Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

hasta la proxima luna llena por yuram-cham

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ok como veo que algunas les molesto mi opinion la retiró para que no se ofendan. Así como retiro mis futuros proyectos para esta categoría..

No tengo necesidad de ser ofendida o aprovecharme de los demás este no es mi lugar y es triste pero ya no es mi problema

Buen dia

El manto negro cubría todo el cielo iluminando las calles con la calidez de la luna y sus estrellas, los grillos cantaban en medio del silencio de ese vecindario tan tranquilo. En una de esas casas, un joven rubio miraba varias fotos del ghoul del parche como famosamente se le conocía, mas él le conocía con otro nombre: Kaneki ken.


A hide no le costó mucho descubrir la verdad, al principio espero y espero pacientemente que Kaneki le digiera la verdad de sus propios labios, pero ese día nunca llego.  Lo único que obtuvo fue una inmensa tristeza al enterarse que su mejor amigo se había ido, lo había abandonado.


- ¿donde estarás? Kaneki – susurro el rubio tallando sus ojos debido al sueño, era aproximadamente la una de la mañana y el seguía revisando esas fotos en busca de alguna pista que le llevara a su amigo, y amor secreto.


Porque si, pese a lo que muchos creyeran solo una amistad, había oculto un amor tan grande que el solo pensar en su amado bastaba para seguir esperando su regreso. Él sabía que algún día Kaneki volvería a sus brazos. Y él estaría ahí dispuesto a esperarlo.


- mañana seguiré – menciono al tiempo que guardaba esas muestras de evidencias, que robo de la agencia, en uno de sus cajones bajo llave.


Con un gran pesar se levanto de su lugar encaminándose a su recamara, al llegar se coloco su pijama, nada extravagante solo un pans de tela ligera y una camisa de botones color negra.


- que calor – el rubio se encamino al balcón  de su habitación abriendo la puerta de vidrio que daba a esta, un aire helado pero refrescante llego a su piel dándole un espasmo de alivio


El rubio avanzo un par de pasos hasta recargarse en el muro que limitaba el lugar, desde ahí observo a la luna en su máximo esplendor.


- es luna llena – menciono al tiempo que una ligera sonrisa afloraba en su rostro. Hoy era la noche  que mas esperaba en todo el mes. Hoy después de 29 días lo volvería a ver.


Con un rostro más animado, se adentro a su recamara dejando la puerta del balcón abierta de par en par. Sin más se adentro en su cómoda cama tapándose solamente con una ligera sabana.


- ven rápido… Kaneki – murmuro antes de cerrar los ojos y ser llevado al mundo de los sueños.


*****************************


En un lugar retirado, debajo de conductos subterráneos. Se encontraba el escondite del clan integrado por los ghoul.


Como todas las noches en lunas llenas, Kaneki salió de su “recamara” esquivando a los otros miembros del grupo, con la intención de subir al exterior. Necesitaba verlo.


- ¿volverás a salir?- interrogo una voz a sus espaldas


- ese no es tu asunto. Ayato – respondió Kaneki sin siquiera mirarlo.


- lo es, ya que pones al grupo en peligro cada vez que subes-  renegó el peli azulado molesto.


- esto no tiene nada que ver con el grupo – objeto el albino no dispuesto a ceder.


- eres un necio. Que no sabes que también lo pones en peligro a él,  a ese con el que vas- renegó Ayato no dispuesto a dejarlo marchar.


- lo sé… pero ese no es asunto tuyo – repitió desviando la mirada ya algo molesto.


- ¿Qué caso tiene que te nos unieras para protegerlo si vas a exponerlo de nuevo?-cuestiono el menor con ironía.


-… - el albino no respondió solo permaneció callado.


-haz lo que quieras, solo se precavido – menciono el peli azulado dándose por vencido.


- mientras nadie me vea está bien ¿no?- sin esperar respuesta se marcho dejando a un molesto Ayato en la estación de trenes abandonada.


- este idiota, como sea, tendré que cubrirlo-menciono volviendo con los demás.


*


*


Por los edificios de la nocturna ciudad un joven caminaba, o más bien saltaba sobre las construcciones con una meta en mente. Al llegar una ligera sonrisa se coloco en sus labios, tratando de no hacer el menor ruido. Subió hasta el balcón donde como todas las noches encontró la ventana abierta.


- que descuidado – pensó en sus adentros. Ingresando en esa estancia que olía tanto a él, a su hide.


Con pasos silenciosos camino lentamente hasta la cama donde yacía su rubio dormido como todas las noches donde venía a verlo sin que él lo supiera, obviamente.


