Las cadenas rechinaban con cada uno de sus movimientos, eran pesadas, muy pesadas para su débil cuerpo, la celda era simplemente asquerosa y putrefacta, no había nada más para comer que pan mohoso de meses que había estado tirado en el suelo desde que lo habían capturado, su espalda le ardía como nunca, había recibido más de doscientos latigazos ese mismo día, se levantó con dificultad arrastrando sus pies hasta los barrotes de aquella celda, no podía tocarlos porque de lo contrario se quemaría, suspiro tratando de ahogar su llanto con la respiración pero no lo logro, su sufrimiento había alcanzado otro nivel, en Asgard al menos solo era un encierro, estando con los otros era una historia totalmente distinta.
Recostó su cabeza de una de las rocas en las paredes, la golpiza que le habían dado había sido tal que apenas podía mantener su forma asgardiana. “tengo que salir de aquí” se dijo a sí mismo una y otra vez con cara sollozo que hacía. Las heridas sanaban gracias a la poca magia y fuerza de voluntad que aún le quedaba, se concentró en sus heridas en la espalda sanándolas una a una. Cayó dormido y agotado en aquella celda.
Un ruido ensordecedor fue lo que le despertó de golpe, la celda se abrió de golpe dejando entrar a uno de los guardias que lo saco tomándolo de su cabello arrastrándolo por aquellas rocas heladas, fue arrojado en un suelo pulido, pero cuando quiso levantar su cabeza esta fue cruelmente aplastada contra el suelo dándole un buen golpe.
-así que he aquí al último Jotun, algo pequeño y delgado para ser un gigante de hielo ¿no lo creen así?- quito el pie del cabeza de Loki tomándolo de sus cabellos limpiando el hijo de sangre que corría por su boca y nariz- pero su rostro realmente es algo… me han dicho que los Jotun tienen algunos entre su especie que son indiscutiblemente una belleza… creo que estamos ante uno- dijo uno de los generales de los otros, mientras tomaba a Loki por su mentón, Loki se aferraba al brazo que lo sostenía de los cabellos mientras cerraba sus ojos tratando de zafarse de él.
-cambia de forma Jotun…- dijo el general con su nauseabunda voz. Loki se negó a contestar ganándose un fuerte golpe en su mejilla que lo tiro al suelo, siendo levantado inmediatamente de la misma forma.-dije… cambia de forma… Jotun- Loki esta vez le escupió en la cara.
-como si fuese a escuchar tus asquerosas palabras- dijo Loki consciente de lo que le esperaba por sus acciones.
El general simplemente le quito la ropa dejándolo nada más en unos pantalones cortos, lo colocaron en un poste donde nuevamente fue azotado, esta vez habían aumentado la cantidad, con cada golpe Loki se aferraba fuertemente a las cadenas que lo sujetaban, respiro hondo tratante de calmarse pero los golpes simplemente aumentaban en fuerza y por ende en dolor.
Su mente se ponía en blanco cuando un balde de agua fría fue derramado en su cara, haciéndolo despertar de golpe de su trance, su espalda sangraba a montones, ya no le dolía, sus heridas eran lo suficientemente profundas como para no sentirlas. El general lo tomo del rostro fuertemente mientras lamia su cuello.
-cambia de forma… quiero ver ese delicado cuerpo…- dijo de nuevo pero Loki simplemente lo miro a los ojos lleno de ira.
-púdrete en Hel… maldito- dicho eso fue golpeado por los palos que encontraban al igual que con piedras lastimándolo cada vez más.
-pasaras unas lindas vacaciones aquí… te vas a divertir, solo que la comida y bebida corren por tu cuenta…- el general tomo su capa retirándose de aquel salón abierto.
Habían pasado ya dos semanas y Loki no había probado alimento alguno ni bebido algún sorbo de agua, realmente lo necesitaba, el tiempo pasaba y cada vez su magia se agotaba, su cuerpo temblaba al no poder curar todas sus heridas y su cabeza de vez en cuando se tambaleaba ya que su cuello no aguantaba su peso. Unos pasos pesados y constantes comenzaron a acercarse a él. Podía escuchar una respiración profunda y fuerte acercarse a su espalda.
-así que este es el hijo de Laufey… lo imaginaba más fuerte- burlo la voz que le hablaba- pero puedo decir que sin lugar a duda es realmente hermoso- fue tomado de su mentón, pegando su espalda de aquella persona que le hablaba, sin poder mirarle el rostro- tú tienes una deuda conmigo… quiero que esta sea pagada de una u otra forma- paso sus manos por las caderas de Loki mientras reía, bajando hasta su trasero donde sin respeto alguno fue masajeado- tiene buen trasero también… lo que tienes de débil lo tienes en belleza.
Los pasos se alejaron un poco.
-déjenlo allí hasta que su magia se esfume por completo, quiero ver su verdadera forma, una vez que lo haga vístanlo y llévenlo ante mí, disfrutare de él…
Loki se aferró a sus cadenas maldiciendo su estado y a Asgard por haberlo abandonado en la intemperie. Pensó en Thor quien era el único que al parecer no estaba totalmente cegado por el odio, pero era inútil, su orgullo y ego eran muy grandes como para mendigar por ayuda.
