Anima Vitale Vinculum.
"Ritual ancestral espontaneo: Anima Vitale Vinculum (Enlace vital del alma)
Prefacio:
La magia, es un recordatorio eterno, poderoso y firme del lazo sagrado que nos une al aliento de vida, el cual fue generado por el primer sentimiento.
Cuando el recordatorio se vuelve cada vez más fino, da paso al olvido, la magia comienza a desaparecer, en consecuencia, el entendimiento se vuelve cada vez más complicado y lento...
Pero el aliento de vida es muy sabio y cada cierto tiempo, elige a dos seres, llenándolos de cualidades inusuales y fascinantes, estas características dadas, les hará posible enlazar y canalizar su enorme poder ancestral, eternamente... incluso más allá de la muerte"
Primer capítulo: "Los recuerdos de Hermione"
Hogwarts 1999... finales de otoño, últimos días de noviembre.
Los últimos rayos de sol otoñal, se asomaban débiles por entre los ventanales que daban a la sala común de Gryffindor.
Hermione bajó lentamente las escaleras del cuarto de chicas, llevando entre sus brazos un antiguo libro de hojas amarillentas y gastadas, no tenía titulo, solo un círculo dorado, que llevaba dentro el símbolo de dos serpientes mordiéndose la cola en un ciclo infinito y ambas se entrelazaban formando una especie de número ocho horizontal.
La chica suspiró con una dolorosa sonrisa, sintiendo como sus emociones se debatían entre el alivio y la angustia. Se sentó cerca de una ventana, desde el que se veía un desteñido atardecer.
"¿Es que Harry nunca iba a dejar de meterse en problemas?"-pensaba frustrada la joven de cabellos castaños... y añadió una linea de pensamientos extra "-no solo son problemas... son: enormes problemas"
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Hogwarts 1999 primavera, primeros días de septiembre.
Hermione recordaba que tuvo un presentimiento extraño cuando se bajó del expreso de Hogwarts, sentía que ese último año sería el más bizarro de todos, lo confirmaba por la tensión que se sentía dentro de los vagones cuando algún Slytherin caminaba por los pasillos. La guerra contra el señor oscuro había terminado, pero las cicatrices aún seguían abiertas.
Los días posteriores al comienzo de clases se convirtieron en una especie de cacería, varios estudiantes cegados por el odio se agrupaban a la salida de las mazmorras y allí esperaban a los Slytherin para acosarlos y embrujarlos. Habían bromas repugnantes que hacían que a Hermione se le revolviera el estómago de asco, horror e indignación, algunas se pasaban de peligrosas y dolorosas, así que para luchar contra la ola de rencor que caía sobre Hogwarts, les hizo jurar a sus amigos que jamás harían cosas crueles y ruines contra las serpientes, trató de hacerles entender que muchos de ellos no tuvieron otra opción que seguir a sus padres mortífagos, la directora McGonagall orgullosa de su sensatez, la apoyó en la propuesta.
Muchos fueron los que se sumaron a la campaña de ya no más guerras, otros tantos con sed de venganza por sus compañeros muertos, la rechazaron tajantemente, ganándose perdidas de puntos, castigos comunitarios y la ira de la directora que ya no sabía que más hacer para detener los acosos y las expulsiones de sus alumnos.
Ron lo juró a regañadientes, aún dolido por la perdida de su hermano, Ginny se resignó al ver que Ron y su novio también juraban, en realidad apoyaba a Hermione, todo había sido culpa del señor tenebroso y sus ideas egoístas, no de los alumnos obligados por sus padres.
En esos días de hostigamiento hacia los de Slytherin, Ginny había percibido algo diferente en Harry, no sabía bien que era, se le notaba distraído, la razón le decía que tal vez la guerra lo había hecho madurar, sin embargo, había algo más profundo... sentía una corazonada... eso pensaba, mientras notaba como la mirada de su novio se dirigía de reojo por la mesa de los Slytherin, mientras los estudiantes de otras casas, volteaban otra vez el desayuno de Malfoy en el suelo... si hubiera prestado más atención a los puños temblorosos de Harry bajo la mesa, hubiera notado su furia... como sí lo había hecho Hermione.
La chica de cabellos castaños sabía que la anterior batalla había dejado a Harry destrozado, perdió a muchos amigos, pero eso no le había impedido ver más allá del dolor, en el bando contrario también estaban sufriendo... no todo era blanco y negro, había una larga escala de grises que considerar y eso él lo entendía más que nadie, recordaba cuando Harry le había contado que durante el verano, había entrado accidentalmente a una capilla muggle y había encontrado una biblia abandonada en el suelo, la levantó y echó una ojeada leyendo algunos versículos, todos hablaban curiosamente acerca de perdonar al enemigo... irremediablemente pensó en la familia Malfoy, quienes serían sentenciados individualmente en la corte.
