Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ESCORPIS por BannanaGiirl

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pues, a los años haha ! 

Primero que nada, esta historia es dela vida real camuflada en el mundo de Naruto con sus personajes obviamente xD

 

No me costo tanto como pensaba en escribirla, puesto que yo soy 'el prota' indirecto de este drama.

 

Espero les guste y comprendan.

 

No siempre todo es color de rosa. La vida es asi. La real.

“Quizás sea por Marte, uno de los planetas de Escorpio. Pero cuando Escorpio pelea le pone coraje que viene directo de Marte, el planeta de la guerra. Escorpio es un guerrero ¿no lo sabias?”

“El planeta Neptuno es el responsable de que Piscis sea una persona tan espiritual, mística y sensible”.

-Y dime, ¿Qué signo eres?

-Ah? Pues… Piscis- Me extrañó la repentina pregunta.

-Perfecto- Sonrió de lado profundizando su mirada en mi – Sabías que, ¿Escorpio y Piscis hacen una perfecta pareja? Y yo soy Escorpio.

----------------------------

-¿Desde cuándo?

Lo miré a los ojos extrañamente reacios. Lee al otro extremo de la banca lo miraba con furia esperando la tan ansiada y dolorosa respuesta para ambos.

-Exactamente… una semana- Desvió los ojos distraído mientras afirmaba con la cabeza.- Pero, esto le podrías preguntar también a Sasuke- Con las manos en la cadera, mentón en alto y adelantándose con paso firme hacia mí se puso a la defensiva. En mí distraída mente me sentí a punto de ser atacado por un rinoceronte. - ¿O qué? ¿Me escogieron a mí, el más débil, para el interrogatorio?- Una iniciante ira empezó a corroerme. ¡Qué descaro! Pero me contuve lo más que pude… después  de todo estábamos expuestos a un público considerable.

-No es por eso, simplemente que entre ustedes dos, tú eres el menos cobarde-Su marcada expresión se relajó tanto que parecía hasta asustado.- Estoy seguro que él jamás me dará la cara para hablar de esto, es un cobarde, así de simple.

-Di la verdad Sai, tú me dijiste que Sasuke te aseguró que él y Naruto habían terminado hace dos meses. – La voz de Lee estaba a punto de quebrarse, yo tengo esa fina “captación” de emociones mediante el tono de voz, entendía perfectamente a Lee: frustrado, decepcionado, colérico, triste, tantas cosas que se guardaba ahí, sentado cruzado de brazos rezando internamente porque todo esto sea una simple broma.

-Pues… en eso…te mentí- agachó la cabeza observando distraídamente sus pies, yo lo imité y bufé en alto.

-Ja! Te lo dije Lee, Sai no es ningún estúpido- Le sostuve la mirada a sus asustados ojos negros- Él sabe bien lo que hace.

-Pero ¡Ni siquiera estamos juntos!, solo pasó, me dijo que le gustaba, él siempre estuvo ahí, me sentí realmente apoyado por él… con todo- El tono elevado se fue apagando poco a poco al contrario de mi dolor. – Tú sabes Naruto, Tú sabes cuánto me desenamoré de este tipo, por todas sus estupideces e inmadurez- Con un lenguaje corporal marcado de rechazo y coraje apuntaba a Lee quien, seguramente se encogió por dentro.- ¡Es más! Si no hubiera sido Sasuke, ¡hubiera sido cualquier otro! Pero con Lee ya no daba a más. – Un dolor me invadió por la forma tan cruda con la que hablaba acerca del quien con no hace mucho, conformaba una envidiable pareja.

-¿Y todas las veces que me decías que me amabas y que sólo era un tiempo? ¡! Todo mentira!!

-¡Tú te callas!, ¡Ya me tachaste de puta la otra vez! Y LO ACEPTÉ ¡No quiero volverte a escuchar! ¡LÁRGATE DE AQUÍ!

Sai escupió con furia mientras le hincaba la frente a Lee, quien no desviaba su colérica mirada negándose a acatar sus órdenes.

Yo me encogí de la vergüenza ajena, la gente pasaba observándonos con miedo y curiosidad  ya desde el inicio de nuestra incómoda entrevista nos miraban. Ya me imaginaba ‘!UY un triángulo amoroso!’ ‘Los atraparon con las manos en la masa’ ‘Pobre chico’. Nos encontrábamos en un Malecón popular en la ciudad de konoha, el día estaba en contraste con la situación: árboles verdes, pájaros piando, cielo despejado y un sol moderado.

Pero por dentro, estaba comenzando una tempestad.

-No pienso moverme de aquí- refutó persistente Lee- no hasta escucharte decir toda la verdad. ¡Nos lo debes a ambos!

