Escondido entre los restos del mundo, se ponía a pensar en todo lo que debió haber hecho, debió entrenar mucho mas con Wiss y Vegeta hasta ya no poder mas como el príncipe solía hacer, debió esperar a que Bulma creara algo mejor y más grande para que Vegeta también pudiera viajar, después de todo el tendría el coraje de enfrentar a Black por haber desecho su familia, por haberse atrevido a tocar a la Bulma de esta época y acabar con todo lo que su hijo había construido con tanto empeño y cariño.
Si, Vegeta en verdad tenia buenos motivos para pelear, no como él que solo lo tomaba como un capricho o un desafío, vencer a enemigos cada vez mas fuertes siempre había sido lo que más le gustaba. Debió escuchar a Wiss y su discurso que, por lo poco que entendió, era terrible lo que estaban haciendo al modificar la historia. Jadeando, cansado y al límite no era de mucha ayuda precisamente, pensó que si estuviera con Vegeta todo sería diferente, incluso si aun tuviera la máquina del tiempo aun habrían esperanzas pero todo se había acabado en cuanto Black apareció y lo primero que hizo fue destruirla "no lo olvides, en cuanto llegues conviértela en capsula y guárdala bien" pobre Bulma... todo su esfuerzo se había ido a la basura, nuevamente.
Su respiración comenzó a tranquilizarse, poco a poco volvía a ser rítmica y su pecho subía y bajaba lentamente, había sido increíble, nunca desde Boo había sentido una pelea tan asombrosa y perdida como ahora, la diferencia era que esta vez estaba solo, no estaba Vegeta... mucho menos las esferas del dragón y después de un buen rato se había rendido y dejado de buscar al maestro Karin, su ki había desaparecido por completo.
Todo estaba perdido, pero si tan solo fuera capaz de llegar al templo, si este aun estaba en pie aunque no estuviera Kamisama podría entrar a la habitación del tiempo... quizás y solo quizás lograría recuperarse y entrenar lo suficiente para vencer a Black.
Lentamente y vigilando todo a su alrededor se levanto y comenzó a caminar lentamente, si quería llegar sin ser detectado debía ocultarse completamente; se quejo al sentir dolor en sus costillas, su batalla contra Back le recordaba a la que tuvo contra Hit, incluso había usado de nuevo el kaio ken como último recurso pero ni siquiera eso había servido y Black no solo aprendía al igual que Hit, copiaba sus movimientos, su técnica, poco a poco su reflejo iba adoptando sus técnicas y eran sus propios movimientos los que lo mandaban directo al suelo.
Ahora mismo sufría los estragos de haber desobedecido las palabras del Kaio, todo su cuerpo le dolía y aunque quisiera estaba seguro de que no podría volar o defenderse y fue por eso que sintió como el pánico le perforaba el pecho cuando su cuerpo salió despedido por un ataque. Su cuerpo dio de lleno contra los restos de algún edificio y no pudo evitar quejarse y causarle gracia a su copia que había bajado y ahora se deleitaba observando su dolor.
-¿Qué sucede Sayajin? Creí que venias a destruirme por todo lo que hice- se levanto lo mas rápido que pudo y se coloco en posición de batalla a pesar de saber que estaba perdido, no soportaría ningún ataque que recibiera ni aun siendo el más pequeño. Su reflejo mostro una sonrisa tan larga, incrédula y arrogante que se pregunto si en algún momento el había sido capaz de portarla, pero todo eso se esfumo de sus pensamientos cuando lo vio avanzar, lentamente, torturándolo, mostrándole que no esperaba que saliera huyendo ya que era obvio que no podría, caminaba lenta y elegantemente, mostrando un gesto diferente hasta quedar frente a frente.
-Deja ya de jugar, ambos sabemos que estas por colapsar- como en respuesta afirmativa a lo que escuchaba, sus piernas comenzaban a temblar y su vista a nublarse, no soporto más el hecho de que sus brazos parecían pesar una tonelada cada uno y simplemente los dejo caer. Su respiración volvió a acelerarse y cuando estuvo a punto de caer fue tomado del cuello con salvajismo, Black lo levantaba con tanta facilidad que le daba miedo, comenzó a luchar por soltarse cuando sus pulmones sufrían la necesidad de oxigeno, sentía que pateaba con todas sus fuerzas pero apenas debía estarle haciendo cosquillas si su reflejo tan solo reía y no se movía.
Su cuerpo fue empotrado contra algún muro que aun permanecía en pie, sus pies volvieron al suelo y el aire a sus pulmones pero el agarre permanecía, se dio cuenta de que había estado con los ojos cerrados, por un momento sus parpados apenas se abrieron lo suficiente para notar que Black lo miraba fijamente, después, sus ojos no podían estar más abierto al igual que simplemente no podía lucir más asombrado cuando sintió los labios de su copia robar el poco aliento que había logrado tomar.
Extrañamente su cuerpo ya no respondía, ya no lograba tomar fuerza por más que lo intentaba y Black simplemente parecía querer asfixiarlo cuando se atrevió a introducir la lengua en su boca, explorando hasta el último rincón y disfrutando de la poca pelea que aún era capaz de dar. –Vaya, para ser un Sayajin no está tan mal, dime ¿Te gusta el hecho de que sea tu homólogo quien te toca?- a pesar de que Black se rehusaba a deshacer el agarre en su cuello el solo hecho de que se separara le daba alivio a él y sus pulmones.
