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Concédeme tu Corazón por Momoka Yuuki

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Notas del fanfic:

¡Hola gentecita! he aquí de nuevo con una nueva idea. :D


De donde surgió, ni yo lo sé. Solo un día me dije: "esta idea acerca de las bodas esta interesante, vamos a utilizarla para un nuevo fan-fic" y mirenme, aquí estoy :p


Me encanta la pareja de Itachi X Naruto (es mi favorita) por esa razón me anime a escribirlo, originalmente quería que fuera SasuNaru pero mejor para la próxima :)


También va a hacer su aparición el SakuHina, es esencial para el desarrollo de la trama >.º


Sin más que decir los dejo continuar, no sin antes hacer la mención de las tradicionales advertencias:


*Los personajes no son míos son de Masashi Kishimoto.


*Posibles faltas de ortografía y redacción.

Notas del capitulo:

Este capítulo es como la introdución para la historia, espero y no les parezca aburrido...


Creo que todo quedo dicho en las notas iniciales, sin más les dejo leer.


*Soy pésima para los titulos y los resumenes, perdonen :I

Cap.01 Rencuentros.

En una imponente iglesia se estaba llevando a cabo una ceremonia para contraer nupcias, las puertas de aquel santuario se encontraba cerradas y frente a ellas se encontraba una bella chica de ojos color jade y un color de cabello poco común, tenía literalmente una oreja pegada en la puerta escuchando atentamente las palabras que emitía el padre ante aquella pomposa solemnidad, esperando el momento adecuado para hacer su aparición. Su vestido color amarillo pastel se ondeaba ligeramente con el viento acompañado de su larga cabellera rosada, nunca en su vida creyó hacer lo que estaba a punto ejercer, pero amaba con locura a aquella persona que en esos mismos instantes se encontraba en el altar, justo ahora se arrepentía de haber rechazado aquellos sentimientos hace alrededor de dos años, tarde fue que se dio cuenta de su error pero haría un último intento por recuperar aquel amor.

Mientras tanto una joven pareja escuchaba atentamente las palabras del padre, la novia era una linda joven de piel blanca, ojos color perla y una larga cabellera negra-azulada que en ese mismo momento estaba agarrado en forma de molote sosteniendo a su vez el velo, ella respondía al nombre de Hinata  Hyuga, por otro lado el novio era un joven de piel acanelada, ojos color azul y cabellera rubia, que en todo momento trataba de ocultar una sonrisa que demostraba lo feliz que se encontraba, el joven respondía al nombre de Naruto Namikaze.

Las familias de ambos jóvenes no podían estar más que contentas con aquella unión, ya que al contraer matrimonio ambas empresas se volverían aliadas y las riquezas de ambas aumentarían considerablemente. La familia Hyuga tenía una empresa dedicada al turismo y una cadena de hoteles reconocidos en gran parte del mundo, mientras que la familia Namikaze poseía una de las empresas más reconocidas en el sector automotriz, además de que tenían su propia aerolínea y de la misma manera una cadena de hoteles y restaurantes esparcidos en toda Asia y Europa. Todos los invitados y familiares esperaban ansiosos el final de aquella ceremonia.

—Sí hay alguien que se oponga a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre—menciono el padre aquella típica frase, el novio rodo los ojos al escuchar esa oración, quien sería capaz de irrumpir su boda, además si llegaba a ocurrir solo sería alguien para llamar la atención de los presentes y ponerlos a ambos en ridículo.

La joven que llevaba ya aproximadamente treinta minutos esperando aquella oración, empujo con todas sus fuerzas la gran puerta de madera atrayendo la atención de los presentes más cercanos a esta, el sonido de sus tacones golpeado el piso empezó a atraer la atención de los demás invitados así como la del padre y la de los jóvenes novios, se colocó justamente en medio del pasillo y levantando su mano derecha y mirando fijamente hacia la pareja dijo —yo me opongo.

