_ ¡Jefe, jefe! En unos minutos debe ir a la sala de juntas, los inversionistas de Vancouver quieren cerrar el trato definitivamente de acuerdo a los términos…-
_ ¡Ni hablar! El jefe debe asistir a la cena con los miembros representantes de Tecno SMK para la verificación de los nuevos ordenadores, hemos cancelado por más de tres semanas. Se anularan los contratos…-
_ Señor, los vicepresidentes de Italia y Estados Unidos llamaron, necesitan con urgencia su presencia. Al parecer ha habido problemas con los ingresos la semana pasada…-
Tres mujeres empezaron a discutir bajo la atenta mirada de un hombre de cabellos plateados quien se encontraba sentado tras su inmenso escritorio llenando el papeleo que tenía pendiente. El jefe no les prestaba ni la más mínima atención a lo que tenía asignado para ese día, en su mente solo contaba las horas que le faltaban para poder retirarse a su hogar a descansar. Despego la mirada del grupo de mujeres que comenzaron a discutir más fuerte para mirar a través de su ventana el atardecer que se extendía por los altos edificios de Tokio.
Soltando un suspiro exasperado levantándose de su asiento para poder echar de su oficina a las chicas y así terminar de una vez por todas tanto su trabajo como la disputa.
_ Taka, Ume, Kame por favor retírense de mi despacho; tengo mucho que hacer antes de retirarme- las iba empujando levemente hasta la salida de su oficina como quien no quiere la cosa.
_ ¡PERO JEFE…!- gritaron las asistentes tratando de mantenerse firmes.
_ Taka envía a Ishi a la sala de juntas para que cierre el contrato. Ume que los de Informática se encarguen del control de los ordenadores, después de todo, esa son sus áreas y por último, Kame contacta con los vicepresidentes y desvía las llamadas a mi oficina mañana en la mañana- ya asignadas sus tareas cerró la puerta del despacho y le coloco seguro, la cabeza le daba vueltas y estaba seguro de que un día de esos terminaría en un hospital por agotamiento.
Las horas fueron pasando hasta que se hicieron las 21:00, el peli-plata cerró un último documento en su computadora que se trataba de un reporte de sus otras empresas sobre esos misteriosos desvíos bancarios que han ocurrido. Tomando sus cosas, fue hasta su reluciente limosina donde su chofer lo llevo a su hogar. Las luces estaban encendidas y un bullicio se escuchaba desde el interior de la casa, preocupado (aunque no demostrándolo) abrió la puerta para encontrar a sus hijos peleando por una consola de videojuegos.
_ Muy bien, hasta aquí…- dijo en voz firme deteniendo la pelea abruptamente, sus hijos al escucharlo se pararon rectos como estatuas.
El hombre los miro uno por uno esperando que alguno confesara el por qué más detallado de la pelea. Empezó por su hijo mayor; Brandon Tsukida, un chico de 19 años que estaba a punto de cumplir los 20, estudiante del segundo semestre en Leyes y futuro heredero de la compañía de Japón (o al menos eso pensaba el hombre) de cabello encrespado de color rojizo hasta las orejas, ojos gris-azulados como los suyos y piel blanca. Un muchacho carismático y amable.
Luego miro a sus hijas, las gemelas Kurokyo y Shirokyo Tsukida de 16 años, estudiantes de segundo año de preparatoria, ambas igualmente de cabello rojizo (aunque Kurokyo tenía algunos matices en gris) y diferenciándose en sus ojos, piel y personalidad. Shirokyo tenía el cabello largo y ondulado que siempre llevaba atado con una coleta, ojos negros y piel blanca, normalmente era muy tímida y necesitaba apoyo de sus hermanos.
En cambio, Kurokyo tenía el cabello también largo pero liso que siempre llevaba suelto, ojos también gris-azulados y piel trigueña. Ella era una fiel copia del hombre; era decidida, responsable, seria y calculadora, aunque de vez en cuando era cariñosa y bromista. Ella era la gemela mayor.
_ Explíquense- dejo sus cosas sobre la mesita de la sala y se cruzo de brazos dándoles a entender que no estaba para bromas.
_ Padre, no es nada del otro mundo. Es solo que Brandon hacia trampa y aun así tuvo el descaro de gritarme porque le estaba ganando- dijo Kurokyo antes de que sus hermanos abrieran la boca.
