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Tu luz por alliaries

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Notas del fanfic:

Saint Seiya no me pertenece, es propiedad de masami kurumada  

Notas del capitulo:

Bueno días, espero que se encuentren bien.

No pretendo que comprendas o aprecies verdaderamente este mensaje , quizás este no sea leído en su totalidad, si no lo deseas puedes parar ahora; en todo caso no perderás nada importante, dado por sentado que has decidido seguir leyendo. Permiteme comenzar diciendo que nunca espere tanto de nuestro encuentro, no esperaba que esa noche que te acompañe en tu templo terminara de esa forma... Que debo confesar anhelaba infinitamente. Si, muchas veces soñé con eso ¿Extraño?, tal vez, pero debo admitir ahora mi estimado león, que mis sueños, no se comparan en nada a la realidad, ni siquiera mi imaginación es capas de duplicar tu encantadora dulzura.

Porque de ese modo eres único, no te preocupes por lo que pueda suceder, ni que alguien pueda enterarse, yo atesorare tus caricias como mi mas preciado secreto. Por eso te escribo, para que confíes plenamente en mi silencio; pero te pido que me sonrías entre sombras, que ilumines mi días con tus ojos esmeraldas, pues esa luz que desprendes me hace sentir vivo, me recuerda que aun puedo sentir...

Aun despierto en medio de la noche, sintiendo tus manos acariciarme, tu vos cálida tocando finamente mi piel, lo recuerdo y lo deseo, deseo tenerte de nuevo. Tu has sido el primero en decirme esas cosas, tan dulces y encantadoras.

Recuerdo aun mas tus ojitos asombrados, cuando al amanecer descubriste lo que tu instinto es capas de hacer. Mi pequeño e ingenuo león... eres tan lindo.

Tu cabello castaño, y tu brillante sonrisa. ¿Como llegamos a esta situación?  ,  hablándonos a distancia, sin enfrentar lo que ambos permitimos que sucediera...tu me devoraste y yo no hice nada para impedirlo.

Aioria, has de saber que nunca podre olvidarme de ti. En especial ahora, el frió regresa inclemente y no tengo  a nadie que me ayude a apaciguarle.

Solo tu puedes tocarme, solo ante ti seria sumiso. Solo podría sentir que amo verdaderamente si se trata de ti. Porque aquella noche que me cobijaste con tus brazos, yo entrelace mi cosmos al tuyo. Y descubrí que de ese modo quería estar por toda la eternidad...junto a ti. Eres tan único mi adorado león, no se cuanto mas lo repetiré... mírame, mírame siempre que pase por tu lado, acaríciame con tu aura en el entrenamiento... ámame aunque sea en tus sueños. Y no sientas vergüenza, solo fue una vez, no tienes que comentarle a nadie lo que paso esa noche, nadie lo sabe, sera nuestro secreto.

Algo que me da esperanza pues seguiremos unidos; en nuestro silencio, en nuestro recuerdo, en tu negación y en mi esperanza, simplemente juntos.

Te amo Aioria de Leo.

Habiendo terminado de escribir aquella confesión el cuarto custodio tomo rumbo al quinto templo, deslizo la carta por debajo de la puerta. Esperando a que esta fuese leída por el Griego, con la misma rapidez con que subió se adentro de nuevo a su templo. Se metió en su cama, los últimos días se sentía extrañamente agotado.

Las estrellas veían con atención como la lluvia tocaba la tierra, que acompañaban el correr esperanzado del joven león.

Este ingreso al templo del gran cangrejo, fue hasta los aposentos privados...diviso en la cama la figura de Cáncer, se acerco a él. Recorriendo con sus ojos y luego con sus manos el cuerpo del moreno.

-DeathMask- llamo el león

Cáncer que no esperaba al otro tan pronto lo llamo con sorpresa- ¿Aioria?

-Soy yo-  respondió. Esperando que el otro se diera la vuelta.

Cuando el mayor al fin lo miro, aprovecho para besarlo...él también había sentido la unión entre sus energías.

-También te amo Selas- se acostó abrazando a su querido cangrejo.

DeathMask aun no creía lo que estaba viviendo.

-Pense que no querias esto- cerro sus ojos al sentir la fuerte mano del menor sobre su cabello.

-Estaba confundido...tu-  no sabia como expresare- no pensé que terminaríamos así, especialmente porque nunca hemos sido cercanos.

-¿Y ahora?

-Estamos mas unidos- beso la mejilla- ¿Me dejar dormir aquí?

-Solo si prometes  hacerlo todas las noches.

-Mejor nos turnamos, una vez en el tuyo y otra en el mio.

Un ligero rubor se poso en Cáncer. Notando esto Aioria pregunto.

-¿Que ocurre?

-Es que si vamos a tu templo, estaré pensando en lo que hicimos.

-No te preocupes, nos quedaremos aquí.

-¿De verdad?

El Griego hizo un sonido afirmativo- después de todo-  se separo del Italiano para posare sobre él.

-Puedo hacer que lo recuerdes estando aquí- beso nuevamente al mas bajo. Y  nuevamente DeathMask estaría encantado de recibirlo.

Porque Aioria era su sol, su luz; lo tomaría de la mano para nunca soltarlo. Pues él reconocía que había vivido demasiado en oscuridad.

 


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