Naruto quería reír ante aquella intromisión, lo normal sería molestarse por ello pero justamente estaba pensando en esas posibilidades y ver que su boda estuvo en la probabilidad era lo que más gracia le daba. Conocía a la dama que se atrevió a interrumpir el evento, ella había sido la novia de su mejor amigo terminando con él hace poco por razones que desconocía pero que al parecer ya iba a conocer. Volteo a ver a su novia, pensando que la encontraría algo molesta o avergonzada por tal interrupción, pero para su sorpresa ella estaba en demasía asombrada, con sus manos cubriendo su boca y con unas pequeñas lágrimas asomándose por sus ojos.

—Yo, Haruno Sakura me atrevo a irrumpir esta boda, porque antes de que la persona que amo con todo mi corazón se una en santo matrimonio ante los ojos de dios, quiero que sepa lo mucho que me arrepiento al haber rechazado sus sentimientos hace aproximadamente un par de años—camino hacia la pareja con pasos firmes para después posar una de sus rodillas sobre el suelo y tomar la mano de la novia dejando a los presentes expectantes— Hinata, mi linda Hinata, no sabes lo mucho que me arrepiento al no haber correspondido tus sentimientos, tarde fue que me di cuenta de mi error y de reconocer lo mucho que te quiero y te amo— se puso de pie y sin soltar la mano de la muchacha y sin apartar la mirada continuo —no te prometo riquezas, ni lujos ni viajes caros. Pero sí me permites entrar a tu corazón nuevamente, te prometo entregarte todo mi amor  y hacerte feliz por el resto de nuestros días— de tener una mirada firme y decidida pasó a ser una llena de arrepentimiento e ilusión.

Hinata tenía su mano izquierda en forma de puño y este lo estaba mordiendo levemente, sus mejillas adquirieron un leve rubor y por sus mejillas empezaron a deslizarse algunas lágrimas, empezó a hipar, poniendo nerviosos tanto a la dama de cabellos rosas y al joven rubio. La morena respiro profundamente tratando de tranquilizarse y relajarse, volteó hacia su derecha y le dedico una sonrisa de agradecimiento al rubio para después dirigirse a la chica frente a ella.

—Acepto—se abalanzo contra la peli rosa, levantando su velo y depositándole un suave y tierno beso dejando a los presente más que sorprendidos. Sakura tomo la mano a su amada para encaminarse hacia la salida y alejarse de las miradas curiosas y reprobatorias que les dirigían algunos de los presentes. Una vez afuera se besaron nuevamente aunque ahora fue un beso más pronunciado para después abordar un vehículo que ya las esperaba a las afueras de la iglesia.

Naruto en el momento en que su ex-novia le dedico aquella sonrisa tuvo un muy mal presentimiento y cuando escucho el acepto de la misma su mente quedo en blanco, sus oídos dejaron de percibir y solo veía las siluetas de ambas jóvenes alejarse de aquel templo, cayó al suelo de rodillas y gruesas lágrimas empezaron a descender de sus ojos azules, no sintió cuando sus padres se acercaban a él para consolarlo, solo en su mente se proyectaban las imágenes de aquella vez en que la vio llorando en una de las sillas del parque y como él se  acercaba a consolarla  jurando internamente que jamás permitiría que aquellos ojos color perla volvieran a derramar lágrimas de tristeza y después cómo a través de los días empezaba a quedar maravillado con la tímida personalidad de la joven hasta quedar completamente enamorado de ella y pedirle que uniera su vida con la de él. Se levantó del suelo con la ayuda de sus padres, su mirada se tornó más oscura y saliendo de ahí tomo su auto dirigiéndose hacia su apartamento, lloraría hasta hartarse y apaciguar su dolor para después jurarse a sí mismo el  jamás volver a amar a alguien y dedicar su vida entera a su profesión.