-Es que, ¡ES LA VERDAD! Ya dije todo lo que tenía que decir, ¡Y YA CÁLLATE! – Advirtió ante la persistente pelea que su ex quería continuar. – Y…- Su torso ahora se desvió hacia mí y con vos sumisa musitó – Naruto.- Dándome permiso para hablar.

-Es que…- me retuve ante un ligero espasmo avisándome que quería romperme en llanto- Esto ya intuía hace tiempo… sólo que, en verdad te digo, jamás pensé de ti... que tú serias capaz de esto- Mierda, mi voz empezaba a quebrarse pero mi mirada no se despega a la de un Sai notoriamente a punto de hacerlo también. - ¡Hace poco fue mi cumple! Salíamos los cuatro como amigos, ¿Cómo esperas que nos sintiéramos? –señalé a un Lee con los ojos brillosos mirando al suelo. – De hecho, me estaba resintiendo porque ya pasó casi una semana que terminé con él, esperando  algún tipo de consuelo tuyo como yo lo hice cuando pasó lo de Lee, pero ahora todo tiene sentido- Sonreí de lado jurando que mi mirada era la más reprochable del mundo. Sai se estaba sintiendo como la mierda, lo percibí.

Éramos amigos desde el colegio ya hace más de ocho años de amistad, y de la buena, al menos hasta hace muchos meses atrás que fue cuando Sai empezó a hacerse más unido a Sasuke… convirtiéndose en el confidente de muchas dolorosas cosas que me enteré  por Lee.

 

“No es cuestión de ser persuasivo para conseguir algo. Es algo que tiene que ver con la fuerza, la energía, la paciencia y la inteligencia. Y ese es Escorpio”.

“Si a Piscis se le encargan trabajos donde no sirva de nada su creatividad o intuición no será tan productivo para los demás ni tan feliz para sí mismo”.

 

Siempre admiré a Sai, un artista innato que se ganó lo que ahora es gracias a su esfuerzo, Sasuke un desarrollador web, inteligente, objetivo, ambicioso en el buen sentido de la palabra. Y fue por mí que se conocieron, fue por mí que se hicieron tan amigos, y bueno hasta Lee ayudó en eso. Inclusive los tres trabajaban en ideas, proyectos pero bueno… las cosas acabaron chuecas.

Con ironía recordé en todas esas novelas, canciones, películas, en donde nombraban la típica doble traición: uno de tus mejores amigos te traiciona con tu novio, bueno ex, bueno… nada. Y créanme, esto existe, esto es dolorosamente real, ni siquiera a Sai espero le toque algo parecido. Si, así de estúpido soy.

-Cuando me enteré de toda esta mierda, te juro Sai, te juro que lo primero que pensé hacer era mandarlos a la mierda y bloquearlos del Facebook,(que al final del día, terminé haciéndolo)  pero, ¿para qué amargarme tanto? Prefiero aclarar esto DE FRENTE y dejarte, no, dejarles claro a ambos una cosa: - tragué saliva evitando por todos los medios llorar- Te juro que de aquí no sabrán de mí, no soy ni santo ni masoquista como para ver sus cosas, no lo toleraré.

Ante una segura replicación de su parte, continúe- Y no, no los odio, no puedo hacerlo ¡maldición!

-You can feel anything you want about us… - respondió mirando al suelo.

Ah sí, Sai le daba por hablar en inglés, antes pensé que solo borracho, pero ahora cuando estaba avergonzado, acorralado, y eso se le pegó también al Uchiha.

Respirando e inhalando profundamente procedí con un pedido.- Sai, ¿tienes tu celular aquí?

-Eh, no. Está en mi casa ¿Por qué?

Volteé a ver con reproche a Lee, él se encogió de brazos.

-Pues, nos separamos aquí, me timbras por si me demoro mucho en regresar con Sai- Me explicaba Lee queriendo aparentar tranquilidad al igual que yo.

-Ok, no te olvides de persuadirlo a que lleve su celular, recuerda que tenemos que citar a Sasuke después, y que Sai lo llame, porque si lo hago yo sospechará, ¡No te olvides del celular!- Le recordé y el asintió. Ambos sabíamos que esto no iba a acabar bien. Pero bueno, la situación no era la más bonita después de todo.

El plan era sencillo: Lee iría a ver a Sai a su casa temprano en la mañana, apelando que necesitaban hablar aún después del último desenlace que tuvieron ese trío. Tenía que llevarlo a donde yo los esperaba para hablar claramente los tres.  Lee los había visto días atrás en un punto del Malecón donde nosotros solíamos reunirnos para Salir, hablar o simplemente a tontear. Estaban abrazados mimándose, fue… ¡fue el mismo día que Sasuke y yo terminamos oficialmente! Lee me lo dijo vía Skype, ambos llorando la noche anterior a esta reunión. No se imaginan cuan doloroso fue para mí todo esto, pero yo no me imagino todo lo que vivió Lee al verlos: a  su supuesto amigo cortejando a su adorado ahora ex novio.  