- hide- susurro acariciando lentamente los dorados cabellos del menor, confiado que al igual que las otras noches él no se despertaría- mi hide – volvió a susurrar acercando su rostro a ese exquisito cuello mientras aspiraba ese dulce aroma.


Como en todas esas noches, ese aroma narcótico cautivaba sus sentidos, y prometiéndose solo mirar- cosa que nunca cumplía- retiro un poco la sabana que cubría ese hermoso cuerpo.


Hide se movió un poco ante el aire fresco que llego a sus extremidades. Nada del otro mundo. Pero logro sobresaltar un poco al mayor quien rápidamente logro calmarse al ver que seguía sumido en su mundo de sueños.


El albino recorrió con sus ojos cada parte de ese ser, como queriendo memorizarlo en lo más profundo de su ser. Sus ojos miraron esos labios entre abiertos que le incitaban a ser devorados por él, bajando un poco mas se topo con su cuello, ese donde daban ganas de morder y marcar a su gusto, cosa que no podía y odiaba.


Sus ojos viajaron a ese pecho que era cubierto por esa camisa algo desabotonada dejando ver su ombligo y parte de su cintura. Tan pequeña y marcada que muchas mujeres enviarían de solo verla.


- no es suficiente – como todas las noches, mirar era una tortura, teniendo ese cuerpo delante de él, no podía resistir la tentación.


Mirando un poco al menor quien seguía inmenso en su sueño, se acerco al principio algo dudoso al rubio, con un poco de indecisión dirigió sus manos a los botones que le privaban de ver esos rosados pezones. Desabrocho uno por uno con una paciencia increíble.


Sus dedos tocaron delicadamente esa blanca piel que había quedado descubierta, la tentación era su peor enemiga y siempre sucumbía a ella.  Sus labios viajaron a esos botoncitos introduciendo uno en su boca, su lengua delineaba la orilla mientras sus labios succionaban un poco.


El morbo era demasiado y se incremento al escuchar un pequeño suspiro de los labios ajenos, subiendo su mirada noto al rubio removerse un poco y suspiro aliviado al verlo aun dormido.


Retomando su tarea, dirigió sus besos al pecho del menor descendiendo lentamente dejando una marca de saliva en su camino. Al llegar en el ombligo el albino introdujo su lengua en ese lujar al acto un sonoro gemido salió de hide nuevamente Kaneki volvió a mirarlo, este seguía dormido pero sus mejillas estaban rojas cual rubí.


- ¿un sueño húmedo?- pensó algo aliviado, aunque la duda de con quién soñaría le volvía loco de celos. El deseo de monopolizarlo era demasiado fuerte, quería que hide fuera de él y solo de él. Y para lograrlo era capaz de incluso matar.


- eres mío… solo mío hide- susurro acercándose a esos carnosos labios y besándolos con gran amor, sus labios acariciaban a los contrarios mientras su lengua se abría paso en esa cavidad. Sabia tan dulce que no ansiaba separarse.


El cuerpo entero de Kaneki se tenso al sentir que el menor correspondió ese beso, las manos del rubio se enroscaron en su cuello. No dejándole que se separara.


- solo tuyo, soy solo tuyo – menciono el menor sin abrir los ojos.


Kaneki no sabía qué hacer, debió irse cuando pudo, si hide lo miraba en esa forma lo despreciaría. Podía soportarlo todo menos eso, mas la tentación de tener a su amado rubio entre sus brazos era demasiado fuerte.


- si te digiera que esto es un sueño, que al igual que la noche se irá con la salida del sol ¿Qué pensarías? – susurro el albino en el oído del menor quien lo aprisiono con más fuerza.


- que… aunque  de ser un sueño, sería el menor del mundo… Kaneki -  respondió el rubio


- en tal caso no abras los ojos, o este sueño se desvanecerá y no podrá volver a tus brazos con cada luna llena- pronuncio el albino  no dispuesto a cumplir su palabra. Más sirvió para que el rubio aceptara su petición.


- Kaneki yo


- shh, no hables. Solo siente mi amor – menciono antes de volver a besarlo sin restricción alguna.


El menor accedió gustoso a sus palabras dejando que el albino lo guiara por ese mar de emociones. De un beso seguía el otro. Más eso no satisfacía a ninguno por lo que Kaneki se separo un poco. Quitándose su camisa, ansiaba sentir la piel contraria más íntimamente.


El mayor enseguida también jalo con delicadeza el pans del rubio dejándolo desnudo de la parte inferior. Hide al sentirse expuesto cerro sus piernas y con su mano trato inútilmente de tapar su zona intima.