*******

—Señor Namikaze, los socios de las empresas Uchiha Company ya están presentes en la sala de reunión— decía una pelirroja mientras ingresaba a la oficina del presidente y dejaba unas hojas sobre el escritorio del mismo, el hombre rubio solo asintió en respuesta y con un ademán le pidió que se retirara. La joven asistente se retiró en completo silencio y una vez estando fuera, soltó un suspiro, ya habían pasado seis años desde aquel incidente y de cómo este había afectado a su primo hasta tal punto de volverlo una persona fría y severa. Tomo asiento y volvió a retomar sus actividades, no quería ser reprendida por no estar al tanto de sus responsabilidades, ya anteriormente la había sorprendido el rubio divagando en sus pensamientos y a pesar de ser su prima no tuvo ninguna consideración con ella.

Naruto estaba analizando una propuesta de negocios demasiado tentativa por parte de la familia Hyuga, llevaba aplazando aquella propuesta hace ya algunos años recibiendo a través del tiempo mejores ofertas, pero al no poder pasar por alto la  traición que ejerció la primogénita de aquella familia se negaba si quiera a realizar algún negocio con aquella empresa, odiaba recordar, estrujo entre sus manos las hojas que hace unos momentos estaba revisando tirándolas al cesto de basura y fijando su vista de nuevo en el ordenador, estaba eliminado toda información con respecto a la familia anteriormente nombrada cuando vio cruzar a su prima  a través de la puerta.

Cuando Karin se hubo retirado de su oficina, revolvió y acomodo sus rubios cabellos, hace años que no sabía nada de la familia Uchiha, sabía de lo grande que se había vuelto la empresa que dirigía el padre de su mejor amigo pero de ahí en fuera en el aspecto personal de los pelinegros desconocía del todo, lo único de lo que llego a enterarse era que el primogénito de la familia rechazo el compromiso en el que estaba envuelto un año después del incidente de su boda y que su mejor amigo ya se encontraba casado nada más y nada menos que con su prima pelirroja Karin. No entendía que hacia la joven trabajando todavía como su asistente y secretaria, a pesar de que Sasuke era el segundo en la familia y no fuera el heredero principal no significaba que no tuviera su parte en las acciones de la compañía y que no tuviera un trabajo seguro y estable. El día que se atrevió a preguntar, su prima solo le respondió que ella dejaría su puesto cuando ella quisiera y se le hiciera lo más conveniente y que por lo tanto si estaba a gusto con su desempeño no le estuviera molestando. Una pequeña y casi imperceptible sonrisa se dibujó en sus labios, quería creer que la pelirroja solo estaba ahí para cuidar de él y aunque le costaba trabajo reconocer le gustaba su compañía en el horario laboral, sin ella y su fuerte carácter probablemente no encontraría a nadie capaz de apaciguar su mal humor.

El intercomunicador lo saco de sus cavilaciones, tomo el bonche de hojas que le había dejado su asistente hace un momento, lo guardo en un folder y se dirigió a la sala de juntas con paso firme, porque a pesar de que el dueño de las compañía Uchiha era el mejor amigo de su padre no por eso el pelinegro le iba a dejar fácil las negociaciones.

Ingreso a la sala de reuniones notando que ya estaban todos presentes, miro detalladamente a su alrededor buscando a Fugaku Uchiha sin verlo por ninguna parte, solo logró distinguir a Sasuke, Obito, Shisui e Itachi, notando que este último ocupaba la silla reservada para el presidente de Uchiha Company, sonrió internamente, al parecer no iba a lidiar con el fuerte carácter de Fugaku, se dirigió a saludar al pelinegro para después tomar asiento en su respectivo lugar y empezar con su larga reunión.

*******

—Te puedes retirar Karin, tu esposo te espera en la recepción, mañana nos vemos.

La reunión de negocios no había durado lo que tenía previsto la pelirroja, no habían transcurrido ni siquiera cuarenta y cinco minutos y su primo ya la estaba mandando a casa, sabiendo que todavía tenía algunos asuntos que atender y una junta a la cual asistir, pero cuando quiso decir algo el rubio ya había entrado a su oficina ignorando cualquier cosa que le pudiera expresar. Decidida y tomando el aire necesario se dirigió a la puerta de dicha oficina para hacerle frente a su jefe, estaba a punto de empujar la pesada puerta de madera cuando sintió como era jalada de un brazo, volteo su rostro en dirección hacia la persona que haya osado en tomarle el brazo de esa manera nada delicada topándose con el inexpresivo rostro de su marido, susurro el nombre del pelinegro mientras este negaba con la cabeza y soltaba a su pareja.