Ahora bien, teníamos que evitar que Sasuke y Sai se encuentren, después de todo era Sábado y  porque ambos acostumbraban a levantarse como al mediodía, entonces... ahí estábamos reunidos en el Malecón como planeamos la noche anterior, para encarar juntos esta traicionera situación.

Suspiré pesadamente ante la distracción de Lee – puedes…no, llama a Sasuke- le exigí a un extrañado Sai quien me miró interrogante- Necesito hablar con él A SOLAS- recalqué tanto para Sai como Lee, quien de seguro se moría por volver a golpearlo como cuando la última vez.

-¿Y por qué no lo haces tú?

-Va a sospechar-lo miré con obviedad- si tú lo llamas para alguna salida-  esto lo decía evitando de nuevo querer llorar- lo citas aquí o en algún otro lado, será a mí con quien se encuentre. Él me debe esto.- Y si, es triste pedirle a la persona con la que actualmente está tu ex, más el siendo quien era tu amigo, tremenda petición.

Sai se quedó pensando unos segundos antes de aceptar.- Pero está en mi casa- hizo una pausa mientras desviaba la mirada de mi hacia Lee y de vuelta. Era obvio la incómoda situación que se avecinaba  y no había otra forma de hacerlo.- ¿Me esperan aquí o me acompañan a verlo?

-Vamos- aseguré por fuera porque por dentro no quería hacerlo ¿ir a la casa de mi ex amigo donde compartimos muchas reuniones y salidas anteriormente? Era difícil y no había duda que lo era más para su ex. Lee simplemente asintió cuando yo respondí afirmativamente.

Lee y yo nos paramos siguiendo a Sai, poco a poco mientras caminábamos como no queriendo ir a ningún lado yo me adelanté con los puños cerrados evitando golpear al albino, estaba furioso e indignado con toda esta situación. De soslayo observé a ambos lados: Lee a mi izquierda con los brazos cruzados con mirada seria, Sai a mi lado derecho más atrás arrastrando los pies con la mirada en el suelo y desanimado. Esbocé una leve sonrisa al recordar como hace unas dos semanas y media atrás apenas, estábamos los cuatro cada quien tomado de la mano con su pareja dirigiéndonos a la casa de Sai para ver una película. Como mierda cambian las cosas, ¿verdad?

Y durante todo el tortuoso camino para llegar a su casa, no pude evitar recordar la última vez que me vi y hablé con Sasuke hace 5 días, atrás de una gasolinera en el sur de la ciudad. Ambos sentados en su Suzuki GN 125 negro sin tener mucho que decir acerca de la inevitable ruptura.

------

-Está en ti, es tu decisión lo que va a pasar entre nosotros. Como acabaremos- hablaba con voz calmada intentando persuadirme.

-No hay nada más que decir Sasuke, ya está… todo claro- Desvié la mirada hacia un punto ciego evitando que notara mis lágrimas rodar.

-Por favor… no te pongas triste Naruto, yo te… yo te  quiero mucho.

Se me hizo un nudo en la garganta.

-Tú sabes que digo la verdad Naru, te quiero mucho y no quiero ni puedo verte así.- Carraspeó un poco antes de continuar- Por favor Naru, no… no me elimines de tu vida, quiero saber de ti, siempre- hizo un intento de tocarme la mano, un instinto protector lo alejo de mí y él lo entendió.

Sonreí dolorosamente, ¿Te quiero mucho? ¡Hace una semana me amabas!

-Pero dime, ¿Qué podemos hacer?- continuó insistiendo con algo ridículo.

-Hubiera sido bueno hablar bien de esto unos días atrás, pero ahora ya es…

-¿De por gusto? – Terminó la frase mirando el suelo también.

-Aja…

Observé de soslayo como revisaba su celular tras un mensaje de texto asegurándose que yo no lo vea.

-Eh… me tengo que ir, los de Akatuski quieren tener una reunión conmigo, ya quieren ver lo que tengo hasta ahora.

-¿En serio? – Sonreí- ¿ya estas avanzando con eso? Me alegro mucho Sasu- y era en serio, tenía meses tratando de crear una aplicación que exigía esa organización Akatsuki deseaba crear una especie de ‘Netflix para libros’ y Sasuke lo iba a lograr, yo lo sé.

-Si… ojalá- cruzamos miradas y la suya me dolió tanto… reflejaba tanto arrepentimiento y tristeza que solo ahora pude comprender el por qué. 

 

“Escorpio es un superviviente de lujo. Como parece que no le afecta nada, se muestra como  que va ligero de problemas por la vida. Para nada. Todo le cuesta, todo lo supera, todo le afecta. Pero intenta que no se le note ni que le venza”.

“La manera de sentir de Piscis es tan intensa que tiene que contenerla. Pero cuando algo se contiene sigue estando, lo cual quiere decir que se puede desbordar en cualquier momento. Pues eso le pasa a Piscis con sus emociones”.