_ ¡Eso es mentira, oto-sama!- exclamaron Brandon y Shirokyo- Kuro-nee era la que hacia trampa, Brandon-oniisama solo le pidió que dejara de hacerlo y ella reacciono a los golpes- explico Shirokyo modestamente ganándose una mirada de muerte de su gemela.
_ Y luego de eso quiso romper nuestra consola- siguió Brandon agraviado.
_ Esa basura añosa debe ser destruida- murmuro molesta Kuro.
_ ¡Inténtalo y veras!- grito el peli-rojo abrazando la consola. Cometiendo un error.
Kurokyo se abalanzo sobre su hermano mayor, sin importarle que su padre estuviera presente, pero antes de poder siquiera darle un golpe fue detenida por su gemela quien la tomo y halo de la capucha de su sudadera, la mayor cayó al suelo de sopetón y gruño por lo bajo para levantarse de nuevo y arremeter contra su hermano pero esta vez fue interrumpida por su padre quien se coloco en medio del altercado.
_ ¡Basta Kurokyo!- la tomo por los hombros y la alejo de Brandon.
La gemela mayor solo se sentó en el suelo con los brazos cruzados mientras su hermana se sentaba a su lado sonriéndole afablemente, el mayor de los hermanos se tiro al sofá suspirando de alivio. El hombre solo los miro unos segundos antes de dirigirse a la cocina a tomar algo.
Los hermanos se quedaron en la sala; Shirokyo noto que de la maleta de su padre sobresalía un trozo de papel, curiosa lo tomo para ver que era sorprendiéndose del contenido. Era un informe de los vicepresidentes de Italia y Estados Unidos que decían sobre algo relacionado a perdidas de dinero en las últimas semanas además de información robada de otras empresas.
Eso era malo, su padre había invertido esfuerzo y tiempo en crear esa empresa de inversiones con socios aduaneros y líneas corporativas en el exterior como para que se derrumbaran por unos incompetentes que no pueden hacer nada sin su jefe. Según el reporte, sin la presencia del jefe los inversionistas quitarían su parte, los socios se irían y las empresas caerían en la bancarrota.
_ Kuro-nee mira esto…- le paso los papeles a su hermana quien se había recostado en el suelo, ella entendía mas de esas cosas.
La gemela mayor se sentó correctamente para poder leer mejor, apenas le echo un vistazo a las hojas analizo todo una y otra vez con una ceja alzada ¿desvíos, presencia del jefe, bancarrota? ¿¡Que carajos era eso!? Se levanto de inmediato para poder encarar a su padre. No podía creer la estupidez que estaba plasmada en ese trozo de papel.
Donatello Tsukida, el padre y jefe de la familia, se encontraba tomando un vaso de jugo tranquilamente en la cocina sin preocuparse en lo más mínimo de su empresa, después de todo pensaba que se resolvería tarde o temprano. Su paz se termino al notar a su furiosa hija en la puerta de la cocina con papeles en mano, de seguro se había enterado.
Resignado puso el vaso en el lavadero para encauzarse a su hija.
_ Shirokyo…-
_ ¿¡Porque todo el mundo nos confunde!?- grito la chica molesta, hasta su propio padre no podía diferenciarlas- Soy Kurokyo- aclaro con seriedad.
¬_ Gomen- dijo simplemente Donatello- ¿Qué quieres?-
_ Que me expliques esto- enseño los papeles semi-arrugados- No puedo creer que trataras de ocultar esto, sabes que todo lo relacionado a la empresa me… nos preocupa-
_ No lo estaba ocultando, solo no quería decirles- paso a un lado de ella para ir a la sala donde Brandon y Shirokyo revisaban los informes- Me enorgullece que se preocupen por la empresa pero me decepciona de que tomen las cosas sin permiso- dijo quitándole los informes a los hermanos.
