Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Exploración anatómica clandestina por -oOYUKI-NII-Oo

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

∞ Titulo: "Exploración anatómica clandestina"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

Ranting NC17

∞ N/A Haikyuu no me pertenece. Todo es de su gran autor, Haruichi Furadate

∞ Resumen: O de cómo los chicos de primer año definen los amores. Soulmate. AU

∞ Advertencia: Spoiler del campeonato de Karasuno vs Shiratorizawa.

∞ Aclaraciones: Las personas de este mundo nacen con una marca de nacimiento para ser encontrados por su alma gemela, que tendra su propia marca distintiva y la de su persona destinada. Un alma gemela puede ser sexual y no sexual

Constelaciones, monarquías y eclipses

Fue después del campeonato, cuando las palmas de las manos aun ardían y el sudor eran finas líneas corriendo por su frente y espalda. Adrenalina rebotándole por el sistema y garganta ardiendo por haberle gritado a Tsukishima.

Yamaguchi se sentía de pronto más alto, fuerte, casi invencible, pecas resaltándole de las rojas mejillas y cabello cayendo hacia los lados, húmedo y pegajoso.

Entro al vestuario y le miro. Hinata estaba inclinado sobre el casillero, tratando de alcanzar el pantalón deportivo para cambiarse el sucio short. No trae camiseta y su bóxer es de un escandaloso naranja con alusión a Naruto que se veía natural en una persona como él. Sin embargo no es eso lo que capta su atención, es lo que se dibuja en la lampiña piel, trazos de líneas finas que hacen a Yamaguchi sentirse de pronto engañado, traicionado por decirlo menos, tantos meses juntos, compartiendo áreas en común, duchas y espacios para dormir y Hinata nunca lo había dicho.

Era una marca justo en la línea que separaba el glúteo del comienzo del muslo, pequeños puntos formando una constelación, su constelación.

—Tsukki no estará feliz —. Fue un pensamiento en voz alta que hizo girar la cabeza de Hinata.

—Oh Yamaguchi, ¿Encontraste a Tsukishima? Seguro que este partido al fin le quito lo estreñido —. Hinata sonríe, camiseta en la mano y de puntillas se vira hacia donde está su compañero de equipo que aprieta los labios en una fina línea, casi asustado —. ¿Yamaguchi? —. Repite esta vez ante el quejido ahogado del pecoso al ver una segunda marca sobre salir del elástico del bóxer, justo en el hueso de la cadera.

—Tsukki, no va ni hablarme —. Yamaguchi casi solloza, con el rostro entre sus manos y sintiendo como toda su fe sobre sí mismo se desinfla como una mala versión de patito de hule.

— ¿Ah? Como que no va hablarte, Tsukishima no haría eso, al menos no contigo —. Hinata lo intenta, sonar consolador, dar ánimos. Pero Yamaguchi solo niega, señalándole —. ¿Yo? ¿Qué tengo yo? —. Sus ojos chocolates se pasean por su cuerpo hasta caer en el inicio de una media luna asomándose por su ropa interior — Oh no, Yamaguchi, te prohíbo que lo digas, me oíste. Prohibido, prohibido mil veces.

— ¿Lo sabias? —. Le acusa Yamaguchi saliendo de su escondite provisional, y sintiéndose renovado por el sentimiento de traición que sintió al ver la constelación.

—Fue después del campamento, cuando estuvimos con Bokuto-san y Kuroo-san, yo vi el muslo de Tsukishima sin querer.

Hinata desvía su vista, recordando cómo es que el rubio se había dejado caer en el suelo, recargado contra la pared, respiración irregular y botella de agua siendo succionada, había flexionado su pierna para retirar la rodillera. El Short se había expandido entonces, dejando ver más allá de lo que ocultaba. Hinata había salido corriendo al notar la media luna para confusión de todos.

Yamaguchi respira, porque en realidad no es como si esas cosas se pudiesen controlar, lo de nacer con marcas y eso, no las mentiras de Hinata y el enfado astronómico que tendrá Tsukishima.