 

Sasuke intentó conseguir que me distrajera un poco de esta asfixiante situación, contándome cómo fue su viaje en moto ayer por la noche ya que hubo una lluvia torrencial, sacándome una que otra sonrisa y también preocupación, no es que el fuera un loco descarriado con el transporte pero no confiaba en los demás, y por desgracia los accidentes en moto abundaban aquí en Konoha. También hablamos de mis nuevos estudios en gastronomía. Eso sí, jamás podré negar algo de él, y es que siempre quiso que me superara, que si bien es cierto yo no soy alguien ambicioso y, para ser honestos el tema del dinero no me iluminaba la mente pero había que ser conscientes que es necesario para la vida actual, y eso siempre me lo recordaba Sasuke. Que yo era muy buena persona y que solo necesitaba encontrar un empleo acorde a ello y que tenga que ver con la creatividad. Pasamos más de media hora hablando más aun alegando que debía irse por el grupo y yo le creí, pero algo me decía que una minúscula parte de él no quería hacerlo.

-Mi madre me va a odiar- Soltó con una sonrisa penosa mirándome a los ojos al fin.

-¿Y eso porque? Tú ya eres grandecito Sasu…

-Pero tú le caes bien, te adora y esto la va a encabronar.

-Con el tiempo no.

-Lo dudo.-pateó una piedra.

 

“Si se trata de dependencias, Escorpio se apunta a evitarlas todas. Cree que depender de algo o de alguien te hace débil. Pero bueno, lo intenta, otra cosa es que le salga siempre bien”.

“Aunque observemos a Piscis y sepamos que le han pasado muchas cosas en la vida, que tiene experiencia y ha sufrido, siempre habrá una parte suya que sea encantadoramente inocente”.

 

Fueron unos minutos de silencio tan reflexivos, no me incomodé como en otra situación lo hubiese hecho, y es que el simple  hecho de saber que era él quien estaba a mi lado en ese momento y que seguramente sería la última vez que lo viera, me daba que pensar mientras suspirábamos mirando a los transeúntes pasar. Y ya era hora de decir adiós.

-¿Puedo darte una especie de consejo?

-Claro – Se apresuró de agarrar la botella de agua que le extendí, mientras yo formulaba bien las tres cosas que quería decirle.

-No es que – sonreí – no es que sea algo que me hayas hecho exactamente pero, sé que te puede servir como consejo de vida, cuando tengas tu próxima pareja.

-Solo…. dilo- Desvió la mirada nervioso hacia los pasteles de la vitrina que tenía a su derecha.

-Primero… no le mientas- De repente, me sostuvo la mirada inquieto y eso me dio fuerzas para seguir- Segundo, no lo descuides.- Y mis ojos empezaron a arder- Y por último y más importante… no lo decepciones… por favor.

Volvió a tomar un sorbo de agua para finalmente devolverme la botella, se apresuró a agarrar el mando de su moto dispuesto a partir. Parecía un roedor asustado.

-Esas… esas son tres cosas difíciles de cumplir.

Y fueron justo esas tres peticiones que falló conmigo.

-Ahora si… me debo ir

-Okay, cuídate

-¿Un abrazo? – ofreció mientras exponía su torso para tal acto. –Pero tú decides, claro- se apresuró en aclarar al notar mi expresión de asombro. Yo dudé unos segundos, sabía que sería difícil, pero también, algo dentro de mí me decía que debía hacerlo, porque quien sabe cuándo volvería a hacerlo.

Y así fue.

Solo fueron segundos, unos dolorosos y nostálgicos segundos en donde no pude evitar llorar quedito, guardé toda memoria aspirando  su aroma, mientras el temblaba alejándome, sabía que si no lo hacía me iba a desmoronar… y capaz el también.

-Cuídate, ¿ok? – Se instaló en su moto dispuesto a partir mientras me sonreía de lado con su mano en alto.

-Igualmente Sasuke…

-Bye- Me sonrió una vez más y al instante arrancó veloz. Yo no pude evitar la cascada que se asomaba en mis ojos.

- Cuídate mucho…

---------------------

-Llegamos –Anunció Sai en la puerta de su casa- Este… ¿pasan o me esperan aquí? 

-Entramos –decidí con dificultad. Ya era asfixiante toda esta situación y la que se avecinaba lo era aún más, ya no podía perder nada más ¿o sí? Lee atento, siguió detrás de mí. Cuando entramos, todo se envolvió en cámara lenta junto con tantos recuerdos que pasamos en esa sala acogedora con juego de muebles beige, el plasma negro de donde veíamos todo tipo de programas para criticar o entretenernos. Quise huir pero ya era demasiado tarde. Aún no se concretaba nuestro plan.