El albino sonrió un poco ante esa visión y sin lastimarlo, quito esa mano delicadamente, con un poco de fuerza logro posicionarse entre las piernas del menor quien jadeo un poco al sentir como Kaneki se frotaba contra su entrepierna.


- ahh~ mgh Kaneki esto mgh – por más que trataba de acallar sus jadeos era un placer indescriptible al igual que vergonzoso.


- despertaras a los vecinos- regaño el mayor ante de besarlo nuevamente con la escusa de sellar sus jadeos.


Aprovechando la situación, el albino llevo uno de sus dedos a la entrada del mejor, quien se tenso al sentir como Kaneki lo introducía con delicadeza.


No dolía, pero se sentía tan caliente y algo raro, un pequeño respingo le obligo a separarse de los labios ajenos al sentir el segundo dedo introducirse. Al poco tiempo este se convirtió en un tercero. Ahora sus jadeos eran de placer, no creyó que lo que al principio fue tan incomodo ahora era tan placentero.


- veo que lo disfrutas ¿deberías correrte solo con tus dedos?- susurro en el oído del menor quien suspiro ante el aire caliente que emitía su amante.


-¡no! yo… ah~ te quiero a ti, los dedos no son suficiente – suplico el rubio mordiendo la comisura de su labio ante el deseo de sentir al mayor dentro suyo.


-¿estás seguro?- el rubio asintió.


Sin pensar más en ello, Kaneki retiro sus dedos del interior del menor quien suspiro un poco al sentirse vacio. Más sabía que pronto seria llenado por algo más grande y placentero.


- respira, esto dolerá un poco- advirtió.


Sus manos viajaron a su propia entre pierna acariciando un poco su duro falo. Cuando lo sintió lo suficiente lubricado acomodo las piernas del menor a cada lado alzando un poco la cadera de tal modo que podía ver la entrada del menor.


Sin algún signo de vergüenza Kaneki paso su goteante miembro por la raya divisora, frotándolo con poco con la cavidad del menor que se contraía ante el placer.


- mgh no me tortures- pidió el rubio ansioso.


- que impaciente – se burlo cuando el verdadero impaciente por entrar era él. Así que haciendo caso a su amante coloco la punta de su falo en la entrada y haciendo uso de su fuerza le penetro de una estocada.


-¡ahh!- grito hide mientras echaba atrás su cabeza y su columna se arqueaba sin saber si era de dolor o placer.


- perdón pero era necesario- explico limpiando esas lagrimas traicioneras que se escaparon del menor.


-e-estoy bien, muévete por favor – el albino algo indeciso comenzó a moverse primero lentamente pero al ver como su amante gemía perdió el miedo y arremetía fuertemente contra él.


El sonido de sus cuerpos al chocar, los movimientos bruscos de la cama y el chapoteo de cada penetración rompían el silencio de esa oscura habitación.


Los dientes de hide se clavaban en el hombro del albino quien se sostenía de la cabecera para lograr impulsarse más. Eran como dos animales en pleno coito. El deseo se desbordaba con cada caricia con cada mordida, con cada estocada.


Ambos se sentían tan llenos, tan plenos. Sus cuerpos sudorosos avisaban la culminación de ese encuentro.


El rubio se abrazo fuertemente al mayor al sentirse cerca de ese orgasmo post sexo. Mientras que el mayor gruño un poco al  sentirse de la misma forma, antes de correrse logro salir de esa cálida cavidad liberando toda su escancia sobre el menor quien al igual se había corrido.


Hide abrió los ojos olvidando las palabras del mayor, mas Kaneki lo agradeció ya que ambos se miraron con infinito amor. Las palabras sobraban en ese momento.


El rubio cerró sus ojos cayendo en la inconsciencia. Ese sueño había llegado a su final. Y Kaneki lo sabía, con gran pesar se levanto y acomodo todo para que pareciera eso… un sueño del cuan  ambos querían no despertar.


Antes de marcharse regreso sobre sus pasos hasta la cabecera del menor. Donde deposito un suave beso de despedida por el momento.


- hasta el la próxima luna llena, mi amado hide- susurro antes de salir por el balcón no sin antes ver la espalda del menor para después perderse en aquella oscuridad.


- hasta la próxima luna llena, mi amado Kaneki – susurro hide abriendo los ojos sin poder evitar que una lagrima traicionera se escapara.


Siempre dolería el desvanecimiento de ese dulce sueño, pero valía la pena esperarlo porque sabía que con cada luna llena el vendría a su lado.


Fin~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).