Después de la cena colocaron los almohadones cerca de la chimenea y se recostaron dándose pequeñas caricias y compartiendo una amena charla. No supieron cuándo pero Chanyeol ya estaba encima del omega haciendo fricción entre ellos, se despojaron de su ropa y en pocos minutos estaba haciendo el amor frente al calor de la chimenea. Unos minutos antes de terminar Chanyeol clavó sus dientes en el cuello de Kyungsoo reclamándolo para toda la vida.

Estaba demás decir que los dos estaban más que felices ahora que había mordido a Kyungsoo. Estaban juntos eternamente y nada ni nadie se interpondrían entre ellos.

El omega ya conocía a los padres del rizado y ellos habían quedado encantados con él. Sin embargo conocer la familia de Kyungsoo no fue nada agradable. Sus hermanas lo veían con odio por haber encontrado un alfa "mejor" que los suyos y ni hablar de sus padres que solo les importaba el dinero y la posición social del rizado. Por eso mismo decidieron que lo mejor era poner distancia con esa parte de la familia.

Semanas después cientos de revistas tenían en sus portadas fotos de Chanyeol con "una desconocida omega" las fotos no eran muy claras ya que estaban tomadas cuando salían de un caro restaurante a las afueras de la ciudad. El rizado para evitar que los periodistas hostigaran a Kyungsoo lo cubrió con su abrigo hasta que llegaron a su camioneta y salieron de ahí. Se sentía mal por haber ocultado a su hermoso omega, pero si la prensa lo llegaba a ver, lo acosarían y hostigarían hasta el final de los tiempos y ni siquiera a hacer las compras podrían salir tranquilo. Por un momento creyó que Kyungsoo se molestaría por la apresurada decisión, pero para su sorpresa lo tomó muy bien y lo apoyó en su decisión. Solo tenían que esperar dos años a que Kyungsoo terminara la universidad para así poder revelar su relación. Si lo hacían antes buscarían la manera de conseguir información y lo atosigarían hasta el cansancio, sin mencionar que podría ser blanco de posibles secuestros por ser el omega de un poderoso empresario. Si le llegaba a pasar algo a su bebé no lo soportaría, así que mejor evitarían eso hasta que pudieran estar a salvo ya que también la universidad donde se encontraba el bajito no era segura si sufría un atentado.

Los días siguientes a las fotos, todo el mundo, sobre todo los medios, se preguntaban quién era esa omega que robó el corazón duro de Chanyeol. En su escuela no era diferente. Muchas omegas parloteaban sobre eso ya que Chanyeol era conocido como uno de los solteros más codiciados. Desperdigaban libremente su odio hacia esa posible "zorra" que había engatusado al alfa, Kyungsoo sentía unas ganas enormes de callarles la boca y decirles que él era el omega que se robó el corazón del rizado, pero no quería poner en riesgo a él y su bebé.

Hace un par de días que descubrió que llevaba un pequeño ser en su interior. Se hizo unos estudios ya que se había sentido mal últimamente y resultó que estaba esperando un hijo del amor de su vida. No cabía de tanta felicidad, aún no se lo había dicho a Chanyeol porque temía un poco su reacción, sin embargo esa misma tarde saliendo de clases iría a su oficina y se lo diría.

Había llevado unos brownies que preparó la tarde anterior, eso siempre alegraba al alfa, le fascinaba lo que él cocinara. Así que cuando llegó a la oficina del alfa con una gran sonrisa y los nervios a flor de piel, todo se fue a la basura ni bien puso un pie fuera del elevador.

Una omega alta y sumamente hermosa salía de la oficina de Chanyeol, pero eso no fue lo que rompió su corazón, sino el ver que esa tipa se estaba acomodando el vestido y que tenía todo el labial embarrado y el cabello despeinado. Su furia y desilusión hicieron que diera media vuelta y lanzara el tapper donde se encontraban los brownies a la basura.

Un pensamiento fugaz pasó por su cabeza nublada por la ira. No, él no era un cobarde para huir como si él fuera su amante. …l era su estúpida pareja y si hacía un escándalo tenía todo el derecho. Volvió sobre sus pasos. Si esto iba a acabar, lo iban hacer de frente no cuando pasaran horas y el rizado pudiera negarlo.

Cuando estuvo con la mano en el pomo de la puerta una voz conocida y unos brazos familiares rodearon su cintura por la espalda haciendo que se tensara.