Narcissa Malfoy había salido libre por no llevar la marca y por cooperar con Harry Potter, cuando tenía que comprobar su muerte. Lucius no sufrió la misma suerte por poseer la marca y afirmar que realmente había estado de parte del señor oscuro, gracias al veriseratum que le dieron a tomar para que hablara con la verdad, en cambio, Draco Malfoy estaba literalmente con un pie afuera de Azkaban y otro dentro... le habían dado una última oportunidad, a pesar de tener la marca tenebrosa. Harry acudió como testigo y había dado testimonio, de que Malfoy lo había intentado ayudar en varias ocasiones, a pesar del miedo de traicionar a su familia y el miedo de que Voldemort descubriera sus ocultas intensiones.
Después de deliberar se dio el veredicto, el cual fue: libertad condicional fuera de la fortaleza de Azkaban, restricción de salidas fuera de las fronteras de Hogwarts y embargo de todos sus bienes monetarios, su madre y él deberían sobrevivir con una módica subvención del ministerio...
Granger aún recordaba los ojos tristes de Harry tras salir de la audiencia, ella estaba con Ron, en las afueras del juzgado esperando poder ayudar con los testimonios, él les había dicho que Draco Malfoy tenía libertad condicional y que continuaría sus estudios en Hogwarts protegido de los mortífagos rezagados, si bien era una buena noticia, la tensión en Harry le hacía deducir que el castillo no sería el lugar más seguro para mantenerlo... literalmente lo estaban arrojando a los leones.
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A toda la situación anterior, a Hermione se le sumó otra preocupación que le había dado un verdadero quebradero de cabeza, una nueva profecía...
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Hace meses que Ginny Weasley venía soñando con dos oroboros* entrelazadas, comiéndose la cola, las serpientes la miraban con rechazo diciéndole "tú no eres apta, él está destinado a enlazarse perpetuamente a otra alma, la magia ancestral así lo ha decidido" luego veía a su novio Harry alejándose fríamente de ella, adentrándose en un oscuro bosque.
Cuando los sueños se volvieron más aterradores Ginny no pudo más y le contó a Hermione, ambas se pusieron a investigar en la clase de historia de la magia, en la de runas antiguas y en la biblioteca para ver si había algún dibujo parecido al que la pelirroja había soñado... pero no lo encontraban... no tenían ninguna pista de lo que podrían significar los repetitivos sueños, pero un día en la clase de adivinación ocurrió algo extraño.
La profesora Trewlaney había pasado revisando cada bola de cristal, se detuvo con cautela en la esfera del chico albo, se mostró asombrada e incrédula al examinar la figura que se dibujaba dentro de ella, luego miró profundamente a los ojos plateados de su alumno, como si quisiera encontrar algo en el fondo de ellos, parecía que iba a decir algo, pero se contuvo, alejándose y revisando las demás esferas dejando al muchacho confuso, tal vez era cierto que la profesora estaba loca, pensó.
Cuando llegó a la esfera de Harry, literalmente saltó de conmoción... ¿que había descubierto Trewlaney? allí había gato encerrado, era como aquella vez cuando la profesora había desvelado la profecía de que el joven de la cicatriz derrotaría a Voldemort.
Al continuar observando todo en secreto, la mente hábil de Hermione se puso a trabajar conectando las piezas y engranajes a una velocidad sorprendente, como siempre, a ella no se le escapaba nada.
Al parecer la maestra de adivinación estaba ocultando una reciente profecía... que para variar, parecía involucrar no solo a su amigo, si no que a Malfoy también, lo notó cuando la mirada de la profesora se clavó aturdida en ambos y luego soltó un cántico ridículo, cambiando rápidamente de tema, pero Hermione no era tonta, a Trewlaney se le notaba la ansiedad a leguas, sabía perfectamente que ocultaba algo de proporciones alarmantes ¿pero tan importante sería que no podía revelarlo?...
Al terminar la clase, la castaña le dijo a sus amigos que la esperaran en el comedor, que había olvidado algo, ellos al final accedieron desconfiados, ¿en que líos estaría metida Hermione? se comportaba raro desde hace meses y se lo pasaba en la biblioteca cuchicheando con Ginny.
Pidió hablar con la maestra en privado, terminaría sacándole la verdad a punta de veriseratum si era necesario, esta había rechazado la petición y hacía amago de escaparse con la excusa de que llegaría tarde a una reunión del profesorado, pero la chica fue directo al grano.
-"¿que fue lo que vio en las esferas de Harry y Malfoy profesora? usted vio algo, lo sé"-le recriminó.