En Asgard Thor terminaba de beber una cerveza con sus compañeros cuando de repente una persona vino a su pensamiento repentinamente, un pelinegro de ojos verdes fina cintura y caderas, orgulloso y vil al mismo tiempo, una combinación de belleza y malicia, pero a pesar de todo por alguna extraña razón no podía odiarlo, simplemente no podía, el solo pensar en él lo ponía de un taciturno humor, que lo hizo pararse de la silla donde se encontraba para dirigirse a uno de los balcones con vista al jardín de su fallecida madre Friga. Contemplo los largos caminos de flores doradas y árboles de todo tipo donde alguna vez su hermano menor se la pasaba cada vez que salía de la biblioteca; Friga lo adoraba era tan grácil, elegante y delicado que ella misma se encargó de educarlo al corde con su porte. Sin embargo su magia era algo que su madre no podía explicar, era muy poderoso y hábil, sin decir que aprendía muy rápido, por eso le era muy fácil engañar a los demás.
Thor nunca se explicó como su padre luego de la muerte de Friga y de su ataque hubiese insistido en echarlo de Asgard, no solo eso sino también no llorar su muerte, Thor comprendía sus crímenes pero jamás tuvo tanto odio como para no llorarle luego de ver cómo había sido entregado a las garras de la muerte. Tenía razones para exiliarlo de Asgard pero dejarlo morir en manos de Thanos y los otros era demasiado.
Se sumergió tanto en pensamientos que no se dio cuenta cuando una mujer muy anciana se le acerco con Frandal a su lado.
-Thor…-dijo Frandal
-su alteza…-dijo la anciana claramente avanzada de edad.
-mi lady…- dijo Thor mientras hacía una reverencia por respeto a la señora.
-Thor, ella es Saga, oráculo de Alfhein, tiene algo muy urgente que decirte…- dijo Frandal mientras observaba a la anciana y luego Thor quien asintió y se dirigió a una de las mesas de los jardines de Friga, tomaron asiento siendo iluminados por las estrellas de Asgard.
-dígame entonces, mi Lady en que puedo ayudarla…-
La anciana simplemente le sonrió, respiro hondo. Acto seguido sus ojos se tornaron de un blanco almidón.
“Hijo legítimo de Jotunhiem, ultimo de su especie, de magia poderosa, él es la clave para evitar el ragnarok, solo el puedo detenerlo, pero tú, Hijo de Odín, primogénito de Asgard eres quien debe encontrarlo… él es quien desatara y remediara el ragnarok, solo tú y el pueden ayudarnos.”
-está muerto…- dijo Frandal.
“No lo está…poderoso es el, y así lo es también su magia y cuerpo, muerto no está, en peligro si, hijo de Odín, debes encontrarlo o el ragnarok será lo último que este mundo pueda ver…”
La anciana se detuvo y observo a Thor algo confundida, el dios del trueno simplemente se levantó de golpe casi sin palabras y abrumado por la noticia de saber que él estaba vivo.
-disculpen…con permiso- Thor se retiró del jardín dejándolos solos.
Cabalgo hasta el Bifrost confundido, pero seguro de que lo que decía la anciana de alguna manera era cierto.
-Heimdal… ya sabrás porque estoy aquí…- dijo mientras entraba a paso apurado.
-Lo sé, su alteza…- Heimdal se concentró pero no pudo encontrar rastro alguno de Loki o su magia- no está alteza, Loki debe de estar muerto, de lo contrario hubiese sentido su esencia.
Thor llevaba su martillo, un pequeño bolso y una capa gruesa, respiro hondo y con una mirada severa vio a Heimdal.
-¿alguna vez el oráculo de Alfhein se ha equivocado en sus predicciones?-
-No- negó rápidamente Heimdal sin vacilación alguna.
-bien… abre el portal a Jotunhiem- dijo Thor.
-Es peligroso, no…- Thor lo interrumpió.
-ella dijo que estaba vivo… lo encontrare, ábrelo Heimdal, ahora…-
El portal fue abierto y así Thor se marchó dejando a sus compañeros impresionados por su partida repentina al igual que un Odín enfurecido al enterarse que Loki estaba vivo, debía matarlo de una vez por todas.
Loki ya tenía un mes, su cuerpo no daba ya a más, su magia se comenzaba a volver intermitente, cambiaba rápidamente de su forma Jotun a su forma Asgardiana, no pensaba en rendirse pero su mente se nublaba cada vez más. Un latigazo lo despertó de golpe con mucho dolor pues le había cortado.
-nadie dijo que podías descansar, deberías rendirte y aceptar la orden de ser el juguete favorito de Thanos.
“así que esa era la voz… vaya que mi mala suerte empeora con el paso del tiempo” se dijo a si mismo mientras aguantaba el dolor por el que pasaba.
Solo tenía su pantalón holgado, ya que su camisa su hizo trizas con los latigazos, el frio era tremendo pero podía resistirlo gracias a que era un Jotun, un nuevo latigazo lo hizo reaccionar aferrándose a las cadenas que lo ataban, un tercero basto para que su magia llegara a cero, revelando su forma Jotun.
Piel azul con marcas lineales un tanto más claras, ojos rojos como la sangre, cabello negro como la noche y largo hasta su cadera, cuernos que nacían de su sien con una pequeña curva simétrica entre los dos cuernos, simplemente perfecto los ojos del general, quien trago antes de acercarse a él, dándole el golpe final que lo desmayo.
-vístanlo y prepárenlo para Thanos…- dijo mientras un grupo de Otros se lo llevaban en brazos…