- Bebé, ¿Qué haces aquí mi amor?

Kyungsoo se volteó en los brazos del rizado encarándolo. Vio que Chanyeol venía de la sala de juntas, justo por el lado contrario de donde estaban y también vio que varias personas salían de ahí.

- Oye oye, ¿qué pasa bebé? ¿Por qué lloras? - pasó su pulgar suavemente sobre las mejillas de su castaño. No le gustaba verlo así y movería todo el cielo si fuera necesario para verlo sonreír.

Ni siquiera se dio cuenta cuando las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos - ¿T-tú no estabas en tu oficina?

- No, acabo de salir de la aburrida reunión, recuerdas que te dije ayer que vendrían unos inversionistas y que tal vez estaría metido todo el día ahí.

- Yo pensé que tú... - Chanyeol esperó paciente a que Kyungsoo terminara lo que iba a decir pero en cambio solo lo abrazó y comenzó a llorar.

- ¿Qué pasa cariño?- la incertidumbre de no saber que tenía lo estaba desesperando.

- Esa omega - señaló a la tipa que había salido de su oficina y descaradamente seguía ahí terminando de retocar su exagerado maquillaje - Sa-salió de tu oficina con el vestido deshecho y pe-pensé que tú...

- ¿Qué yo, que? - la reconoció como la asistente que fue contratada por su socio hace apenas un par de días y al parecer estaba causando más problemas de los que debería.

Su cabeza hizo clic en ese momento, si esa tipa salió de ahí es porque había alguien en su oficina.

No esperó a escuchar respuesta de Kyungsoo, simplemente lo cargó haciendo que el omega enredara sus piernas y brazos como un koala. Avanzó con él en brazos y abrió bruscamente la puerta encontrándose con su socio sentado en su silla fumando un cigarrillo como si fuera el dueño del mundo. Y eso no fue lo que más le molestó, sino el hecho de que gracias a él su bebé lloró y eso no se lo permitiría a nadie.

Después de eso, tuvo una fuerte discusión con él en la cual solo su pequeño omega escondía el rostro en su cuello. Terminó por correr al alfa y a la omega.

Dos horas después se encontraban en su departamento acurrucados en la cama compartiendo besos, tratando de borrar la desagradable escena en la oficina del rizado, y ahí Kyungsoo aprovechó para contarle la noticia que lo había llevado a visitarlo.

- Sabes, había preparado unos brownies para llevarte, pero estos terminaron en el suelo de tu oficina.

- No te preocupes amor, prepararemos más otro día - el camino de besos en su rostro que creaba Chanyeol hacía complicado que se pudiera concentrar en lo que le tenía que decir.

- Necesito decirte algo Chanyeol - soltó en un pequeño susurro, estaba muy nervioso ¿Qué tal si él no quería un bebé? ¿Y si lo dejaba? ¿Y si ya no lo amaba después de verlo gordo y con estrías?

- Bebé tranquilo, te amaré así subas 20 kilos de peso, además te verás hermoso y caliente con tu pancita hinchada.- sonrió pícaramente.

Pero qué demonios - ¿Cómo lo sabes?

- Amor, prométeme que no matarás al doctor- pensó por un momento en el despistado hombre de bata blanca.

- No, no prometo nada- frunció el ceño tratando de ocultar su desconcierto.

- De acuerdo, de acuerdo, el me llamó hace dos días diciéndome que era muy importante que lo fueras a visitar cada mes para hacer una revisión al bebé y a ti y que no te olvidarás de tomar las pastillas que te recetó, cuando le pregunté a qué se refería pensó que era muy tonto y había olvidado tu embarazo así que me explicó todo, ¿Cuándo pensabas decírmelo?

- Hoy por eso fui a tu oficina... ¿No me vas a dejar verdad?

El lindo puchero que había formado era tan tierno que no dudó en besarle - Porque tendría que hacerlo, sabes que siempre he querido una familia, y te amo más que a nada, antes de alejarte de mí prefiero arrancarme los ojos que no volverte a ver.

- Eww, eso no fue tierno Chanyeol- su ceño se pronunció más al escuchar las nada románticas palabras.

- Lo sé, no se me ocurrió algo mejor- se encogió de hombros.

El omega soltó una pequeña risa, encantado por el gran amor que compartían - Te amo, lo sabes verdad.