Sai me extendió el celular para llamar a Sasuke, nuevamente lo miré con obviedad, sentí que él tampoco quería hacerlo, pero sabía que me lo debía. Fueron unos segundos de intensa tortura en las que Lee y yo no dejábamos de observar a Sai mientras sostenía el celular esperando la respuesta del Uchiha. Hasta que contestó.

No sé si fue una especie de ‘autoprotección’ pero no escuché todo lo que Sai le decía para convencerlo de verse, solo sé que no duro más de un minuto en que lo hizo y colgó la llamada. Y me arrepentí de querer consumar este patético plan. 

Sai se levantó enseguida dictando un ‘hecho’ se dirigió hacia el pasillo que daba a su cuarto no sin antes añadir ‘están en su casa’ y finalmente un ‘do whatever you want’.

Lee y yo suspiramos al unísono al sabernos solos, mientras nos mirábamos como leyendo nuestras mentes.

-Naruto… no sé qué hacer con mi vida después de esto.

-Debes ser fuerte Lee, no le des la razón a Sai de decir ‘Hice lo correcto por dejar a este tipo inseguro y débil’. No lo hagas, demuestra que puedes levantarte y solo.

Lee tenia serios problemas de seguridad, bueno, últimamente era así desde que empezó a  sentir celos por la relación tan cercana de ‘amistad’ que crecía entre los pelinegros. Lee incluso llego a tal punto de ‘amenazar’ con el suicidio si se acaba todo.

De hecho, esa fue la gota que derramó el vaso en su relación con Sai desde hace no más de un mes. Es más, su relación ya estaba perdiendo esa magia que hace dos años destilaba, personalmente, envidiaba y me sentía feliz por Sai, porque tenía una relación tan mágica con Lee, porque antes de ella tuvo otra de la que no acabó tan bien. Pero ese es otro cuento del que no vale tratar ahora.

 Los minutos pasaban de forma agobiante mientras esperábamos la llegada de Sasuke… y yo no veía la forma de salir corriendo de allí. Apenas Sai concretó la ‘cita’ ya me había arrepentido y si no fuera por la pisca de orgullo que aún poseo, le hubiera rogado que le diga que ya no, porque ya a estas alturas era ridículo.

¿Qué esperaba con todo esto? ¿Qué iba a cambiar? Pues la respuesta estaba pintada en todas partes: Absolutamente nada. 

Ya estaba todo claro, todo tan obvio: Sasuke y Sai se gustan, decidieron ir contra todo para poder darse la oportunidad de ‘ver que pasa’. Pero eso era algo que aún no asimilaba Lee, no es que yo lo hubiese hecho del todo, pero estaba tan evidente lo que ocurría ahí, que ya hasta pena me estaba dando de mí mismo.

-Apuesto que hasta se han acostado- Resopló con un toque de rencor el cejas encrespadas a un costado mío. Yo me helé con tal pensamiento, y ya a estas alturas, ¿Qué más podría esperar?

 

“Todavía hay quien se pregunta cómo puede ser tan serio y frio Escorpio fuera de la cama, y tan delicado y dulce dentro de ella”.

“Cuando está en la intimidad, Piscis es capaz de saber lo que quiere la otra persona. Lo sabe y que nadie se pregunte como lo sabe exactamente. Pero menudo as tiene en la manga con eso.”

 

Oh si, el sexo. De todos los temas que podría sacar de mi relación con Sasuke, es que en el sexo todo era en otro nivel, cada vez subía como la espuma, era inexplicable como conectábamos tan profundamente, puedo decir sin temor a equivocarme que el temita fue lo esencial aquí, lo cual no habla tan bien del todo, ¿o sí? No, no es que sólo ahí estábamos bien, estábamos mejor que otras veces, pues sí.

-Eres la tentación en persona Naru. He estado con muchas parejas antes, y no es por nada  pero, ninguna ha sido como tú, nadie me hace sentir como tú, así… tan amado.

Sasuke siempre daba a entender que siempre buscaba algo más en cada encuentro, y bueno, yo se lo concedía. Así que, en dicho asunto, también llegué a pensar lo que Lee, y no es el simple hecho de que lo hayan tenido sino que Sai logre cambiarme de ‘lugar’ hasta en eso.

-Ya no lo pienses tanto- le acaricié los cabellos mientras el gemía quedito.

DING DONG

Me congelé por completo, mis piernas no respondían y Lee me hacía todo tipo de señas para que corra hacia el baño como habíamos quedado.

-Cuando llegue te escondes en el baño para que cuando él entre sea a mí a quien vea sentado esperando para ‘hablar’, cuando en realidad será contigo y yo los dejaré solos, sé que Sai no saldrá de su cuarto tampoco esperando a que te lo lleves de aquí. No te preocupes, todo saldrá bien, ¡no te pongas tan nervioso Naru! Hemos llegado hasta aquí, solo falta esto.