— ¿Qué ocurrió?— preguntó con un tono de voz preocupante, hace tiempo que no había visto esa angustiante mirada en su primo—se supone que solo iban a tener una simple reunión de negocios.

—Tú bien  sabías que el motivo de esta reunión no era exclusivamente para eso Karin— Sasuke levantó los hombros como restándole importancia al asunto, mirando en dirección al pasillo donde podía ver como su hermano se dirigía a ellos— solamente las cosas no salieron como habíamos supuesto que pasarían.

—Hace apenas una semana que se cumplieron los seis años, Sasuke— se paró frente a él mirándolo fijamente y con los brazos cruzados— es cuando menos quiere que alguien este a su lado.

— ¿Y cuándo va querer que alguien este a su lado apoyándolo?, claramente lo has dicho Karin han pasado ya seis años y yo como su “mejor” amigo no he podido hacer nada para apoyarlo, rompió todo contacto conmigo, no, con todos…. —una mano se posó sobre su hombro ejerciendo un poco de presión, Sasuke guardo silencio, sabía que era su hermano y lo único que hizo fue tranquilizarlo porque ya estaba empezando a perder un poco la cordura.

—Me hare cargo, es mejor que se retiren— dijo Itachi con un tono de voz impasible, Karin iba a protestar pero el azabache mayor se le adelantó— no te preocupes, sí ya te dio las orden de que te retiraras hazlo con confianza, aprovecha esta oportunidad para pasarla con el tonto de mi hermano menor.

Karin se sonrojo cuando el mayor le dedico una de sus sexys sonrisas, asintió e inmediatamente se dirigió a su pequeña recepción a tomar sus pertenencias, miro a su marido que tenía las cejas levemente contraídas y tomándolo del brazo se retiraron no sin antes despedirse. Itachi espero a que la pareja se perdiera de vista, dio media vuelta para dirigirse a la oficina del presidente.

Empujo la puerta suavemente para evitar hacer algún estruendoso ruido, ingreso a la oficina del rubio percatándose que estaba demasiado oscura, unas gruesas cortinas impedían la entrada de los rayos solares y el aire frío que envolvía aquel cuarto era en sí el aire acondicionado, sino fuera por la luz que emanaba el monitor de la computadora y una pequeña lámpara que descansaba sobre el amplio escritorio la oficina se podría considerar que estaba desolada.

—Karin te había dicho que te marcharas, si no te quieres ir cancela todas mis citas para hoy— dijo el rubio al sentir la presencia de alguien en la entrada ya que le estaba dando la espalda a la puerta mientras contemplaba en la casi oscuridad una fotografía.

—Lamento informarle que la señorita Karin Uzumaki  ya se retiró y usted tendrá que cancelar sus compromisos pendientes.

En cuanto escucho aquella grave y flemática voz giro su silla para encarar al dueño de la misma, Itachi miraba atentamente cada una de las expresiones que aparecían en el rostro del rubio que paso del asombro, a tener una expresión seria y después una de evidente molestia.

— ¡¿Qué demonios haces en mi oficina?!— gritó, sus puños se habían cerrado estrujando la fotografía que anteriormente estaba viendo, observo como el pelinegro se acercaba al ventanal sin ni siquiera dignarse a verlo y sin cambiar su estoica expresión, los ojos color azul se abrieron de par en par al notar lo que el peli-negro planeaba hacer, inmediatamente se levantó de su silla y como si fuese un vampiro con su antebrazo y girándose un poco cubrió sus ojos de la resplandeciente luz del sol —maldito, pero ¿quién te crees para hacer esto?

— Este lugar se ve mejor así— dijo mientras abría un poco el gran ventanal y buscaba con la mirada en donde pudiera estar el control manual del aire acondicionado.