-"señorita Granger, veo que lo ha descubierto, pero como verá... no puedo decirlo, la magia de esta profecía es tan antigua como la primera magia existente, si lo dijera, las personas involucradas estarían pendientes a cada momento y no estarían dispuestos a que la magia obre... por favor mantengamos esto en secreto, a pesar de los signos que vea a diario, hágase la que no sabe, todo debe ocurrir con naturalidad..."-susurró casi la mujer conteniendo la emoción mientras sus ojos se humedecían.
"¿es... sobre... oroboros entrelazados?"-se había atrevido a preguntar en el mismo tono susurrante.
-"los oroboros son símbolos de un lazo fuerte, perpetuo y sagrado"-le respondió, como si estuviera recitando un poema.
-"¿es eso lo que vio en las esferas?.......... un lazo perpetuo... ¡oh por favor! no me diga que ellos..."-Hermione se vio silenciada abruptamente.
-"shhhh"-Trewlaney hizo una cautelosa señal de silencio y después sonrió con complicidad.
-"déjelo estar señorita Granger, lo que la magia decide no podemos evitarlo, será positivo, el cambio vendrá con ellos, no es para hacerles daño, será para bien, así que quédese tranquila, pero si todavía tiene dudas busque en la sección más alta de rituales espontáneos en la parte superior de la biblioteca, un libro sin nombre con dos oroboros y el ritual más poderoso de todos... y dígale a la señorita Weasley que deje ir, que un corazón cálido vendrá pronto y no será el del señor Potter"-la joven tragó saliva... otro asunto con el que lidiar... el corazón roto de Ginny.
Cuando Hermione había ido a buscar el libro a la biblioteca recordó que no tenía titulo, así que no sabía como pedirlo, frustrada tuvo que recitar hechizos levitantes para sacar cada uno y ver si tenían las serpientes entrelazadas, cuando pasó alrededor de una hora, llegó Luna usando un hechizo de levitación para poner el texto que había estado leyendo en su lugar... Hermione curiosa, detuvo el misterioso libro en el aire y miró a la muchacha aturdida, ¡por merlín era el que estaba buscando!
La rubia siguió sonriendo y lo único que dijo fue... -"algo grande va a pasar... ya sabes... los oroboros que están sobre Harry y Draco, están empezando a girar"-desde entonces, Luna y ella se habían vuelto confidentes acerca de esa profecía.
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La mirada de Hermione seguía en la ventana mientras evocaba sus memorias desde que habían llegado a Hogwarts ese año.
-esta ocurriendo ¿verdad?-preguntó la rubia con la mirada fija en el sol que se escondía a lo lejos.
-si y es abrumante- susurró Hermione, apretando más contra su pecho el libro enigmático sin nombre.
-ya pasará... solo hay que esperar a que el ritual acabe.
-puedes decirlo fácilmente, porque tu lazo de conexión con Harry no es tan fuerte, pero Ginny, Ron y yo... que hemos estado a su lado todo el tiempo... nos está afectando...-dijo mirando escaleras arriba, mientras recordaba como Ron se había ido a los dormitorios, enfadado...
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Hermione lo había escuchado discutir con Harry, luego de que éste recibiera un patronus por parte de Blaise Zabini, suplicándole que saliera a buscar a Draco quien estaba decidido a salir de Hogwarts para rescatar a su madre, el pelirrojo le alegó que era una trampa y trató de obstruirle la pasada hacia la dama gorda, pero Harry en desesperación lo empujó con un hechizo aturdidor logrando escapar finalmente, dejándolo con un agrio sentimiento de frustración y traición.
Al escuchar la contienda, Ginny entró por el umbral pidiendo explicaciones, pero ya era tarde ¿donde estaba Harry? preguntó y Hermione fue la que la puso al tanto.
Ginny había reaccionado llorando de frustración y rabia, quería salir del colegio para detener a Harry de su intento de ser el salvador del mundo otra vez, no quería que se arriesgara más, especialmente por gente como Malfoy ¿por que con él de todas las personas? ¿por qué no podía simplemente dejarlo a su suerte? ¿por qué tenía que ir a salvarlo de las bromas y golpizas de los que querían vengarse?
Estaba furiosa porque sentía a su novio cada vez más lejos, porque parecía obsesionado con el hecho de perdonar a su rival, porque veía que de pronto su sonrisa ya no se la dedicaba a ella, sino a él.