- Yo te amo más a ti, mi pequeño bebé.


El calor comenzaba a llegar y Kyungsoo ya no usaba esa estorbosa bufanda que Chanyeol lo obligaba a usar para que no enfermara. Ahora todos podían ver su marca. Los comentarios hirientes no pararon pero él no podía dar menos importancia a eso. Siempre los mismos decían que lo habían marcado por lástima, que el alfa "viejo y gordo" lo hizo porque era muy bueno en la cama, que era una puta, que era un cazafortunas y se dejó marcar para que el alfa le dejara todo cuando muriera, solo estúpidos comentarios de estúpidas personas que desgraciadamente fueron los cuales se dieron cuenta que comenzaba a usar ropa más holgada y meses después notaron un pequeño bulto que sobresalía de sus grandes sudaderas con olor a su alfa.

Cuando su embarazo se empezó a notar todos lo veían expectantes, querían saber de quién era el bebé en su vientre. ¿Se parecería al viejo Lee Young? Con ojos grises y cabello negro, había muchos rumores de que ese alfa había conseguido un omega joven y todos creían que era el mismo omega de su universidad.

Los meses siguieron pasando con un bipolar Kyungsoo por el embarazo y un alfa sobreprotector que cumplía hasta el más mínimo antojo y capricho, haciendo todo lo que su omega le mandara. Quién diría que el más pequeño de los Park, el "rompecorazones" se dejaba mandar como un cachorrito desviviéndose por cumplir lo que le ordenara su hermoso omega embarazado y malhumorado.

Un mes antes del parto pidió unas forzadas vacaciones a la universidad que como era de esperarse no se le negó al saber de quién era el bebé por nacer. A pesar de las entrometidas preguntas de algunos estudiantes el director de la institución se quedó callado, no se arriesgaría a enfrentar a un alfa enojado, y más sabiendo el poder que tenía. Sabía cómo eran los alfas millonarios con sus familias.

El castaño se quedaba en su departamento todo el día hasta el inesperado nacimiento del bebé y Chanyeol estaba pegado a él manteniéndolo lo más cómodo posible. Esa decisión no fue por petición de Kyungsoo, el alfa quería estar todo el tiempo posible con sus bebés ahora que no iba a la universidad lo aprovecharía al máximo. El día del parto, un lindo varón fue recibido por sus dos emocionados padres.

Mientras se recuperaba del parto, Kyungsoo se dedicó a cuidar a su bebé junto con Chanyeol, era toda una aventura cuidar del pequeño llorón, sin embargo era una que valía la pena vivir.

Un mes después...

El día que Kyungsoo tuvo que regresar a la universidad dejó a Chanyeol solo con un bebé recién nacido el cual apenas tenía un mes. MinKyung - como lo llamaron - era tan precioso que no cabía en el pecho del alfa tanto orgullo por ello.

El rizado se quedaba en casa cuidando a su pequeño, ya que su madre no estaba en el país para ayudarlo en su cuidado, y ni hablar de su suegra o de alguna extraña, no dejaría a ningún desconocido cerca de su hijo. Moriría si le pasaba algo, así que prefirió quedarse él a su cargo. Al principio fue difícil pero el pequeño MinKyung se había acostumbrado tanto a él que se sincronizaban perfectamente.

Tres meses después del parto...

Ese lunes algo inesperado surgió. El rizado no podía seguir dejando la empresa sola y tenía que ir a la oficina para la importante junta que tenía y que había olvidado por completo. Así que con decisión tomó a su bebé en brazos y una pañalera llena de cosas que necesitaría y marchó rumbo a la empresa.

Cuando llegó a ella no faltaron miradas atónitas e indiscretas al verlo cargando un pequeño bebé igualito a él. Lo llevaba recargado en su hombro izquierdo y en el derecho cargaba una pañalera azul pastel. Su impecable y fino traje tenía una mancha de saliva la cual se había formado mientras MinKyung se entretenía chupando su manito y después golpeando con ella el hombro de su padre manchando así su pulcro traje.

Cuando llegó a la sala de juntas 10 minutos tarde -ya que su pequeño no quería cooperar con él al ponerle un pañal limpio- todos los alfas ahí reunidos lo voltearon a ver sorprendidos.