Y así lo hice, corrí hacia el baño esperando que Sai o su hermana fueran a abrir la puerta del garaje para que Sasuke parqueara su moto. Y fueron los 3 minutos más largos de mi vida y no había ningún movimiento de parte de afuera.

DING DONG

-¡Ni mierda! –en el momento que al fin me decidí a salir de mi cueva, como una ráfaga de viento la hermana mayor de Sai Karin, salió disparada diciendo ‘Yo no sé qué pasa aquí’ para acto seguido atender a un Sasuke seguramente cabreado. Al ver su volante y casco negro, no pude avanzar más del marco con la esperanza de que Karin lo llevara al garaje. Y no pude haberme equivocado tanto.

-Arreglen sus asuntos en otro lugar, esta casa se respeta- Alcancé a escuchar, y un impulso asesino de cerrarle la boca me entró- Naruto – fue lo último que escuché de parte de karin antes de que me asomara al fin para encararlo. Ni si quiera puedo decir que fue sorpresa cuando Sasuke me vio antes de arrancar como alma que lleva el diablo. Lejos de ponerme a llorar como desesperado por la impotencia y dolor de que el plan se haya ido al caño por culpa de Karin y mía.  Mía por  no haber salido en la primera timbrada, sobretodo porque era verdad, fue mala idea haberlo citado ahí en casa ajena, pero es que no había otra forma menos sospechosa de hacerlo.

Ira, furia, cólera, impotencia, no sé cómo pude controlar tanto en mi delgado cuerpo. Unas ganas incontrolables de golpear a todos, más que a nadie a karin quien ya se me acercaba con intención de calmarme.

-Naruto, creo que deberías irte a casa, a descansar y pensar mejor las cosas, todo es un malentendido.

-¿Dónde se fue? ¿Qué le dijiste?- alcance a decir con todo el autocontrol del mundo, pero de seguro mi rostro estaba en total desacuerdo con ello.

-Tranquilo- sentí que empezó a preocuparse realmente- No tengo idea donde se fue, me imagino que de vuelta a su casa. Naruto, no fue correcto que lo trajeran hasta acá para aclarar sus problemas, aquí se respeta.

-Mi intención no era hacer un estrépito aquí solo lo citamos con Lee para poder llevarlo afuera a hablar, sin escapatoria.- Lee solo alcanzó a agregar un ‘Exacto’ claramente conteniendo también sus ganas de golpear.

-Pues a mí no me han dicho nada de eso- se alzó de hombros con cara desconcertada.

-Aquí estoy.

Sai anunció apoyado en el marco de la pared, donde me di tiempo de observarlo con detenimiento: estaba recién bañado por su cabellera mojada y olor a jabón de flores, con ojos totalmente hinchados y rojos observándome, toda mi ira se redujo a culpa. ¿Qué acababa de hacer? Está bien, ese par de bastardos me debían una estúpida explicación para poder irme en paz para siempre, pero de acuerdo, fue incorrecto haber llevado el problema a casa ajena, a una casa de familia respetable donde yo era bienvenido desde hace años.

Y no es que yo no diera por finiquitado todo aquí, pero no lo quería de aquella forma.

Con todo autocontrol respiré profundo para dirigirme a Sai:- ¿Puedes por favor volver a llamarlo?- El aludido busco en seguida en su pantalón el aparato para llamar hasta que Karin refutó.

-¡No lo hagas Sai! No debes hacerlo porque…- Desde ahí mis oídos se volvieron sordos, observé como Karin se oponía a que Sai accediera a mi pedido, como su madre había llegado preocupada hasta nosotros con clara intención de llorar por la situación que habíamos creado.

-La mamá de Sai no se lo creyó cuando le conté cuando los vi ese día en el Malecón “no puedo creerlo, ese chico no me agrada mucho, yo te veía a ti como su seguro esposo, no puedo creerlo”.

Ante la asfixiante escena y del coraje acumulado por el cobarde de mi ex, opté por hacerle caso a Sai ‘llámalo tú’

-Mierda- bufé hurgando en mi bolso hasta dar con el dichoso aparato, me alejé de todos hasta llegar al garaje esperando mientras escuchaba el típico tun tun de espera. Lee, tan buena gente como siempre estuvo a mi lado esperando también.

Hasta que contestó.

-¿Aló? –el tráfico se escuchaba claramente al otro lado de la línea y ni eso pudo contrarrestar el tono cabreado que se manejaba el dichoso.

-¿Dónde estás? –Hinqué un poco divertido.

-Caminando…

-Hahaha, Sasuke estoy donde Sai

-Lo sé, por eso me fui

-Que cobarde…

-¿Qué?

-Que eres un COBARDE

-tsk, ¿Por qué todos piensan eso? ¿Y porque en casa de Sai? Estas cosas no me gustan- Y lo sabía con perfección, esas cosas ‘inmaduras’ les mosqueaban a Sasuke y esta vez le daba la razón, pero ya estaba metido hasta el cuello y tenía que finalizar lo de este maldito día.