En todos los desayunos, los almuerzos y las cenas Harry estaba ausente... se la pasaba en la enfermería cuidando de quien había sido un imbécil cretino, curando sus heridas, compartiendo las comidas, estudiando juntos, charlando juntos como nunca lo habían hecho en sus vidas, Ginny Weasley lo comprendió entonces... las palabras en sus sueños... "tú no eres apta, él está destinado a enlazarse a otra alma, la magia ancestral así lo ha decidido", mientras pensaba estas cosas, Hermione le explicaba que la madre de Malfoy estaba en el hospital de san Mungo recuperándose de un ataque por parte de los mortífagos que aún quedaban dispersos por Inglaterra, le contó que era probable que quisieran asesinarla esa misma noche y que Harry había hablado con algunos aurores conocidos para que le hicieran el favor de protegerla, pero Malfoy desconfiaba de ellos y era esa la razón por la que estaba tan desesperado como para salir de Hogwarts...
Cuando Hermione le preguntó que es lo que habría hecho en el lugar de Malfoy, Ginny se quedó muda, de pronto la idea de perder a su madre le resultó insoportable y buscó consuelo en los brazos de Hermione, que la apañó hasta que el efecto del hechizo de ensoñación la hiciera dormir profundamente.
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Hermione volvió de sus recientes recuerdos al escuchar la voz de Lovegood inusualmente seria.
-puede que no estemos sintiendo con la misma intensidad, pero es un hecho de que estamos todos conectados por un lazo luminoso que no había visto antes, incluso los torposoplos parecen afectados por... este llamado "aliento de vida"-le contestó Luna sintiéndose algo sobrecogida por el estado de su amiga.
-duele-Confesó Hermione con lágrimas que ya bajaban por su rostro sin poder contenerlas, sentía un dolor quemante en el fondo de su pecho, un dolor que le pertenecía a Harry... y a Malfoy...
-ya pasará... ya pasará-le decía la rubia sobándole la espalda intentando consolarla.
Solamente la directora McGanogal, la profesora Trewlaney, Luna, Hermione y algunas criaturas mágicas, sabían acerca de la profecía, también sabían de las señales del ritual que se estaban presentando en el ánimo del castillo, todos parecían irritados, angustiados y ansiosos, incluso los fantasmas y personajes de los cuadros, era una suerte que ya hubieran dado el toque de queda y que los alumnos estuvieran dentro de sus casas correspondientes, evitando así una posible contienda masiva.
En alguna parte del libro se señalaba que el aliento de vida era tan poderoso que amplificaba y expandía a su alrededor las emociones y sentimientos de los canales escogidos, era esa la razón probable de que se sintieran de la nada, tan afligidos.
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En las mazmorras Zabini, Pancy y Nott se paseaban de un lado a otro como si quisieran hacer un agujero en el suelo, hace unos instantes habían tratado de impedir que Draco saliera de las mazmorras, pero habían fallado de manera desastrosa, Zabini todavía se sobaba la mandíbula por el violento golpe que Draco le había propinado con el afán de soltarse de su agarre... con tristeza recordaba las palabras que había gritado al salir por la puerta. "ustedes no saben como me siento, ni siquiera son mis verdaderos amigos, nunca los he tenido, ni nunca los tendré"
-¿como se atreve?-siseó el moreno sulfurado.
-Blaise, lo dijo sin pensar, no te lo tomes a pecho-dijo la chica Slytherin suspirando angustiada.
-han pasado casi quince minutos ¿crees que Potter recibió el patronus?-cortó Nott, preocupado mientras invocaba un "tempus"
-supongo que sí, a menos que... no quiera ayudarnos-volvió a suspirar Pancy caminando mas a prisa de un lado a otro.
-razones le sobran, le estamos pidiendo un favor bastante difícil después de todo-dijo Blaise derrotado.
-le mandaría mil patronus y se lo pediría de rodillas jugándome todo el orgullo si fuera necesario, pero haría absolutamente cualquier cosa con tal de impedir que vaya a Azkaban... lo juró-lloró Pancydeteniéndose al fin, el par de chicos se acercó a la muchacha sintiendo su tristeza, no serían capaces de ver a su Dragón pudriéndose tras las rejas de ese horrible lugar... la abrazaron dándole consuelo y calmándola con frases tranquilizadoras.
De pronto, una luz blanca iluminó el lugar, era un patronus... un ciervo con las astas enormes, la voz de Harry se escuchó en la habitación.
-acabo de verlo entrando en el bosque prohibido, iré a por él ¿como puede ser tan cabezota? ¡le dije que su madre estaría a salvo por Merlín!-bramó Harry y luego agregó-no sé cuanto tiempo me tarde, pero no se preocupen en vano, lo traeré de vuelta, sea como sea- y el mensaje se desvaneció dejando a los tres con el alma en un hilo.
-eso esperamos, Potter, te lo dejamos a ti.
continuará...