Vaya vueltas que da el destino

- Lamento la tardanza señores - dejó la pañalera en una silla vacía y de ahí sacó una mochila portabebés. Todos los alfas lo veían con los ojos como platos, jamás imaginaron que su socio tuviera una faceta así. Con mucho cuidado se colocó la mochila y metió con más cuidado aún a su bebé en ella, dándole un beso en su calva cabecita.

- Toma mi amor, juega eso mientras papi trabaja - le dijo dándole un pequeño juguete.

La junta fue muy larga, el rizado explicaba gráficas y estadísticas mientras la junta medio prestaba atención al alfa ya que toda ella era robada por el pequeño bebé en sus brazos.

Inconscientemente el alfa acariciaba la pequeña espalda del menor, dándole miradas de vez en cuando para comprobar que estuviera bien. En el descanso a la mitad de la junta sacó un termo con agua caliente, un biberón con la tapadera en forma de orejas de conejo y un bote pequeño con fórmula y se dedicó a preparar el biberón que su hijo utilizaría para alimentarse. Los demás alfas lo veían con incredulidad mientras daba de comer al bebé en sus brazos. Le hablaba con tanto amor y adoración que muchos inconscientemente sonrieron por tan tierna imagen.

Cuando terminó, lo colocó en su hombro dándole suaves palmaditas en su espalda para sacar el aire acumulado. Después de unos minutos el pequeño eructó y soltó un pequeño gorgojeo que le robó una sonrisa a su padre.

La junta siguió su curso "normal" y Chanyeol ahora lo cargaba acunándolo con sus dos brazos ya que el pequeño MinKyung se había hartado de estar en el portabebés. El travieso niño se dedicaba a darle jalones al largo cabello del rizado sacándole muecas raras que si sus socios no fueran profesionales se estarían partiendo de risa ahí mismo y más cuando en ocasiones el pequeño mordía las puntas de los rizos dejando rastros de saliva en ellos.

Sin darse cuenta algunos de sus socios le tomaron fotos y lo grabaron para que después de la junta, cuando llegaran a sus casas, podrían mostrar a sus familias que el frío y duro Park Chanyeol, se había convertido en un tarro de miel gracias al bebé en sus brazos.

La reunión iba de maravilla hasta que el pequeño decidió cambiar el rumbo lanzando su juguete a la cara de uno de los alfas más amargados y crueles que el alto había conocido. Chanyeol inmediatamente se tensó y abrazó con más fuerza a su pequeño. Si fuera necesario correría todo lo que necesitara para salvar a su bebé de posibles peligros. La sala se sumió en un silencio sepulcral hasta que el alfa tomó el juguete y soltó una estruendosa carcajada devolviéndoselo a MinKyung.

Seis meses después del parto...

Las semanas pasaron y Chanyeol llevaba a su pequeño al trabajo las veces que no pudiera hacerlo desde casa, sus empleados ya se habían acostumbrado a la imagen del intimidante alfa llevando a su hermoso bebé de ojos marrones en esa "femenina" mochila portabebés amarilla. Porque sí, MinKyung era la copia de Chanyeol. Ojos marrones, hoyuelos levemente marcados que seguro con el tiempo se notarían más y apostaban todo a que tendría el cabello rizado y chocolatozo como él.

Ocho meses después del parto...

Kyungsoo seguía yendo a la universidad, le faltaba poco para terminar el suplicio eterno de estar ahí. Todas las tardes el chofer del rizado lo llevaba de la universidad a su departamento y viceversa, llegaba cansado del ajetreo diario pero al llegar a casa y ver a sus dos grandes amores, toda la pesadez desaparecía.

Un par de veces llevó a su hijo a la universidad cuando tenía que hacer trámites y no pasaba más de una hora ahí. Las personas susurraban a su alrededor al ver el hermoso niño que llevaba en brazos, habían hecho una larga lista mental de alfas con sus rasgos esenciales y el bebé de Kyungsoo no tenía ni uno de esos, "tal vez engañó a su pareja" "el bebé no es de su alfa si no de otro" "ya está marcado, no se puede deshacer de él por más que haya cometido adulterio", la envidia era espesa a su alrededor y le incomodaba, no veía el día en que se acabara todo, solo un par de meses más y ya, solo tenía que tener paciencia.

Díez meses después del parto...