—Ese no es tu maldito problema— una vez que sus ojos se acoplaron a luz del día, se dirigió hacia el ventanal con la intención de que regresara al estado en el que se encontraba anteriormente  no logrando su cometido al ver como el mayor se encaminaba hacia su botón de aire acondicionado y aumentaba un poco la temperatura.

—Bien, ahora si podemos hablar tranquilamente— rápidamente le echó un vistazo a toda la oficina notando que era amplia y bella, con una estantería en donde reposaban algunos libros y unas cuantas carpetas, además de unos bellos paisajes decorando las paredes de un color crema, unas macetas que tenían algunas plantas exóticas y el gran sofá que estaba recargado justamente debajo del gran ventanal que tenía una vista maravillosa de toda la ciudad. Se dirigió al escritorio del rubio sentándose delante de él, Naruto al no tener alternativa y al parecer que el hermano de su amigo no iba a retirarse de su aposento privado no le quedaba de otra que atenderlo.

—A que debe su inesperada visita sr. Uchiha

—Olvídate de los formalismos Naruto, los negocios terminaron en cuanto concluiste la reunión.

—Entonces a lo que vienes Itachi— cuando hubo dicho esto, Naruto pudo ver como una ligera sonrisa se dibujaba en los labios del azabache y de cómo buscaba al parecer algo en el interior de su elegante saco, cuando hubo encontrado lo que buscaba se lo extendió al rubio— pero ¿qué es esto?

—Una invitación, mañana te espero ahí y no faltes, no me gusta que me dejen esperando— diciendo esto, se levantó y con una leve inclinación se despidió del rubio no sin antes decirle que su prima antes de irse había cancelado las citas pendientes y reprogramado. Una vez que Itachi cruzo la puerta, el blondo relajo cada uno de todos los músculos que se habían tensado con la presencia del Uchiha, sin saber porque la presencia del azabache le causaba cierta ansiedad aunque siempre había sido así desde que tiene memoria.

Se dejó caer en su silla, apago la lámpara que reposaba sobre su escritorio y le dedico una mirada a toda su oficina, era verdad esta se veía mejor así, iluminada por los rayos del sol y la brisa fresca que se colaba por la ventana, ese simpe gesto le hizo esbozar una sonrisa. Volvió a centrarse en su trabajo, todo por un impulso su agenda se había saturado para el día siguiente, además de que tenía que hacer un espacio para su cita de mañana con el Uchiha, observo la dichosa invitación que solo era un pedazo de papel con el nombre de un lujoso restaurant, el domicilio y la hora a la que tenía que llegar. Doblo con cuidado el papelillo guardándolo en el interior de su saco y continuando con sus deberes laborales.

*******

Una joven de larga cabellera azulada estaba sentada en el borde de la cama con el celular en mano mirando fijamente un determinado punto de  la pared color hueso, un brazo rodeando su cintura la hizo reaccionar.

— ¿Qué hora es Hinata?— dijo la joven incorporándose y recargando su cabeza en la espalda de la nombrada.

—Son las tres de la tarde, todavía estamos a tiempo por si gustas dormir otro rato— dijo con su suave y calmada voz, Sakura rodeo con ambos brazos el cuerpo de su pareja depositando pequeños besos sobre sus hombros.

—No estés tan preocupada, sé que es algo repentino pero yo voy a estar contigo en todo momento y tú lo sabes.

Hinata asintió, deshizo el contacto de la peli-rosa para voltear a verla y después besar sus labios  buscando el calor corporal de esta. Se sentía tan frustrada, su padre la había citado a una reunión en uno de esos restaurantes lujosos después de seis años en que el varón había roto toda relación con su hija. No lo culpaba por tan brusca decisión,  si hubiera contraído matrimonio con el hijo de los Namikaze la empresa de su familia hubiera crecido considerablemente y se posicionarían por encima de los Uchiha, además de que la relación entre su familia y la de su exnovio  se había roto y no eran capaces de siquiera realizar algún negocio. Amaba a su esposa, se habían casado oficialmente apenas hace dos años y a pesar de que estaba desheredada vivía bien, con su pareja que trabaja como diseñadora de modas y ella como su representante  habían llegado a ser una de las parejas más reconocidas dentro de ese medio.