-Te espero entonces en el Malecón- mi paciencia milagrosamente se estaba acabando.- Te espero Sasuke.

-…- Pude contar exactamente 50 segundos ante su silencio, para después escuchar la respuesta que sabía que iba dar – No, no, esto no me gusta, chao.

 

“Escorpio prefiere matarse él y morir a que otros lo maten”.

“Piscis: El problema es que te guardas todo lo que sientes”.

 

Y esa vez fue la última vez que escuché su voz.

Me despedí de la mamá de Sai y de todo lo que me conectaba a él y su familia, ella alegaba que todo era un error, un simple malentendido y la entendía, ninguna madre puede creer que su hijo haya caído en una situación de infidelidad y traición. Así que solo me callé mientras asentía. Una vez afuera con Lee, caminábamos hacia donde se suponía hace unos minutos lo hubiéramos hecho con Sasuke. El delgado y alto de mi ahora, ‘amigo de traición’ no paraba de preguntar si estaba bien, me aconsejaba que me desahogue, y ese era mi maldito problema, suelo guardarme todo, tragarme todo hasta estar completamente solo, detestaba incomodar a los demás y mi maldito ser de buen samaritano siempre destilaba un apoyo a los demás de donde me era difícil decir que no hasta acabar con sus problemas. Maldito signo el mío.  

-Maldita sea Lee, iré a su casa. Esto se debe acabar hoy mismo, te juro que ya no haré nada más de aquí con el asunto.

-¿Estás seguro?-Me observó preocupado mientras yo asentía limpiándome las lágrimas- Entonces te acompaño, estaré afuera de su casa esperando que hablen y si las cosas se ponen feas yo haré acto de presencia.

 

“El fuerte carácter de Escorpio es de ese tipo que no es fácil de controlar. Hay personas de carácter fuerte que ceden en algunas cosas pero Escorpio, no. Escorpio es duro de pelar y no cede mucho si no quiere”.

“A Piscis pocas veces le veras siendo contundente, afirmando algo de forma rotunda. Su manera de decir las cosas no es ni directa ni agresiva. Es más suave, como el propio Piscis.”

 A Sasuke era difícil de verlo enojado o fuera de sus estribos, pero según experiencias que me ha contado su propia madre, era mejor no provocarlo porque no hay dios quien lo calme hasta que todo se apacigüe, por eso nadie se atrevía a hacerlo enfadar en su casa.

Así que, junto con Lee, emprendimos un viaje hacia la aldea oculta entre las Rocas, donde residía el Uchiha. Primero que nada, Sasuke y yo vivíamos literalmente punta a punta. Para hacerlo más gráfico mi hogar quedaba al comienzo de la ciudad y el de él ya comenzando la siguiente. Así que me estaba exponiendo mucho con viajar más de una hora en bus aunque acompañado de Lee, quien sabe cómo acabaría reaccionando Sasuke al saberse descubierto y acorralado. Definitivamente no iba a acabar bien. Después de una hora llegamos al parque más grande de la ciudad, del país mejor dicho el famoso ‘A kage dream’ con más de 850 Ha. Con 57 canchas deportivas, el estadio de futbol nombrado en honor al famoso futbolista Kakashi Hatake, ciclo vías, áreas de camping, zonas de concierto, lagunas, un sinfín de cosas para un sinfín de actividades, era hermoso y un lugar perfecto para aclarar la mente antes de la tormenta. Este parque quedaba a más de media hora de la casa de Sasuke, por lo que estábamos cerca en el lugar perfecto.

Pero de pronto me acordé de Mikoto quien no me dejaría las cosas fáciles para hablar con el teme.

-¡Ah claro! ¡Su madre ¡ -Lee flipó cuando agarré mi celular para acto seguido marcar. No podía caer a la casa de Sasuke sin antes avisarle a Mikoto, ella, una abogada de carácter fuerte y humilde, siempre velando por la justicia (de ahí su profesión) estaba 100% seguro que no iba a tolerar ningún escándalo. Y no era exactamente de parte mía que lo iba a obtener.

-Hola querido mío, ¿Cómo estás? Ya me enteré del lamentable suceso entre mi hijo y tú, solo quiero decirte que no hay mal que por bien no venga mi rey.

-Buenas tardes Señora Mikoto- carraspeé un poco antes de continuar, su dulzura y atención siempre serán tratos que voy a extrañar, y me costaba evitar llorar. Maldita sensibilidad la mía.-Si, lo se… el motivo de mi llamada es para decirle que si puedo ir a su casa…

-¡Claro! Eres más que bienvenido mi rey- Ni si quiera me dejó terminar la frase.

-No, es que necesito hablar con su hijo, con un amigo lo citamos para hablar de un asunto delicado y … se fue, escapó.