Por otro lado los socios de Chanyeol ya se habían acostumbrado a la constante presencia de MinKyung, y a decir verdad se habían encariñado con él desde el principio, de vez en cuando mimaban al infante llevándole regalos, pequeños juguetes más que nada. Y los empleados que habían visto al pequeño se debían considerar afortunados ya que Chanyeol era tan celoso con su bebé que nunca dejaba que nadie lo viera más de lo necesario. Esa sensación inexplicable abordaba su pecho cada vez que el pequeño le dedicaba sonrisas de dos pequeños dientes inferiores y risitas ahogadas por cada jalón de cabello.

Las risas del bebé llenaban el silencio del hogar de la pareja, Chanyeol se encontraba acostado en el sofá de la estancia principal con el pequeño recostado en su pecho, al parecer a MinKyung le encantaba que el alfa lo alzara con sus brazos y lo dejara suspendido sobre su cabeza. MinKyung estiraba sus manitos tratando de colocarlas sobre la cara de su padre pero al estar tan alto y no poder tocarlo solo soltaba risas escandalosas. - Si Kyungsoo ve cómo te diviertes seguro me corta las pelotas - levantó más al pequeño y la risa que le devolvió hizo que su sonrisa se hiciera más grande - Vas a ser un pequeño malcriado mimado - MinKyung soltó un pequeño balbuceo y se llevó su mano a la boca mirando al alfa a los ojos. Marrones contra marrones - ¿Ah? ¿Qué cómo lo sé? es fácil cariño, porque de eso me encargaré yo.

El rizado estaba tan concentrado apachurrando suavemente a su bebé sobre su pecho y jugando con él que no escuchó la puerta de la entrada abrirse. Regaba pequeños besos sobre el rostro de su hijo que intentaba agarrar sus labios que después de un largo tiempo, fue que se percató de la presencia de Kyungsoo en el marco de la puerta. Los observaba con una sonrisa -de arruguitas a los costados de sus ojos- que sería capaz de iluminar todo el cielo.

Días como esos donde pasaban el resto de la tarde juntos jugando y consintiendo a su bebé; donde comían los tres en la sala, viendo cualquier película vieja en la enorme televisión, eran los que hacían desaparecer el horrible día que había pasado el castaño en la universidad.

Día de la graduación...

Una toga más grande que él ocultaba casi en su totalidad los brazos del castaño haciéndolo más pequeño en la tela negra y roja -gracias a que la costurera perdiera sus medidas y le hiciera uno a su imaginación- un birrete que gracias a dios era de su medida y debajo de eso un elegante traje totalmente negro, camisa, blazer, zapatos y pantalones negros, no era un funeral pero le gustaba como lucía ese color en él. Chanyeol le había insistido que usara un traje ese día ya que lo llevaría a cenar al restaurante más lujoso que existía en ese lugar y también en cierta forma quería presumir a su hermoso omega. Hoy por fin se acababa todo y podrían salir públicamente.

El castaño llegó un par de horas antes como todos los futuros graduados. Chanyeol lo alcanzaría más tarde ya que tenía que bañar y vestir a MinKyung. El estrado estaba situado en el gigante jardín de la universidad junto con las infinitas sillas para los estudiantes y sus familias. El día estaba un poco nublado pero aun así era perfecto. Todos ellos ya se encontraban sentados en la primera mitad de las sillas esperando a que sus familias llegaran y se situaran en la otra mitad para dar inicio a la ceremonia.

Chanyeol estaba un poco nervioso, los lugares del estacionamiento estaban llenos y ya llevaba 15 minutos tratando de encontrar uno, las miradas sorprendidas y curiosas no faltaban, un lujoso auto deportivo polarizado llamaría la atención de cualquiera, algunos incluso se detenían en su lugar para tratar de adivinar quién era el dueño del lujoso automóvil. Era más que seguro que un alfa millonario saldría de ahí.

Al fin encontró un lugar, cuando estuvo acomodado bajó del auto para llegar a los asientos de atrás. Varios jadeos sorprendidos soltaron las personas a su alrededor, sabían perfectamente quién era.

- Hey amor, hoy es un día muy especial, lo sabes verdad - el rizado sacó a su bebé del portabebés y lo acomodó en sus brazos cubriéndolo con una mantita para que no se fuera a resfriar.