—No me arrepiento de nada— lo dijo más par sí misma que para la joven de mirada verde dejándola un poco confundida— te amo tanto Sakura… nunca me dejes— y ambas jóvenes se fundieron demostrándose todo el amor que profesaban sobre la otra.

*******

Había salido de su oficina corriendo, apenas y había terminado el último pendiente del día dejándole ya el resto a su prima, miro la hora de su reloj, faltaban diez minutos antes de que cancelaran la reservación que tenía a nombre del peli-negro, se dirigió a la zona de aparcamiento para abordar su auto, acomodo su traje corretamente y se peinó adecuadamente, ese sitio era algo exigente con la etiqueta, no entendía la razón del Uchiha al invitarlo a tratar asuntos de negocios en ese lugar, probablemente era para mantener su mal genio controlado, sí seguramente era eso, piso el acelerador hasta donde le era permitido, afortunadamente aquel sitio no estaba tan lejos de ahí.

— Buenas Noches, una reservación a nombre de Uchiha Itachi— llego el rubio dirigiéndose al capitán, este busco en su libro y asintió en respuesta conduciéndolo hasta una de las mesas del fondo y notando que el azabache ya se encontraba sentado elegantemente leyendo la carta— con permiso.

Itachi dejo de prestarle atención al menú cuando el rubio tomo asiento frente a él, no imagino que este fuera asistir a su cita, una arrogante sonrisa se formó en sus labios al ver que también se había esmerado en su vestimenta, efectivamente Naruto ya no era el joven que se tomaba todo a la ligera y evadía sus problemas con su típica sonrisa, ahora era un hombre responsable y dedicado.

— Hola Naruto, nunca pensé que aceptarías mi invitación— sonrió de una forma que el rubio nunca había visto, sintiendo como era observado minuciosamente— no estés tan tenso y aprovechemos para ponernos al corriente después de tantos años de no vernos.

Naruto iba a responder negativamente, pensó que se trataba de una reunión de negocios, no para pasar una tarde platicando de los viejos tiempos pero uno de los meseros llego a tomar su orden, cuando se hubo retirado ya planeaba dar su evasiva pero un conocido perfume le obligo a voltear su cabeza hacia la derecha.

Justamente al lado de su mesa estaba la familia principal Hyuga y para su mala suerte justamente iba llegando la primogénita con su pareja. Sus ojos no pudieron despegar su vista de la fémina, a como él la recordaba ella se había puesto aún más bella, su piel blanca, tersa y suave, su largo cabello lacio brillante y sus hermosos ojos color perla. Su corazón empezó a bombear rápidamente y unas inmensas ganas de ir a abrazarla se apoderaron de él, todavía la seguía amando.

— Hinata— su nombre escapo de sus labios, la joven escucho como un suave susurro su nombre, giró hacia la dirección de dónde provino y sus ojos se abrieron desmesuradamente al toparse con la mirada azulina que tanto conocía.

—Naruto— se llevó ambas manos a la boca, si antes se sentía nerviosa ahora se sentía peor, algo que todavía no podía superar era ver la mirada vacía y triste que le dedicaba el varón, Sakura se acercó a ella para que se tranquilizara y desviara la atención hacia ella.

Itachi que solo estaba viendo las reacciones del rubio decidió intervenir cuando noto que este tenía toda la intención de levantarse y dirigirse hacia las muchachas — Tú ahora estás conmigo— lo tomo de la muñeca y le miro seriamente— debes comportarte— el rubio no dijo nada y menos cuando la comida que habían ordenado empezó a llegar a su mesa.

Notas finales:

¡Muchas Gracias por llegar hasta aquí!

¿Qué les parecio? Les gustó, alguna queja, sugerencia o crítica constructiva =S Las recibo con gusto :D

No sé que más decir me he quedado en blanco u.u

Nos vemos en el próximo capítulo.

Bye!


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