-… HAHAHAHAHA ay Dios haha

Aluciné con su estrepita risa, hasta Lee la pudo escuchar alucinando también.

-Típico de él, lamentablemente lo heredó de su padre. Pero dime, ¿Qué ocurrió? ¿Podría ayudar en algo?

-Exactamente eso quería pedirle, que por favor, por cualquier cosa que pudiera pasar, no, no se meta por favor…

-¿! Como que no me meta!?- Se alarmó claramente ofendida- Conozco muy bien a mi hijo y sé que cuando está enojado suele reaccionar muy groseramente incluso podría hasta odiarte.

Y eso lo sabía perfectamente.

-Así que no me pidas que no me meta si veo alguna reacción violenta de su parte, sabes cómo me pongo Naru.

Nuestra conversación fue, para mi sorpresa además de larga, muy amena. Me aconsejó de todas las formas posibles junto a su propia experiencia con Fugaku Uchiha, padre de Sasuke. No fue algo nuevo saber su historia puesto que Sasu me la había contado: Fugaku era marino por lo que no pasaba mucho tiempo en un solo lugar. En una de sus tantas reuniones en la base marina principal del país, se conocieron. El romance fue inevitable, donde tuvieron dos hijos: Itachi y Sasuke, aunque su padre nunca estuvo presente como debía, añadiendo que era lo que conocemos un ‘Don Juan’  Mikoto nunca se quedó estancada y pudo sustentar económicamente su hogar, descuidando obviamente, el tiempo para dedicarlo cálidamente a sus hijos. La vida de Sasuke no fue las más colorida ni fácil, pero él nunca se sintió infeliz. Pero mi fina intuición siempre me dijo que la falta del modelo paterno en su vida si le marcó en más de una ocasión, cuando se refería a Fugaku jamás le decía padre o mostraba algún tipo de comprensión por lo que hizo. Lo cual era entendible.

Durante nuestra larga plática, entre risas, y llanto que Mikoto me sacaba, ella todo el tiempo se refirió a su propio hijo como el malo ‘No gastes pasaje ni tiempo en alguien que no vale la pena Naruto’ ‘El quien se cree muy vivo en esta vida y anda haciendo daño a los demás, terminan atropellándose a la vuelta de la esquina, querido’, entre otras acusaciones muy fuertes en donde tuve que intervenir:

-¡Pero es su hijo señora!

-Por eso te lo digo, porque lo conozco.

En conclusión, el plan terminó incompleto, no pude hablar con el teme, pero una paz se apoderó de mí. Hablar con su madre me hizo ver muchas cosas, todo lo que ella me decía era verdad.

Lee y yo conversamos en todo el trayecto de regreso sobre lo que nos pasó, aun incrédulos de la situación pero ya mejor asimilada. Ya está, ya fue, ambas relaciones expiraron.

No podíamos hacer nada más que aceptar la cruda realidad.

-------------

 

Dos semanas después, ocurrió una catástrofe en el país. El primer terremoto en la historia de Shippuden. Con 7,8 Mw (escala sismológica de magnitud de momento). No se pueden expresar con palabras todo lo que vivimos durante ese minuto de movimiento telúrico, donde miles de familias se quedaron sin hogares, y sin sus familiares.

La señal móvil, efectivamente, se suspendió por las siguientes dos horas aproximadamente. En cuanto pude, le escribí a Mikoto preocupado sobre su estado, indirectamente el de Sasuke,  a quien prometí no volver a escribir. Ni debía hacerlo después del último recuerdo de un cobarde huyendo en su moto.

De repente, me llegan notificaciones a mi celular. Cinco mensajes exactamente de Sasuke Uchiha

-¿Cómo estás? Are you ok? Asdasdasdasd asdaddas  asddddd

Estúpido azabache, el orgullo se termina cuando ves la posibilidad de estar vivo por última vez.

Por supuesto, le contesté alegrándonos de saber que nos encontrábamos bien.

 

Y solo Dios sabrá cuándo volverá a ocurrir.

 

Fin.

(?)

 

PD: Sai es Géminis y Lee Virgo. Pero su historia es otra saga.

Notas finales:

T.T lo se, lo se, no me escupan por favor (?)

En particular, tengo cierta aficion por el horoscopo, llamenme inmadura o por el estilo, pero creanme, el signo de cada persona pega mucho con su personalidad. Un 90% de acertividad tiene.

Escorpio y Piscis aunque sean del mismo elemento agua, son 95% opuestos al igual que mi pareja favorita SasuNaru.

Polos opuestos se atraen dice el dicho, pero ¿Eso es suficente para mantenerse eternamente?

 

Pues este fue uno de los casos que no.

Espero sus rr, de quejas, sugerencias, aclaraciones o sorpredentemente de felictaciones xD

GRACIAS POR LEERME. <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).