Black, al no recibir respuesta más que jadeos de cansancio, comenzó a terminar de despedazar las prendas del Sayajin que con la batalla se habían desgarrado –Si no quieres hablar entonces te haré gritar- por fin soltó el cuello Goku pero tan solo lo había hecho para tener libre acceso a la mayor parte de su cuerpo, lo tomó esta vez de los hombros y volvió a empotrarlo contra la pared, haciéndole gemir de dolor cuando comenzó a estrujar su cuerpo adolorido, se hundía en la suave piel del Sayajin y rasguñaba todo a su paso.
Lamía de forma lasciva el cuello y barbilla de Goku, mordía sus labios suavemente para después besarlo hasta dejarlo sin aliento y apenas darle oportunidad de respirar cuando bajaba a su cuello y mordía todo a su alcance. No lo planeaba, ni siquiera lo deseaba pero poco a poco su adolorido cuerpo comenzaba a responder al salvajismo de su homólogo, jamás pensó que se sentiría tan bien al ser tocado de esa forma y menos por alguien idéntico a él.
No fue hasta que sintió su sexo rozar con el del contrario que comenzó a sentir pánico, a pesar de haber sido un roce por encima de las telas que Black aun mantenía pudo sentir que ambos se encontraban erectos. Aparte de pánico era temor, porque ese pánico que sentía no era por completo por lo que Black estaba a punto de hacerle, era porque en realidad lo deseaba. Sentía temor al pensar que quizás Black y él no eran tan diferentes después de todo, quizás muy dentro de él había permanecido guardado su lado salvaje y lujurioso de un Sayajin que había estado negando por todo ese tiempo.
Black estaba logrando sacar aquello de lo que Vegeta siempre le había hablado y él siempre se negó a creer por el simple hecho de haber crecido en la tierra y protegerla con todas sus fuerzas. Su copia bajó a besar y mordisquear los pezones de Goku para reclamarlos como completamente suyos y Goku ya no pudo más, todo había cambiado, ya no había más dolor en su cuerpo que no fuera el de su entrepierna pidiendo atención y el ardor de las marcas de Black pero ni siquiera ese dolor importaba porque para Kakarotto aquel dolor era esquicito y le hacía erizarse.
Sus jadeos permanecían pero ahora eran diferentes, ya no salían porque tuviera una mano opresora en su garganta, ahora salían porque las acciones de Black no hacían más que excitarle y robarle el aliento. Black lo notó, podía escuchar el cambio, podía ver y sentir el cuerpo entre sus brazos arder por lo que decidió torturar un poco más al Sayajin.
Terminó de despojarlo de toda prenda que tuviera y tomó sus manos con una sola, las coloco encima de ambos y obligo a Goku a mirarlo fijamente –Espero que disfrutes de esto tanto como yo- Black creía que el rostro de sufrimiento de Goku no tenía igual cuando tomó su miembro y empezaba a torturarlo, presionándolo a veces, masturbándolo lenta y tortuosamente, escuchando los primeros gemidos ahogados en su garganta y eso le molesto, hizo especial presión en el miembro y logro escuchar el gemido de placer y dolor que esta vez Goku dejó salir plenamente.
-Eso es, no te contengas- susurró casi rozando sus labios y mirándolo directo a los ojos con tanta lujuria y superioridad que le fue posible. Pensó que no valía la pena seguir torturándolo si también se causaba dolor por lo que abandono su tarea de masturbarlo y se quito la venda roja junto a los pantalones. Deseaba más, mucho más, quería escucharlo plenamente gemir y no solo le placer. Sabía que no importaba si soltaba sus brazos, de todas formas no podría hacer nada contra él y también estaba seguro de que ya no lo deseaba, rasguño con fuerza los suaves glúteos del Sayajin bajando hasta los muslos y estrujándolos.
Cargó con la misma facilidad de antes aquel cuerpo y se aseguro de poder ver perfectamente su expresión antes entrar de una vez y por completo. El grito de placer y dolor que Goku le regalo le provoco una ola de placer que recorrió toda su espalda hasta terminar en su sexo, impulsándolo a continuar tal y como ambos azabaches deseaban.
Sin cuidado o sin piedad, Black comenzó a llenar a Goku con fuertes y profundas estocadas, nuevamente deleitándose del dolor que provocaba en el ajeno y esperando a que poco a poco éste desapareciera y aquellos gemidos casi gritados fueran completamente de placer. Goku no sabía si se encontraba en el cielo o en el infierno con toda la oleada de sentimientos que Black le hacía sentir, se decidió por pensarse en un precioso infierno donde su cuerpo ardía con cada fuerte embestida que recibía y la necesidad que no hacía más que crecer.
Se desconocía completamente cuando se escucho gemir y pedir por más y más a pesar de que creía que aquel era todo el salvajismo que su cuerpo podía soportar, sus sentidos se nublaban y los espasmos le hacían aferrarse al cuerpo de Black en busca de más calor que lo llevara a terminar. Sentía su cuerpo arder en las llamas de aquel infierno cuando llegó al orgasmo, había sido tan intenso como necesitado pero las cosas no podían terminar así y jamás lo harían de ahora en adelante.
Porque Black aun no había terminado y estaba dispuesto a disfrutar de su nuevo juguete hasta cansarse, obligo a Goku a arrodillarse y en cuanto éste tuvo la dura hombría de Black frente a su rostro supo que jamás podría escapar de ese demonio… si, definitivamente debió pensarlo mejor antes de condenarse a su propio y personalizado infierno.