_ Oto-sama dicen que tienes que estar en Italia y Estados Unidos en 2 semanas, eso es imposible- dijo Brandon por primera vez serio- Si vas a Italia, la empresa americana quebrara; si vas a Estados Unidos la europea es la que caerá, debes decidir-
_ En realidad tengo una idea- con una seña le indico a sus hijos que se sentaran en el lujoso y caro sofá blanco de la sala- Como ya sabrán siempre me ha gustado imaginar que ustedes hereden las compañías, más que todo tú Brandon- el peli-rojo desvió la mirada aburrido, siempre era el mismo sermón- Es por eso que he decidido que ustedes dirigirán las empresas extranjeras, tienen la experiencia suficiente así que no habrá problema alguno, contaran con el apoyo de mis colegas y el personal en caso de que no entiendan algo-
Los chicos se quedaron de piedras, no podían creer que su padre los considerara tan responsable como para dejarles el cargo de la presidencia. Se miraron entre ellos mismos de manera dudosa, no daban crédito a lo que sus oídos habían escuchado.
_ Eso significa que… Brandon-oniisama ira a un país mientras Kuro-nee y yo iremos a otro ¿cierto?- pregunto la de ojos azabaches con desánimo.
Donatello hizo una mueca extraña para los chicos menos para Kurokyo, ella podía leer los gestos de su padre a la perfección.
_ Tienes un plan- dijo Kuro alzando una ceja.
_ Efectivamente lo tengo: verán pensaba en… enviar Brandon y a Shirokyo a Italia-
_ Pero ¿y Kuro-nee?- pregunto preocupada la menor.
_ No se ofendan, pero Kurokyo tiene más habilidad en este tipo de cosas, ella dirigirá la empresa americana por su cuenta-
_ Pero oto-sama no quiero manejar la empresa ¡eso es aburrido!- se quejo el mayor poniéndose de pie.
_ Hace poco mande a construir una Empresa Discográfica cerca, así que necesito que vigiles e inaugures mientras estés ahí- menciono cansado tratando de persuadirlo.
_ ¡Hecho!- hizo un apretón de manos con su padre de eufórica, él adoraba la música así que estar pendiente de una compañía dedicado a eso sería emocionante.
Kurokyo rio levemente al descubrir un detalle, más no dijo nada, su hermano era muy ingenuo como para caer en una trampa tan simple. Su risa se vio interrumpida por la mirada minuciosa de su padre, sabía lo que le diría.
_ Estaré bien padre-
El peli-plata solo asintió y se levanto dándole un beso en la frente a las gemelas y una palmada en la cabeza a su hijo. Se fue a su habitación deseándole buenas noches a su familia. Shirokyo también se despidió de sus hermanos y se encamino a su habitación.
_ No puedo creer que supervisare una Empresa Discográfica ¡Por fin podre cumplir mi sueño de pertenecer al mundo del espectáculo!- decía alucinado el peli-rojo mientras Kurokyo lo miraba divertida.
_ “Que tonto eres Brandon-kun”- era lo único que pasaba por la cabeza de la peli-roja.
_ Aunque sigo teniendo esa sensación de que algo pasara en Italia, es como… si quisiera ir, pero… que descubriré algo, es un poco confuso- comento Brandon mientras se sentaba confundido a jugar videojuegos.
_ ¿descubrir algo?- repitió Kuro bajando la mirada, en eso un recuerdo le llego a la mente.
O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O
_ Por cobarde…- había dicho la ojis-gris de manera seria.
_ ¿Qué?-
_ Te vas por cobarde, por no poder luchar por tu amor-
O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O
_ “¡Ya lo recuerdo!”- la chica se tenso visiblemente cosa que atrajo la atención de su hermano- “Si Brandon-oniisama va a Italia podría descubrir a… espera un momento Kurokyo, puede que no lo haga y si lo hace, será una linda historia que contar algún día. Aunque… podría ser divertido”- se debatía mentalmente la gemela mayor- “Son en estos momento en los que le agradezco a Kami-sama el que Shirokyo tuviera ese accidente, si recordara quien fue a Italia, le diría inmediatamente a Brandon-oniisama y se armaría un escándalo”-
_ Kuro ¿estás bien?- le pregunto poniendo una mano en su hombro.
_ ¿Eh? ¡Ah, sí muy bien! Es solo que me lamentaba…- pensó un momento su excusa- Que no podre casarme con una natal- le mintió vilmente en la cara dramatizando un poco.
_ JA no te preocupes, de seguro y en América hay chicas lindas- relajado volvió su vista a su juego- Como yo espero que en Europa hallan chicos guapos-
_ Ni te lo imaginas- dijo por lo bajo Kuro sentándose con su hermano a jugar.
No sabían los problemas que les acarrearía haber tomado estas decisiones.
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