—Tienes otra marca, atrás quiero decir, una constelación de estrellas —. Yamaguchi se acerca, sangre caliente. Ira y efusividad mezcladas. No sabe si es por encontrar su destino en 150cm o por formar parte de los campeones del distrito.

—Oh, hablas de nageboroshi-chan — Hinata levanta un poco su bóxer, estirando su pierna y mostrando por completo su segunda marca sobre puesta a una pluma.

—Oh por…Tienes otra.

Hinata le frunce el ceño. Yamaguchi entonces sabe que ha presionado los botones equivocados. Su propio tono de voz sonando de esa mala forma en la que él tanto evita expresarse. La carnada sacude los pantalones y comienza a ponérselos. Las personas con más de una marca no son muy aceptadas. Yamaguchi lo ha visto, como las miradas les persiguen, culpándoles de ser avariciosos, de querer más amor del que corresponde, de hundir pequeños mundos y anclar sueños.

—Yo, lo siento. No quise decirlo de esa forma —. Murmura Yamaguchi, Hinata se alza de hombros restándole importancia, pero el pecoso lo sabe, le ha herido, se ha sumado a las personas que le recriminan su portación de tener más marcas de las que se debe. Yamaguchi comienza a quitarse la ropa de forma rápida ante la curiosa mirada del más pequeño que arremanga la chaqueta negra sobre sus brazos —. Yo también tengo esto.

Yamaguchi le muestra la marca de media luna por debajo de su ombligo. Hinata baja inconsciente su mano al hueso de su cadera, rozándolo con las yemas de sus dedos. Yamaguchi se saca el tenis y calcetas. Hace equilibrio y eleva una pierna, mostrando su planta del pie, una pluma. Hinata ahora jadea, se mueve, y tiembla, sus manos están bajando el cierre de su chaqueta desvistiéndose por segunda vez. Yamaguchi camina hasta él, distiende su mano frente a la nariz sonrosada de Hinata y separa sus dedos, tiene un eclipse de sol en el costado de su dedo anular, rodeado de una constelación.

—Es nageboroshi-chan, y…y esa es mi marca —. Logra articular Hinata, bajando su ropa interior sin pudor alguno. Su propio eclipse se encuentra en la división de sus glúteos, en el izquierdo para ser más exacto —. Yamaguchi, ya estamos completos. Esto es tan genial, tan genial. Al fin estaremos nosotros cuatro. ¿Puedes creerlo?, ese idiota nunca creyó que nos reuniríamos algún día pero ahora, esto es…esto es…

—Por favor quieren vestirse de una vez —. Tsukishima recargado en el marco de la puerta, cruza sus brazos. Su voz en barítono fastidiado, tratando de sonar habitual. Yamaguchi siente el titubeo escondido en el pedido.

—Tsukki, nosotros…

El rubio eleva ambas manos, pidiendo silencio. Hinata frunce la nariz, euforia contenida e irritación bulléndole en las tripas.

—Deberías dejar hablar a Yamaguchi —. Masculla el pelirrojo, Tsukishima le enfoca y chasquea la lengua —. Maldito titán amargado.

—Hinata —. Yamaguchi pone una mano sobre su hombro negando. Porque lo que Shoyo no entiende es que Tsukishima está procesando ese ligero shock de nuevo conocimiento.

—Hablaremos de esto, cuando regresemos. Trae a ese idiota contigo, y haz el favor de guardar silencio mientras tanto, los Sempai podrían preocuparse en lugar de disfrutar el momento.

Hinata le mira fijo, ojos ámbar refulgiendo, inspeccionado. Asiente en silencio. Yamaguchi da un suspiro de alivio momentáneo, cuando de pronto le falta un elemento a su ecuación.

—Hinata, cuando dices Idiota, tu no estarás hablando de…

—Bakeyama —. Shoyo le sonríe, hoyuelos en las mejillas y dientes alineados. Yamaguchi esconde su rostro de nuevo entre las manos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).