Avanzaba con pasos decididos y un orgullo que se desbordaba de su pecho, hoy por fin podría presumir a su hermosa familia y su omega dejaría esa estúpida universidad donde no era feliz y estarían juntos, porque claro, Chanyeol le insistió tanto a Kyungsoo que terminó aceptando trabajar con él. Las cámaras ya se hacían presentes tomándole cientos de fotos ¿En qué momento Park Chanyeol tuvo un hijo? ¿Quién era la mamá del pequeño? Nadie se atrevió a acercarse al alfa, su porte superior y su esencia que destilaba peligro hizo retroceder a varios curiosos, el solo ver como protegía fielmente a su bebé era una clara señal de que no daría un charla amistosa. Vestía un traje negro al igual que su omega, pero al contrario de él su camisa tenía los dos primeros botones abiertos y de su cuello colgaba una cinta de seda negra que cubría parte de su pecho haciendo juego con unos lentes negros que le daban más altivez de la normal.

Mientras caminaba hacia las sillas la carita de MinKyung se descubrió de la manta y sobre el hombro del rizado veía todo el panorama mientras chupaba su manito. Todos los que se atravesaban a su paso podían ver al hermoso pequeño que cargaba. Por alguna razón el bebé se les hacía conocido pero no recordaban donde y otros solo veían lo hermoso que era ese pequeño. Encontró una silla vacía en el centro. Las personas que se encontraba a su alrededor sentadas prefirieron irse a otro lugar por la simple razón que les abrumaba e intimidaba la presencia del alfa.

La ceremonia pasó muy lenta y aburrida para Chanyeol, el cual solamente se dedicaba a darle mimos a su bebé mientras ignoraba a todos los demás y esperaba a que su pequeño omega pasara a recibir sus papeles para largarse de ahí y estar todo el día juntos en cualquier lugar alejado los tres.

- Do Kyungsoo - el rector lo llamó. En el camino hacia el estrado recibió malas miradas de parte de sus ex-compañeros, pero él no bajó la cabeza y su sonrisa se ampliaba más con solo pensar que eso sería lo último que compartiría con esos idiotas. Al recibir su carpeta, los aplausos sonaron en el lugar al igual que con el alumno anterior y el anterior y el anterior. Sin embargo todos callaron al ver al Park de pie aplaudiendo y sonriendo cálidamente en dirección al castaño mientras sostenía en sus brazos a un hermoso bebé rizado que inmediatamente supieron identificarlo como el hijo del bajito.

"Pero qué demonios" "Es imposible" "Entonces él es su alfa, por eso el bebé es igual que él" " Como puede estar con él siquiera" muchos comentarios y susurros de ese tipo compartían las personas en ese lugar, la sorpresa todavía se reflejaban en los rostros de los presentes. ¿Cómo era que ese simple omega tuviera al alfa más deseado y más aún había tenido un hijo con él? Les molestaba demasiado verlos juntos y sobre todo felices.

La ceremonia había terminado hace una hora, las personas que asistieron se encontraban en el jardín comiendo bocadillos y disfrutando ese último día.

La pequeña familia se encontraba sentada en un banco bajo la sombra de un árbol compartiendo ese momento alejado del bullicio. Kyungsoo tenía sentado a MinKyung en las piernas, mientras él se encontraba en el regazo de su alfa el cual los rodeaba cariñosamente con sus brazos. Su nariz estaba enterrada en el cabello de su pareja y repartía besos desiguales en ella. Habían decidido quedarse un rato antes de ir a comer por la simple razón de pavonearse frente a los demás. Y qué mejor que deleitarse de las miradas envidiosas y resentidas que les lanzaban sin motivo alguno. Era gracioso ver como los miraban con tanta envidia, aunque los entendían en cierta forma. Tal vez ellos nunca tendrían una familia hermosa y perfecta como la de ellos - aunque sonara superficial, ellos sabían que su pequeña familia era perfecta, con sus altos y bajos, sus momentos felices y tristes, para ellos era el sueño que tanto habían compartido por separado, cuando aún no se conocían y se soñaban por las noches, guardando un sentimiento tan profundo en sus corazones que el día que se conocieron, colapsó a su alrededor envolviéndolos en las más cálidas sensaciones - tal vez ellos no tendrían a un bebé tan hermoso como el suyo, y solo tal vez nunca llegarían a conocer a su alma gemela para compartir una eternidad juntos, como ellos lo harían.


FIN
Notas finales:

Ojalá les haya gustado. Nos leemos en una próxima adaptación. Saludos,


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